Un mundo de mentiras y verdades
img img Un mundo de mentiras y verdades img Capítulo 3 MIA. Ver a mis padres
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Capítulo 6 Gael. Si es Irritable img
Capítulo 7 Mia img
Capítulo 8 El dolor de perder a un ser img
Capítulo 9 Mia. Perdiendo mi gran amor img
Capítulo 10 Mía.De nuevo img
Capítulo 11 Gael. img
Capítulo 12 Mi secreto img
Capítulo 13 Pensando en un niño img
Capítulo 14 Mía. Dueña del hospital img
Capítulo 15 Gael. La hija menor de mis tíos. img
Capítulo 16 Mía. Adiós a Fernando. img
Capítulo 17 Mía. Despidio img
Capítulo 18 Gael. Preocupado por ella. img
Capítulo 19 Gael. img
Capítulo 20 Mía. El testamento de mamá img
Capítulo 21 Mía. ¿Quién es Gael img
Capítulo 22 Gael.Un golpe img
Capítulo 23 Mía. img
Capítulo 24 Gael.Contrato img
Capítulo 25 Mía. img
Capítulo 26 Mía. Otra vez este sifrino img
Capítulo 27 Gael. El club img
Capítulo 28 Mía. Consulta y beso img
Capítulo 29 Mía. El acuerdo. img
Capítulo 30 Gael. img
Capítulo 31 Mía. Fernando y Gael img
Capítulo 32 GAEL. Insufrible img
Capítulo 33 Mía. El viaje img
Capítulo 34 Gael. Está Engreída img
Capítulo 35 Mia. Suiza img
Capítulo 36 Gael. Las dos me van a volver loco img
Capítulo 37 Mia.Demasiada casualidad. img
Capítulo 38 Mía. img
Capítulo 39 Gael. img
Capítulo 40 Gael. img
Capítulo 41 Mía. img
Capítulo 42 Mía. No soy frigida img
Capítulo 43 Gael. img
Capítulo 44 Recordando pautas img
Capítulo 45 Ya va saber Gael quien soy img
Capítulo 46 Gael. Me ha dejado tirado img
Capítulo 47 Gael.Búscala img
Capítulo 48 Mia. Los amigos img
Capítulo 49 Mía. Maggie y Manuel img
Capítulo 50 Mía. Es un tarado img
Capítulo 51 Gael. ¿Disculparme yo img
Capítulo 52 Mia. las disculpas img
Capítulo 53 Gael. Estoy metido en problemas img
Capítulo 54 Gael. Un día diferente img
Capítulo 55 Gael. Qué está haciendo conmigo img
Capítulo 56 Mía. No soy hipócrita img
Capítulo 57 Mía. Molesta, Celosa img
Capítulo 58 Gael. Me desespera img
Capítulo 59 Mía. Un caos img
Capítulo 60 Mía. Accidente img
Capítulo 61 Mia. img
Capítulo 62 Mía. Quién me cuida img
Capítulo 63 Mía. Debo alejarme. img
Capítulo 64 Mía. Cumpleaños img
Capítulo 65 Gael. Retomando el control img
Capítulo 66 Mía. Estos dos son un caso img
Capítulo 67 Gael. Tres mujeres img
Capítulo 68 Mía. Me hacía falta el mar img
Capítulo 69 Gael. De regreso a la playa img
Capítulo 70 Mía. Cumpleaños de Maggie img
Capítulo 71 Gael. Es ella. img
Capítulo 72 Mía. Otra vez se mete en mis asuntos. img
Capítulo 73 Gael. Todas iguales img
Capítulo 74 Gael. ¿Ella aquí img
Capítulo 75 Mía. Esto debe ser una broma img
Capítulo 76 Mía img
Capítulo 77 Gael. Ella no se va img
Capítulo 78 Mía. Sorpresa de cumpleaños img
Capítulo 79 Gael. Adiós. img
Capítulo 80 Mía. El cumple de Gael img
Capítulo 81 Mia. Maggie img
Capítulo 82 Gael. Amigos img
Capítulo 83 Mia. El curso img
Capítulo 84 Gael. Terca Malcriada img
Capítulo 85 Mía. Día de chicas img
Capítulo 86 Mia. Socios y nada más img
Capítulo 87 Gael. El viaje img
Capítulo 88 Gael. ¿Novia img
Capítulo 89 Gael. Sin esperanza img
Capítulo 90 ¿En qué pesadilla desperté ahora img
Capítulo 91 Gael. Lo perdí todo. img
Capítulo 92 Te llevaré a casa. img
Capítulo 93 Manuel img
Capítulo 94 Gael. ¿En dónde está img
Capítulo 95 El angelito img
Capítulo 96 Mi Mujer img
Capítulo 97 Traerla a casa img
Capítulo 98 Mía. Sueño o realidad. img
Capítulo 99 Mía. ¿Por qué me siento tan mal . img
Capítulo 100 Sacarla de aquí img
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Capítulo 3 MIA. Ver a mis padres

