Capítulo 2 Prólogo.

11 AÑOS ATRAS.

Hola esta es mi pequeña yo. La pequeña Chelsea.

Esta historia comienza mucho antes, pero empezaré a contar desde el momento en el que sentí las mariposas en el estómago, cuando se trataba de Jacob.

Era una tarde, estábamos en el sótano de la casa de Betty, mi amiga del colegio. Estaba Betty por supuesto, Jerry, Camila, Esteban, Jacob y yo.

Jugábamos a la botellita, el juego consistía en que quien le cayera la botella, debía hacer un reto que le pusieran.

-¡Giren la botella! -gritó, Betty.

Jerry se encarga de girar la botella. Se activa el modo suspenso, a ninguno quiere que le toque.

La botella gira y gira y se va deteniendo poco a poco, pasa por camila, Betty, jerry, esteban, jacob.... Se va deteniendo, vamos detente un poquito. Se detiene en mi.

-¡Ay no! -me quejo-Es trampa.

-Tranquila Chelsea-Jacob me soba el brazo-Estoy seguro que no te lo pondrán tan duro.

Yo le sonrio a mi mejor amigo, y espero que me pongan el reto.

Todos secretean, excepto Jacob y yo.

-¡Muy bien! -habla camila-El reto es que debes darte un beso con Jacob.

-¿¡Que?! -abro mis ojos, en gran sorpresa-No, Jacob es mi mejor amigo.

¿Quería el beso? O ¿No lo quería? Algo dentro de mi, lo quería. Pero yo sabía que era algo malo, él era mi mejor amigo. Y nosotros solo éramos unos niños de nueve años.

-Debes hacerlo o te vas-me reta camila.

La presión que me puso camila fue muy fuerte. Como todo niño, todos quieren tener amigos, y ser rechazados no es algo que agrade.

-Esta bien-digo, cabizbaja.

Yo veo a Jacob, nerviosa. Él no me mira a mi, esta sudando.

-Solo hagámoslo-dice él -solo será un beso.

¿Solo será un beso? ¿Estás seguro Jacob?

Yo asiento, y me levanto de rodillas hacia Jacob. Me inclino hacia él y pego mis labios en los suyos en un beso inocente, que solo duro cinco segundos.

-¡Uyyy!-gritan todos.

Jacob y yo tenemos nuestras mejillas coloradas. Yo lo miro, él me mira y sonreímos.

Desde ese día, todo estuvo perfecto. Jacob y yo nos sentíamos como dos niños enamorados, que no podían ser algo que más que eso. Porque nuestros padres nos regañarian.

Todo lindo hasta que llegó el día de despedirse, porque a mi padre le propusieron un buen trabajo en Inglaterra. Desde ese día no tuve mas contacto con él.