UN ÁNGEL EN EL INFIERNO
img img UN ÁNGEL EN EL INFIERNO img Capítulo 2 VOCES
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Capítulo 6 Paimon img
Capítulo 7 Suplicas img
Capítulo 8 Confesión img
Capítulo 9 Cacería img
Capítulo 10 Desaparecida img
Capítulo 11 Emboscada img
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Capítulo 2 VOCES

"Tristeza es tener todo el aire del mundo, más sin embargo sientes que te ahogas"

ɤ

Pronto comienza anochecer me encuentro al borde de la oscuridad, él me ha dicho que es momento de crecer y dejar a tras la vida que llevo y los juegos tontos.

-Nunca vas a durar con los huesos construidos como el cristal. -Me ha dicho, el sonido de su voz como un fantasma, pero siempre he tenido mis dudas.

- ¡puedes escucharme ahora!

- "Yo conduzco al camino de la rectitud sin necesidad de un libro de revelaciones" únete a mí y juntos seremos invencibles e indestructibles.

Mi cuerpo tenso, el eco de su voz recorre mi cuerpo causando un escalofrió aterrador, siento como aumentan los latidos de mi corazón y mi pulso se acelera.

Me he paso cada noche tratando de averiguar, porque él siempre está en mis sueños y al despertar todo se ha ido.

Me basta con saber que soy joven para pensar que he sido tan ingenua, no puedo poner punto final a lo que no he vivido perdiendo así el tren de la concentración.

He visto pasar la vida tras mis ojos, mi corazón se ha paralizado antes de ahogarse con las mejores razones aún puedo presenciar su silueta, él se ha ido y jamás regresara, es el fin de mi época, aunque nunca fue esa la cuestión porque jamás conocí a mi padre, ese hombre del tiempo perdido porque sé que aun que nunca estuvo conmigo siempre estará dentro de mi corazón.

Es más, de media noche mis ojos comienzan a retrotraerse y el techo se desvanece, te respiro exalta tus llamas, es el momento perfecto, así es como todas las noches pierdo la conciencia y él se apodera de mi mente.

-Cariño ¿me oyes?, -Mientras su voz me susurra y me retumba.

La piel se me pone de punta, los nervios me están matando, mis lágrimas comienzan a caer y repito en silencio.

-Tengo que despertar.

-Cariño, ¿me oyes?

-ven conmigo, estamos perdiendo el tiempo.

Me ha dicho, empiezo a escuchar su voz que me atormenta, simplemente no puedo escapar de este sueño.

-¿Quién eres?, ¿qué quieres de mí?

-No puedes seguir así, es tiempo de comenzar nuestra guerra.

-¡Guerra! -Has dicho.

-¿Qué es lo que ocurre en este mundo sensible?, y no puedo ahogar mis llantos en un mar de lágrimas porque no serviría de nada.

Me estoy cayendo a pedazos y no volveré a estar bien, hasta que me dejes entrar, siento la emoción.

Todo se desvanece...

Es mejor no perder el control, mientras mis ojos se cierran y su voz se queda grabada en mi mente.

La luz comienza entrar por la vidriera, estoy despierta, Finlandia uno de los lugares más fríos del mundo las temperaturas alcanzan los -40 grados, la nieve comienza a caer en octubre y lo mejor de todo son a las auroras boreales, toda mi vida he vivido en Rovaniemi la ciudad provincia de Laponia cubierta de nieve los 183 días del año donde la luz del sol no se deja ver mucho en verano.

El frio nunca ha sido un problema para mí, nuestra aldea a orillas de la provincia es muy pequeña los habitantes no se dejan ver mucho por las calles cubiertas de nieve.

"Comenzar el día con una idea es lo mejor que puedes hacer palabras sabias de mi madre".

Me he levantado ya, mis pies están sobre el piso me doy prisa a cambiar mi atuendo, cogí mi abrigo antes de salir de la habitación es un día muy tranquilo a mi parecer el frio está de más como todos los días he salido por las provisiones de la semana.

-Hola, Rebeca...

Pronuncie su nombre alzando mi brazo derecho para saludarla ahí estaba la pelirroja dejando caer sus rizos sobre los hombros mientras caminaba hacia mi dirección luce tan radiante como sol, sus pupilas celestes la hacen ver muy tierna, Rebeca es mi mejor amiga desde que tengo memoria siempre hemos sido muy cercanas aunque es un tanto extraña han pasado unas semanas desde la última vez que recorrimos el bosque para ver las luciérnagas, más sin embargo sus palabras son como cura para todas mis dudas.

