/0/5804/coverbig.jpg?v=a066c8a57e8e028a3ba19de7ce941dd5)
_Narra Nana Amira_
He ocultado este secreto por tanto tiempo y definitivamente lo ocultare hasta morir. No permitiría que por confesarle todo lo que sé a Maia quiera buscar venganza. No quiero que sufra más de lo que ha tenido que sufrir y pasar, sé lo impulsiva que es y como ama y lucha por lo suyo, y solamente ella saber todo lo que sé, sería capaz de buscar venganzas que la llevará a cometer actos que nadie estaría preparado para ver. Mi niña es sencilla y noble con quién lo merece o ella cree que debe serlo, pero tiene el carácter fuerte y sé que si la lastiman se puede convertir en alguien muy fría, sin sentimientos y sin ningún tipo de remordimiento al resultado de sus actos.
_Conocí a la familia Clayrton cuando apenas era una jovencita de 14 años el señor me rescató de las manos de unas personas crueles, malas y sin sentimientos, me tocó sacar las garras y ser fuerte por eso aún estoy aquí, mi hija Keila es hija de unos de los hombre mas malo que pude haber conocido, el cual abusó de mi infinidades de veces y yo siendo prisionera opción no tenía, a pesar de todo eso amo a Keila pues no tiene culpa de quién haya sido su padre, nunca le he dicho la verdad, solo sabe que su padre nos abandono.
Pero en realidad no es así, cuando el señor me rescató y rescató a todas esas chicas que se encontraban viviendo el mismo infierno que yo, ya yo estaba embarazada, desde que supe que venía ese angelito no hice más que amarlo y protegerlo. Si Keila supiera todo lo que he hecho por ella no sería como es, siempre las crié a las dos juntas, con amor, y ahora solamente ella piensa en ella, y maltrata a Maia y es algo que no me gusta y no pienso tolerar, solo espero que el tiempo no le cobre todo lo malo que ha sido.
El ver crecer a Maia es el vivo retrato de su madre, el estar con ella y ver en lo que se ha convertido me llena de orgullo, es mi hija y aquí estaré siempre para ella. A veces desconozco a mi propia hija, no entiendo su comportamiento, si yo las he tratado a ambas por igual, me preocupa y me da miedo que haya sacado todo el lado oscuro y malo de su padre.
Nuestro problema siempre ha sido que ella piensa que no me importa, que solo quiero a Maia cuando en realidad no es así, me importa y me preocupo por ella, y en verdad no entiendo su odio hacia Maia si yo siempre les he dicho que tienen que estar unidas, que no deben de dejarse solas, pero al parecer a ella no le importa nadie, ni yo que soy su madre, espero que mi hija entienda que no puedo dejar a Maia y que no voy a dejarla a ella, ambas son mi mundo, son mis niñas.
–Hola mamá– me dice Keila sentándose en el banco.
–Hola hijita, ¿cómo dormiste?– le digo mientras le doy un beso en la frente, pero se quita.
–Esos besos dáselos a tu niña favorita, a Maia.– en verdad no entiendo porque me trata así.
–Sabes que no tengo a ninguna favorita, las amo por igual hija.
–Si mamá claro.
Cambio de tema, no quiero volver a pelear con ella.– ¿Qué quieres de desayunar mi niña?
–Solo un café.– Me dice mientras ve el teléfono.
–Te va hacer daño si solo llevas café en el estómago hija, si quieres te preparo unos hot cakes, o waffles, o si quieres te picó fruta.
–Si mamá lo que quieras– dice de manera que ya no le hable, eso me pone mal, me gustaría que dejara de ser así conmigo.
Le preparo unos hot cakes, y su café–Ten hija– sin esperárselo le doy un beso y vuelvo al fregadero, para lavar los trastes que ocupé, veo que Maia baja.
–Hola nana–me da un beso
–Hola mi niña, ¿te preparo algo para desayunar?
–Si nana, un café y fruta picada por favor.
Me voy a preparar el desayuno a Maia, se lo doy y me quedo viéndolas, no sé que sería si se llegan a enterar de la verdad, solo espero que eso jamás pase, y mucho menos me gustaría que Keila se entrará, se también de lo que puede llegar a ser capaz.
Se van a la universidad, mientras yo voy a comprar para surtir la despensa, llegó al supermercado y compro lo necesario, veo a una señora con dos niñas y la niñas están jugando y no puedo evitar acordarme de mis niñas cuando antes jugaban juntas y se llevaban muy bien, después no se que pasó con su relación.
Llegó a casa y como siempre me pongo a limpiar, después a ver la televisión y en eso transcurre mi día hasta que llegan mis niñas, Keila se sube a su habitación y no sale, solo para comer o ir a la universidad, Maia se queda conmigo platicando de su día en la escuela y de su relación con Duncan, ese joven a demostrado lo mucho que la ama y la protege también lo considero como un hijo para mí, siempre que viene a ver a Maia me trae flores, es un joven muy bueno.