Capítulo 5 Cap 5: Baila conmigo!

Le puse me encanta a la publicación y guarde mi celular. Terminamos nuestras cervezas y nos dirigimos a la fiesta.

Entramos, el lugar está decorado con serpentinas, luces de colores, globos dorados y celestes, se escucha reggae suavemente, encontramos nuestra mesa y nos sentamos. (Nos dimos cuenta que había más sillas, lo cual nos hizo comprender que compartíriamos con alguien más) Inconcientemente anhelé que él estuviera en esta mesa. Suspiré y decidí relajarme.

Eran las 22:30 hs. Llego el cumpleañero del brazo con mi amiga, se veían muy contentos y animados, sus mejillas rosadas y el brillo en sus ojos daban indicio de un encuentro sexual imporante.

Sonreí para mis adentros y una pequeña pizca de envidia y angustia se posicionó en mi pecho, hacia mucho tiempo que no estaba con nadie y sentí una leve necesidad del cuerpo de alguien más, y en milésimas de segundos su rostro paso por mi mente, me sorprendí e inmediatamente negué para mis adentros, debía controlar lo que estaba sintiendo.

Los coquetos mozos nos sirvieron la comida, en nuestra mesa quedaban solo 2 asientos vacíos, uno a mi lado y el otro casi en frente.

Aproximadamente 23:15 hs. mientras charlaba muy a gusto con uno de los chicos, siento detrás mío una voz grave, saludando animosamente, mi piel se erizo y un calor recorrió desde la punta de mis dedos hasta el último cabello, trate de no girar para no mostrar mi emoción, solo moví levemente mi rostro hacia un costado y salude: -¿Hola, como va?

Él posó su mano sobre mi hombro y se inclinó hacia mi para darme un beso la mejilla, en lo que giro lo veo acompañado de una hermosa chica, sentí desvanecer mis estupidas ilusiones y una muestra inevitable de molestia se posó en mi rostro, la salude lo mejor que pude, pero soy conciente que el desgano se hizo visible. Me volvi torpemente a mi lugar.

Uno de los chicos hizo cambio asiento terminando junto a mi, dando paso a que la pareja que acaba de llegar se sentaran juntos enfrente. Pensé para mis adentros: "Que mala jugada del destino, y que estupida que soy para ilusionarme con alguien tan mujeriego como él. ¿ Acaso yo quería ser parte de esa numerosa fila de mujeres?. No me lo permitiría jamás, me reproche enojada". Y bebí un poco de vino.

Evite todo el contacto visual que pude y para mi suerte, el chico a mi lado no dejaba de conversarme mientras juntos reíamos despreocupados del resto.

Una de mis amigas me pidió que la acompañara al baño y accedí, necesitaba un respiro. Le pedí permiso al chico con quien estaba hablando comentando que volvería en un segundo. Él me respondió: - Aquí te espero para charlar y luego bailar- Sonrío, yo me sorprendí ante su comentario y le contesté: - Perfecto, tengo muchas ganas de bailar, por favor no te canses pronto- y le mostré mi mejor sonrisa.

De repente sentí un frío intenso, levanté la vista y sus hermosos ojos marrones me observaban con un pequeño disgusto, no había sonrisa, ni ninguna otra emoción en su rostro, me giré rápidamente y nos fuimos al baño.

Mi amiga iba contándome lo emocionada que estaba con el chico con quien se encontraba conversando: -Amigaaaaa, siento que el amor toco a mi puerta-, dijo con un largo suspiro, sus ojos brillaban de alegría, su piel emanaba una suave fragancia, su cuerpo sensual bailaba al son de sus emociones atrevidas. Estaba de verdad entusiasmada.

La observe detenidamente y con tono pícaro le consulte: - ¿Te irás con él esta noche?

A lo cual ella rápidamente respondió: -Estoy ansiando que eso pase, tengo el presentimiento que es todo un salvaje en la cama-. Ante su comentario las 2 nos reímos y sujetas del brazo salimos hacia nuestras mesas.

Para nuestra sorpresa,en la mesa, estaba ella sentada sola, me sentí apenada y la salude.

-Hola ¿como estas?, un gusto conocerte, ¿Todo bien?, trate de ser lo más simpática posible.

Ella con mucha amabilidad respondió: -Hola, todo bien y ¿tú?, continuó, -hermosa fiesta- dijo, mientras bajaba la mirada de manera apenada, me llamó la atención y pregunté. -¿ Que sucede? ¿Te sientes bien?.

Ella respondió: "Quiero bailar pero mi compañero se fue hace mucho rato con el chico que estaba hablando contigo, me dio la sensación de que estaba molesto, pero no me dio explicaciones y solo le dijo: -Vamos afuera a fumar- se levantaron y se fueron, y hasta ahora no regresaron, el resto de los chicos se fueron tras ellos.

Sentí mucha curiosidad y me dio mucha nostalgia dejarla ahí, entonces tomé coraje y le dije: -Seguro ya regresarán, ven a bailar conmigo- agarre su mano y la mano de mi amiga, las lleve a la pista de baile, sin dudarlo comenzamos a bailar y a disfrutar, las 3 estábamos muy animadas.

Se acercaron 3 muchachos y nos invitaron a bailar, supongo que por la decepción, el calor y el alcohol no nos negamos. Cada una termino bailando con un chico.

Mi compañero de baile era muy guapo, manos amplias y fuertes, un aroma a madera con tabaco y alcohol, una sonrisa amplia y unos ojos cálidos, sumado a eso bailaba perfectamente de maravilla. De verdad me sentía en el cielo girando y disfrutando de cada canción, de repente en un giro me sujetó fuerte de la cintura y apoyó todo su cuerpo sobre mi, no pude evitar sentir cada parte de su delgado pero tonificado cuerpo, de repente sentí mis latidos acelerarse, sus manos se enredaron en mi cabello y acarició suavemente mi mejilla, una parte de mi no quería seguir avanzando, pero la otra me pedía a gritos que siguiera este juego apasionante.

De repente sentí mis manos húmedas, mis cachetes ardían y me zumbaban los oídos, mi cuerpo se estaba preparando para un posible encuentro.

Seguíamos bailando cada vez más pegados, en un momento apoyé mi rostro sobre su pecho y el acaricio mi espalda de abajo hacia arriba, levante delicadamente mi rostro para posar mi mirada en la suya y sin decir una palabra ambos entendimos el mensaje, nuestros labios se humedecieron para el encuentro de un beso ansiado. Cerré mis ojos y sentí que alguien me sujetó del brazo y me llevó hacia atrás, tratando de entender lo que sucedía hacia quien me sujetaba y sus ojos marrones estaban llenos de ira, su rostro estaba contracturado mientras ceñía los dientes, yo no entendía que pasaba pero tampoco trate de zafarme de su agarre. Miré al chico con quien estaba bailando y me dijo: -¿Te vas a ir y me vas a dejar asi? Entendi a lo que se refería, su cuerpo estaba muy excitado.

Me acarició el rostro y sujeto mi cabello, por otro lado mi brazo no me dolía pero si sentía la presión del agarre, mire nuevamente hacia él y le pregunte: -¿Que estás haciendo? Sus ojos marrones se posaron en mis labios y se acercó a mi oído y susurró: -Baila conmigo- y me llevó hacia él.

            
            

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