Capítulo 4 22 DE ENERO

"El precio de la inteligencia es la eterna soledad

Y el pensamiento final del mejor filósofo es el suicidio, la presión que lo ahorca..."

22 DE ENERO

"¿Por qué no aceptar el final de los mejores filósofos?

El suicidio, la liberación del alma que en el cuerpo se sofoca

¿Por qué tantos problemas señor psicólogo?

Entiende que los suicidas solo se liberan de esas manos que lo ahorcan"

¿Es cosa mía o los días se han vuelto más aburridos? Antes, cuando era un niño, todos los días veía algo que poder hacer; ahora solo puedo pasarme todo el día en la televisión, videojuegos, fiestas... pero no es mi caso; yo preferí descargar libros de internet y leerlos, al final, dicen que hay libros indispensables en la vida, libros que todos debemos de manera obligatoria leer, así, teniendo en cuenta que me queda solamente una semana de vacaciones antes de entrar a la universidad, por lo menos leeré algunos libros antes, además, tal vez así tenga respuesta a esa pregunta.

¿El suicidio es algo bueno? En todos los libros que he leído hasta ahora me dicen que es un acto de cobardía, los libros de psicología me dicen que es un problema; pero, ¿Quién estableció que esto fuera así? Todos dicen lo mismo, que es vil, pero nadie me dice el por qué, todos simplemente dicen que es malo porque te estás quitando la vida, entonces, ¿La muerte es algo malo? O, ¿Cómo? Ya no entiendo nada de lo que tratan de decir.

Da miedo morir, no lo negaré, esa sensación de desaparecer es horrenda, escalofriante, ese pensamiento, todo lo que ella conlleva, todo eso da miedo.

Bien puede que no haya nada al morir o puede que haya algo después, ambas, como dije, son igual de aterradoras, ambas causan pavor.

"Ese tema de la muerte no hay forma que no me repita

Hay dos opciones, hay o no vida tras esta

Ambas son igual de aterradoras, ambas me causan pesadillas"

Tal vez lo que más miedo me da no es tanto que no haya vida después de la muerte, al final, es la muerte, el final.

"He llegado al final de mi vida, final de la pesadilla

Se ha acabado el dolor, pero también las sonrisas..."

Cierto que después de morir los dolores desaparecerán a cambio de que la felicidad también lo haga... es un pequeño precio a pagar, lo veo rentable.

Pero este no es mi caso, no se acabarían los dolores, ya que dichos dolores no existen para mí, solamente acabarían las sonrisas; pero estas tampoco están, las perdí hace bastante tiempo. Lo perdería todo, mejor dicho, no perdería nada, ya que no hay nada que perder.

Pero lo que más miedo da, es que después de morir, haya vida después de esta, ya que muchos de los que han muerto son con el fin de descansar, pero habiendo vida después de la muerte implicaría no hacerlo, implicaría no descansar. No duermo porque creo que después habrá mucho tiempo para hacer eso, pero habiendo vida después de la muerte, todo esto sería inútil.

Morir y que resulte que no es el final, que hay algo más, no descansar... me parece absurdo. La muerte por lógica, debe ser el final, de no serlo, no podríamos llamarla muerte, pero lo hacemos, sabemos que es la muerte, el final.

Solo imagínense por un momento el morir y resulta que si hay algo después, un cielo o lo que ustedes quieran, imagínense lo que más les guste y lo que más los haga sentir bien; ¿Lo tienen? Ahora, para hacer las cosas más como estamos acostumbrados, no están solos, hay gente ahí, tus padres, abuelos, familia, amigos, pareja, hijos, nietos; es más, incluso hasta las mascotas que has tenido. Ahora, en ese lugar donde estas están todos tus enemigos, gente con quien no concuerdas, gente detestable, asesinos, el que mató a tus padres, el que mató a tu hijo, el que abusó de ti de pequeño, o cualquier otro trauma que pueda habitar en tu mente, ¿Dónde está entonces el descanso eterno? Tu descanso eterno, mi descanso eterno... ¿Sería posible? Y suponiendo que estos estén en el infierno, ¿Estaría bien que en toda su eternidad sufran?, ¿Y su descanso eterno? Si eso atormentara tu mente, ¿Podrías tener descanso eterno aun así?, ¿Dónde está el descanso eterno?

Además, ¿Quiénes son aquellos que pueden morir? Es obvio que son los que viven.

