Capítulo 1 Capitulo uno

Ya era muy tarde en la noche, aún estoy tratando de terminar un cuadro que de por sí debo entregarlo como un regalo de cumpleaños a mi amigo Bruno, él es uno de mis amigos de infancia, por supuesto que estaría bien mencionar que él

había sido mi amigo desde siempre.

Antes que cumpliera mi mayoría de edad, él me declaró su amor, pidiendo que fuera su novia.

En resumen, ese día él dijo "amarme mucho" quizás a esa edad y con las hormonas de adolescencia impregnada en mi cuerpo, hubiera dicho que si, pero una corazonada me dijo que debía pensarlo bien.

Necesitaba un poco de tiempo para ver si "que pasaba" sin embargo, me declaró su amor por la mañana y al día siguiente lo descubrí teniendo intimidad con mi compañera del primer año de la universidad.

Cabe mencionar que tuve algo de decepción y frustración, pero aún no era nada mío.

No por eso borraría sus acciones y su falta de respeto y seriedad, pero al menos, eso me ayudó a saber que no era la persona con quien yo querría empezar una relación de amor.

Pasaron así los días, en su momento, Bruno y mi compañera de universidad nunca supieron que yo los había atrapado en su relación secreta.

Digo secreta por que ante el resto, él era mi amigo enamorado de mi y ella, mi compañera de la universidad.

Siempre que Bruno me hablara al respecto, yo le salía por la tangente.

Nunca quise mencionar que él era un don Juan empedernido y que yo era una especie rara que tan solo quería a un hombre para mí sola.

Crean o no, así es a como yo deseaba tener mi relación con un hombre que fuera solo para mí, ya que yo espero en reciprocidad dar las mismas condiciones.

Cuando estaba en el cuarto año de la Universidad, llegó un estudiante nuevo, era tan hermoso de rostro, su sonrisa era tan encantador que hacía que un día pesado se volviera brillante y positivo.

Su nombre era Jerome Falconi, su carisma no lo igualaba nada ni nadie, sus ojos eran así parecidos a dos diamantes que te atraía a mirarlo con más ganas, su temperamento proporcionaba un positivismo gradual demasiado hermoso.

Él era todo lo que yo esperaba ver en un hombre.

Él era todo lo que representaba el ideal de cualquier Chica joven.

El físico de este hombre era alto y bien acuerpado, digamos que tenía cada cosa en su sitio, bien puesto.

Como por arte de magia, ese día sus ojos se posaron en mí, solo su mirada me hizo erizar la piel. Mis nervios se contrajeron, mi boca gradualmente había quedado abierto, así en plan bobo. Mi corazón no dejaba de palpitar tan rápido que creía que una manada de caballos cabalgando venía sobre mi. Me asusté mucho.

Mi gran amiga ( la chica de Bruno y compañera de habitación ) me dijo en palabras de burla.

__¡Wow, si no te conociera todos estos años, y saber cómo eres realmente, diría que estás embobada de primera vista por el recién llegado que acaba de llegar eh!

Sentí algo de verguenza, me subió el rubor a mis mejillas, la miré y cambié de nuevo mi vista al chico, pues era una especie de encantamiento profundo que ya tenía sobre mi.

Vi cómo una Chica joven y hermosa le hablaba al oído, él sonreía, su mirada estaba siempre puesta sobre mi, su sonrisa parecía dirigida para mí, no sé si así era o era mi imaginación engañándome y de pronto sentí la magia que envolvió ese momento dado.

En los días siguientes, no sé quién se acercó a quien, pero empezamos una relación de amor.

Yo tenía veinte años y él veintidós, mi relación fue mágico, nunca descubrí sus diferentes facetas como verlo enojarse, gruñir, triste o malhumorado o simplemente perdiendo los estribos por alguna razón, simplemente era la perfección hecha hombre.

Siempre fue respetuoso, nunca me hizo sentir mal con algo, ya saben, ese nivel es difícil por no decir imposible, por que las personas representamos mundos diferentes, nuestros propios pensamientos nos hace ser diferentes, entonces eso genera diferencia de opiniones u objetivos.

En resumen claro, yo pensé que había encontrado al hombre de mi vida.

