Mi nombre es Eleonor , tengo 10 años y aunque para muchos les resulte muy macabra mi historia la seguiré relatando las veces que sean necesaria porque de mí nadie , absolutamente nadie tuvo ni la mínima compasión . Una vez más mi madre y yo nos mudamos , solo que esta vez mi madre me dijo que sería la última vez porque ya no soportaba mis actos de niña mimada , que tenía que cambiar mi conducta y sobre todo en el colegio donde me encontrará .
Diciéndome a la vez que el bullying es algo totalmente normal cuando sé es nuevo, a decir verdad y aunque tenía poca edad no concordaba con las palabras de mi madre, era yo, era yo la que recibía a diario los maltratos los que llegaron hacerse demasiado insoportable para mí. Todos los días llegaba a casa llorando, sin zapatos, corte de cabello, uniforme sucio por el lodo era lo que hacían conmigo mis compañeras de clases. Un día me encontraba sola en uno de los baños del colegio haciendo mis necesidades , algo había comido que me cayó pesado , mi estómago me dolía horriblemente en pocas palabras me sentía muy mal , cuando de pronto abrieron la puerta bruscamente , al escuchar las voces enseguida me di cuenta que sé trataban de las cuatros chicas que siempre me maltrataban , mi corazón se aceleró y mi cuerpo comenzó a temblar de una forma incontrolada , mis lágrimas enseguida brotaban sin cesar , pensando que no sabían que me encontraba ahí, me llevé las manos a la boca para que no sintieran mis sollozos... El miedo en ese momento me volvió completamente torpe chocando mi pierna derecha con el cesto de plástico que allí se encontraba , no pude evitar retirar mis manos de la boca y decir a viva voz ... ¡¡rayos !!... ¿quién está ahí? ... preguntó una de las chicas, el silencio se hizo absoluto por algunos segundos. Buscaron cubículo por cubículo hasta encontrarme. Al verme sus risas se me hicieron insoportable, ni siquiera lo pensaron me tomaron del cabello y me arrastraron, mi cabeza impactó contra el muro de concreto dejándome mareada y con mucho dolor. Pedía a gritos que me dejaran en paz, pero no, disfrutaban del momento cuando de pronto sentí un fuerte golpe en mi estómago
dejándome casi sin respirar. Una vez más me arrastraron hasta llegar al inodoro donde había hecho mis necesidades donde no tuve ni tiempo de descargar y mi cabeza, rostro la restregaron en el mismo, luego me amenazaron que sí decía algo ellas me matarían y me enterrarían en lugar donde nadie pudiera encontrarme. Luego se retiraron riendo hasta más no poder. Estaba hecha un verdadero desastre, adolorida y sucia ... estuve horas en aquel baño hasta que llegó la noche para poder salir y no ser vista por nadie más. Llegué a casa y mi madre no sé encontraba así que me di un baño y esperé que llegara. Ella estaba muy alterada y sin pensarlo sé me lanzó arriba y me golpeó hasta el cansancio, no dejó que explicara por qué yo había llegado tarde a casa, no hice ningún movimiento, solo dejé que me golpeará. Mi actitud la volvió aún más loca y me ofendió diciendo palabras que nunca pensé que una madre le diría a una hija. ¡¡Estás loca y te voy a internar en un manicomio!!!