Relacionaré la vida como aquello que sea materia, energía y razón, estos tres forman la vida, cuando uno de estos tres se pierda, deja de ser vida.

Vida tras la muerte, algo ilógico al igual que paradójico.

Después de haberme ido ese día del parque, no hay nada de lo cual pueda destacar; simplemente leí, comí, me bañe, fui al baño y al final me dormí, no hay nada que destacar, más que la pregunta.

Aún no se la respuesta, ha pasado una semana desde la última vez que la vi, aunque estoy pensando en la pregunta desde que comenzó el año, incluso me atrevería a decir que desde antes, viene a mi mientras estoy despierto y mientras duermo.

No sé si decirle pesadillas, ya que eso es algo relativo, pero en esos sueños puedo verme morir de diferentes manera, pero la única que aún me desconcierta, es una donde simplemente caigo al suelo muerto, tras eso, veo absolutamente nada, todo oscuro, lo peor es que aun soy consciente, sin percibir tacto alguno, olor, ruido... nada; solo yo y la oscuridad, mi conciencia deambulando, yendo de un lado a otro; hasta que me doy cuenta que es un sueño, luego es como si saliera de mi cuerpo, logro ver mi cuerpo mientras que con mi ojo, observo mi habitación, intento hablar, moverme, pero solo hago ligeros movimientos y mi voz suena muy baja, como susurros, intento gritar y siento como mi voz desaparece, como si me ahogara, como si alguien apretara de mi cuello impidiéndome hablar, no es como la "parálisis del sueño", ya que no estoy despierto sin moverme, después de un tiempo de batalla, despierto, aunque siento como la cabeza aturdida, como si mi conciencia volviera a serla después de mucho tiempo, ahora ya no sé si estoy vivo o no. ¿Habré soñado con mi muerte o acaso acabo de nacer? Ya no lo sé.

Esto ha pasado seguidamente, incluso una vez me pasó cinco veces en una sola noche, después de la primera, era como si solo me durmiera parcialmente, como si solo un hemisferio de mi cerebro quisiera descansar y el otro no. Fue horrible.

Ha pasado una semana desde que la vi, es lo único que puedo destacar, eso junto con la lectura, aunque no hay ningún libro que pueda destacar.

Le dije que la próxima vez nos veríamos, pero no le dije a qué hora, aunque se dónde vive; así que no habrá mucho problema, no sé si ir a verla o no, al final, no tengo la respuesta y no sé qué hacer.

Pero, ¿Cómo puedo atreverme a hablar sobre la muerte y el suicidio si no lo siento? No es algo que haya vivido, he estado cerca de ella, pero no pasó a más.

"No se puede hablar de aquello que no se siente

¿Cómo es posible que sienta la muerte?"

Son las siete de la mañana, siento frío, aunque muchos dirán que no es normal, chequé mi celular y son 30°C de temperatura. Aun así, he de decir que no tengo para nada calor, siento frío, ¿O acaso serán nervios? Pero, ¿De qué?, ¿De verla?, ¿O de no tener que decirle? No sé qué me pasa, me percibo en un estado que nunca había experimentado. Hay ocasiones que me pierdo en mis pensamientos, tanto así que mi mamá hasta se preocupa cuando me ve en ese estado, dice que doy miedo, que regrese a este mundo... aunque el de mi mente es mucho mejor.

Me puse a leer para ver si es que encontraba la respuesta o me acercaba más a ella, pero en toda esta semana no encontré nada y creo que es lo mejor, de haberla encontrada implicaría decirle algo que no es mío, copia de la copia...

Llevo toda la mañana pensando, leyendo y reflexionando, pero no encuentro un por qué, estoy estancado, ya no sé qué hacer, estoy desesperado.

Bajo para comer y veo que mi mamá me ha dejado una torta, aunque no sé de qué es. Decido hacerme un café, tibio porque no tengo ganas de calentar el agua, tengo cosas más importantes que hacer. Me lavo las manos y me siento a comer.

Tras la primera mordida puedo sentir algo extraño en la torta, no me gusta, por lo que decido abrirla y puedo ver que tiene tomate y cebolla. Escupo el pedazo que tengo en mi boca a la basura y procedo a quitarlos de torta. No me gustan nada de frutas y verduras, me da asco, me provoca vómito, que me perdonen los veganos.

