Capítulo 5 Déjala ir

Mary lo miró y pensó: "¡Cómo te atreves a ser tan descarado!"

Al mirar las chispas en sus ojos con interés, Oliver de repente tuvo la idea de que si podía domesticar al pequeño gato salvaje, sería un gran placer en su vida.

Mary apretó los dientes y asintió, pero no había timidez en sus ojos.

Como gato salvaje, por supuesto que tenía que domesticarlo bien, entonces lo disfrutaría.

Oliver caminó hacia ella, "¿Por qué debería dejarte ir?"

La distancia entre los dos era solo un dedo, y Mary podía sentir claramente la fluctuación de su pecho cuando hablaba.

La intensa presión dejó a Mary sin aliento. Dio un paso atrás en silencio.

"¿Qué puedo hacer para que me sueltes?"

Oliver continuó, "¿Por qué debería dejar ir a una presa que estaba a punto de atrapar?"

Esta vez, Oliver presionó con más fuerza y su piel la quemaba como un soldador.

Mary dio un paso atrás y dobló las piernas hasta el borde de la cama, "No soy tu tipo".

Mary sabía que un hombre como Oliver nunca se casaría con una mujer que fuera completamente inútil para su carrera. Se acercó a ella solo porque quería jugar con ella.

Pero ella no quiso.

Ella no quería tener nada que ver con él. Este hombre era demasiado peligroso. Si uno se queda atrapado en el barro, la pérdida será mayor que la ganancia.

Oliver entrecerró los ojos levemente, "No te he comido antes. ¿Cómo sé que no eres de mi gusto? "

Con los ojos fijos en su cintura por debajo de la clavícula, Oliver dijo palabras sucias con calma.

Mary se sintió disgustada. Ella había subestimado a este hombre.

"Señor. Oliver, no puedo pagarlo ". Ella admitió la derrota.

Nadie se atrevió a lidiar con el diablo y María no fue la excepción.

Fingió estar tranquila, pasó por alto a Oliver y se preparó para escapar.

Cuando pasó, había una fragancia.

La mirada de Oliver cambió, "Pero no quiero dejarte ir".

Extendió la mano y agarró el brazo de la mujer. Tracción.

"¿Qué estás haciendo?"

Mary gritó de pánico. Perdió el equilibrio y cayó pesadamente sobre la cama.

La cama era aún más blanda que la del hotel y ella cayó en un gran pozo. Era tan suave como tumbado en las nubes.

Mary no estaba de humor para disfrutarlo en absoluto, porque Oliver se había inclinado.

"¡No hagas eso!" Mary extendió la mano para detenerlo, pero sus garras de gato no eran nada frente al hombre.

Tan pronto como fue presionada en un noventa por ciento, fue encarcelada firmemente y no tuvo fuerzas para defenderse.

Oliver se acercó a ella y respiró hondo en su cuello.

Cerró los ojos y pensó durante mucho tiempo antes de murmurar: "¡Hueles tan bien!"

Pero era tan guapo, tan tridimensional como un modelo masculino europeo, con cejas profundas y ojos profundos, y sus labios delgados ligeramente fruncidos.

María se retorció inquieta y resistió hasta el final, "¡psicópata! ¡Suéltame! "

La leve fragancia y la torsión inconsciente eran más deseables que la atracción deliberada.

Oliver sintió una ráfaga de fuego que se elevaba desde la parte inferior de su abdomen. Se apoderó de su corazón en un instante.

Su cuerpo ardía incontrolablemente ...

"¡No te muevas!" Su voz era inusualmente ronca.

Mary de repente se quedó en silencio.

Los dos se miraron a los ojos durante mucho tiempo antes de que el fuego de sus ojos se apagara.

"¿Tienes miedo?" preguntó.

Mary asintió. Todo el mundo le tiene miedo al psicópata. Ella no fue la excepción.

El pequeño gato montés a veces fingía ser obediente, lo que hacía que la gente estuviera particularmente satisfecha.

Con una fina capa de ropa, su mano descendió por su columna, desde el cuello, la columna hasta el cóccix. Su mano trazó un arco perfecto. Tenía algunos callos en la punta de los dedos. Cuando pasaron junto a ella, parecía como si hubiera pasado una corriente eléctrica, flácida y con picazón.

Mary no pudo evitar temblar. No importa cuán arrogante y agresiva fuera, era una mujer soltera, por lo que debería tener miedo.

Sin embargo, Oliver disfrutó mucho de este sentimiento. Le gustaban los gatos arrogantes, acostados en sus brazos. Aunque desdeñoso, le bastaba con ser obediente.

Los labios de Mary temblaron, "déjame ir".

Casi estaba suplicando.

"¿Lo crees posible?"

El hombre se burló.

Sus pieles se pegaban entre sí y el hierro la quemaba.

"Por favor", Mary estaba tan humillada, "déjame ir ..."

Oliver la ignoró y puso sus dedos en su cintura.

Mary podía sentir la frialdad en sus finos labios, como si miles de insectos la comieran.

El sentimiento de repugnancia y humillación aumentó. Lágrimas frías susurraron, como una ráfaga de agua, incontrolable.

Las lágrimas corrieron por sus mejillas hasta la esquina de la boca de Oliver.

Miró hacia arriba y se encontró con los ojos vacíos de Mary.

Su deseo se extinguió instantáneamente y soltó a Mary.

Las venas azules de su frente se hincharon. Su mirada obediente lo hizo muy infeliz, ¡como si la hubiera obligado!

"¿No quieres?" Oliver apretó los dientes y sus ojos brillaron con ferocidad.

Preguntó sabiendo la respuesta.

Mary miró fijamente al techo sin comprender y dijo, "no importa".

De todos modos, ella era famosa y había sido cancelada del compromiso. Ella estaba en la tabla de cortar para dejar que cualquiera torturara.

Oliver frunció el ceño con tristeza. ¡No tenía ningún interés en un trato forzoso!

Mary de repente se puso de pie y sintió luz en su cuerpo. Recuperó el sentido en un instante.

¿La dejaron ir?

Oliver se puso de pie de manera condescendiente y no dijo nada. Mary se levantó de un salto. Su cuerpo estaba un poco débil, pero se mantuvo firme.

"Gracias Señor. Oliver ". Al segundo siguiente, salió corriendo por la puerta desesperadamente.

Al verla de regreso sin dudarlo, su corazón se hundió.

¿Esta mujer no podía esperar para escapar?

¿Eh?

No pudo evitar burlarse, "volverás de nuevo".

Como una serpiente estrangulada por siete pulgadas, Mary se detuvo y disminuyó la velocidad inconscientemente.

Ella se congeló, pero no se dio la vuelta. Ella apretó los dientes y dijo enojada: "No volveré".

Solo los tontos se pondrían en peligro.

La sonrisa en las comisuras de la boca de Oliver se hizo cada vez más profunda, y sus ojos estaban oscuros. "Volverás."

Su tono fue decidido.

María estaba furiosa. Sus pies estaban sobre su cuerpo. ¿Por qué dijo que volvería?

¿La quería de vuelta? ¡De ninguna manera! ¡Nunca en mi vida!

"En esta ciudad, mientras tenga la capacidad de ayudarte, solo yo estoy dispuesto a ayudarte".

Mary no quería tener nada que ver con este gran lobo salvaje.

"Gracias por tu amabilidad, pero no creo que te necesite".

Entonces Mary salió rápidamente de la villa de Oliver.

Afortunadamente, Oliver no la alcanzó. Salió durante mucho tiempo. Cuando miró hacia atrás, descubrió que la villa estaba medio escondida. Estaba oscuro como una jaula que podría aprisionar gente.