Capítulo 5 Quinteto

Para tus deseos quiero hacer lo necesario tus bellas montañas fueron tan suaves que en el horizonte y tu boca se convertían como un manantial para mi, siempre en mi mente estaba ese fruto delicioso que guarda en secreto, huerto particular de mis ilusiones y de las noches que me robadas todos los días de la semana. Cuando deseaste estar a mi lado, tu cuerpo fue mi esperanza infinita mi sábana, fue como mi ángel de la guarda para no morir todos los deseos que pensaba un quinteto de veces.

Estoy demasiado feliz cuando beso tus bellas fresas pintadas de un color muy hermoso y te regalé una suave mordida

un fuerte marca y respondiste con unauna risa. Deseos de lluvia que hicieron que te mojarse entre lágrimas y sudores mientras

apagué el incendio con mucha alevosía y pasión entre flujos o salivas apagué tus ganas en mis ganas para poder tener esa emoción que nos den más vida y probar cada delicia de nuestras almas.

Tus fantasías me hacen sentir como si fuera un niño pequeño, te quedaste exaltada cada vez que entrábamos en calor y yo pasé mis manos por tu zona débil mientras tus manos se aferraban a la cama cuando me introducía hacia ti y tus quejidos eran una expresión mucho más que explícita y como tu esencia se quedaba dentro de mi aspirando que se cumpla el ciclo que estaba escrito en nuestras vidas.