Al fondo del salón, en la penúltima silla, entre tantos empresarios, empresarios hombres, está sentada una mujer hermosa, si, una hermosa empresaria.
Un pantalón ejecutivo ajustado al cuerpo, y holgado después de las rodillas, dejan claro que no es una novata, una figura perfecta que viste una camisa de botones, a juego con un blazer individual, que combina perfecto con los zapatos, unos tacones de aguja, altos, que dejan claro el trabajo que realiza físicamente en su cuerpo, y que la evolución de su cuerpo y su mente van de la mano, además, cuando te detenías a observarla a la cara te encontrabas con 2 grandes rasgos, el primero es que tenía una mirada asesina, de esas que solo tienen los depredadores, y segundo que era una mujer con un rostro muy juvenil, si solo te fijaras en su cara dirías que tiene unos 17 años, pero cuando le prestabas atención a su forma de expresarse, y la experiencia con la que opinaba, entendías que tenía unos 30 años.
Esa mujer era la famosa Destiny Open, fundadora de la famosa marca @HagoDelicias, quien se encontraba en la reunión oficial más importante del año, por lo menos para los empresarios de Florencia, quienes se preparaban al máximo durante 12 meses para plantear en esa reunión los planes para el año siguiente, crear combinaciones poderosas, firmar contratos que todos deseaban, hacer nuevos clientes, y encontrar nuevos socios. Para poder asistir tenías que pagar una entrada bastante costosa, y tenías que cumplir con ciertos requisitos. Si estabas ahí, en esa sala, 2 cosas eran totalmente seguras: 1.- Tu empresa ya producía bastante dinero. 2.- Tu empresa ya no era solo una empresa pequeña.
La mayoría de las empresas de Florencia son heredadas, y bastante antiguas, casi todos los que asisten a estás reuniones lo hacen en representación de marcas que fueron presididas por sus padres, y fundadas por sus abuelos, lo que había creado prácticamente una cultura en la que solo hombres asistían a ellas. En el caso de Destiny era totalmente lo contrario, ella tuvo que luchar para alejarse de un ambiente bastante negativo en casa, y fundar una empresa de la nada, sola, y sin apoyo de nadie. En sus comienzos solicitó mucha colaboración, de amigos, familiares, conocidos, empresas pequeñas, empresas medianas, y grandes empresas, pero no recibió la ayuda de absolutamente nadie, sin embargo nunca se rindió, creó un plan perfecto, y lo siguió, sacrificando todo lo que tenía que sacrificar, y logrando grandes cosas de manera solitaria, hoy contaba con un nombre al que todos respetaban, y con una empresa que es considerada una de las más sólidas en el gremio.
@HagoDelicias nació como una idea pequeña, todo se trataba de crear postres a pequeña escala, nada complicado, y venderlos a amigos, familiares, o conocidos. Lo primero que entendió Destiny fue que venderles a sus familiares y amigos no era buen plan, pues, el producto era muy bueno, y el 90% de las veces tus familiares y amigos te compran si el producto es malo, para ver cómo fracasas y decirte que te apoyaron, pero si el producto es bueno les da miedo, porque saben que comprarte es impulsarte, y ayudarte a crear cada vez productos maravillosos. Es cierto, todos quieren verte bien, pero no mejor que ellos, así que primera lección aprendida.
Lo segundo que entendió Destiny fue que era realmente buena en este negocio, hizo lo imposible, y logró venderles a extraños, vendió postres en la calle, vendió postres a credito, vendió y vendió, hasta hacerse de un nombre propio, y no solo el nombre de una cocinera cualquiera, sino que hizo un nombre para una marca, una marca a la que le prometió darle todo, haciendo todo lo necesario para lograr impulsar un sueño, un sueño que comenzó en cero, y que quería llevarlo a 1000.
Sin conocimiento avanzado de finanzas, de administración de empresas, de recursos humanos, de marketing, de publicidad, e incluso de repostería avanzada, Destiny logró posicionar sus productos en toda Florencia de una manera rápida y eficaz, así que inmediatamente pensó: ¿Qué podría lograr si estudio finanzas, administración de empresas, recursos humanos, marketing, publicidad, e incluso repostería avanzada?
Su respuesta inmediata fue comenzar a buscar los cursos necesarios, paralelamente seguía trabajando en sus productos, y en su gran sistema de ventas que se caracterizaba por el "Persona a Persona", además, tenía que cumplir con los compromisos de su trabajo formal, ya que seguía bajo contrato con una empresa en la cuál no desempeñaba ninguna actividad que le gustará, pero que la ayudaba a pagar las cuentas. De a poco, con la paciencia necesaria, logró inscribirse en cursos individuales, y fue aprendiendo cada vez más acerca del mundo empresarial, obteniendo resultados inmediatos, y de forma efectiva, lo que la llevaba cada vez a querer aprender más, a querer ejecutar más, y por ende, ir creciendo cada vez más.
