One Last Time [+18]
img img One Last Time [+18] img Capítulo 4 Locas admiradoras
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Capítulo 6 Sentimientos img
Capítulo 7 Robar img
Capítulo 8 Secuestro img
Capítulo 9 Sesión de besos img
Capítulo 10 Exagerados img
Capítulo 11 Manos traviesas img
Capítulo 12 Ardientes experiencias img
Capítulo 13 Inquietud img
Capítulo 14 Aclaraciones img
Capítulo 15 Ataque img
Capítulo 16 Vengar img
Capítulo 17 Anti-fan img
Capítulo 18 Increíble img
Capítulo 19 ¿Castigo img
Capítulo 20 Susto de vida img
Capítulo 21 Planes img
Capítulo 22 Noche agitada img
Capítulo 23 Secretos img
Capítulo 24 Confesión img
Capítulo 25 Celos img
Capítulo 26 Eso no es festejar img
Capítulo 27 Regalo img
Capítulo 28 Separación img
Capítulo 29 Reencontrar img
Capítulo 30 Nuevas oportunidades img
Capítulo 31 Amor abrasador img
Capítulo 32 Esperar img
Capítulo 33 Llegada img
Capítulo 34 Mal presentimiento img
Capítulo 35 Tormento img
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Capítulo 4 Locas admiradoras

CAPÍTULO CUATRO

Locas admiradoras,

La castaña había sido obligada a esperar en una mesa mientras los dos hermanos iban por su comida.

Grave error.

Ahora tenía a, al menos, diez mujeres observándola con una juzgadora mirada mientras esperaban que la chica hablara, aún sin ellas haber preguntado algo antes.

- ¿Qué diablos quieren? - Explotó finalmente la chica, frunciendo su ceño. - No conozco a ninguna de ustedes, no sé qué hacen en mi mesa, mirándome como si les debiera explicaciones.

- Lo haces. - Comenzó una de las chicas, golpeando la mesa con la palma de su mano. - ¿Qué eres de los hermanos Haitani?

Tetsu elevó una de sus cejas.

- ¿De esos dos idiotas? - La chica no pudo evitar reír con burla. - No soy nada de ese par de imbéciles, solo estoy aquí porque me obligaron.

- ¡Ja! ¿Piensas que creeremos esa historia? - Yamagawa se encogió de hombros.

- No me interesa si me creen o no, es la verdad. - La chica sonrió. - ¿Es todo? La verdad me gustaría tener mi espacio.

- ¿Por qué los hermanos se fijarían en alguien como tú? De seguro los amenazaste para que estén contigo.

- Se vale soñar. - Bromeó la chica, una de ellas pareció molestarse de más.

- ¡Deja de decir estupideces! ¡Deja a los hermanos de una vez! - Tetsu les observó por unos segundos antes de ponerse de pie, tomando sus cosas.

- Bien, son todos suyos. - Respondió la chica, girándose para marcharse de allí.

A paso tranquilo comenzó a caminar hacia la salida trasera. Pudo escuchar fuertes exclamaciones de emoción detrás suyo, las cuales se detuvieron al mismo tiempo en que alguien le tomó del brazo, girándole sobre sus talones. Sus ojos subieron, encontrándose con Ran, quien le miraba preocupado.

- ¿A dónde ibas? - Tetsu miró a las chicas que había dejado atrás.

- Creo que tus admiradoras merecen más un almuerzo con los grandiosos hermanos Haitani. - Dramatizó la chica. Ran se giró un poco, mirando al grupo de chicas quienes posaban sus intensos ojos sobre él.

- ¿Te estaban molestando? - Tetsu negó.

- No pierdo mi tiempo con idiotas. - Ran suspiró, soltando su brazo.

Cuando la chica pensó que había sido liberada para poder marcharse, sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir como era tomada por la cintura y arrastrada nuevamente hasta la mesa.

- ¡Oye! ¡Suéltame! - Exigió la castaña, Ran se hizo el sordo.

Tomándole de los hombros, el más alto obligó a Tetsu a tomar asiento una vez más. En la mesa ya se encontraba Rindo, y sobre esta misma se encontraban tres bandejas de comida y refrescos.

- ¿Sucedió algo? - Rindo ya había comenzado a comer y miraba con curiosidad a su hermano.

- Nada más que molestas moscas alrededor. - Tetsu notó como el chico de las trenzas giraba su rostro por unos segundos, al tomar asiento el molesto ruido de las fanáticas desapareció, dando un momento de paz a la chica. - Come, bonita.

