Capítulo 6 Ser expulsado

"¡Peggie, te prometo que pagaré el alquiler tan pronto como reciba el bono!" Con los ojos rojos, Louisa vio a la casera tirar todo lo que había en su habitación por la puerta.

Allí estaba su tablero de dibujo, el pigmento y los utensilios que compró frugalmente, y fueron tirados a la basura uno por uno.

"Louisa, mira, has hecho mi habitación así. ¿Cómo puedo alquilarlo? " Peggie señaló los papeles pintados moteados de la pared. En lugar de agradecer a Louisa, la culpó.

Louisa no tenía nada que decir. Se puso en cuclillas para recoger las cosas una por una y dijo: "Peggie, puedo hacerlo yo misma. Me iré ahora mismo ".

S City era uno de los lugares más prósperos del país. Las calles en todas direcciones estaban brillantemente iluminadas. A la luz de neón, algunas personas lloraban y reían; algunos estaban borrachos y vomitados contra la pared; algunos estaban sentados en el último piso del centro de la ciudad y con vistas a toda la ciudad. Más gente estaba ocupada y no sabía adónde ir.

Louisa fue el último grupo de personas. La echaron porque no tenía el alquiler. Su dinero de bolsillo le hizo tener que elegir entre vivir y comer. Ella no tenía familia. Ella era huérfana. Debido a que era mayor, no podía volver al orfanato.

Habiendo tomado una decisión, Louisa tocó el cambio que le quedaba en el bolsillo y se acurrucó en el parque cerca de la casa de alquiler, preparándose para pasar la noche entera así.

Casey, que vivía en el último piso del centro de la ciudad, bebió el vino tinto en su copa, bajó la gruesa cortina, abrió el costoso audio y comenzó a tocar la canción hipnótica.

Después de que todo estuvo listo, Casey se acostó en una cómoda colcha de seda, esperando su sueño.

Pasaron cinco minutos, pasaron diez minutos y pasó una hora.

El hombre en la cama de repente abrió los ojos y rugió enojado, "¡Joder!" Lanzó la lámpara de noche hacia la pared con un sonido fuerte.

Si una persona no pudiera quedarse dormida todo el tiempo, estaría acostumbrado. Sin embargo, una vez que intentaba conciliar el sueño, sentía más dolor cuando no podía volver a conciliar el sueño.

Así se sentía Casey en ese momento. Después de dormir dos noches, comenzó a sufrir insomnio. Pensando en el rechazo de la mujer llamada Louisa, se enojó aún más.

Louisa, te encontraré hoy incluso si tengo que buscar por toda la Ciudad S! Pase lo que pase, ¡debe encontrar a Louisa hoy! Casey pensó con resentimiento.

Casey nunca había fallado en conseguir lo que quería.

Casey se levantó para cambiarse de ropa, recogió los documentos que su asistente ya había preparado, tomó la llave del auto y salió.

Siguiendo la guía de la navegación, Casey llegó al pueblo urbano. Frunciendo el ceño, miró la lamentable escena frente a él y lamentó no haber dejado que su asistente viniera aquí.

Sin embargo, para conciliar el sueño, llamó a la puerta de Peggie.

"¿Quién es? Es tarde en la noche. ¿Por qué no me dejas dormir? " El hermoso sueño de Peggie se despertó y no recibió el alquiler, por lo que estaba muy triste.

Cuando abrió la puerta, vio el rostro sombrío de Casey. Forzó una sonrisa y dijo: "Sr. Casey, es muy tarde. ¿Qué puedo hacer por ti?"

Casey sacó la información de Louisa, señaló la foto y le preguntó a Peggie: "Disculpe, ¿esta persona está alquilando una casa aquí?"

Peggie empezó a sudar y tartamudeó: "Ah, Louisa, ella, de hecho está alquilando una casa aquí ..." Pero ella simplemente lo expulsó.

Sin embargo, frente a la cara sonriente de Casey, no se atrevió a decir las siguientes palabras. Porque se sabe que Casey, el joven maestro Wu, es un tigre sonriente que es completamente impredecible.

Al mirar a Casey, temía que pudiera meterse en problemas, así que tomó una decisión e inmediatamente cambió de tono: "Sí, ella vivía aquí, ¡pero se mudó hace mucho tiempo! No sé a dónde se ha mudado. "

Al mirar la expresión nerviosa en el rostro de Peggie, Casey frunció el ceño y dijo: "Gracias. Perdón por molestarte." Luego salió. Peggie deja escapar un suspiro de alivio. Se sintió afortunada de haber alejado a Louisa.

Louisa, ¿dónde diablos estás? Era casi medianoche. Casey sostuvo el papel con la información de Louisa con fuerza y miró hacia adelante.

Acurrucada en el banco del parque, Louisa no se atrevió a dormirse en absoluto, porque incluso si cerraba los ojos, podía sentir que los vagabundos a su lado la estaban mirando.

"Ah -"

De repente, Louisa abrió los ojos y se sorprendió por el rostro agrandado frente a ella.

"Qué... ¿Qué estás haciendo?" Mirando el gran rostro acercándose cada vez más, Louisa se cubrió el pecho con fuerza y siguió retrocediendo. No sabía qué iba a hacer el hombre.

El hombre sonrió y dejó al descubierto sus dientes amarillos. Dijo obscenamente: "Ve conmigo. Te daré un lugar para vivir ".

"¡Tú, no vengas!" Louisa se incorporó apresuradamente y gritó pidiendo ayuda.

Sin embargo, incluso en la Ciudad S, no había nadie en el parque en ese momento. Incluso si gritaba, nadie podría salvarla.

Sin embargo, el destino fue tan mágico.

Casey, que estaba a punto de alejarse, de repente escuchó un grito familiar de ayuda. Frunciendo el ceño, miró la fuente de la voz y vio su propia "pastilla para dormir" de un vistazo.

Inmediatamente, Casey se acercó rápidamente y gritó: "¡Louisa!"

Al escuchar a alguien llamarla por su nombre, Louisa sintió que sus lágrimas estaban a punto de salir. Agitó la mano desesperadamente y corrió hacia Casey. El vagabundo de atrás vio el coche de lujo detrás de él y pensó que no podía permitirse ofender al hombre, por lo que se recostó en el lugar original con pesar.

"Por qué... ¿Por qué estás aquí?" Louisa miró a Casey y preguntó con sorpresa y alegría.

Casey abrió la puerta del auto para Louisa y dijo: "No tienes un lugar adonde ir, ¿verdad? Vayamos a mi casa ". Aunque lo dijo, había tomado una decisión. Si Louisa no estaba dispuesta a subirse al auto obedientemente, consideraría usar una manera difícil.

Efectivamente, Louisa se negó, "Lo siento, Sr. Casey. No es apropiado que una chica se vaya a casa contigo así ".

Pareciendo haber adivinado que Louisa se negaría, Casey sonrió y dijo: "Si no quieres, solo puedes seguir durmiendo en el parque". Después de una pausa, continuó: "Mira, esa persona todavía te está mirando".