Ethan el coreback y capitán del equipo, se detuvo a mitad de la cancha después de escuchar el pitido del silbato de su entrenador anunciando el fin de las prácticas; yo aún no entendía el sentido del juego; el chico se quitaba su camiseta dejando al descubierto su trabajado abdomen y ahí estaba un pequeño tatuaje el cual juraría haber visto en alguna otra parte, mientras mi cerebro cargaba la suficiente información para recordar el lugar donde había visto aquel tattoo los chillidos de mi amiga me llamaban.
- no crees que son lo más sexy que tus ojos verán en toda tu vida?-
- son solo chicos Tamara, controlate-
- solo chicos?, Connor estos no son solo chicos, acaso no lo ves, esos músculos.-
Mi amiga continuaba hablando mientras mi cerebro hizo click, recordando el tatuaje, encendí mi celular buscando mi galería donde se encontraban el grupo de fotos que había intercambiado con redhot y ahí estaba aquella foto de su espalda, era aquel tatto el mismo y cuales podrian ser las posibilidades de ver a dos personas diferentes con el mismo diseno en el mismo lugar; acababa de encontrar al chico misterioso redhot o era una de esas tantas posibilidads una en un millon de encontrar tal cohincidencia, aquel chico con el que había hablado un mes entero, era el más popular en la escuela, todas las chicas morirían por el y podía jurar que el era hetero.
- mierda-
- que pasa?-
- esto no me puede pasar a mi-
Mi amiga me ignoro sacando su celular para lograr tomar una foto de los chicos,pero al parecer a uno se le hizo gracioso lanzarnos el balón el cual chocó contra el celular de Tamara el cual cayó al suelo, y se pudo escuchar aquel temido sonido por todos. Mi amiga se agachó y podría jurar que sería para recoger lo que quedaba de su dispositivo y llorar, pero no ella tomó el balón dispuesta a responder tal agresión y aunque lo duden y por su complexión está chica tenía suficiente fuerza para temerle, quien no?,si creció con cuatro hermanos hombres y aprendió de ellos, lanzó el balón de regreso y este chocó contra la cabeza de Ethan haciéndo lo caer al suelo. El chico se levantó del suelo furioso mirando a nuestra dirección y mi amiga estaba pálida del susto ante la mirada y la muy maldita me señaló a mi insinuando que había sido yo.
- Te mataré Tamara-
Sali corriendo tan rápido como mis piernas me lo permitieron y el chico corría detrás mio pero creo que la adrenalina en mí me hacía más rápido, quién querría que un chico musculoso y furioso te alcance, sería mi fin ya que seguro habrían rumores de mi pelea con el. Mis piernas tropezaron antes de poder estar a salvo, caí al suelo sintiendo la dura tierra chocando contra mi pecho intentando levantarme fui detenido dándome la vuelta para ver el rostro enrojecido por la ira de Ethan, el se sentó sobre mi y aunque no creería que eso pasaría tan pronto no era de una forma muy deseable pues este se preparaba para golpear mi cara. Estampó el primer golpe rompiéndome la boca y claro me defendería, lo golpee por el costado en las costillas, y este hizo una nueva de dolor, el se preparo para darme otro golpe, no sabía que más hacer; esto terminaría mal de cualquier forma. Continúe la pelea hasta que el profesor y un grupo de chicos que integraban el equipo se acercaban para separarnos.
- basta, Ethan no fue el- un chico el cual siempre estaba junto a el lo menciono.
- Connor estás bien?- preguntó Tamara
- si muy bien-
- animal, estupido, idiota, como puedes reaccionar así?- gritaba furiosa Tamara a un Ethan muy confundido que aún no comprendía lo que había escuchado.
- está chica tiene fuerza - se burlaba el chico que comenzó todo, si el que lanzó el balón a Tamara.
- me debes un teléfono nuevo, troglodita-
- esperen, que?-
- yo lance el balón maldito idiota- grito Tamara.
- mierda- dijo Ethan llevándose una mano a la cabeza alborotando su cabello.
Me levanté del suelo, limpie la sangre que salía de mis labios, levanté la mirada hacía él, y si las miradas mataran él estaría muerto.
El profesor comenzó a regañarnos, castigados una semana entera.
- gracias Ethan ahora tendré horas extras en el mejor lugar del mundo- dije sarcástico mientras me daba la vuelta junto a Tamara para ir a la enfermería.
- espera, te llevaré yo a la enfermería-
- si, es lo menos que puedes hacer- dijo Tamara - se me olvidó que tenía un asunto en casa - se escudo tomando con fuerza su mochila antes de salir corriendo. Creo que veía venir su muerte pues la pagaría por haber causado todo esto, ya que si ella no hubiera señalado hacia mí en aquel momento yo no tendría un castigo y menos los labios rotos.
- excelente- dije con plena sonrisa fingida dibujada en la cara.
El chico se acercó a mí caminando en dirección de vuelta a las instalaciones de la escuela, el silencio incómodo que esto provocaba me hizo recordar que el chico a mi lado podría ser el mismo con el que llevaba un mes coqueteando. Me tense de solo recordarlo.
- estás bien?- dijo tocando mi hombro y estremecí con el tacto.
- muy bien - dije en tono seco quitando su mano.
- vamos enserio perdón, pero tú amiga..-
- mi amiga dijo lo que dijo, tu fuiste quien me golpeó no ella -
- okay, perdón-
- mira tu disculpa no me quita el labio roto o si?-
-no puedo deshacer lo que hice pero puedo disculparme y eso hago-
Rodeé los ojos pues no quería contestar, llegamos a la enfermería y para mala suerte la enfermera ya no estaba dejándome a solas con el chico con quién no quería pasar más tiempo, no entendía nada, su actitud escolar o la forma que era cuando hablábamos en loveline.
- creo tendré que ayudarte yo, la enfermera se a ido ya-
- sé cómo curarme solo-
- déjame ayudarte - dijo tomándome del brazo con fuerza, llevándome a una de las camas que se encontraban en el lugar, me sentó para luego salir y regresar con un botiquín de primeros auxilios. Sacó un algodón el cual humedece con algún antiséptico, se acercó a mis labios tomo mi barbilla alzandola hacía él , con su dedo acarició muy suavemente mi labio inferior, se acercó más a mí, estaba tan cerca que podía sentir su respiración chocar contra la mía, luego sentí ardor y una fría sensación del algodón tocándole, con suavidad limpiaba la sangre de ellos. Su respiración se aceleró.
- te duele?-
Pregunto, pero las palabras no salían así que negué con la cabeza. El regreso a mis labios los cuales por alguna razón aún acariciaba con la yema de sus dedos.
- no tienes que estar tan cerca -
aquello me ponía nervioso pues aún no sabía si el chico delante mío era el mismo de la app.