Es, a pesar de la edad, lo curioso de mis gustos completamente distintos a los demás, mi nulo gusto a la fruta y verdura frente al resto de mi familia, que por lo general a casi todos ellos les gusta, algunos les gusta una fruta en particular y otros les gusta en general, a todos les gusta las frutas y verduras, siendo el único que no le gusta este tipo de cosas, a pesar de que mi mamá me lo ha estado dando desde pequeño, hasta que un día simplemente no me gustó y hasta ahora es así.

Recuerdo estar entre mis primos y ver a todos ellos acabarse sus platos de verduras para luego comer alguna fruta y, en mi caso, dejaba más de la mitad del plato y, al solo haber frutas, simplemente me pasaba el resto del día con hambre, ya que si pedía más comida, al estar presente mi familia, las porciones eran contadas, por lo que era imposible que me dieran más carne y, en su lugar, me salían con lo mismo: "Tu primito se comió todo lo de su plato. Come todo lo de tu plato, así podrás crecer fuerte y sano". Como me molestaba esa forma de pensar, y más me molesta ahora cuando me doy cuenta que ninguno de mis primos está sanos, algunos incluso tienen enfermedades crónicas, ¿Dónde está lo de "Sanos y fuertes"?

No sé cuál es la manía de mi familia de hacernos a todos iguales, es decir, hacer que todos nos parezcamos.

Cuando íbamos a casa de un primo por su cumpleaños, solo podía notar el reflejo de los demás en él. Un balón de futbol del tío que le gusta el fútbol, unas pistolas de agua por el tío que le gusta la acción, un pizarrón de juguete por la tía que le interesaba la educación, una computadora de juguete por el padre que le gustaba la tecnología... y así puedo irme en innumerables ejemplos.

Todos estos hacían lo mismo con todos los demás, reflejando su "yo" en algún familiar, hijo, sobrino o nieto, siempre forzándolos a hacer que les guste lo mismo que les gusta a ellos.

Y que inteligentes resultaron, a decir verdad, al final todos esos primos o primas mías que se dejaron llevar por esto terminaron teniendo los mismos gustos que los demás. El primo que le dieron la computadora, el balón, la pizarra y las pistolas de agua, es un primo mío que le gusta la tecnología, el fútbol, quiere ser maestro y ama las películas y videojuegos de acción y disparos. Cuando le pregunto porque le gusta esto, él, solo me responde con un: "Porque me gusta" sin darme más explicaciones, ya que él tampoco sabe el por qué, solo sabe que le gusta.

Es como si lo hubieran convencido de que le gusta o debe de gustarle esas cosas, y no solo eso, a mis primas que le dijeron que no debe de gustarles el fútbol porque es juego de "hombres" siguen manteniendo esa mentalidad, ni una de ellas les gusta ese u otro deporte considerado para "hombres", como si las hubieran hecho creer que no deben de gustarles esas cosas.

Les hicieron creer que les debe gustar algo y los hicieron creer que no deben gustarles otras cosas...

Creo que ya tengo la respuesta...

Tras terminar de comer y tomar mi café, decido vestirme con una playera blanca, un pantalón de mezclilla y unos tenis negros. Tomo mi celular y veo que son las 12:00 p.m. Salgo de mi casa y me voy directo a verla. Esta vez decido agarrar algo de dinero por si acaso, por si llegara a necesitar comprar algo, como una botella de agua o algo por el estilo.

Salgo de mi casa y tomo el mismo camino que he estado tomando desde entonces, sin hacer ni un ligero cambio.

Como acabo de comer decido no caminar muy rápido, a pesar de que yo siempre ando con prisa. Odio a la gente que camina lento, me desespera, caminando sin preocupaciones, como si su vida ordinaria fuera perfecta.

Ahora camino lento para no tener problemas de dolor de estómago. Aunque en estos momentos, las calles se hallan nuevamente vacías, puedo ver algún que otro automóvil o motocicleta pasar de lejos, pero nada destacable.

En esta ocasión en lugar de animales "racionales", puedo ver palomas. También observo un perro durmiendo en una esquina de una calle y dos gatos pasear, pensé que pudieran estar peleando, pero al no oír maullidos ni bufidos, parece ser que solo están jugando. Se ven algo adorables, aunque me recuerda un poco lo ocurrido con el gatito del niño... en fin, mejor lo olvido, que no puedo hacer nada, ni era mío, así que no hallo forma de que pueda decir que lo siento.

"Muerte, mal necesario, el peor de los resabios..."

