Ubicada en Monterrey, en el municipio de Guadalupe. Existe una casa a media construcción con una fachada impresionante, pero con un aspecto extraño porque los accesos son atreves de rampas.
Se cuenta que la persona que mando a hacer la casa tenía una pequeña hija que se encontraba en silla de ruedas y que por eso la casa tenía ese estilo para que no tuviera ningún problema al desplazarse de su habitación a cualquier otra parte.
Cuando en una ocasión el dueño decidió llevar a su hija para que conociera su nuevo hogar.
La niña emocionada pidió que la llevaran a la parte alta, mientras fascinada miraba la casa y observaba el paisaje, su padre bajo para seguir trabajando, de pronto se escuchó un grito de terror y tan solo un momento después un ruido estrepitoso, la niña había caído al vacío y había muerto al instante.
Después del accidente nadie quiso volver al lugar, solo el padre con el corazón hecho añicos se embriagaba dentro hasta que no poder más y decidió quitarse la vida, a partir de entonces la construcción se suspendió y la casa fue abandonada.
Fue entonces cuando los vecinos empezaron a decir que cosas muy extrañas pasaban en el sitio.
Muchos testimonios señalan que cuando pasaba por la casa se sienten escalofríos y una sensación de ser acompañados y veían a la niña asomada por la ventana siguiéndolos con la mirada.
Muchos investigadores de lo paranormal han ido para encontrarse con la pequeña, dicen que la han visto pasando de un lado a otro como si estuviera en su silla de ruedas, ruidos de la pequeña en donde llamaba a su papa y le decía que no la dejara sola.
Hay quienes aseguran que el espíritu de la pequeña no se encuentra solo pues hay personas que ingresan para llevar a cabo toda
clase de ritos satánicos y llevan gran clase de artilugios que son utilizados para hacer invocaciones a demonios o espíritus.
Existen videos en redes donde aseguran haber visto a algo o alguien que se encuentra en el interior.