MALDITO.
img img MALDITO. img Capítulo 4 MUNDO EXTERIOR.
4
Capítulo 6 BAILE. img
Capítulo 7 LOS CAZADORES. img
Capítulo 8 NOCHE TRÁGICA. img
Capítulo 9 ALCANZADOS. img
Capítulo 10 MASACRE. img
Capítulo 11 ATRAPADO. img
Capítulo 12 SOBREVIVIENTES. img
Capítulo 13 CELO DESCONTROLADO. img
Capítulo 14 BELLAS DURMIENTES. img
Capítulo 15 NO TE MUERAS. img
Capítulo 16 HUIR. img
Capítulo 17 MAMÁ TE PROTEGERÁ. img
Capítulo 18 RECUERDEN QUE LOS AMO. img
Capítulo 19 HUYE Y SOBREVIVE. img
Capítulo 20 LA APARICIÓN DEL ALFA. img
Capítulo 21 AMENAZA. img
Capítulo 22 NO TENGAS MIEDO. img
Capítulo 23 TODOS ESTÁN MUERTOS. img
Capítulo 24 DESMAYO. img
Capítulo 25 MÉDICO. img
Capítulo 26 KENIA. img
Capítulo 27 MIEDO. img
Capítulo 28 PERSEGUIDAS. img
Capítulo 29 LA VERDAD DEL MISTERIO. img
Capítulo 30 EGOÍSTA. img
Capítulo 31 EL NOMBRE DEL DESCONOCIDO. img
Capítulo 32 CORRIENTE ELÉCTRICA. img
Capítulo 33 SUICIDIO. img
Capítulo 34 CALOR. img
Capítulo 35 LLAMADA. img
Capítulo 36 ATENCIÓN MÉDICA. img
Capítulo 37 LOS SENTIMIENTOS DE HÉCTOR. img
Capítulo 38 PRUEBAS PARA LA DONACIÓN DE SANGRE. img
Capítulo 39 EL PASADO DE HÉCTOR. img
Capítulo 40 PESADILLA. img
Capítulo 41 VIOLADOR. img
Capítulo 42 OTRO SUICIDIO. img
Capítulo 43 MUERTO EN VIDA. img
Capítulo 44 TRÁEME A MI FAMILIA. img
Capítulo 45 LLAMANDO A MADRE. img
Capítulo 46 DÉJAME MORIR. img
Capítulo 47 ME TIENES A MÍ img
Capítulo 48 EL GRITO DE LEO. img
Capítulo 49 LA AMENAZA DE PAULINA. img
Capítulo 50 PAULINA SE ENTERA DE LEO. img
Capítulo 51 ULTIMÁTUM img
Capítulo 52 LA FAMILIA ES LO PRIMERO. img
Capítulo 53 UNA PSICÓLOGA PARA LEO img
Capítulo 54 TERAPIA img
img
  /  1
img

Capítulo 4 MUNDO EXTERIOR.

Su hermana estaba haciendo de las suyas otra vez.

A su hermana la encantaba moverse y casi nunca se cansaba, Leo no sabía si era porque ella era Alfa, pero tenía una fuerza física que a veces envidiaba.

Su hermana estaba bailando con el resto de la gente, él la miraba sin decir nada mientras seguía bajo los árboles con su madre, y otras personas que eran como vampiros cuando veían el sol.

Pareciera que su hermana no podía vivir en paz sin molestarle, ahora estaba mostrándole su lengua, haciendo señas burlándose de él, porque ella sí podía bailar durante mucho tiempo, y él no.

Cuando Leo la fulminó con la mirada y chasqueó los dientes, Sara se puso a reír.

Leo quería arrancarla esa sonrisita, pero si hacía algún movimiento su madre le volvería a castigar, y acabaría arruinando el plan otra vez.

-Mierda debo aguantar, no dejaré que mi hermana lo fastidie otra vez

Posteriormente su madre se fue a descansar, la luz del sol solía afectar mucho sus ojos y piel.

Su Padre fue a hablar con otros betas y alfas en el abáa.

El abáa era una casita de madera, en el que sólo podían entrar alfas y betas, ya sea para alguna reunión, para charlar de tonterías o para beber.

Estaba estrictamente prohibido que los omegas entraran, ya que sólo era un lugar de betas masculinos y alfas.

También se le podía llamar al abáa casa de palabra, ya que lo que más hacían ahí era hablar de diferentes asuntos.

