Asustada empieza a olfatear un poco para tener una idea de donde se encuentra, el aroma que siente por todo el sitio es bastante fuerte y como cualquier otro metamorfo débil entra en la sumisión. Aquel estado de sumisión se le dice cuando un metamorfo débil quiere ser tomado o tomada por quien es más fuerte para tener su protección y poder sobrevivir, en muchos casos ser su posesión o pareja. Lyssca no sabe cualquier de esas opciones quiere ser ante ese aroma fuerte, protector, que le da cierta confianza, pero a su vez hay algo que le da miedo.
Con un poco de pánico y ansiedad en ella abre sus ojos cuidadosamente para que la luz no llegue a ella tan agresivamente, y como esperaba no puede distinguir nada. Los colores y formas son simples manchones sin figura.
-¿En dónde estoy? -Dice con dificultad gracias a que su boca se encuentra seca, sus amígdalas hinchadas al igual que sus cuerdas bucales.
Al ya recordar vagamente lo que sucedió con su familia y consigo antes de desmayarse de igual forma le gustaría creer que se encuentra en una pesadilla, pero quiere verle el lado bueno, su familia estará a salvo y ella nunca más será una carga para ellos.
Al ya no saber que hacer toma la única opción que tiene en esos momentos, esperar al dueño de aquel aroma y que este decida su destino. De igual forma no puede escapar mientras siga enferma, y si se transforma a loba su cuerpo colapsara.
Lyssca siempre estuvo consciente de que posiblemente moriría joven, puesto que la mayor parte de su vida se ha encontrado al borde de la muerte y puede que por esa razón no tiene tanto miedo de aceptarlo o es posible que simplemente también está cansada de vivir con su cuerpo.
[...]
Aukan por mucho que haya nacido y criado en el castillo como heredero nunca pudo ajustarse a sus comodidades, nunca fue bueno para los estudios y siempre prefiero estar peleando con los guardias para entrenar con la espada. Tampoco era bueno con los modales que le inculcaban, de pequeño pensaba que el problema era de los demás que no sabían como explicarle, pero al ver como su hermano menor se adaptaba fácilmente aquella vida se dio cuenta de que el problema era él.
Hubo un tiempo en su adolescencia en donde se sintió celoso por no ser como él y no tener un talento natural ni para tocar el piano, aun así, su padre, el emperador, nunca dejo de considerarlo para ser el heredero hasta que empezó la guerra. Hubo muchas muertes y pensó que lo mejor para el imperio sería la caída del príncipe, sin embargo, a los 20 años en vez de su muerte descubrió otra parte, la cual lo convirtió en una leyenda.
Todos sus logros después de eso, trayendo victorias tras victoria convencieron aún más a su padre de que él debería de ser el próximo emperador e incluso le busco una novia, la cual una noche "casualmente" murió. Él, fingiendo ser un metamorfo dolido por la pérdida le pidió a su padre ir al frente para afrontar el dolor que le ha causado la muerte de su "querida" Anis, no se lo negaron.
Aukan al irse solo le tomo seis meses para que el imperio del este quedara a la merced, tras esa victoria su padre le ofreció un deseo y pidió que su hermano menor fuera el heredero y él poder llevar una vida "tranquila". Este se molestó, pero no pudo negarse.
Ahora, años después de todo eso, cortando leña para calentar su cabaña sabe que hizo lo mejor. Consiguió algo que la mayoría de los aristócratas y plebeyos no tiene, libertad, lealtad y protección.
Al terminar de cortar la madera para encender el fuego antes de que caiga el frío entra la mayoría de la leña, para después ir a buscar la red que dejo en el lago. Al alejarse de la cabaña siente un poco extraño, es la misma sensación que tiene cada vez que se aleja de su hogar dejando a Lyssca sin su protección, desde hace una semana que trata de no pensar demasiado en eso.
Como siempre con la red consigue varios peces, se comerá algunos y los demás los tendrá que ir a vender a la carnicería que se encuentra en la capital conseguir un poco de dinero, aunque no lo necesite.
Vuelve a su cabaña, con tan solo entrar de inmediato siente el aroma de aquella chica que se llevó para tenerla de esclava. Deja los pescados aun lado y agarra la medicina que se encuentra sobre la mesa para después dirigirse a la habitación en donde aquella hembra ha dormido junto a él todo este tiempo.
Como cada vez que le sucede al entrar siente el delicioso aroma de la joven, pero siente algo diferente. Se acerca a la cama y ve a la joven con los ojos abiertos, con su respiración irregular y tratando de mover los dedos. Siempre pensó que cuando ella despertara escaparía o algo parecido, pero tiene dificultad hasta para respirar.
