Capítulo 4 Confesión

Melissa tomó la mano de Rosalie y la hizo mirar al escenario.

"Oye, la coronación está a punto de comenzar". Luego, se volteó hacia la otra mesa, para decir:

"¡Ese es el Alfa Greyson, vaya, es muy sexy! Pero, ¿por qué nos mira? ¿Crees que le agrado?", dijo efusivamente.

Resoplando, Rosalie contestó: "Te tienes demasiada confianza. ¿Por qué le agradaría cualquiera de nosotras? No solo es un Alfa, sino que es mucho mayor que nosotros, aunque debo admitir que es agradable". Mientras hablaba, Rosalie se arregló el vestido. De hecho, Alex estaba mirando en su dirección con una sonrisa divertida.

Al mismo tiempo, Chris Reynolds se puso de rodillas sobre una plataforma que estaba a unos treinta centímetros del suelo. Enseguida, uno de los cuatro concejales se paró frente a él sosteniendo un antiguo pergamino, al tiempo que Chris alzaba una copa de oro a la altura de su cara. En ese instante, la luz de la sagrada luna lo bañó cuando se abrió el techo circular sobre él.

Todos se quedaron en silencio, viendo al concejal verter una especie de líquido rojo en la copa. Rosalie olfateó, pero no pudo detectar a qué olía. Acto seguido, el consejal comenzó a recitar las milenarias palabras: "La luna sagrada vela por nosotros, nos protege, nos cuida y nos salva. La luna sagrada elige a sus guerreros, a sus salvadores de la paz. La luna sagrada elige a nuestro líder y pone el destino en la sangre que fluye por tus venas". Hizo una pausa, y continuó: "¿Tú, Christopher William Reynolds, hijo de Sullivan William Reynolds, estás dispuesto a ocupar el lugar que te corresponde como el Alfa de la manada Luna Plateada?".

"¡Sí!". De repente, la voz de Chris comenzó a sonar más fuerte. "Yo, Christopher William Reynolds, juro por la luna que al beber este vino bendito, seré el Alfa de la manada", dijo, antes de beberse la copa entera.

Una vez completada la ceremonia, los miembros de la manada aullaron en sus formas de lobo, inclinando la cabeza sobre sus patas delanteras, para justo después mostrar sumisión ante el líder. La coronación fue corta, pero la noche todavía era joven y aún quedaba disfrutar de la fiesta.

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Rosalie y Melissa se encontraban deleitándose con el gran surtido de golosinas sobre la mesa, preparadas para el banquete. Por otro lado, dado que sus madres les habían advertido que no se metieran en problemas, simplemente se dedicaron a comer tranquilas.

"Me pregunto quién será la afortunada de ser su pareja", comentó Melissa, mirando a Chris con melancolía.

"Quizás deberíamos ir a coquetear con él. ¿Quién sabe? ¡Podríamos disfrazarnos de un Alfa!", exclamó emocionada.

"¡Por Dios, Melissa, no seas repugnante! No podemos coquetear con el Alfa", la regañó Rosalie. En realidad, no le gustaba que nadie coqueteara con Chris porque la hacía sentir una extraña especie de celos cada vez que lo veía con otras mujeres. Además, en ese momento él estaba sentado junto a Lisa, la hija del Alfa Richard Dawson de la manada Hanlon, quien también era uno de los miembros del Consejo, por lo que era una persona extremadamente importante. Claro, Lisa era una chica insoportable, de modo que Rosalie temía por el día en el que ella se convirtiera en la próxima Luna.

"Él ya tiene 18 años. ¿Crees que son pareja?", preguntó Melissa.

"Yo qué voy a saber... Todavía no ha revelado a su pareja. Ni siquiera sabemos si ya la encontró, solo espero que no sea Lisa", susurró Rosalie con complicidad.

"¡Oh, sí! ¡Eso sería un desastre!", respondió Melissa.

Pasados un par de minutos, Rosalie se escondió entre la multitud para observar en silencio a la pareja. Por lo general, Chris se juntaba con sus amigos para hacer cosas interesantes en las que a Rosalie no se le permitía participar. Y ahora, siendo el nuevo Alfa, tenía la atención adicional de todas las mujeres que lo rodeaban.

"¿Por qué es que cada vez que intentamos pasar el rato contigo, esa molesta Omega siempre está ahí?".

Rosalie se quedó helada al escuchar eso, ¡pues Lisa se refería a ella! ¿Había sido tan evidente?

"Bueno, no hay nada que pueda hacer para que no lo haga. A propósito, tú también lo haces y no me ves quejándome", replicó Chris encogiéndose de hombros.

