Tras la Pista del Ángel
img img Tras la Pista del Ángel img Capítulo 5 4.-Pista
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Capítulo 6 5.-SAV img
Capítulo 7 6.-Gemelas img
Capítulo 8 7.-Espías img
Capítulo 9 8.-Advertencia img
Capítulo 10 9.-Lyn img
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Capítulo 5 4.-Pista

Una semana pasó luego del mensaje de Raziel.

Evelyn no había tenido tiempo de pasar en eso luego de su interrogatorio gracias a una misión de espionaje fuera de la ciudad y también a Whitney por haber cambiado el fondo de pantalla. Esos cinco días fuera le sirvieron para despejarse y aunque sabía que Cameron seguía haciéndole seguimiento a la casa de Raziel, ella evitó tocar ese tema a toda costa.

Su avión aterrizó a las diez de la noche en el aeropuerto de Cytech, al bajar las escaleras lo primero que vio fue a Cameron, esperando por ella.

-Es tarde, no tenías que venir -le dijo y besó su mejilla como saludo.

-¿Acaso tienes quién te lleve a tu casa? -cuestionó con una amplia sonrisa.

-Pensaba tomar un taxi o tal vez llamar a mi padre, pero agradezco tu intención -le dijo, sonriente.

Ambos fueron a buscar el equipaje de la rubia y luego salieron al estacionamiento del aeropuerto.

-¿Cómo te fue? -preguntó Cameron una vez dentro de su camioneta.

-Fue una misión sencilla, solo necesitábamos recabar información para que el equipo Lobo pueda actuar -explicó con simpleza-. ¿Tú qué has hecho de interesante? -preguntó, girándose para verlo mientras conducía.

-Ya sabes, hemos estado yendo de forma constante a la casa, ahora se unieron algunos Leones, están intentando descifrar el sistema de seguridad, toda la información de las cámaras y sensores está fuertemente cifrada. -Cameron la miró de reojo-. ¿No sabrás acaso quién fue el genio que armó ese sistema para Raziel? -indagó.

-Tengo una vaga idea -contestó con un encogimiento de hombros-, pero prefiero ser yo quién le pregunte acerca de eso y no que la interroguen e intimiden.

-Es una chica -captó él.

-Sí, pero déjame proceder yo, por favor, no digas nada de esto -pidió.

-Está bien.

♣♣♣♣♣

En la mañana, mientras desayunaba junto a su familia y les hacía un resumen de su misión, avisó que pasaría el fin de semana en el apartamento de Savannah, dado que la chica necesitaba terminar un proyecto y requería de alguien minucioso que probara su sistema para detectar cualquier error.

Evelyn preparó un bolso con toda la ropa que necesitaría, llevando siempre atuendos que le pudiesen servir en toda ocasión, los planes de Savannah siempre habían sido impredecibles. Para el mediodía, Evelyn estacionó su motocicleta en el estacionamiento subterráneo del edificio de apartamentos, en su camino por el lobby saludó a los vigilantes y a la recepcionista, que ya la conocían.

-¡Al fin llegas! -En cuanto abrió la puerta, Savannah salió de la cocina, con su delantal y gorro de chef que la hacían parecer profesional, según las palabras de la pelinegra.

-¿Qué cocinas? Huele delicioso -halagó Evelyn.

-Un Kaparso -respondió con orgullo, ella sabía que ese el platillo favorito de Evelyn aunque nunca lo dijera.

Savannah fue desde niña una aficionada a la cocina, tanto que las chicas que pensaron que se dedicaría a eso, su sorpresa sería que la programación le llamó más atención para ser profesional. La comida tardó media hora más en estar lista, en ese tiempo la rubia se instaló en el cuarto de huéspedes y puso la mesa.

-¿Te he dicho que eres mi mejor amiga favorita? -preguntó Evelyn tras probar el primer bocado.

-Sí, además, sé que soy la amiga favorita de todas -presumió Savannah con una sonrisa.

La pelinegra aprovechó la comida para darle un resumen del funcionamiento del sistema a la rubia, hablándole de las funciones que ofrecía pero si tocar a fondo el cómo usarlas, no le diría mucho para saber si sus interfaces eran intuitivas por sí mismas. Pasado el tema del sistema, Evelyn decidió que era momento de decirle sobre Raziel y lo que necesitaba que ella hiciera.

-Sav, ¿tú fuiste quién instaló el sistema de seguridad de Raziel, no? -preguntó y tomó un sorbo de agua.

-Sí, y he de admitir que ese sistema es mi mayor orgullo, ¿a qué viene la pregunta? -indagó la chica, tan perspicaz como siempre.

-Lo que voy a decir no puede salir de aquí -advirtió, tomó aire e inició su relato acerca de las sospechas de los últimos dos años sobre los movimientos de Raziel y su último mensaje.

-Raziel, ¿es un criminal? -Savannah apoyó los codos en la mesa y miró un punto en la pared con la mirada perdida.