En menos de un año ya tenía clientes fijos, así que pasó de vender de "Persona a Persona", a venderle a pequeños teatros, pequeñas cafeterías, pequeños hoteles, y pequeños restaurantes. Este gran paso le aseguró un ingreso fijo mensual, haciendo de su pequeño proyecto una gran promesa de empresa, por lo que comenzó a recibir ofertas de los dueños de pequeños hoteles, restaurantes, y hoteles, para hacerse socios, e impulsar su marca. Buenas ofertas de dinero, buenas ofertas de colaboración, buenas ofertas para absorber su estructura, y, claro, ofertas inapropiadas. Después de tantos cambios ella estaba decidida, no quería compartir su proyecto con nadie, por lo menos no hasta tener algo sólido, una estructura en la cuál su garantía de estabilidad no se viera comprometida, además, ninguna de las propuestas le parecía realmente atractiva, y por diferentes razones, ya tenía bastante claro que no quería socios comerciales, había decidido trabajar absolutamente sola, sin ayuda, ya que hasta el momento lo había logrado, si, había logrado ser realmente exitosa estando sola, siendo fiel a sus ideas, estudiando por su cuenta, y ejecutando todo de una manera que ella consideraba perfecta. La llegada de un socio, o de un colaborador, no estaba entre los planes, por lo menos no en estos momentos.
Justamente el día menos inesperado sucedió algo bastante curioso, Destiny aceptó una invitación para una oferta de sociedad, todo estaba explicado de forma perfecta en el correo electrónico, lunes, 7:00am, torre empresarial, piso 6, oferta: Mucho Dinero, Acciones a favor de Destiny en 90% en contra de 10%, una oficina propia, y modificación interna de la estructura. Era bastante buena la oferta, no como para aceptarla, pero si como para prestarle un poco de atención, y si, ¿Por qué no? Alimentar un poco su ego, y entender el punto del juego en el que se encuentra actualmente.
Llegó el día, y era muy temprano, ya Destiny estaba lista, todo al día, su portafolio, las entregas para ese día ya estaban controladas, vestía impecable, un pantalón de color gris, ajustado perfectamente, una camisa a juego, y unos tacones tipo aguja, una agenda marrón tipo maletín, y el cabello suelto, con sus dos perfectos tonos, castaño y amarillo. Llegó al lugar pautado una (1) hora antes de tiempo, completamente tranquila, esperando la hora correcta, y tan tranquila como siempre, pero por fuera, adentro de su mente había caos, cada día había caos, era mucha presión que manejar, a cada momento.
Se hace la hora pautada, y no la llaman para su reunión, así que decide acercarse a la recepcionista, y preguntar si hay algún contratiempo o algo importante que deba saber al respecto de su reunión. La recepcionista levanta el teléfono, habla con alguien al otro lado de la línea por unos minutos, y luego termina la llamada:
Recepcionista: Sra. Open, están esperando a un empresario que estaba citado para una hora antes que usted, pero aún no llega.
DO: Entonces, me voy, yo no tengo por qué someter mi tiempo a proyectos ajenos a mis planes.
Recepcionista: Sr. Miguel Ángel, bienvenido lo están esperando, por favor pase adelante.
La recepcionista se dirigió a Miguel Ángel que acababa de llegar a la sala.
MA: Muy buen día, ¿Y ya llegaron todos?
Recepcionista: Si, ya llegaron todos, y lo están esperando.
DO: Bueno, amiga, por favor les dice que esperé mucho rato, y que me fui.
MA: No, por favor, si usted, también, tiene una cita, pase adelante, no tengo ningún problema.
DO: Buen día, gracias, pero no necesito ayuda de nadie.
Recepcionista: No, tengo orden directa de solo pasarlo a usted, Sr. Miguel Ángel, y que cuando termine su reunión, pase a la Srta. Destiny.
DO: Hasta luego, por favor les da mi mensaje.
Y Destiny se dirigió hacia la salida de la oficina, y posteriormente caminó por el largo pasillo que dirigía hacia el ascensor. Iba pensando en que no debió aceptar en primer lugar esa invitación, de todas maneras no tenía pensado aceptarla, así que simplemente fue a perder el tiempo, un tiempo que necesitaba para otras cosas. Inmediatamente, mientras caminaba hacia el ascensor, escuchó como la puerta de la oficina, que era bastante ruidosa, se abrió y cerró, así que supo que alguien se acercaría. Por un momento pensó que era uno de los ejecutivos que la citaron, para disculparsey pedirle que volviera, así que comenzó a practicar en su mente todo lo que me diría, el discurso, y la canalización de su enojo. Pero sintió una decepción muy grande cuando quien se acercó a la sala para hacerle compañía era Miguel Ángel, ese hombre desconocido al que acababan de darle prioridad para reunirse, y que no sabía la razón, pero que por su impuntualidad ella tuvo que perder casi toda una mañana.
DO: Eso fue rápido.
MA: Decidí no entrar a reunión.
DO: ¿Vino para decirles que no?
MA: Destiny, ¿No vino usted a lo mismo?
Destiny se sintió un poco incómoda, no supo responder inmediatamente, este hombre sabía su nombre, y, además, sabía de los planes que ella tenía.
DO: No me tutee, por favor, y no, no vine a decirles que no.
MA: Una persona que vino a aceptar un trabajo, un contrato, o una entrevista, no se va porque la hacen esperar un par de minutos.