Todo tu mundo puede cambiar en un segundo, minuto u horas; cuando menos lo esperes, todo lo que creías, hacías y planeaba puede dar un giro de 360 grados y ni cuenta te das; solo basta un acto, una palabra, una decisión y todo tu mundo perfecto se puede ir al olvido.

- Hola mamá- la llamo antes de salir a trabajar y ellos antes de tomar su avión regreso a casa.

- Hola mi ángel, ¿pudiste dormir?.- me pregunta.

- Si, algo ya muero por verte, contarte muchas cosas y ver a papá también para que no se ponga celoso- reímos.

- Me alegra mi niña, y si debemos hablar quiero saber por qué tienes esa carita triste, no me salgas con que nada, ve que te traje al mundo y te crié, por lo tanto, te conozco como a nadie.- lo sé, evadirla por teléfono es una cosa, pero en persona eso es más difícil.

- ¿A qué hora llega el avión?.- le pregunto.

- Evadiendo el tema otra vez, llegamos a eso de media tarde, tú hermanas nos va a recoger.

- Que bien, voy a hablar con él para acompañarlo a buscarlos. Te he extrañado mucho y me haces mucha falta.

- Tú a mi bella, quiero que sepas que te amo, que eres mi princesa, mi mundo, estoy orgullosa de ti y espero que algún día puedas dejar esa terquedad con tu padre y asumas cierta responsabilidad.

- Mami, no hablemos de eso sí, sabes que está muy lejos de lo que yo deseo y quiero. Papá es muy terco, todo es como él dice y yo no soy así, tú lo sabes de broma, hago lo que tú me pides y a regaña dientes.

- Si lo sé, terca, obstinada y conservada como tu padre.

- Bella, inteligente, trabajadora y perfecta como mi madre.

- Halagos, me gustan. Te amo bebé, nos vemos en la tarde, por qué sé que me haces caso, de verdad, espero que dejes esa terquedad y asumas algún momento tu lugar aunque huyas, no podrás evitarlo.

Siempre que hablamos terminamos en el mismo tema, sé que papá insiste con mi mamá para convencerme, pero amo mi vida cómo está, aunque en este momento no esté en mi mejor momento.

- Te amo mami, cuídate muchísimo, nos vemos pronto y besos a papá.

- Besos, hija, ya vamos a subir al avión, te amamos en un par de hora nos vemos.- colgamos y parte de mi felicidad llega a poner orden en mi vida que está hecha un desastre.

-*-

Horas más tarde estoy en el trabajo y tengo esta sensación de que algo no está bien.

Le recuerdo a la enfermera que hoy debo irme temprano porque debo ir a buscar a mis padres al aeropuerto, María no viene y Fer debe quedarse todo el día aunque aún no ha llegado y sus pacientes están estresados.

Mientras organizan las agendas y la lista de pacientes llamo a mi dulce hermano quién de seguro cae como condorito al llamarlo.

- Hola pequeño demonio- me responde con tono de sorpresa.

- Hola fastidioso, te llamo porque mamá me dijo que ibas a ir por ellos al aeropuerto y quiero ir contigo.

-¿La hija pródiga no puede vivir sin su mamita y papito por unos meses?.- se burla el muy cínico.