"El cielo se encuentra a un corazón roto de distancia" o al menos es lo que ella dice a menudo.

Sus padres no la dejan salir en esta época que atravesamos Colín Jones, hermana de Rebeca dice que estamos pasando por un ciclo, ella lo llama "Días de obscuridad" y salir es muy peligroso para los habitantes.

-Hola Ashley.

Me saludo con gentileza tomo mi brazo para indicar que siguiera su recorrido.

-¿Cómo has estado Rebeca?, Hace semanas que no sé nada de ti.

Ella se detuvo y me vio fijamente a los ojos reflejando miedo.

-Ashley, pronto será invierno y salir de casa es peligroso, el ciclo está por comenzar, Colín menciono que esta noche saldrá la primera Luna y así completar el ciclo de la obscuridad, las siete lunas...

La primera luna indica el comienzo de un nuevo renacer sobre la tierra, no sé lo que significa con exactitud, me gustaría comprender esta ideología;

"Como un fantasma en la noche, la manzana envenenada a mi mordida voy a ser la sombra de tu puerta seré la polilla en tu luz"

Se encuentra escrita por los dioses en los libros, como un regalo de su existencia para la humanidad de lo desconocido.

-¡Rebeca! qué te parece si tú y yo damos un paseo por el bosque aún es temprano.

Caminamos durante algunos minutos por el bosque Rebeca durante el trayecto ha estado muy distraída hasta creo que no ha escuchado nada de lo que le he dicho.

-Ashley, ¡Belzy ha vuelto a casa!

Pregunto con una voz inquietante, el miedo invadía su rostro podía notarlo en sus ojos celestes tratando de desviar la mirada se sujetó con su mano izquierda de la cintura, sus pies seguían en movimiento.

-Belzy, no ha vuelto a casa menciono que estaría ausente durante un tiempo. -Respondí antes de sujetarla para que no resbalara sobre la nieve.

-¡Debes tener más cuidado por donde caminas!

-Pronto nos iremos lejos de la provincia a orillas de la costa, hace un par de días mi madre conversaba con Belzy sobre marcharnos de esta aldea no comprendo las razones de irnos de este precioso lugar.

-A qué viene tu pregunta ¿sucede algo?

-No.

Rebeca siguió el trayecto, sin darnos cuenta estábamos muy lejos de casa, nos sentamos justo enfrente de las ruinas de un castillo nunca había visto nada igual los bordes son verdaderamente una obra de arte tallados a mano.

-Ashley, estamos muy lejos de casa, antes que caiga la noche tengo que contarte un secreto que me pesa lo llevo atado como una soga que cada día aprieta más y más, siento esa cuerda invisible cuando cierro los ojos y cuando los abro porque ese secreto eres tú.

-¿De qué secreto estás hablando? Rebeca mírame.

Ella me miro con una tristeza, sin poder contener la respiración sus lágrimas corrían sobre sus mejías, sujete su brazo para que ella pudiera reposar su cuerpo sobre un árbol de pino las piernas le temblaban no podía sostener el peso de su cuerpo y se dejó caer sobre la nieve en llanto.

-Ashley, quisiera poder decirte la verdad y dar respuesta a todas tus dudas.

-Presta atención a lo que voy a decirte; ¡para vivir hay que dormir, para morir tienes que despertar! estamos destinadas a perder a quienes amamos, pero voy a luchar con los pies sobre mi cabeza si es posible, no mereces este infierno, pero si ellos te robaran habría una razón para buscarte en el tiempo.

-Rebeca de que estás hablando, no comprendo nada en absoluto.

La noche estaba por caer sin darnos cuenta las horas nos habían pasado y la luz desaparecía lentamente, mi sistema nervioso colapsaba tratando de comprender aquellas palabras que salían de la pelirroja.

-Un mal está por venir muy pronto para apoderase de la tierra "uno no se conoce así mismo hasta que se pierde", es tarde tengo que irme la noche esta por caer tú también debes irte a casa, nos vemos aquí mañana a medio día.

Antes de que pudiera decir una palabra, Rebeca se puso de pie y corrió antes que la noche cayera sobre ella, despareció entre la neblina, caminé lentamente y lo único que pasaba por mi cabeza eran sus palabras que me tenían totalmente confundida el cielo está estrellado lo que me hizo pensar en la luna tan hermosa brillante como nunca, me detuve a observarla para comprender que la hacía tan especial esta noche.