Tetsu suspiró. - Gracias por la comida.

En silencio, los tres empezaron a comer, o al menos eso creyó Yamagawa. Al elevar su mirada se encontró con los dos hermanos mirándole fijamente, lo que comenzó a incomodarle.

- ¿Qué me ven? ¿Acaso me salió una nariz de tucán? - Ran sonrió, estirando su brazo. Por instinto, Tetsu se alejó del chico, quien rio.

- Quédate quieta, necia. - Regañó Rindo, la chica le miró con su ceño fruncido, fue entonces que sintió el pulgar de Ran pasar rápidamente por debajo de su labio inferior.

- Tenías algo de salsa ¿Acaso no aprendiste a comer? - Tetsu le miró con molestia. - Bromeaba.

¿En serio había sido tan desafortunada de vivir tan asqueroso cliché? Yamagawa quiso quejarse, pero las palabras se atascaron en su garganta al observar al mayor de los hermanos llevar su dedo a sus labios, limpiando así el rastro de salsa que sobre su piel había.

- ¿Te comió la lengua el gato? - Rio Rindo, observando como las mejillas de la chica se coloraban levemente.

- No seas idiota.

La chica continuó comiendo, hasta que su bandeja de comida quedó totalmente vacía, acabando así con su almuerzo.

- Bien, creo que eso es todo. - Festejó la chica, dispuesta a colocarse en pie.

- Espera. - Sus ojos se posaron sobre Ran, quien se inclinó hacia ella, provocando que la chica de inclinara hacia atrás, evitando el exceso de cercanía. - ¿Qué te parece si vamos a comer algo después de clases?

- Olvídalo, tengo planes con Kioko. - Tetsu se colocó en pie, tomando sus cosas y la bandeja usada.

- Dame eso. - Rindo arrebató la bandeja de las manos de la chica, colocándola sobre su bandeja también usada para ir a dejarlas a su sitio.

- Oye, hermano, lleva también la mía. - Rindo rodó sus ojos, tomando la bandeja de su hermano y así retirarse finalmente. - ¿Y bien, bonita? ¿Qué te parece si mañana vuelves a almorzar con nosotros?

- No almorzaré de nuevo con ustedes, deja de soñar tanto. - La castaña se giró, comenzando a caminar hacia la salida. Ran se colocó rápidamente de pie, siguiendo a la menor.

- Hey, no es necesario ser tan ruda... ¿Qué te parece si vamos a comer algo después de clases y llevas de paso a tu amiga? Podemos divertirnos los cuatro.

- Estoy segura de que ustedes, imbéciles, la dejarán de lado. - Ran no pudo negarlo, así que solamente rio avergonzado. - Dije que no.

- Déjanos llevarte a tu casa entonces. - Tetsu se detuvo de golpe, mirando con su ceño fruncido al chico de las trenzas.

- ¿Por qué diablos quieren que los acompañe a cualquier estúpido sitio que se les ocurra? - Preguntó con molestia la chica, Ran se inclinó un poco, mirándole con una sonrisa.

- ¿No es obvio ya? - Yamagawa sintió como sus mejillas picaban un poco. Con una mano alejó al chico de ella, siguiendo con su camino.

- En mi casa está mi padre, no quiero meterme en problemas si me ven llegar con dos idiotas con pintas extrañas. - Ran sonrió, interponiéndose en el camino de la menor. - Maldita sea ¡Deja de ser tan intenso!

- Escápate con nosotros. - Tetsu rio, estaba loco si creía que haría algo como eso. - Tu siguiente clase es química. - Bueno, podía pensarlo mejor.

- Detesto química, pero no significa que me escaparé de esa clase.

- La siguiente después de química es Historia.

Tetsu maldijo por lo bajo, no había aprendido nada de la presentación de ese día, y apostaba su vida a que Kioko había memorizado incluso lo que ella debía decir. La castaña pareció pensarlo por unos segundos antes de decir:

- Ve a la salida cuando acabe el receso.

Una enorme sonrisa se estiró en el rostro de Ran, quien asintió, dejando finalmente pasar a la chica. Tetsu agradeció poder ser libre, sacó su teléfono y envió un mensaje a su amiga para que la cubriera, esta aceptó.

Sólo había dos cosas que odiaba más que los hermanos Haitani, y esas eran las clases de química y las de historia.

            
            

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