Mi último año en la Universidad fue de una experiencia maravillosa, no puedo quejarme por el maravilloso tiempo que duró dicho amor.

Hasta que a un semestre por acabar el último año, Jerome Falconi no se presentó a la Universidad.

Conforme pasaron los días, semanas y los últimos meses que faltaban para terminar la carrera. Mi angustia se hizo mas y mas.

Simplemente a cómo llegó un día, así se fue, se esfumó.

Yo tan solo tenía 21 años para entonces.

De ese tiempo al presente, me volví más solitaria, me desligué de todos, incluso de los pocos amigos que tenía.

Prioricé los estudios, terminé la carrera de Arte y diseño, terminé un postgrado en Diseño general, no conforme estudié dos idiomas extranjeros tratando de ocupar mi tiempo en cosas productivas para no pensar en el mal recuerdo del pasado.

Tanto así que me volví una de las mejores en el área de Arte y diseño, mis trabajos eran valorados y esperados por todos. Pero muy a pesar de todo ello, yo tenía el corazón vacío.

No hayaba esa satisfacción personal que anhelaba en mi vida.

Los seres humanos cuando tenemos algo en nuestras vidas, creemos que nos hace falta algo más, siendo un ejemplo; ser rubia, y querer ser morena, ser alta, querer ser baja estatura, así la insatisfacción siempre estaría presente a lo largo de nuestras vidas.

Hace un año atrás...

Mi Padre que desde siempre me ha observado, me llamó para cenar con él, Cuando me vió llegar, él se puso de pies y me dió un fuerte abrazo. Sabía que él quería que viniera aquí por algo importante, no era solo una simple cena. Un tiempo después él dijo:

Él entró al grano, nada por las ramas con mi padre.

__Jenna, mi querida hija. Puede ser que no necesitas casarte para garantizar tu futuro con un esposo con excelente respaldo familiar, por que todo eso ya lo tienes. __Mi padre suspiró profundamente.

El era el tipo de padre que respetaba las desiciones de sus hijos. __Prosiguió.

__¡Debes casarte! __Yo lo miré con sorpresa.

__Te daré a lo largo de un año para que tú elijas a un esposo con quien decidas casarte, sea que estés enamorada, o estés en pleno acuerdo para casarte. __Me miró con ternura.

__¡Esperaré un año! De lo contrario, yo conseguiré a esa persona. __Dicho eso, mi padre se alejó dejándome desconcertada.

***

Desde que mi Padre me puso en ese aprieto, ha pasado ya once meces.

Realmente estoy muy nerviosa con esto, por que el plazo que él me puso solo falta un mes para que él me presente ante mi a algún "Idiota" para casarse conmigo.

Volviendo al tiempo presente...

Acabé los últimos retoques al cuadro, sinceramente Bruno estará feliz por este "Arte" que he creado con mucho cariño.

Aún después de tantos años, Bruno aún insiste en tirarme el cuento.

Por supuesto, yo no me atrevo ni a tomarlo en serio.

Él y sus juergas, hasta ahora es un hombre divorciado ya dos veces. Me dice, "querida, la tercera es la vencida"

Mi mala suerte es haberme casado dos veces y con las personas equivocadas, contigo nuestra relación sería genial, excelente.

Yo solo le sonrio, una mujer como yo, ¿cómo podría estar con un hombre tan precoz? Y no es que lo subestime, simplemente no compaginamos mutuamente como pareja.

__Jenna, tú eres rica de buena familia, yo igual, nuestro peso vale lo mismo, me expresó Bruno.

__¡Bruno! esas no son las razones por las que se casan dos personas.

__¡Se casan enamoradas, por que así lo deciden. Basta con eso. Le puse un tatequieto, la última vez que empezó a parlar de lo mismo.

Cuando estoy casi terminando, estoy a punto de irme a dormir, escucho pasos, después de un breve momento toca a la puerta de mi habitación.

Cabe mencionar que aún sigo viviendo en la enorme mansión de mi Padre. Ya que este lugar es gigantesco y si me fuera a mi penhouse, mi padre quedaría muy solo.

