- Como sabrá... hoy llegó parte del equipaje de Alissa. Por algún error que desconozco lo trajeron aquí. Y ya que ella tardará muy poco en llegar... - dijo Vidal un poco serio e inquieto -... necesito de su valiosa ayuda para ordenar su equipaje.
- Claro.
- Hoy por la noche salgo al pueblo cercano a encontrarme con un viejo amigo, quien va a ser nuestro invitado y el cual es colaborador personal del señor presidente de la república... Su visita es muy importante para mí. Y debido a esto no voy a disponer de mucho tiempo; por lo que voy a requerir que cuanto antes me ponga al tanto de los detalles del mapa que le había comentado.
- Claro señor.
Luego el hombre se puso de pie, como indicándole que lo siguiera rumbo a su cuarto. Ella un poco dudosa accedió.
- ¿Se preguntará por que hasta ahora veremos lo de los planos?- dijo Vidal al echar a andar.
- No hace falta que explique nada.
- Es por Honoria.
Alameda guardó silencio.
- Ella es... Bueno ella cree que yo tengo alguna clase de preferencia con...
Alameda continuó callada mientras sus mejillas se encendieron. Por segundo pensó que él se referiría a ella cuando...
-... con este lugar. Y cree que no estoy al pendiente de Alissa. Ella estuvo un poco delicada de salud. Y no quiero que alguna habladuría llegue a sus oídos.
Alameda sintió una rara opresión de desilusión en su pecho.
- Claro - se limitó a responder con cierta resignación.
Al llegar a la habitación el hombre le abrió la puerta por cortesía. Al entrar, Alameda pudo ver sobre la cama tres maletas y fue ella quien esta vez se sintió incómoda.
- Ese es el equipaje que le mencioné.
- Lo acomodaré en ganchos y perchas para no arrugarlo más y que no huela a encerrado. Estará listo para el justo momento de la llegada de la señora.
- Perfecto. Pero por ahora veremos el plano - dijo Vidal poniendo distraído los diseños sobre una mesa.
La joven comenzó a señalarle puertas y entradas ocultas que la propiedad tenía. Así como algunos espacios vacíos. Estaba por explicarle sobre una serie de escaleras cuando llamaron a la puerta.
- Telegrama para el señor - dijo un mozo extendiendo el papel.
Después de leerlo, Vidal permaneció pensativo por unos instantes.
- Vaya. Creo que tengo que partir ya al encuentro con mi amigo, al parecer se adelantó su llegada y debo alcanzarlo...
- Claro señor.
- Estaba por comentarle que tendremos que dar un recorrido juntos por todo el lugar, para reconocer cada detalle que me ha señalado señorita... Pero será después de mi regreso.
Ella pudo verlo preocupado, gesto que lo hacía a sus ojos aún más misterioso y atractivo.
- ¿Cuento con su discreción señorita Gómez?
- ¡Por supuesto señor!
Después de otro silencio un tanto inquietante, él sintió la necesidad de no dejarla sola. Pero entonces en un arrebato, Vidal salió de la habitación rumbo a la estación de trenes.
Ya sintiéndose sola, Alameda comenzó desempacar cada valija. El olor de los vestidos así como su suavidad al tacto, la hicieron por momentos suspirar. De pronto una loca idea cruzó por su cabeza. Ya que estaba sola y nadie la vería, decidió probarse uno de los vestidos. Recogió su cabello con unos pasadores, y pellizcó sus mejillas.
Justo cuando se miraba puesto el entallado vestido frente al espejo del recibidor del cuarto, la puerta se abrió. Vidal y su socio y amigo J. Arizmendi la tomaron por sorpresa.
El hombre había llegado al pueblo casi a la par de su mensaje debido al retraso del correo. Los dos hombres se habían encontrado justo allí, en la recepción del hotel. Alameda enmudeció apenada y no supo como reaccionar.
Por su parte, Vidal se veía gratamente sorprendido por la belleza y elegancia de la joven. Fue tan evidente su agrado que una discreta sonrisa se dibujó en sus labios. La impresión que la joven le había dado, había logrado superar la primera -de aquel encuentro en la calle-, acelerando de nuevo su corazón. Ahí mismo confirmó el nacimiento de aquel sentimiento que inundaba su pecho, y que él mismo insistía en controlar.
- Disculpe señora somos unos mal educados - dijo J. Arizmendi tomándole la mano a la joven-. Usted debe ser... ¿Alissa la esposa de Vidal?