Capítulo 9 De ninguna manera

"Lily, vuelve a mí. No puedes olvidarme ". Dijo el hombre en un tono frívolo, con una mano en la pared y la otra levantando la barbilla de Lily.

"¡De ninguna manera! ¿Por qué tienes tanta confianza? Lily se limpió la saliva de la comisura de la boca, levantó la cabeza obstinadamente, miró sus ojos ardientes y continuó: "¿No te lo dije? señor. Bai, estoy comprometido. Se acabó entre nosotros. "

"Bueno, ¿sigues usando a Joe como excusa? Al menos puedes darme una mejor razón. "

¿Qué? ¿Lo averiguó?

Lily estaba un poco enojada. Antes de que pudiera pensar en cómo responder, de repente sintió algo ligero bajo sus pies. La puerta del dormitorio se abrió de una patada con un golpe y luego la arrojaron a la gran cama. El hombre se acercó a ella. Lily entró en pánico y trató de esquivar a la bestia cuyos ojos estaban cubiertos de sangre. Empujó el pecho del hombre con los brazos para evitar su beso, pero parecía que todo fue en vano.

"¡Loco, loco, déjame ir!" Había un tono de sollozo en su voz. De repente, Lily sintió que se le movía la nariz y gritó, como para lavar con lágrimas las quejas de los últimos cinco años.

El hombre dejó de hacer lo que estaba haciendo, y los dos aún mantuvieron la postura que hacía sonrojar a la gente. Había un indicio de pérdida en sus ojos oscuros.

"Lily, ¿de verdad crees que estoy dispuesto a dejarte?" El hombre respiró rápido y la miró con ojos ardientes.

"¿O que? ¿Quién eres tú? Eres Peter. ¿Quién puede obligarte a ir a América? Lily luchó por liberarse de la mano grande, empujó a Peter sobre su cuerpo con sus últimas fuerzas y se levantó de la cama.

"¿Qué pasa si digo que sí? Lily, y el hombre es Jacob ". Con la cabeza gacha, Peter levantó la voz, reacio y enojado.

¡Ridículo!

La fuerte bofetada fue como una luz de fuego que golpeó el lado derecho de la cara de Peter, y la sangre roja se podía ver débilmente.

"¡Suficiente! Hace cinco años, fuiste tú quien dijo que yo era solo una herramienta para disipar la soledad, y estabas tan decidida a irte sin mirar atrás. Durante cinco años, estuvo escondido en el extranjero sin siquiera saludarme. Ahora quieres que vuelva contigo. Ja, ja, te lo digo, mi corazón ya está muerto por ti. No tienes que fingir ser lamentable frente a mí, y mucho menos culpar a mi padre de esto. "Con los ojos rojos y los puños cerrados, el cabello desordenado de Lily tembló con su cuerpo.

Lily se levantó de la cama y arregló su ropa rota. Los botones de su camisa habían desaparecido y se envolvió con fuerza. Cuando se dio la vuelta y salió del dormitorio, de repente se detuvo y no miró hacia atrás.

De espaldas a Lily, Peter se arrodilló en la cama, con los brazos colgando débilmente a ambos lados, inmóvil. La ventana francesa reflejaba su delicado rostro. De alguna manera, su corazón parecía haber sido vaciado. El viento frío sopló la cortina y se balanceó, y el penetrante viento frío perforó la camisa rasgada, como un cuchillo, apuñalando su pecho.

Lily, nunca pensé en dejarte.

"Señor. Bai, creo que será mejor que nos mantengamos a distancia. Que lo pasado sea pasado ". Después de decir eso con frialdad, Lily se dio la vuelta y se fue. Las lágrimas brotaban de sus ojos y sufría cada paso que daba. Ella no podía ser bondadosa.

En el momento en que Lily abrió la puerta, vio a un hombre fumando en las escaleras.

"¿Joe? ¿Por qué estás aquí?

Hasta que la puerta se abrió lentamente, Joe sintió que había pasado un siglo. Joe se puso de pie y se acercó al mismo tiempo. Miró a Lily en silencio, frunciendo el ceño y sosteniendo la colilla entre los dedos.

"Lo siento. Solo quería salir a tomar un poco de aire fresco, pero no esperaba ... " Lily levantó la mano para secarse las lágrimas del rabillo de los ojos y miró la pared brillante bajo la luz.

"No tienes que explicarme. ¿Te lastimaste?" Joe tiró la colilla, suspiró y la abrazó con fuerza. Luego se quitó el abrigo y se lo puso a Lily, recogiendo con cuidado su largo cabello que sacó de su ropa.

Lily negó con la cabeza entumecida, sus ojos apagados, "No, estoy un poco cansada. Por favor, llévame a casa ".

Joe no dijo nada más. Pasó el brazo por el hombro de Lily y entró en el ascensor.

El hombre parado frente a la ventana miró fijamente el auto que se había convertido en puntos negros y lentamente salió de la comunidad. Sus ojos fueron llevados a la distancia y una sonrisa amarga apareció en su rostro.

Cuando el coche se detuvo frente al edificio de apartamentos, Lily seguía mirando por la ventana, sin darse cuenta de que había llegado a casa.

Joe se volvió para mirar a Lily, tosió y le acarició la frente.

"Oye, estás en casa. No pretendas hablar en serio delante de mí ".

"¿Quién está fingiendo? Voy arriba. Gracias por enviarme a casa ". Lily respondió. Extendió la mano para abrir la puerta, pero el hombre detrás de ella la detuvo.

"Toma tu teléfono. No seas tan descuidado. Eres muy estúpido. "

La cabeza de Lily parecía haber sido vertida con barro y solidificada nuevamente, tan pesada que no podía levantar la cabeza.

Parecía que recordaba algo. Volvió a su asiento y cerró la puerta.

"Joe. Hoy ¡Gracias! " Lily se dio la vuelta y miró directamente a Joe. La tenue farola pasaba por la ventana y sus ojos brillantes parecían estar cubiertos por una capa de luz de estrellas.

"Niña tonta, no necesitas agradecerme. No hice nada No me mires así. Te cobraré si sigues mirándome. "Joe sostuvo el volante con una mano, y una hilera de dientes blancos salió de sus dos delgados labios. Tocó la parte superior de la cabeza de Lily con la otra mano. Su largo cabello fluctuaba como una cascada negra, que era extremadamente hermosa.

La sonrisa de Joe era como una fuente termal, que relajó cada nervio de Lily.

"Señor. Zhou, ¿cuánto cobras por una noche? " Lily se sostuvo la barbilla y miró a Joe con sus grandes ojos parpadeando.

"No es asunto tuyo. Sal del coche y vete a casa a dormir ".

"Bueno, no es nada divertido." Lily negó con la cabeza y se bajó del auto con un puchero.

Esta mujer era realmente una alborotadora. No fue fácil para nadie fingir estar tranquilo, especialmente para ti, Lily.

La pantalla del teléfono se iluminó y siguió vibrando en la mesa de té de la sala de estar. Peter se puso de pie, caminó descalzo hasta la sala de estar y tomó su teléfono. Inesperadamente, pateó la botella de vino tinto que tenía a sus pies, golpeó el piso de madera y el tintineo resonó en la habitación vacía.

"¡Hola!" Una voz profunda salió lentamente de su boca.

"Señor. Bai, tengo el resultado de lo que me pediste que investigara ".

"Bien. ¿Tan rapido? "

"Sí, la situación es complicada. Necesito informártelo cara a cara. ¿Cuándo tienes tiempo? "

"Enviame la direccion. Llegaré mañana ".