"No es lo mismo y lo sabes", argumentó ella, haciendo un puchero con gracia, apoyándose en él. "Soy tu chica, ¿no? Se supone que debemos ser vistos juntos".

Tras un breve gruñido del joven, Lisa lo miró sorprendida cuando él dijo: "Lo que hacen los miembros de mi manada no es asunto tuyo. Te sugiero que no vuelvas a hablar mal de ninguno de ellos".

Por su puesto, el corazón de Rosalie se hinchó de orgullo ante el notorio desaire a Lisa.

En su lugar, Chris volvió a encogerse de hombros para tomar un sorbo de su té helado. En cuanto a Lisa, su expresión era de clara decepción, pero de pronto se recompuso, y dijo: "Bueno, no lo aprobaré cuando estemos emparejados".

"Lisa, en primer lugar nunca di a entender que nos iban a emparejar, así que quien me siga no debería preocuparte", espetó disgustado.

Rosalie estaba que brincaba de alegría sabiendo que no iba a tener que lidiar con la crueldad de Lisa por el resto de su vida. Entonces, concluyendo que ya no había razón para seguir espiándolos, decidió irse.

De inmediato, la joven corrió a su casa sin notar el caos que generó la reprimenda de Chris. Resultó que Lisa armó un escándalo tan grande que tuvo que ser apartada del lugar por sus amigos.

Si Rosalie se hubiera dado la vuelta, habría visto a las dos amigas de Lisa abrazándola para consolarla mientras el amigo de Chris rodaba por el suelo luchando por controlar su risa.

"¡Rosalie!", la llamó Chris a lo lejos. Ella se detuvo y se giró hacia su Alfa. Estaba un poco asombrada porque él nunca le había hablado en privado.

"Te ves tan hermosa como siempre", le dijo, acercándose más.

Sonrojándose, la chica murmuró un agradecimiento, sin darse cuenta de que él la estaba examinando con entusiasmo.

Sin perder el tiempo él tomó su mano, haciendo que la chica lo mirara con los ojos bien abiertos.

"Hay algo que necesito decirte".

Y sin más preámbulo, miró hacia otro lado soltando sus manos, y dijo:

"Eres mi pareja".

Ella se tapó la boca al tiempo que sacudía la cabeza como sin poder procesar lo que acababa de escuchar.

"¿Qué? Quiero decir, soy una Omega y tú eres el Alfa... Es obvio que el Consejo no lo permitirá", dijo en estado de conmoción.

"Lo descubrirás cuando cumplas 18 años, tal como yo lo hice. Mi lobo lo sabe, es solo que... estaba esperando la oportunidad adecuada".

Luego pasó su mano entre los rizos color arena de la chica, antes de decir con una risa derrotada: "Honestamente, no quería decírtelo todavía... Sé que va a ser complicado.

Mira, un día escuché a algunos de los chicos decir lo linda que te estabas poniendo y lo sexy que serías cuando crecieras, créeme que los quería matar a todos. ¡Dios mío, casi los lastimo en esa ocasión!".

"No entiendo, nadie me dijo que era linda o al menos mostraron interés en mí. ¡Especialmente ninguno de tus amigos!".

Se veía un poco avergonzado cuando confesó: "Bueno, les advertí que se mantuvieran alejados de ti. Siempre me ocupé de disuadirlos", sonrió, pero rápidamente se puso sombrío para agregar: "No espero que me correspondas ahora mismo, voy a ser paciente hasta que cumplas los 18. Entonces lo sabrás. No quiero que te sientas obligada a responder solo para no herir mis sentimientos, y tampoco soy un pedófilo, así que de momento no seremos más que amigos, ¿de acuerdo?".

Ella lo observó por unos segundos antes de asentir y suspirar profundamente. A fin de cuentas, sabía que Chris tenía razón. A pesar de que ella tenía 15 años, no era tan inmadura como para no comprender. Sabía que lo que él decía tenía mucho sentido.

Aun así, esa nueva información la tenía confundida, por lo que aunque lo intentaba, parecía no poder seguir el ritmo. De todos modos, estaba feliz de esperar y ver cómo se asentarían sus sentimientos. Rosalie siempre estuvo enamorada de él, pero ser parejas era completamente diferente, e implicaba una mayor responsabilidad. Aparte de eso, los Alfas solo se apareaban con otros Alfas o con Betas, y ella no era una Beta todavía. En ese caso, no tenía idea de cómo se desarrollarían los acontecimientos en el futuro.