- Sobreviví unos meses, los cuales fueron eternos, así que no me pidas más por qué está niña necesita ser consentida por su mamá.

- ¿Tienes escasez de mamitis aguda? Porque sé que con mi papá no eres tan insufrible. ¿Sabes que mamá tiene dos hijos más que también quieren disfrutar de ella?.

- Tú y la insoportable de mi hermana disfrutaron mucho a mi mamá, además que trabajan con ellos, así que no pelees por bobadas. Yo no sé vivir sin mi mamá, así que cuando vayas por ellos ¿me puedes llamar para vernos?.

- Si pequeño demonio yo te busco solo porque sé que mis papás se mueren por ver a su pequeño retoño.- reímos.

- Te debo dejar, el trabajo llama.

- Lo mismo digo Mia, aquí el trabajo está full, pero hablamos después está pendiente del teléfono.

Colgamos y mi hermano es como mi papá se parecen mucho, le encantan los negocios, sociabilizar, es demasiado protector, incluso conmigo que nos la pasamos peleando, dice que soy un pequeño demonio encerrado en el cuerpo de un ángel, pero igual me cuida como un padre a su hija.

Aun recuerdo cuando tome la decisión de irme de casa y vivir mi vida puso el grito en el cielo mientras mi papá decía que ya iba a volver mi hermano ni quería que saliera de casa, cuidaba de mí hasta cuándo jugaba en el jardín.

- Mía - me saca de mi ensoñación.

- Fernando al fin llegas, es tarde. ¿Ahora qué pasó?.

- Nada, me tocó llevar a...- se queda callado y evade la mirada y no necesito ser adivina para saber qué es su novia, la que nunca mencionó y que me enteré de que existía por Mariana.

- Lo bueno es que estás aquí y ya tienes gran lista de pacientes que atender, como vamos a estar solo los dos como jefes vamos a dividirnos, recuerda que debo irme temprano hoy.

- Si me lo has dicho varias veces linda, no te preocupes de que podrás irte a buscar a tu mamá, que sé que mueres por verla.

- Pues si, y no quiero sorpresa de última hora con las que sales porque vamos a tener problema.

- Está bien, donde manda capitán, no manda marinero, ¿cierto?. - siempre con su picardía, el muy sinvergüenza.

-*-

Después de horas de trabajo sin descanso, no quiero dejar nada pendiente y terminar rápido.

- Dra. Mía - entra Elena con una cara no muy buena.

- ¿Qué sucede que tienes esa cara?. No me digas que llegó otro paciente, ve que me quedé un poco más de la hora que se encargue Fernando.

- Ese es el problema, no sé cómo decirle esto. - ay no me gusta a donde va esta conversación.

- ¿Qué sucede?, dilo ya.

- Bueno, es que el Dr. salió, dijo que tenía que hacer una diligencia. - no, no y no, él no puede hacerme esto, él sabe lo importante que es para mí ir por mi mamá.

- ¿Me estás diciendo que Fernando se fue? Pero va a volver no, tiene que venir.- la rabia, la decepción me está invadiendo.

- Se llevó todas sus cosas, Dra. solo dijo eso.

Del coraje que tengo lo llamo porque si le escribo no me responderá.

Al tercer tono contesta.

- Dime, estoy ocupado.

- ¿Ocupado?. Deberías estar aquí en el trabajo encargándote de los pasantes y de los pacientes. ¡¿Dónde diablos estás?!.- le gritó porque realmente estoy molesta.

- Tuve un asunto que resolver.

- Fernando sabes que debo salir ahora mismo alguien se tiene que quedar y debes ser tú, ¿qué puede ser tan importante?. Además, estás en horario de trabajo.

Escucho la voz de una mujer y no lo puedo creer. Veo a Elena y me susurra.

- La novia lo vino a buscar y se fueron. Dijo que le tenía una sorpresa.- bien, ahora mi rabia y mi decepción sube más.

- Fue algo de última hora que no podía faltar.

- Claro, tu novia viene, te saca del trabajo y no importa los demás. ¿Los planes y responsabilidades que más dan?.