Si la primera luna que saldría esta noche significaba un renacer porque sería luna llena, continué mi velada las luciérnagas comenzaban a salir solo me faltaba atravesar el campo pensé, mis ojos presenciaron la silueta de una mujer que llamo mi atención se acercaba cada vez más sin dejar al descubierto su rostro, sentí un escalofrío recorrer mi piel.

-Querida estas muy lejos de casa.

La mujer estaba a centímetros de mí con el rostro cubierto y una voz muy robusta dejo ver su brazo mientras acariciaba mi rostro sentí su mano rosar mi cuello y cada vez el escalofrió que me causaba aumentaba al igual que mi curiosidad por saber quién era ella, sus ojos se conectaron al reflejarse en los míos, parecía llevar mucho tiempo en el bosque por los zarajos que vestía.

-Ashley Morgan, eres mucho más linda de lo que pensé, como has crecido.

-¿Usted me conoce? ¿Cómo sabe mi nombre?

El miedo corría sobre mi fluido sanguíneo, como era posible que esta mujer supiera mi nombre, quise continuar mi camino, pero mis pies estaban sujetos a la nieve su voz me tenía inmóvil incapaz de poder dar un paso.

-sí, pequeña.

-Cómo es posible que yo no la recuerde.

Mis recuerdos son escasos a tal grado que no puedo recordar ni lo más mínimo de mi infancia.

-Soy una amiga tuya de tu infancia.

-No me toque, aléjese de mi yo no la conozco. -Expresé levantando la voz a su vez tratando de alejar su brazo de mi rostro detuve mi vista para poder examinarla, la mujer estaba cubierta de suciedad un velo le cubría casi todo el cuerpo.

-Querida tus recuerdos son reclusos de tu mente guardados en una parte de tu conciencia, cuando el poder del amor exceda por el poder de la avaricia el mundo finalmente conocerá la paz escucha a tu corazón te dará las respuestas que buscas.

Se desvaneció como un fantasma en medio de la noche, mi conciencia esta echa completamente un caos si las respuestas están en mi interior como sabré lo que ocurre, cansada por vivir en un presente y atormentándome de un pasado lleno de dudas.

Corrí lo más rápido que pude sin mirar atrás, como si la noche quisiera devorarme completamente no me detuve hasta llegar a casa desesperadamente introduje la llave sobre la cerradura y esta se abrió, la voz de mi madre calmo esa angustia que me estaba comiendo viva.

-Ashley ¿dónde has estado?

Asustada aun sin poder decir una palabra mi madre me vio a los ojos, sus manos estaban sobre mis hombros.

-¿Qué sucede cariño?

-Es solo que estoy cansada, no pasa nada mamá.

Cerré la puerta de un golpe mientras me quitaba el abrigo para alejar sus manos de mis hombros tratando de mostrar total postura para que la mujer no pudiera notar el miedo que me estaba inundando el cuerpo.

-Estas consiente que salir es peligroso y llegar a esta hora a la casa aún más.

-Lo se mamá no volverá a suceder, me iré a dormir si no te importa como dije estoy cansada.

Mi madre me observo por un momento, algo pensativa.

-Descansa cariño, no olvides que mañana tienes clase.

Tome dirección hacia mi dormitorio, encendiendo las luces del pasillo nuestro hogar es pequeño pero acogedor, Belzy se encuentra fuera su ausencia me preocupa, antes de recostarme tomare una ducha para relajarme un poco pensé, ha sido un día agotador lleno de dudas y sucesos inexplicables.

Tengo miedo de acercarme a ella, odio estar sola, anhelo esa maldita sensación de no sentir nada cuando más mayor me hago, me hundo más abajo, no puedo ahogar mis demonios si ellos saben nadar.

Del closet saque un conjunto ropa limpia, el agua estaba demasiado caliente accedí a que el agua resbalará sobre mi cuerpo las voces estaban de nuevo en mi mente deslice la toalla para cubrir mi cuerpo antes de perder totalmente la conciencia.

-Cariño, puedes contarme tus miedos en algún lugar debajo de la línea que te rodea y el infierno a mi alrededor yo podría entenderte. -Susurro cerca de mis oídos puedo percibir el aroma a manzanas silvestres, aprieto mis parpados sin embargo mis lágrimas siguen corriendo por mi rostro.