-Yo me negué a creerlo todo este tiempo, no había pruebas concisas en su contra -confesó Evelyn con una sonrisa triste.

-¿Por qué no me lo contaste? Has pasado por todo esto tu sola. -Savannah alcanzó la mano de la rubia por sobre la mesa.

-No podía decirlo, aun no puedo.

-¿Por qué me lo dices entonces?

-Una comisión ha estado revisando la casa de Raziel, Cameron está con ellos, ayer me dijo que los del equipo León están tratando de hackear el sistema de seguridad y no han podido descifrarlo -le contó.

-Tengo sentimientos encontrados con respecto a eso, porque wow, que el comando informático de la CIC no haya podido hackearlo es increíble, pero lo hice para Raziel -expuso la pelinegra, colocando sus manos extendidas a cada lado.

-Consuélate sabiendo que con tu ayuda le facilitarás el trabajo de tener acceso a toda la casa -comentó Evelyn.

-No a todo, Raziel fue muy específico con eso -aclaró Savannah-. Ellos tendrán acceso solo a las cámaras externas. Raziel me pidió que las cámaras internas de la casa, los sensores de movimiento, el control de acceso y todo ese tipo de cosas fuesen manejadas y accedidas solo a través de la computadora central -explicó-. Luego de que configuré su tablet como la computadora central no sé qué hizo con ella -agregó y se encogió de hombros.

-¿Te parece si vamos mañana a la CIC? -preguntó Evelyn y tomó un trago de jugo.

-Sí, vayamos temprano para luego seguir con mi sistema -Savannah sonrió, inocente de la información que le había dado a su amiga.

Las chicas pasaron la tarde probando el proyecto de Savannah, Evelyn lo probaba en la tablet mientras Savannah corregía cualquier falla desde su laptop. Caída la noche, decidieron salir a comprar pizza y una botella de vino, esa era su tradición.

Savannah adoraba el vino, sin embargo, cuando se reunían todas muy pocas veces podía tomarlo. Orianne no tomaba y Whitney tenía mala bedida, así que Evelyn era la única con la que compartía el gusto. Con todo listo, prepararon la sala del apartamento para hacer karaoke.

Lo usual en sus reuniones era que las dos bebieran sin restricciones, pero en esa ocasión, Evelyn se limitó a tomarse dos copas para no perder ninguna facultad mental ni física, se necesitaba por completo consciente para lo que haría. A la una de la mañana, Savannah cayó rendida en el sofá y Evelyn tuvo que llevarla a su habitación, la acostó y cerró su puerta con cuidado.

Evelyn fue al cuarto de huéspedes para cambiarse por un suéter y un pantalón negro por completo, agarró el casco y salió en silencio, confiada de que Savannah no se enteraría de nada.

♣♣♣♣♣

Evelyn se detuvo frente al garage de la casa alrededor de las 2, se bajó sin siquiera quitarse su casco, avanzó hasta la pared y colocó su mano sobre el lector. En pocos segundos la pantalla se iluminó verde y la cortina subió, dándole acceso; no fue hasta que la cortina cerró y quedó envuelta en la oscuridad que se quitó el casco.

A pesar de la ausencia de luz, el lugar le era muy familiar; Evelyn se adentró en la casa, decidida a no distraerse con nada, ignoró cada foto colgada de ellos

en las paredes, cada recuerdo que venía a su mente, lo hizo hasta subir y llegar a la habitación de Raziel. Ese sin duda era uno de los sitios que más conocía de esa casa, no había nada fuera de lugar, como si nadie hubiese estado allí en mucho tiempo, su cama estaba tendida, su escritorio ordenado, su closet bien cerrado, sin ninguna camisa colgada en la puerta. Era demasiado orden para ser la habitación de Raziel.

Ahora que lo pensaba, la casa en general estaba demasiado ordenada.

Evelyn sacudió la cabeza, enfocándose en su tarea y dió unos pasos hasta la pared contraria a la puerta, en ella estaba colgado un cuadro, de las playas de Carmín, el lugar favorito de Raziel, la descolgó y observó el ligero hundimiento de un centímetro de la pared. A la izquierda del recuadro vio un teclado numérico, un lector de huellas y tres pequeños círculos negros, que ella sabía eran micrófonos, sobre cada una estaba un luz circular apagada.

-566910729435 -tecleó Evelyn el nombre de Raziel transformado en números. El primer bombillo encendió en verde.

La rubia colocó su pulgar sobre el lector y tras cinco segundos de espera, el segundo bombillo se iluminó.

-Paranoico exagerado -dijo con claridad y el tercer bombillo encendió. Ella observó con una sonrisa como el panel se deslizaba hacia la derecha con apenas un zumbido.

Dentro una luz blanca iluminó la pequeña caja fuerte y el centro vio la tablet negra. Ahí estaba su pista.

                         

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