El peso de la Corona
img img El peso de la Corona img Capítulo 2 Derrocar al monarca
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Capítulo 6 La elegida img
Capítulo 7 Solo dos días img
Capítulo 8 Plebeya, último día img
Capítulo 9 Anciana + caballos= desastre img
Capítulo 10 ¿Es su costumbre img
Capítulo 11 Ganarse el corazón del príncipe img
Capítulo 12 Mujer a la cabeza del reino img
Capítulo 13 Soy la persona perfecta img
Capítulo 14 ¿Sabes manejar una espada img
Capítulo 15 Visita al rey img
Capítulo 16 No te envenenes antes de la boda img
Capítulo 17 Harás un trabajo mejor img
Capítulo 18 Emboscada img
Capítulo 19 Pequeños cambios img
Capítulo 20 Por el resto de tus días img
Capítulo 21 Nueva estrategia img
Capítulo 22 ¿Nu-nuestros hijos img
Capítulo 23 La muerte de la reina img
Capítulo 24 Una mujer no puede liderar el reino img
Capítulo 25 Como son las cosas aquí img
Capítulo 26 Haré que pague img
Capítulo 27 ¡¿Qué vas a hacer con le niño ! img
Capítulo 28 Me aseguraré de protegerte img
Capítulo 29 Tener una guardia como esposa img
Capítulo 30 Meterse con la corona img
Capítulo 31 Emma la estatua img
Capítulo 32 Sed de venganza img
Capítulo 33 Los llevaré a un lugar img
Capítulo 34 Su lugar especial img
Capítulo 35 Acabar con el hombre malo img
Capítulo 36 La muerte de la reina img
Capítulo 37 Tienes un plan ¿Cierto img
Capítulo 38 Inicio del plan img
Capítulo 39 Abundio en la habitación img
Capítulo 40 Sentencia img
Capítulo 41 ¿Y si mi padre se enamora de ti img
Capítulo 42 A mano de una mujer img
Capítulo 43 ¡Eso es trampa! img
Capítulo 44 Están muertos img
Capítulo 45 ¿Quieren nadar img
Capítulo 46 Avanza el campamento enemigo img
Capítulo 47 Nuestro secreto img
Capítulo 48 Concubinas img
Capítulo 49 Tus ojos dicen que me amas img
Capítulo 50 Noticias img
Capítulo 51 ¿Cómo ganarías la guerra img
Capítulo 52 Participaré en la ejecución img
Capítulo 53 En la habitación del príncipe img
Capítulo 54 ¿Emmaline img
Capítulo 55 Máquina de bebés img
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Capítulo 2 Derrocar al monarca

Me sentía tan confundida, todos avanzaban en esta carrera, muchos ya estaban casados y yo... iba a morir soltera y sin propósitos, más aún que a las mujeres no se nos permitía opinar, una mujer que no se casaba, era tomada como alguien con un problema.

Había tenido demasiados pretendientes, pero mi padre los rechazaba a todos, decía que merecía algo mejor, apreciaba sus esfuerzos, pero los años no se detenían, no era tan mayor, pero a mis veintiún años, se suponía debería estar comprometida, esas eran las costumbres.

-¿En qué piensas ahora?- Me preguntó acariciando mi cabeza.

-¿Por qué las cosas son así?- Me miró confundida.

-¿A qué te refieres Emma?- No sabía si debería hablar de eso.

Mi madre era de ese tipo de persona que era muy cariñosa, pero a su vez era tan... ¿Cómo decirlo? A ella no le gustaba el cambio, creía que las cosas estaban bien así como estaban.

-Siento que somos menospreciadas por el simple hecho de ser mujeres- Ella me observó algo sorprendida.

-Todos tenemos un lugar, y el nuestro es en casa, cuidando de nuestros esposos e hijos- No estaba tan de acuerdo.

-Sé que es nuestra responsabilidad, los hombres y las mujeres tenemos características diferentes, cada uno tiene una función, pero... no por eso deben tratarnos como un objeto- Ella asintió.

-Pero eso es lo que nos tocó- Una triste sonrisa se formó en sus labios ¿Había algo que no sabía?

No le dije nada a mi madre, no quería preocuparla o hacerle recordar algo que le dolía del pasado. Lo que recordaba era que ella había vivido con mi padre casi toda su vida, ella era demasiado joven cuando se casó, tenía catorce años, mi padre, en ese tiempo, tenía veinticuatro. Diez años de diferencia, era algo normal aquí, pero no me sentía muy cómoda con esa idea.

-No quiero que me toque vivir por vivir, quiero estar satisfecha con lo que sea que haga- Dije de manera firme.

Había ido al mercado, hay muchas cosas que ver y quería despejar mi mente, observaba cada detalle a mi alrededor, todos veían un lugar tranquilo. Yo solo veía personas que robaban a otras, el más rico humillando al pobre, el pobre intentando sobrevivir con lo poco que tenía ¿Eso acaso era vida? ¿A quién le gustaría vivir así? Tenía una gran reunión con algunos de las aldeas. Aunque no lo crean, estaba en medio de algunas discusiones para derrocar al monarca, por supuesto debíamos actuar en secreto, de lo contrario, nuestra cabeza había quedado colgada o separada de nuestros cuerpos. Ese rey, era realmente reconocido por su crueldad, todos estábamos insatisfechos con él, si la violencia era horrible en las manos de los demás aldeanos ¿Cuánto más lo era en manos del rey? Esperaba que pudiéramos hacer algo para mejorar la situación, no perdíamos la esperanza.

-¿Creen que es necesario hacer esa protesta ese día?- cuestionó uno de los ancianos.

-No estoy segura, deberíamos buscar la manera de aliarnos con alguien del palacio- dije intentando hallar una manera de hacerlo.

-¿Quién del palacio querría estar en contra del rey? ¡Eso es un suicidio!- Exclamó uno de nuestros compañeros.

Sí, tenía razón, si hubiesen llegado a descubrir a esa persona, de seguro terminaría muerta.

-Yo soy una de las criadas del palacio, creo que podría darles información valiosa respecto a los nobles- Dijo una joven con una bella sonrisa.

            
            

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