DO: Su cita debió ser a eso de las 6:00am, tomando en cuenta la hora de la mía, y son las 10:00am, no fueron un par de minutos.
MA: ¿Es culpa mía que usted no tuviera su reunión?
DO: No, es culpa de ellos que decidieron que usted era más importante que yo.
MA: Mucha razón.
DO: Hombres, no me sorprende, usted cree, también, que es más importante que yo, pero le tengo una noticia: No lo es, somos iguales.
MA: No, para nada, quise decir que tiene razón en que es culpa de ellos, no mía.
DO: ¿Y por que vino si tanto los odia?
MA: No los odio, iban a firmar conmigo el contrato más grande de mi compañía, bueno, eso era hoy, antes de que yo les dijera que no.
DO: ¿No le gustó la oferta?
MA: Si, la verdad era una oferta muy buena, y antes de esta mañana tenía muchas ganas de trabajar con ellos.
DO: ¿Y, entonces? ¿Por qué canceló?
MA: Mi marca se encarga de impulsar la imagen de otras marcas y empresas, hacerles el trabajo en redes sociales, presentaciones públicas, y todo lo que tiene que ver con su vida ante los clientes en general. Como se imaginará, antes de impulsar la imagen de otras empresas, tengo que mantener intacta la de la mía, y una empresa que decide que un empresario es mejor que otro solo por ser hombre, no me parece algo agradable, así que preferí no trabajar.
DO: Es decir, ¿Dijo que no por mi?
MA: No, dije que no porque llegué tarde, y aún así no atendieron a quien llegó temprano.
DO: ¿De cuánto era su contrato?
MA: Es una pregunta algo fuera de lugar.
DO: Es decir, ¿Cuánto cobra por sus servicios?
MA: Sigue siendo una pregunta extraña.
DO: Ok, ¿Le gustaría trabajar la imagen de una empresa mucho más pequeña que la que iba a recibir hoy?
MA: ¿La empresa de quién? ¿A qué se dedica? ¿Y qué tan pequeña?
DO: La mía, hacemos postres, y solo soy yo, la empresa entera soy yo.
MA: Me encantaría, son los retos que me gustan. ¿Cuándo podríamos firmar? Necesito saber los detalles.
DO: El negocio lo cerramos de inmediato, dame la mano, y para mí es suficiente.
MA: Para mí, también. Es un placer hacer un trato contigo, Destiny, se que lograremos grandes cosas.
DO: no me tutee, por favor, y comencemos a trabajar.
Destiny se retiró, y mientras caminaba pensaba en que había ido a rechazar un trato, y terminó aceptando otro, era una locura, y nunca se imaginó trabajando con alguien, menos con un desconocido, todo había pasado muy rápido, pero si, ya tenía un trato, y ya estaba trabajando con alguien.
Lo primero que hizo al llegar a su oficina fue invertigar a Miguel Ángel, y a su empresa @InquietosG, de dónde era, lo que hacía, cómo comenzó su carrera, con quién trabajaba, quiénes eran sus clientes, sus socios, todo, el capital de su empresa, el tipo de ideas que tenía, las campañas que había liderado, las marcas que impulsó, los fracasos, sus trabajos anteriores, exacto, todo.
Mientras realizaba toda esta investigación entendió que había hecho un trato con alguien con quién no conversó ni una hora, el primer día que lo vio, sin saber muy bien lo que hacía, cómo lo hacía, nada. Y como un juego del destino, iba a trabajar su marca de la mano de alguien que quizás tenía ideas opuestas a las de ella, o más dominante de lo que parecía, o menos dominante de lo que fue esa mañana. En fin, pasó de trabajar sola, a tener un compañero de trabajo, su primer contrato, de la nada. Para otra persona se trataría solo de no firmar el contrato y ya, porque solo le dio su palabra, pero para Destiny Open era más importante que la misma firma, y claro que iba a cumplir con aquel compromiso.
Inmediatamente canceló el resto de las reuniones del día, y se fue a su casa, compró un helado de Ron con Pasas, y se preparó para ver un maratón de su serie favorita, necesitaba tiempo, y distracción, necesitaba pensar, necesitaba aceptar, necesitaba asimilar. Lo que vendría sería un gran cambio para @HagoDelicias, y eso asusta a cualquiera, pues, ningún empresario que lucha por su proyecto quiere cometer errores, quiere una racha perfecto, o lo más parecido a una racha perfecta, quiere tener un cúmulo de buenas decisiones, quiere construir una escalera perfecta que hable de todo su esfuerzo, que no la vincule con favores, con ayudas, ni con trampas, simplemente quiere el reconocimiento que dan los hechos, el reconocimiento de que realmente es una gran empresaria, que merece el éxito que está viviendo, que merece el crecimiento que va a tener, y que es una invitación oficial a esa alianza de Florencia que todos los grandes mencionan, esa alianza de la que habló un amigo de su madre hacia algunos años, y de la que tanto ha investigado, y aunque no sabe mucho de ella, si sabe que solo los mejores son parte de ella, solo sabe que quiere una invitación formal al increíble BDC.