Camino hasta llegar al parque, con solo visitarlo unas cuantas veces ya lo conozco demasiado bien, como dije, no es muy grande, así que tampoco es difícil recordar.

Al llegar puedo observar que se encuentra sin ningún alma; aunque tal vez sea mi imaginación, se halla un poco gris el ambiente. Está un poco nublado, pero no creo que a eso se deba el color que ahora percibo.

Es algo subjetivo como estoy viendo ahora el parque, pero objetivamente estoy casi seguro que todos lo sentirían lúgubre, hay un aura de miedo en el ambiente, se puede sentir.

¿Ahora qué? No estoy seguro respecto que hacer, no la veo en ningún lado. No sé si quedarme sentado esperándola o la voy a buscar a su casa, no sé si llamarle o espero aquí hasta que me vea y venga hablar conmigo. Mientras pienso decido sentarme en una banca que queda cerca de su casa.

Si lo pienso, ya sé cuál es la respuesta a la pregunta, así que, ¿Por qué tendría la obligación de ir a comentárselo a otras personas? Al final, la mayoría prefiere las dulces mentiras antes que las verdades amargas. No debe importarme el difundir el mensaje, yo lo sé, ¿No debería ser eso suficiente?, ¿Quién soy yo para sacar a la gente de su fantasía, su burbuja, donde siempre han vivido?, ¿Soy capaz de sacarlos para matarlos en la realidad?

Mientras pienso todo eso puedo escuchar unos pasos silenciosos viniendo detrás de mí, al girarme puedo observar que es ella viniendo hacia mí con una sonrisa en la cara. Puedo ver que tiene el pelo suelto, una camisa blanca y un suéter amarrado en su cintura, acompañada de unos zapatos casuales.

-Hola -me dice para posteriormente sentarse a mi lado derecho.

-Hola... -le contesto dándole una muy leve sonrisa.

Tras eso, tal vez mi imaginación, pero sentí un segundo de silencio con una larga duración.

-Creo que hay dos preguntas que me debes por responder... -me dice con una sonrisa bastante amplia y oigo una ligera risa.

-Sí, lo sé.

-¿Y bien? ¿Por qué querías suicidarte ese día que te conocí?

-¿Por qué no? -le contesto mientras observo el cielo.

Hay un silencio algo incómodo entre nosotros dos, me ve con una cara de intriga mientras se halla perpleja por mi comentario.

-Creo que no te entiendo... -me dice mientras me ve. Por su expresión podría asegurar que me cree de loco.

-¿Es necesario una razón para realizar alguna acción?

-Pues... creo que sí, es decir, yo no haría algo si no tuviera motivos para hacerlo, y menos si se trata de algo así...

-Espera -interrumpo su habla, parece que le generé bastantes dudas con mi respuesta, como siempre. El que más sabe es el que más duda.

-Hay otra pregunta más que tienes en mente, ¿No es así? -la volteo a ver.

-Si... entonces, ¿El suicidio es algo bueno?

-¿Tu qué crees?

-No, no debe serlo, lo considero algo cobarde.

-Aparte de la cobardía, ¿Hay otro argumento que tengas para decir que el suicidio no es algo bueno?

-Pues... creo que si... -su vista cae hacia el suelo.

-¿Cuál?

-Pues... no sé, debe haber, pero ahora no se me ocurre uno, es decir, te estás quitando la vida, te mueres...

-¿Sabes lo que hay después de la muerte?

-No.

-¿Entonces cómo puedes asegurar que quitarse la vida es algo malo? ¿Qué tal si a este mundo venimos para suicidarnos? -le pregunto mirándola a los ojos. -No puedes garantizar que la muerte sea algo malo, por lo que ese argumento queda inválido, ya que no sabemos si la muerte es vil o no, por ende, el suicidio no puede ser malo solo basándote en ese argumento. Bien puede ser mala la muerte o no, mientras tanto, es un argumento que no debe estar en esta posición. ¿Qué otro argumento conoces por lo que el suicidio sea algo malo?

Puedo verla pensar un rato, pero no escucho ninguna respuesta.

-Recuerdo las conferencias acerca del suicidio que me dieron en mi secundaria y preparatoria -me dice con nostalgia. -Ahora que lo pienso, nunca me dijeron por qué ha de ser algo malo, solo me dijeron cómo identificar a una persona con ideas suicidas y como ayudarlo, pero... no recuerdo que me hayan dicho un por qué. Me dijeron que es algo perjudicial, pero nunca el por qué debería serlo.