- Eso te lo dijo la licenciada, ¿pero qué quieres que haga no puedo dejarla menos por ti?- lo mato, miro a Elena y sale del consultorio.

- ¿Quién te está diciendo que la dejes por mí?, Es tu vida, tú sabrás lo que haces, aquí hablamos de trabajo y por primera vez te estoy pidiendo un favor de los mil que te echo y es que cumplieras con tú debes y estuvieras pendiente de los muchachos porque ni paciente mío vas a ver, pero no el niño tiene que ir a pasear con su mujer antes de cumplir con su deber; que lindo.

- Suenas celosa, pero no puedo evitar esto Mía tú sabes la situación, pero ella es mi...

- ¡No me importa! ¿Entiendes?, ¿crees que no tengo claro que eres un mujeriego, perro que va detrás de cuánta falda se te atraviesa?, ¿Qué sé muy bien que yo misma deje que esto avanzará y pasará lo que no debió pasar después de enterarme de que me mentiste y que si tenías novia?. Pues si lo sé, pero no discuto eso, discuto que eres un irresponsable, que debe cumplir con un trabajo que no estás haciendo y que María y yo te cubrimos porque te apreciamos.

- Tú me quieres, Mía.

- Si, te quiero y te aprovechas de eso, pero por primera vez te estoy pidiendo un favor porque eres el único que lo puede hacer porque María no está y qué haces te largas de romance con tu novia. La culpa es mía por pensar que en algún momento podrías hacer algo, aunque sea mínimo por mí.

- Sabes que si lo hago, pero no puedo dejarla por hacerte un favor.

- ¡¿Hacerme un favor?!. Estás en horario de trabajo, no me estás haciendo ningún favor, más bien estás abandonando el trabajo. Por Dios... ¿Vas a venir?.

- No puedo, ellos pueden encargarse solo Mía, son pasantes, pero saben lo que hacen.

- Deben estar supervisados por uno de nosotros Fernando, si hacen algo mal nuestras cabezas ruedan, ¿por qué no puedes entender que no todo es tan relajado como tú?

- Te estresas mucho.

- No, lo que hago es cumplir y ser responsable con mi trabajo, cosa que es evidente que tú no.

- Mía...

- Has lo que se te dé la gana, siempre ha sido así. Gracias por nada, disfruta de tu novia y la sorpresa yo resuelvo mis asuntos.

- Puedes ver a tu mamá más tarde no seas tan mimada.

- Si yo soy o no mi mamada no es tu problema. Adiós.

Cuelgo y estoy que me lleva el diablo, de verdad no sé por qué me sorprende que Fernando haga esto, si se caracteriza por ser un egoísta.

-¿Dios porque a mí? Ósea de todos los hombres que existen y de mi prototipo soñado, yo me vengo a enamorar de un imbécil que no le importó en lo más mínimo y que somos diferentes de pie a cabeza.

En eso suena mi teléfono. Diablos es mi hermano.

- Hola, pequeño demonio.- me dice.

- El demonio es lo que me está llevando en estos momentos.

- Wuo, ¿qué pasó? ¿Por qué ese genio?.

- Quien me iba a cubrir, se le presentó unas piernas y se fue, ahora no tengo quien me cubra.

- ¿No me vas a acompañar a buscar a nuestros padres?.

- No puedo, llame a mamá, pero no me contesta y papá tampoco.

- Sabes que vienen en un avión y no está permitido contestar llamadas y si es que cae.

- Lo sé, pero quería escucharla, quería recibirla en el aeropuerto.

- Oye tranquila, la verás en la noche, no pasa nada solo un par de horas más¿está bien?

- Ni modo, solamente quería estar ahí y verlos. Los extraño quiero saber qué están bien.

- ¿Por qué no deberían estar bien?.

- No sé, mal presentimiento, solamente quiero verlos.

-Suenas como tú hermana, desde que se levantó anda con una zozobra de que lleguen mis padres, quiere verlos y que estén bien.- esto no me gusta, cuando yo siento algo, es una paranoia, pero que mi hermana sienta lo mismo, eso es preocupante.

- Viste algo, no está bien.

