Capítulo 8 Mataste a nuestro padre

Hugo había estado viviendo en el último piso de la villa todo el tiempo. Cuando era niño, estaba callado, por lo que eligió el piso superior donde los demás rara vez subían.

Wendy lo siguió escaleras arriba y giró hacia el pasillo de su habitación. Cuando llegaron a la puerta, la dejó entrar como un caballero. Wendy no avanzó sino que se quedó en la puerta.

Hugo la ignoró y pasó directamente a su lado hasta la ventana francesa, sacó un cigarrillo del bolsillo y lo encendió.

Wendy miró a su alrededor y descubrió que el diseño era exactamente el mismo que cuando se fue. El sofá de diseño oscuro era su favorito, combinado con la cortina del mismo color y los accesorios de cama, que ella eligió cuidadosamente. Tal vez después de mucho tiempo, incluso sentiría algo sin vida. Incluso podía recordar qué parte del piso estaba un poco suelta y dónde había jugo de sandía que accidentalmente derramó en la esquina del sofá.

Sus ojos finalmente se posaron en la espalda de Hugo. Hoy vestía un traje negro y una camisa blanca, y un abrigo Armani negro hasta la rodilla, que desprendía una presión invisible.

Ella miró con atención y descubrió que su espalda temblaba violentamente. No fue difícil ver que estaba haciendo todo lo posible por controlarlo. Ella no sabía cómo consolarlo, así que se quedó allí y miró sin comprender.

Después de mucho tiempo, finalmente ajustó su estado de ánimo y se dio la vuelta para mirarla. La luz no se había encendido en la habitación. A una distancia no corta, Wendy no podía ver claramente la expresión de su rostro.

Los dos se miraron a los ojos y ninguno lo evitó. Por alguna razón, Hugo de repente se acercó, la agarró del cuello y la empujó hacia adentro unos pasos. Luego la presionó contra la alfombra y apretó lentamente los dedos. La cara de Wendy se puso roja debido a la asfixia y su respiración se hizo cada vez más rápida. En el último momento, soltó los dedos y la tiró con fuerza.

La pinza de plástico que sujetaba el cabello de Wendy voló a alguna parte y su cabello desparramado cayó sobre la alfombra en un desastre. A diferencia de la alfombra tótem de su oficina, esta era una gran alfombra blanca personalizada en casa. Era un fanático de la limpieza, por lo que nunca dejaba que otros usaran zapatos para pararse en esta alfombra, excepto Wendy.

Se puso de pie sin aliento, frunció el ceño y apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron profundamente en la carne. Si no se hubiera calmado frente a la ventana durante un tiempo, la habría matado de ira. Se puso de pie y la miró con frialdad. Seguía manteniendo la misma postura que antes, como si protestara en silencio.

Hugo volvió a agacharse y le pellizcó la cara con fuerza para que ella lo mirara a los ojos. "¿Sabes por qué te estrangulé?" Dijo con fiereza.

"Mataste a nuestro padre." Sin esperar la respuesta de Wendy, continuó.

Con los ojos bien abiertos, Wendy lo miró y dijo enojada: "Tonterías".

Como podría ser posible? En los últimos cuatro años, había extrañado tanto a Hale que se había escondido en un lugar apartado en la puerta de la empresa varias veces y esperó a que saliera del trabajo. Lo había mirado desde la distancia, pero nunca lo había molestado. Pero ahora dijo que ella mató a su padre. Como podría ser posible?

Hugo se puso de pie lentamente y caminó hacia la ventana francesa, dejándola atrás. En este momento, es posible que no quiera ver a Wendy en absoluto.

"Tuvimos una pelea hace cuatro años, pero no hemos tenido noticias tuyas desde que te fuiste. Estaba tan enojado que nunca te busqué ni volví. Encontré un trabajo cerca y me quedé allí durante cuatro años. Le dije a mi familia que estabas desaparecida, pero mi padre tenía una enfermedad cardíaca, así que no podía decirle la verdad, así que le dije que estabas estudiando en el extranjero para un posgrado. No puedes volver hasta cuatro años después. "Él había estado contando la historia con calma, como si estuviera describiendo la historia de otra persona.

"Te llama todos los días, así que le mentí que no recibiste una llamada telefónica en el internado. Me llamaba todos los días para preguntarme si había tenido un buen día y si había comido mucho. ¿Sabes qué, Wendy? Papá es tan bueno contigo que hasta estoy un poco celoso. "Hizo una pausa y continuó.

"Han pasado cuatro años rápidamente. No podemos ocultarlo más. Después de que regresé, dije que volverías en unos días. Hasta anoche, finalmente le dije que habías desaparecido hace cuatro años. Antes de que pudiera recuperar el aliento, él ... "Se dio la vuelta y la miró con los ojos bien abiertos, como si hubiera visto la escena en la que Hale murió frente a él anoche.

"¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso? Puedes dejarme si no me amas. Pero papá te trata como a su propia hija. ¿Lo has considerado alguna vez? Parecía estar muy emocionado, con grandes lágrimas cayendo.

"Lo siento lo siento..." Wendy siguió llorando y disculpándose. Finalmente entendió lo que había sucedido, pero no quiso explicar nada, porque si se pudiera decir, no habría elegido irse en ese momento.

"No cambia nada el lamentarse. ¿Papá puede volver a la vida? ¿Eh? Hugo le gritó.

No esperaba que su decisión original condujera a las consecuencias de hoy. Sin embargo, no tuvo más remedio que seguir adelante sin dudarlo. Incluso si los demás no la entendían, aceptaba todo. Pero su corazón sería más doloroso.

Ella no respondió. Se puso de pie con las manos en las rodillas, como si hubiera usado todas sus fuerzas. Hugo era mucho más alto que ella. Ahora de pie en las pequeñas escaleras, solo podía mirarla.

Era casi mediodía y la luz iluminaba su cuerpo contra la ventana. Se quedó allí, mirando fijamente al frente, como un cuerpo al que le hubieran quitado el alma. En trance, vio algunos cabellos blancos entre el cabello desparramado. Ella era tres años menor que Hugo, y otras chicas de veinticinco años seguían actuando como una niña malcriada en los brazos de su novio. No solo tenía que apresurarse todos los días para vivir, sino que también tenía que cuidar de su hija enferma.

Ella lo miró sin expresión alguna y se volvió hacia la puerta.

"¿Por qué?" La voz baja de Hugo llegó desde atrás. Durante tantos años, las cosas parecían no ser tan serias, pero este nudo en su corazón no se había resuelto.

Wendy no se detuvo, siguió caminando.

"Te daré lo que quieras. Quédate aquí." Su voz era tan baja que era casi inaudible, con extrema ternura y suplica. Siempre había sido superior y nunca se había comprometido. A excepción de ella, nadie podría hacerlo tan humilde.

Wendy todavía no se detuvo. Sabía muy bien que si su corazón se movía, sería difícil cambiar la situación. Así que cerró los ojos y movió los labios, sin hacer ningún sonido, "Lo siento, perdóname".

Hugo estaba completamente irritado. El suave susurro acababa de desaparecer por completo, como una bestia salvaje. Señaló su espalda y gritó: "Wendy, te arrepentirás". Después de decir eso, balanceó su brazo y barrió todas las cosas en el escritorio cercano al suelo. Corrió a la cama, tomó el marco de fotos de su foto y lo arrojó contra la pared. Luego, casi arrojó todo lo que podía romperse en la habitación. Por fin, parecía que había agotado todas sus fuerzas. Se dejó caer sobre la cama y miró al techo sin comprender.