Diario de Campo Gurxiano
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Capítulo 2 Naufragio: La p*ta madre que te parió K-RL

Semana 2 de viaje 16 del mes cuatro, año: no te importa.

Hola, ser con una posible capacidad de razonamiento. Mi nombre es B-N y soy una especie de investigador. Honestamente no sabía cómo comenzar esta mierda, y tampoco sé si alguien alguna vez vaya a leerla, o si acabe en el culo del maldito que me arrastró a todo esto.

Esta cosa, como sea que le llame al terminar de escribirlo (si es que termino), no tiene un objetivo claro; puede que se convierta en una especie de novela, un intento por mantener la cordura, una especie de diario para desahogo mío, o simplemente una narrativa sobre la misión que me encomendaron: descubrir al ser más perfecto del universo.

He viajado años luz en la nave B.I.T.C.H., acrónimo para Base de Investigación Tecnobiológica con Cabrones Hetero-normados. Bueno, ese no es su nombre, pero le diré así ahora porque me vale un comino el nombre ahora que me expulsaron de allí.

¿Qué por qué me expulsaron? Pues eso pregúntenselo al idiota de K-RL. Él hizo un espectáculo en la sala de operaciones y me vi involucrado de alguna manera. Por ello me expulsaron junto con él, y no podremos regresar a la base hasta cumplir una misión prácticamente imposible.

¿Descubrir al ser más perfecto? ¿¡Qué chingados se supone que significa eso?! ¿Debo buscar a la raza más lista, o la más fuerte, o a la que tenga el pene más grande? Porque si fuera eso, la respuesta sería clara.

Nosotros, los gurxianos, somos los seres más inteligentes en el universo. Somos sumamente fuertes, altos, con los penes más grandes conocidos a la fecha, y somos extremadamente longevos. Por mi parte, el día que fui exiliado iba a cumplir 2.5 millones de años.

Mi esposa M-Y iba a hacerme una sorpresa en la cama; así es, ese día comería pastel de su trasero toda la noche hasta el amanecer. Pero todo esto pasó y ahora no sé si volveré a verla alguna día.

Han pasado dos semanas desde que nos mandaron en esta cápsula con forma de espermatozoide a el sector Toilette. Yo le puse ese nombre después de una de mis expediciones por el espacio profundo, porque hay una galaxia en ella que se veía como un inodoro gigante cuando jalas la cadena, para que la mierda se pierda por el drenaje.

Eso somos K-RL y yo: la mierda que se va por el drenaje, disolviéndose entre orina y quien sabe que otras porquerías, para nunca más ser vista.

Estoy asustado, como un bebé en un maletero con una bola de boliche al lado, mientras mamá conduce a toda velocidad con la intención de que esta me aplaste el cráneo y ella tenga menos bocas que alimentar. (jajaja, esa metáfora sí que fue oscura.)

En cambio, KR-L esta siendo él mismo: un optimista incurable. Apenas si lo soportaba cuando trabajaba con él en B.I.T.C.H. ¿Cómo podré aguantarlo en una cápsula de apenas 10 metros cuadrados, por el resto de mi existencia?

Siempre se la pasa diciendo: ―Oh, esa roca se ve como una estrella fugaz. Y esa otra parece una estrella normal. Y esa parece el rostro del capitán...― ¡Ubícate, estamos en el espacio, imbécil! ¡TODAS las rocas se ven igual!

Por su culpa tuve que abandonar a mi esposa, mi trabajo, mi hogar. Y ahora él espera que el exilio se vuelva una especie de experiencia de fraternización entre compañeros.

Juro que si algo no nos mata antes, yo lo mataré a él y después me mataré a mí mismo. Prefiero morir antes que pasar un segundo más escuch-

                         

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