-Si mal no recuerdo, la otra vez mencionaste que te gustaba las matemáticas, ¿No es así?

-Si.

-¿Por qué te gustan?

-No sabría decirte exactamente, lo estudio y siento algo en mí que hace que quiera seguir haciéndolo. También algunas amigas mías les gustan, solo que a ellas les gustaba antes que a mí por lo que tengo memoria.

-¿No te has puesto a pensar que, tal vez, te gusta algo por el simple hecho de que te lo han hecho creer? Es decir, que te han hecho creer que te gusta algo cuando en realidad a ti no te gusta nada.

Me voltea a ver con cara de sorpresa y durante unos segundos no me dice nada.

-Lo veo probable... En cierto modo a mí me gusta porque lo conozco, porque otros me han dicho acerca de él y ellos me dijeron que es algo beneficioso -me responde con duda.

-Lo mismo aplicaba a la inversa. Si te gusta algo es porque te han dicho que es algo bueno, cuando no te gusta algo es porque también puede alguien haberte dicho que es algo malo.

-Tienes razón, hay cosas, que antes de probarlas por mí misma, ya sé que no me van a gustar y la mayoría de veces termina así, no gustándome -reflexivamente voltea su mirada hacia una flor.

-Si lo vemos de otra manera, nosotros no somos más que las copias de los otros, lo que hemos leído, escuchado, rumoreado y los que nos han hecho creer, entre otras cosas. Los niños nacen ateos; sin embargo, muchos terminan creciendo y muriendo creyendo en un Dios, pero ellos al nacer no tenían esa idea, es más, ni les interesaba, pero los padres o gente de alrededor les han dicho de manera constante sobre esto, terminando de creer y gustándole.

Ella se queda pensando, pero no parece tener nada que decirme, parece qué está esperando a que continúe con mi explicación.

-Partiendo de eso, a ti, a mí, a tu hermanito, padres, a todo el mundo, no le gustan las cosas ni les disgustan: simplemente nos han hecho creer que así debe de ser, que esto es mejor que otro, que esto es malo o no. Los que les gustan el fútbol es porque sus padres le han hecho creer que les gusta partiendo de la base de que le deben de gustar, algo contradictorio, hacerles creer que le gusta por creer que les gusta. Esto se repite a ellos y a sus padres, de estos a sus padres y así en generaciones anteriores y posteriores. También esto aplica a todo en la vida, incluyendo el bien y el mal, es decir, la moral -mientras miraba hacia el lado izquierdo, puedo presentir como ella voltea a verme, por lo que me giro y confirmo mi sospecha.

-¿Al bien y al mal? -parece no creerme, tiene cara de duda y de disgusto. Verdades amargas.

-La ética ha estudiado durante mucho tiempo estos conceptos y sabe y está segura que algunas cosas son buenas o malas partiendo de argumentos que en profundidad terminan siendo lógicos y creíbles, estableciendo los conceptos. Igual, con ayuda del avance científico. Antes los negros eran esclavos porque se creían que había razas superiores, pero gracias a la ciencia sabemos que no hay razas humanas. Otro argumento a la basura. Pero no hay argumentos en todo, o no al menos argumentos que estén bien fundamentados, sino incompletos, inconsistentes, con aun muchas cosas que aclarar.

-Hay aún cosas que establecemos como buenas o malas sin realmente tener muchas ideas del por qué, solo lo establecemos así porque así nos lo han dicho -continuo con mi explicación. -Nos han dicho que el suicidio es malo, lo hemos visto en series, películas, libros... en todos ellos lo muestran como malo. La mayoría ve lo malo porque la familia sufre, cuando en realidad le han hecho creer que tiene que sufrir; la familia no sufre en realidad, pero sufre porque le han hecho creer que así debe de ser, pero el suicida no sufre, por ende, puede estar feliz, pero la familia o los amigos no, ¿No es acaso esto hipocresía? Ellos están tristes, por lo que deducen que es algo malo, pero el suicida puede estar feliz, ¿Solo por qué ellos no son felices pueden decir que es algo malo sin tener en cuenta a la otra persona? aquí hay dos o más sujetos, el suicida y el que ve o los que ven. Todos los que nos rodean nos han hecho creer que esto es malo, pero es solo eso, una creencia sin fundamento, sin un por qué, solo un qué. Es como la escuela, diciendo el "Como" pero no el "´Por qué" ni el "Para qué".