-Eres el alma que vaga a través de la luz sobre la tierra, de ella talle las paredes de un portal al otro mundo. -Su voz se desvaneció dejando el aroma de una mezcla de manzanas podridas y cenizas, mi cuerpo esta sobre el piso intento ponerme de pie, una vez que conseguí estarlo deje caer la toalla que cubría mi cuerpo me puse el conjunto de ropa de dormir antes de acostarme el cansancio me hizo caer en un sueño profundo.

-Ashley, ¡Despierta!

-llegaras tarde al instituto ¡Despierta!

Mi madre comenzó a Mover mi cuerpo para que pudiera despertar del sueño profundo que me atrapo.

-¡Mamá! Estoy despierta.

Deje caer mis pies sobre el piso, la luz estaba comenzando a entrar por la vidriera, apenas y puedo caminar.

-Cariño date prisa o llegaras tarde.

La mujer parada a escasos centímetros de la puerta con los brazos cruzados, sus ojos postrados en mí, camine hacia el armario para tomar el atuendo del instituto, ella abrió la puerta del cuarto y salió molesta.

-Te espero en la cocina.

Me doy prisa a vestirme, el uniforme en mi cuerpo, llevo días desorientada intentando encontrar una respuesta lógica a los sucesos cotidianos que me confunden, llevando una sonrisa fingida al instituto de la cual ya me he acostumbrado a tener que aparentar que estoy bien cuando en realidad él juega con mi conciencia, arrastrándome en un mar de dudas a tal grado que mi conciencia está por explotar y derramar mis pensamientos por todo el cuarto.

Sin pensármelo mis pies hace el trabajo de mi cerebro llevándome en dirección a la cocina donde la mujer estaba sentada sobre el comedor disfrutando de una taza de café.

-Querida, toma asiento y acompaña a tu madre con una deliciosa taza de café.

Al parecer su humor estaba mucho mejor de lo que imagine, su cabello largo azabache cubría su rostro como de costumbre, dejo su taza sobre la mesa se levantó de la silla para servir otro café de nuevo se acercó dejando la taza cerca de mí para que pudiera tomarla.

-Cariño ten cuidado con lo que deseas, la muerte esta tan segura de ganar esta batalla que te da como ventaja toda una vida, de ti depende de cómo la custodies.

-Madre, a que viene tu comentario. -Se llevó la mano sobre su cabellera tratando de disimular las palabras que salieron de su boca.

Quizás me estoy volviendo loca, que sucede no entiendo quisiera ahogarme en un mar de llanto, pero no es solución que me está sucediendo, quizás estoy alucinando las palabras que acabo de escuchar provenientes de mi madre intento poner en orden mis pensamientos estos me están jugando una broma que no es nada agradable Ashley deja de atormentarte me dije llevándome los brazos hacia la mesa para poder tomar la taza de café que la mujer sirvió para mí.

-Ashley, ten cuidado. No pierdas el control de tus emociones, no dejes que la humanidad olvide tu nombre.

-Prefiero morir de pie que vivir toda una vida arrodillada, lo siento tengo que irme, ahora si es tarde.

-Regresa temprano a casa querida.

Con dirección al instituto caminaba apresuradamente, sin fijarme choque con una mujer, sin darle mucha importancia seguí mi trayecto hasta concluir mi trayecto.

Un día común, para todos los estudiantes, adentrándome al aula mis compañeros denotaban miedo por los rumores que corrían por la provincia del mal que estaba por venir.

Pensé será un día eterno, rebeca ausente su compañía es más que satisfactoria para mí, no podía dejar de pensar en las palabras de la pelirroja ¡nos vemos mañana al medio día! Los segundos parecían horas, mi cabeza comenzaba a asecharme como un carrusel las ideas se me agotan sin embargo las clases del instituto seguían transcurriendo mirando fijamente el reloj de pared observando las manecillas, el tiempo se detuvo.

La ansiedad giraba sobre mi entorno, porque cuando sus palabras están inundando mi ser él toma cierta parte de mi alma consumiendo y alimentándose de ella para ser parte de este mundo.

-Si el dolor pudiera construir una escalera a lo desconocido o las lágrimas pudieran mostrar el camino hacia la verdad te unirías a mí. -Susurraba cerca de mis oídos, pero mi cerebro era incapaz de procesar este momento.

-No te confíes de nadie en este mundo porque hasta tu propia sombra te abandona en la obscuridad, ¡cariño puedes escucharme!

El sonido cada vez más real de lo común ¡Basta! ¡Basta! Repetía cada segundo en voz baja.

            
            

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