-Al fin despiertas, nunca había tenido una esclava tan inútil como tú. -Como es de esperarse la joven no responde, pero Aukan de igual forma puede sentir el miedo, ya que todo el aroma de la joven se vuelve un poco agrio. -Ya no puedo hacer nada, te sentaré para darte le medicina.
Aukan de forma brusca sienta a la metamorfa de cabello dorado provocando en ella un gemido y mueca de dolor, este no le da demasiada importancia, solo abre el frasco y le echa el líquido en la boca.
La medicina al entrar en contacto con la joven empieza hacer su efecto, bajarle el dolor y Lyssca piensa que le gustaría tener en esos momentos sus demás medicinas, pero para su sorpresa en un unos minutos empieza a mover sus dedos con más facilidad y su vista que antes era borrosa se vuelve un poco más clara, lo suficiente para ver de cerca.
-¿Te sientes mejor? -Pregunta de modo "desinteresado" listo para alejarse de ella, pero se queda un poco confundido cuando Lyssca estira su mano hacia él y termina por tocar la cicatriz que pasa por su ojo derecho.
Lyssca al momento de poder verlo no tuvo demasiado miedo de él, solamente tuvo un deseo de poder tocar aquella piel bronceada a tal punto de parecer caramelo que es decorada por sus ojos de color marrón, por una barba descuidada y una cicatriz.
Aukan sorprendido por tal acción acerca su rostro a la de la joven para acaricia su nariz con la de ella para después repetir la misma acción con la mejilla, quiere pegarle un poco de su aroma.
-Eres una esclava demasiado mimada. -Le susurra en el oído para posteriormente morderle levemente la mejilla sacándole otro gemido de dolor.
Aukan se levanta de la cama y vuelve a la cocina para empezar a cocinar, mientras prepara el pescado no puede sacarse de la mente lo que hizo con la chica dentro de la habitación. Sabe que ninguno de los dos hizo algo que se considere malo, pero no se siente seguro el deseo que siente al estar cerca de ella e incluso se empeña a pensar que no debería de sentir "ese" tipo de cosas, como; querer morderla, llenarla de su aroma y otras cosas que nunca ha hecho con otro ser.
Termina de cocinar el pescado con arroz y con algunas verduras lo sirve en dos platos, él no sirve ningún acompañamiento, ya que lo hizo especialmente para chica y porque el doctor ordeno que cuando ella despertara la alimentara con una dieta equilibrada.
Vuelve con el plato de la chica a la habitación, ella esta vez se le queda viendo con un poco de miedo y curiosidad. Se acerca a ella y le estira el plato.
-Tu comida.
[...]
Aukan la deja sola en la habitación por segunda vez para que ella pueda comer con más confianza, y con la poco fuerza que ha podido recuperar toma el tenedor para empezar a comer. Lyssca no se replantea si la comida pudiera tener algo extraño, cree que, si el metamorfo hubiera querido hacerle algo ya lo habría hecho, por lo tanto, para ella no tiene demasiado sentido que la comida tenga algo extraño.
Normalmente, no es alguien que se alimente de demasiada carne aun cuando su especie es carnívora, ya que el médico y su familia siempre le han estado controlando todo lo que consume. Con cuidado empieza a comer, le cuesta un poco tragar la comida, por lo que decide comer con menos cantidad y masticar más.
Como es de esperar Lyssca no pudo comer demasiado, dejo un poco más de la mitad.
Después de comer la soledad y la inseguridad le cayó de golpe sobre sus hombros, todo sigue siendo demasiado confuso para ella.
"-Se supone que soy una esclava, es por eso que vine ¿Será normal que los esclavos tengan tanta atención?"
Sabe que lo mejor sería preguntar, pero le da un poco de miedo, algo que es normal, ya que no sabe como aquel hombre que penetro su hogar con el motivo de matarlos a todos reaccionara a sus preguntas por muy inocentes que sean sus intenciones.
Trata de despejar su mente, aunque sea por unos momentos, se queda viendo lo que lleva puesto, puesto que antes estaba concentrada en el entorno y aromas desconocidos para ella. Lleva una polera negra que le queda bastante grande, no lleva pantalones, solo sus bragas, porque tampoco lleva un brasier.
Pega su nariz en una parte de la camiseta, siente el mismo aroma del metamorfo que ahora se podría decir que es su dueño. Cierra sus ojos inhalando un poco más aquel aroma lleno de testosterona, puede que gracias a ese fuerte olor de "protección" no se ha sentido tan intimidada y con ganas de salir corriendo en cualquier momento. Sin embargo, eso no quita el hecho de que ella tenga miedo de lo que podría suceder.
De todas formas, se encuentra en un lugar extraño para ella, sin familia o amigos, aunque este último ella lo carecía, con aromas nuevos y extraños, y por último con un nuevo estilo de vida, en el cual tendrá que adaptarse rápidamente.