-¿Y si tu llegaras a padecer una enfermedad mortal? Una enfermedad que pone en riesgo tu vida, quedándote sólo una semana de vida por decir algo, ¿Te parecería hipócrita que tu familia esté llorando sabiendo que te van a perder, que te vas a morir? -ella me dice.

Nunca había pensado en eso, pero me temo que estoy obligado a decir que sí.

-Si, sería hipócrita, además, si tuviera una enfermedad que pondría mi vida a unos cuantos días, ¿Por qué habría que sentirme mal? Si se puede hacer algo, no hay para sentirme mal y, si no se puede hacer nada, tampoco hay razón para sentirse mal, ambos casos ya están escritos sus finales -le comento. La volteo a ver y parece aún no comprender lo que digo.

-En resumen, nos han hecho creer que el suicidio es algo malo, cuando no necesariamente es así.

-Entonces... ¿Es o no algo bueno? -parece que la pregunta principal no la he contestado.

-Malo no es, ya que en realidad nos han hecho creer que es algo malo.

-¿Entonces es algo bueno?

-No lo sé, lo único que sé es que malo no es, ya que nos han hecho creer que sí, que lo es, pero nunca sin un fundamento.

-Entonces, ¿Te querías suicidar por qué sí? ¿O acaso eres un cobarde?

-Un suicida no necesariamente es un cobarde, no es la única razón para ello, y tampoco es como si tuviera que estar siempre presente en todos los casos -le contesto con frialdad.

-Tu forma de pensar no me parece normal.

-¿En estos tiempos quien define la normalidad?

-¿Tienes problemas de algún tipo? -aún insiste.

-¿Problemas? No tengo ningún problema. Yo he pensado en suicidarme, ¿Eso quiere decir que tengo problemas? No, al contrario, soy feliz dentro de lo que cabe, aunque la felicidad no es una razón para darle sentido a la vida. ¿Por qué alguien que dice que se quiere suicidar, automáticamente es algo malo y necesita tratamiento?, ¿Quién dijo que debe ser así? ¿Por qué la muerte es algo malo? Y, si al final, ¿Resulta ser uno de los mejores bienes? Yo he pensado en suicidarme, lo intenté, ahora ya no tengo planes de hacerlo, y no por eso estoy loco o tengo problemas, tampoco es como si lo volveré hacer en un futuro, el problema, es que nos han hecho ver la muerte como algo maligno, y puede ser que en realidad resulte algo benigno. Que, por tener la idea, no significa que realmente haya un problema, no tiene nada de lógica ese razonamiento de la gente; la vida no tiene un sentido y no hay razones para darle sentido. Si te matas eso no quiere decir que eres alguien con problemas, si lo haces, tampoco voy a impedirlo. Dejaré que continúes con tu plan, ya que no es algo bueno, pero tampoco puedo decir que sea algo malo. El suicidio está mal... ¿Porque te estás quitando la vida?, y, ¿Como sabes que quitarte la vida es algo malo? Nos han hecho creer que quitarnos la vida es algo malo, cuando solo es desconocida, por lo tanto, eso no es del todo así. ¿"Por qué sufre la familia"? No, le han hecho creer a la familia que tiene que sufrir tras el suicidio de un familiar, pero ella no sufre, además, el hacerlo, sería hipócrita, porque lloran por ellos sin pensar en el otro, igual y él ahora es feliz, y llorar implicaría que ellos no quieren que él sea feliz. El suicidio no es un problema, el problema somos nosotros por verlo así. El suicidio es normal, no necesitas problemas para hacerlo; se necesita valor para realizar dicho acto, ¿Acaso el valor es malo? Mientras más rápido fallezcamos, menos durará este error, este terror. El humano siempre le tiene miedo a lo desconocido -me observa y presiento que en estos momentos tengo una cara de un psicópata.

-¿Por qué estás tan tranquilo cuando hablas de la muerte? -me pregunta con una cara de miedo.

-Pienso siempre, cuando veo a mi familia sentada en una mesa, que alguien de ellos va a morir el año que viene -me levanto de la banca con la finalidad de irme.

-¿Por qué?

La volteo a ver a los ojos directamente, me agacho y me acerco un poco más a ella, de frente a frente.

-Porque soy el nacido muerto... y tú, ¿Quién eres?

Se halla atónita, me observa aun directamente a los ojos, parece estar pensando si contestarme o no.

Finalmente decide hacerlo.

-Mi nombre es...