- Oye, calma, te digo lo mismo que a nuestra hermana. Mis padres están por llegar, van a estar bien y vamos a cenar juntos como la hermosa familia que somos y tú dormirás en las costillas de mi madre y la belleza en la de mi papá. No puedo con sus dosis de niñas mimadas de mami y papi.

- No te burles, que tú eres el consentido de mis padres. El primogénito que hace y lleva de orgullo a la familia.

- Porque soy el único varón, gracias a dios de esta familia. Bueno te dejo para que hagas tu trabajas que voy a agarrar autopista al aeropuerto te quiero.

- Yo a ti, cuando veas a mis papás que me llamen.

- Si, yo les digo.

Así cuelgo, me calmo y salgo a darle vuelta a los pasantes, atendemos una emergencia de última hora, menos mal me quedé si no como demonios resolverían esto, además que a uno de los jefes se les dio por ir a visitarnos.

-¿Todo bien Mía.?- me pregunta José, el especialista de la tarde nunca pasa por el área maxilofacial, pero hoy le dio por a hacer visita.

- Todo bien doctor, trabajando como todos los días. Pero que sorpresa verlo por aquí.

- Estaba arriba por la emergencia de adulto y luego pase por hospitalización de pediatría, eso está hecho un desastre con tantos pacientes y emergencia; así que vine a ver cómo está esto, pero veo que estás ocupada.

- Al parecer es el día de las emergencias porque nos han llegado dos, pero ya están resueltas. - miro el reloj y mis papás ya deberían estar camino a casa, pero no han llamado.

-¿Dónde están los demás?.- la pregunta del millón, bueno una en la peluquería y el otro en la cama con su mujercita.

- Salieron hace un rato doctor, es más, es raro que no se los cruzará en el camino.

- Es como tarde, debieron cerrar como hace 2 horas.

- Si, pero las emergencias son inesperadas.

Elena me ve con cara de negación, está molesta porque estoy cubriendo a ese par, pero María es responsable, nunca falta y había pedido este día para hacer sus diligencias hace semanas y en cuanto a Fernando bueno este momento lo estoy odiando, pero no quiero tampoco que lo boten.

- Mmm está bien, siempre cubriendo tú trabajas, ¿creí que tenías permiso para salir temprano hoy?.

-Si, pero ya ve, el trabajo a veces te sorprende y toca quedarse.

- Tienes a dos médicos que se pudieron quedar a resolver los pacientes y tú haces lo que debes querer y que debe ser importante porque en los minutos que llevo aquí has visto el reloj como unas 5 veces.

- Si estoy algo apurada, disculpe la molestia, sé que es mi trabajo y...

- Tu turno terminó hace horas Mía y resolviste la emergencia, creo que ya puedes irte.

- Gracias.

Voy a mi consultorio, arreglo mis cosas y Elena entra mientras trato de comunicarme con mis padres o mi hermano.

- Lindo cubriéndolos y cuando los necesitas no están.- me dice Elena desde la puerta, nada contenta.

- Ahora no Elena, son mis compañeros, tampoco quiero que los boten o castiguen.

- Pero no están haciendo bien su trabajo o por lo menos no, el doctor ve que él me cae bien, pero de verdad que cuando se trata de mujeres.

- Si ya sabemos cómo es él.- lo último que quiero recordar ahora es a él.- cuelgo el teléfono.

- Diablos, mi hermano no responde, se supone que me iba a llamar cuando estuviera con mis papás y a esta hora ya deberían estar juntos.

- No sabía que tenía un hermano - comenta, es verdad. Nadie sabe de mi familia o amistades, la mayoría solo conocen a mi mamá, incluyendo Fernando y es porque ha venido a verme o ellos han ido a la casa, pero del resto no saben nada de mi familia.

- Si tengo, me voy hablamos mañana, cuídate, cierren bien.

Salgo corriendo agarrar el bus, quiero llegar a casa, ver a mis padres. Es raro que mi hermano, mi mamá o mi papá no contesten... Estos son los momentos que de verdad deseo tener un carro o mejor dicho manejar mi carro.

            
            

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