Los gritos de mamá resonaban en toda la casa y yo seguía ahí adolorida por los golpes y sin pronunciar palabra total, ella nunca creía en mí y mucho menos iría al colegio para averiguar si lo que yo decía era verdad o no. Su asqueroso trabajo de contabilidad era mucho más importante que yo. No me importa lo que piensen de mí tuve que actuar y no me arrepiento de nada ... esa noche luego que mi madre quedará dormida la amarré de los barrotes de la cama, asegurándome que no logrará soltarse y la dejé amordazada para evitar que gritará y luego cerré la habitación con llaves. Esperé sentada el amanecer , me alisté y salí para el colegio , una vez allí, busqué a las cuatros compañeras que abusaban de mí y las invité a mi casa diciéndoles que haría una reunión de amigas solas nosotras cinco , al día siguiente era sábado y no teníamos colegio ... unas risas sarcástica salieron de ellas , pensé por un momento que rechazarían mi invitación pero no, ellas aceptaron , sus miradas reflejaban mucha maldad , podía leerle los pensamientos a cada una , estoy segura , que después que di mi espalda planearon algo más perverso para mí... jajaj... jajajaj.. jajajaj. Era mi momento y no podía falla. El día llegó, serían las dos de la tarde cuando cada una de ellas llegaron a casa. Extrañadas preguntaron por mi madre, mi respuesta fue la siguiente ... mamá salió de compras al súper mercado, pronto estará
aquí con nosotras. Las invité a sentarse en tanto yo fui a la cocina por cinco vasos con jugo dejándole caer unas gotas que mamá en su momento usaba para que yo durmiera cuando hacía sus salidas nocturnas con sus amigas y amigos. Dejándome completamente sola en casa , sabía que eran muy efectivas , solo que en este caso use muy poco ... brindemos por una nueva amistad a partir de ahora, fueron mis palabras . Ellas terminaron riéndose a carcajadas ... ¡¡de verdad tú crees que habrá una nueva amistad entre nosotras !!... exclamó una de ellas sin tabú en la lengua. La verdad que eres tonta e ingenua en pensar que porque hayamos aceptado tu invitación serías amiga de nosotras ... jajajajajaj.... jajajajaj... ¡¡Bueno igual no pasa nada!! ... vamos a brindar por estar reunidas hoy en mi casa. Chocamos los vasos entre sí y bebieron la bebida hasta terminarla, luego de algunos minutos comenzaron a perder fuerzas y una por una cayó al piso cómo si de gelatina se tratase. Esta vez la que reía era yo, me sentía bastante satisfecha por mi hazaña... ya no le harían más daño a nadie. Luego de algunos minutos largos arrastre los cuerpos desmayados, tomé una soga y las amarré a las cuatro de tal forma impidiéndoles que se movieran. Luego fui hasta la habitación donde estaba mamá. Sus ojos desorbitados querían decirme algo, el desespero reflejado en su rostro la verdad me hacía muy bien, ella lo merecía, el miedo, terror era lo que reflejaba su rostro ... la miré fijamente y entonces le dije... ¡yo iré al manicomio del que me hablaste! ... pero tú irás al infierno junto a mis compañeras del colegio. Una voz en mi mente me susurraba que actuara, que actuara rápido y así lo hice... tomé un pomo de cristal el cuál contenía un ácido mortal que mamá conservó por años, lo destape y lo rocíe en su rostro hasta verla revolcarse de dolor, poco a poco su piel fue desprendiéndose hasta quedar en los huesos. Pero aun así seguía con vida, la dejé y me retiré cerrando la puerta tras de mí. En pocos minutos sabía que moriría. Fui hasta donde estaban las chicas, ya se encontraban despiertas y al verme noté como el terror que reflejaban al verme las dominaba. Me dirigí a la cocina y allí cogí el cuchillo más grande y filoso que había, me senté frente a las chicas y las estuve observando por varios minutos, la verdad me hacía muy bien verlas aterradas, horrorizadas. Una por una le fui
cortando la lengua hasta que las vi tintas en sangre , luego tomé el pomo con ácido y con una jeringuilla de cristal saqué del líquido más preciado que guardó mamá por años (ácido)... y de apoco y a cada una de ellas terminé enterrando la jeringuilla en los ojos hasta dejarlas a todas ciegas ... ya no veían, no hablaban ... ya no podrían hacer más daño ... yo reía una y otra vez ... jajajaj... jajajajaj... después me senté a esperar como todas decían adiós a la vida ... todas incluyendo a mi madre murieron lentamente , fue así cómo un día mi padre fue asesinado , yo presencié como mi madre mató a mi padre frente de mi rociándole ácido y luego lo apuñaló como mejor le pareció, luego mi hermano de tan solo días de nacido. Nunca aceptó que mi hermano naciera sin sus manitas, la malformación congénita de mi hermano la llevó actuar macabramente, rociándole ácido en todo su débil cuerpecito hasta matarlo. Mi padre solo intentó impedir que ella asesinara a mi hermano. Yo me pude escapar de sus garras malignas hasta que su enojo pasó. He vivido bajo presión toda la vida, bajo el maltrato de mi madre y los abusos de bullying en el colegio. Ya era hora de cambiar todo en mi vida ... hoy me encuentro encerrada en un lugar que desconozco, no tengo acceso a nada, no sé cuándo es de día o de noche. Pero de una cosa estoy segura que más nadie me hará daño...
Quizás esté en el lugar que mi madre mencionó un día, en el ... MANICOMIO.