__¡Hija! ¿Aún no has dormido, entonces supongo que podemos hablar un momento?

__¡Por supuesto, Padre! ¿Hay algo de prisa?

__Solo será unos minutos.

__Recuerda lo que hablamos hace casi un año.

__¡Oh! vaya. __Dije perpleja.

Pues con sinceridad no entendía el por qué mi padre urgía querer verme casada con algún desconocido.

__En unos días cumples 27 años, la mejor edad para casarse es entre los 20 y 25 años para una mujer. __Me miró con los dientes apretados.

__Padre, ¿quién especificó la edad de casamiento a las mujeres? __Lo recrimino con la vista.

__Nadie, es sólo que es la mejor edad para casarse y formar una familia, tú ya tienes los 27 años, prácticamente.

Lo miré y suspiré. Siempre entre reuniones de mujeres, sea en la Universidad o en el ámbito laboral, he oído en charlas de Chicas respecto a sus motivos para querer casarse.

Una gran razón para casarse era enamorarse de un tipo, otra gran razón era con la fantasía de tener una buena vida junto a un hombre guapo y exitoso, otras razones, tener un marido rico que les solventara la vida por completo, ninguna de esas razones es mi caso.

Así como tampoco tengo la necesidad de tener un marido que me respalde con su fortuna y su buena fama. Pero resulta que mi padre me quiere ver casada a como dé lugar.

¿Que debería hacer yo en este caso? Mi mente vuela, me gusta mi independencia, no quiero contrariar a mi padre, yo sé que él debe tener algún motivo oculto.

Acudo a lo último que me queda, así como un náufrago a una balza.

__¡Papá, falta exactamente un mes completo! ¿Por qué me martirizas desde ya? __Me mira y me sonríe.

__Para que vayas pensando que en Aproximadamente un mes tú tendrás un marido ante ti.

Mi mente explotó de inmediato. "dije qué"

Mi padre me dió un beso en la frente y se marchó a su despacho, lo miré irse, su espalda parecía verse solitario.

Yo aún no terminaba de entenderlo, ¿Por qué padre, por qué no decirme la verdad completa acerca de el por qué deseas verme casada? __Me dije a mi misma.

Esta noche, no fue una noche de sueños, tuve todo tipo de alteraciones en mis sueños, por ejemplo, incluso soñé con Jerome Falconi después de tanto tiempo.

En mi sueño, yo le confrontaba acerca de el por qué se fue así y sin despedirse, sin decirme algo que yo usara como respuesta a mis dudas.

Por la mañana, cuando bajé a desayunar, mi padre ya estaba sentado en la larga mesa, parecía que la distancia entre los dos era inmensa.

Suspiré, él empezó a comer. Yo tenía tantas preguntas que hacerle.

__Papá, dime ¿cuál otra razón tienes para verme casada tan pronto? __El titubeó.

__Las personas se conocen, se llegan a enamorar y deciden casarse. __Lo miré.

__No es mi caso.

__Nuestra familia se ha menguado, tu madre murió, tu hermano sigue en coma, y yo...

__¿Qué, que contigo padre?

__Jenna, la vida es como un sueño, hoy nos tenemos, mañana no.

__¡Papá, entiendo eso, pero casarme así sin estar conectada con alguien, sería estar con un desconocido!

__¡Un desconocido, siendo un buen hombre, no hay de qué preocuparse! __Dice mi padre viéndome fijamente.

Y yo no puedo creer lo que estoy oyendo, definitivamente él quiere entregarme a un tipo que ni sabe quién es, ¿no me amará como a su hija?

__¡Papá!, ¿y si te dijera que estoy bien? __Que no necesito de ningún hombre para depender mi vida.

__¡Para la sociedad en la que estamos si!

__¡Papá! __Dije colerizada.

__¡Te di un año para que te enamoraras, antes de ese año te dejé libre para que trajeras un buen hombre ante mi!__Mi padre respira con dificultad.

__¡No puedes pedirme que me obligue a enamorarme y casarme! __Lloré.

__Las mujeres somos independientes. __Dije en mi defensa.

__¡Compartido todo es mejor! __Dice mi padre.

__Un mes y se tiene que dar. __Dicho eso se levanta de la mesa y se va.

Sin entender a su desición, patalee como una niña pequeña.