Capítulo 8 Preguntas

-Raúl, ¿tu estas seguro de tu diagnóstico, la vez anterior?

-Claro, me lo dijeron por dos ocasiones en esa clínica.

-Pues, la verdad, que, si no creyera en tu palabra, dijera que eso nunca paso.

- ¿Que me quieres decir?

-Amigo, en los análisis no refleja que tu hayas tenido problemas para procrear, o que tuvieras algo de problemas con el conteo de espermatozoides.

-No te lo puedo creer, todo este tiempo pensando que estaba destinado a no poder tener mi propia familia.

-Ahora que si hay la posibilidad de que el hijo que espera Tania es tuyo.

-Si antes creía un 50% eso, ahora con lo que me acabas de decir estoy 100% seguro de que el hijo que lleva en su vientre es mío, pues las fechas coinciden, pero ¿tendrá ella pareja?

-No, ella es viuda desde hace un tiempo, y supuestamente no quería saber nada de lo que tenia que ver con el amor, bueno eso es lo que me comento mi esposa, que ella le había contado, pues como sabes son muy amigas.

-Con mucha más razón ahora debo buscarla y conversar con ella, para saber qué haremos al respecto.

Fui de regreso a mi casa, debía organizar mis ideas y saber que era lo que le diría a Tania de mi sospecha, o de ser el caso, esperando que ella me diga que esta esperando un hijo mío.

[...] Narrador

Los padres de Raúl, estaban en una video llamada con los señores Bergman, pues estaban analizando la situación, pues Tania le había comunicado a su mamá, que estaba embarazada, además de quien era el padre de su hijo o hija, ese era el tema de conversación de estas parejas de amigos, ellos estaban contentos, pues siempre habían querido que sus familias estuvieran unidas.

Ellos habían tenido una hermosa amistad desde que estaban en la universidad, pues era donde ambos caballeros habían conocido a este par de amigas, se habían enamorado y posteriormente casado, pero para completar el asunto, se habían casado en la misma fecha en una boda conjunta.

La idea de juntar a esas almas solitarias como lo eran Raúl y Tania, había salido de la madre de Raúl, ella era una romántica empedernida, creía que la vida les había dado la oportunidad de ayudar a sus hijos a estar juntos, pues sabían que Tania le tenía mucho cariño desde pequeña a su hijo.

Estaban, además, planeando una cena especial para celebrar el hecho de que serían abuelos, pero había algo que también les preocupaba, y era el hecho de que Tania era un poco temperamental y su madre estaba preocupada pues sabia que su hija huía cuando se sentía presionada, o asustada, lo bueno era la comunicación que tenían y era probable que ella le dijera donde se encontraba.

[...] Tania

No puedo decir que no tengo miedo, estoy un poco ansiosa de lo que viene después, ahorita me encuentro en el aeropuerto con la idea de irme lejos de la ciudad, a un lugar donde pueda prácticamente comenzar desde cero, pues no quiero complicaciones, aunque he pensado que lo mejor que pude haber hecho era decirle a Raúl que seria padre, pero el miedo como reitero me pudo.

Sabia que mi bebe no debía recibir la tensión y estrés que la situación me estaba ocasionando a mí, así que decidí mejor descansar, como había comprado un pasaje en primera clase, era mucho más cómodo, además de que era asientos un poco separados, no tenía algún molesto compañero o compañera muy cerca de mí, pues no estaba de ánimo para poder entablar conversación con nadie.

Al cerrar los ojos, vino a mi mente la mirada de Raúl, la ultima vez que estuvimos juntos, el recuerdo de sus besos caricias, era como si el tipo este me hubiera embrujado, quizá había ejercido algún embrujo conmigo <>pensé.

De pronto, escuché una voz conocida llamarme, creí que se trataba de un sueño, pero...

-Tania, Tania, al fin te encuentro

- ¿Perdón? – conteste un poco adormilada

- ¿Pensabas irte sin hablar conmigo? – dijo él.

- ¿Raúl? – dije un poco asustada y terminando de despertarme.

¬-Sí, el que viste y calza, aquí me tienes, tomando un avión de improviso, y paralizando media ciudad para encontrarte – exclamó.

No podía creer aun que se encontrara en el mismo avión que yo, pero justo en ese momento quede en shock y me desmaye.

Un momento después, me desperté en una camilla de la sala de primeros auxilios del avión, Raúl estaba a mi lado, mantenía cogida mi mano, y con la mano desocupada sobaba mi cabello.

[...] Raúl

Corrí por la ciudad como loco buscando a Tania, justo después que la madre de Tania me llamara diciendo que ella se iba del país, yo no podía creer que se iba junto a mi hijo o hija, y que por último no me había dicho nada, o sea se iba a ir sin que habláramos.

Llame a uno de mis amigos, el que siempre está haciéndome las averiguaciones del caso, cuando necesito, y dio con el vuelo en el que se encontraba Tania, me faltaban casi dos horas para que salga ese vuelo, así que tenia que apurarme en llegar.

Me consiguieron el asiento a lado de ella, y cuando llegue la encontré dormida, sin querer escuche que en sus sueños me llamaba, algo que me llenó de orgullo, pues quiere decir que me piensa hasta en sus sueños. La desperté, pero creo que la impresión fue algo fuerte, pues termino descompensándose, con una de las azafatas la pusimos en la camilla de primeros auxilios, le dije que no se preocuparan, pues asumía que eso le había pasado era por el embarazo, tomé su mano y empecé a sobar su cabeza, cuando volvió en sí, me miro un poco extrañada, asumo que aun no creía que estaba con ella.

-Tania debemos hablar – le dije y me atreví a tocar su vientre

-Raúl, yo...

-No te preocupes no he venido hasta acá para reclamarte nada, solo debemos poner las cosas claras.

Dicho eso, solo me contesto con un asentamiento de cabeza, espere que se repusiera para poder irnos a nuestros asientos, pero previamente había pedido que si era posible cambiarnos de asientos a unos que estuvieran juntos.

            
            

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