Y mientras tanto su hermana se había descontrolado, como ya tenía edad suficiente para beber se emborrachó un poco, y ahora estaba ligando o más bien acosando a algunos chicos omegas.

Pese a la cantidad de bebida que había tomado todavía no estaba tan borracha como los demás, además de haber nacido alfa, fuerte, carismática y hermosa, nació con una gran tolerancia al alcohol.

-Tch, realmente me molesta que tenga tantas cosas buenas.

-Leo. -Susurró una voz conocida.

Cuando Leo escuchó esa voz tan de repente, no pudo evitar gritar de susto.

-Dios.

Abrió sus ojos como slow loris, sintiendo una especie de calambre recorrer todo su cuerpo.

-Calma soy yo.

Lucas no podía parar de reír por la reacción tan divertida de Leo.

Más tarde Lucas se arrepintió por asustarle porque Leo se veía muy molesto con él, se podía ver a simple vista mirando sus ojos inyectados en sangre, y su cara seria a punto de matar a alguien.

Leo sintió que su corazón se saldría por su boca, le latía el corazón a mil y estaba sudando no sólo por el calor, sino por el susto.

-Perdón.

Lucas dejó de burlarse de Leo sólo le quedaba disculparse, su rostro ahora se veía dolido y arrepentido.

-Perdón nada, cómo se te ocurre hacerme algo así. Eso lo entiendo si es André porque es un amargado...

-A quién llamas amargado?.

André apareció interrumpiendo los regaños de Leo, frunciendo el ceño. Mientras que el resto de los amigos se burlaban de él.

-Pero de tí no me lo esperaba.

Leo siguió con los regaños.

Él Cruzó sus brazos, mirando a otro lado, ignorando por completo a Lucas.

-Leo lo siento, de verdad.

A Lucas le importaba mucho la opinión y sentimientos de Leo, si fuera otra persona no le daría tanta importancia.

-No hagáis como si no existiera.

André gritaba con la cara furiosa porque pasaban de él, haciendo como si no existiera.

La cara triste y dolida de Lucas ablandó el corazón de Leo, él no podía enfadarse con él cuando se ponía así, hasta ya no estaba molesto.

-Está bien.

Leo pasó totalmente de los gritos de André y aceptó las disculpas de Lucas, de todos modos él no quiso asustarle adrede por lo que lo dejó pasar.

Lucas le sonrió y le abrazó, aliviado de que ya no estuviera molesto con él.

-Ya veo que soy un cero a la izquierda.

André siguió con sus quejas, pero sólo consiguió que todos se pusieran a reír.

André suspiró, cansado por quejarse por gente que no le tenía en cuenta, al final se resignó.

-Es hora de irnos.

Cuando todos oyeron lo que dijo André, se pusieron serios.

Uno por uno fue huyendo con sigilo para que nadie les descubriera.

Al cabo de unos minutos huyendo poco a poco, aprovechando que todos estaban ebrios, ya sea por alcohol o la fiesta.

Cuando todos salieron por fin del refugio, vieron por primera vez el mundo exterior.

-Qué raro. -exclamó Rai.

Rai era un beta que tenía un ojo blanco y otro azul, tenía una cara linda e inocente, tenía la misma edad que Leo pese a que él era más alto.

Otra razón por la que Leo odiaba haber nacido omega.

El lugar estaba casi desierto, sólo se podía ver los árboles.

No era lo que se imaginaban.

No había casas cercanas, las carreteras estaban en muy mal estado, había baches por todas partes.

Se veía igual que el patio donde solían jugar en el refugio, lleno de polvo y árboles.

Cualquiera pensaría que era un pueblo fantasma, tampoco había nadie alrededor.

Leo se escondió detrás de Lucas, agarrándole su camisa por el miedo.

-Esto sólo es el principio.

Lucas intentó calmar la tensión, diciendo cosas relajantes, sonriendo a todos.

Leo le mostró una sonrisa rígida, en respuesta a la suya.

Le encantaba Lucas, era como un hermano mayor, siempre les estaba cuidando y animando.

-Parecéis gallinas, ni que hubiera fantasmas aquí.

A André no le afectaba el estado del mundo exterior, más bien estaba emocionado de tener una aventura fuera del refugio.

Leo quería matarle en este mismo momento, creía que André no tenía nada de delicadeza.

Tan difícil era decir las cosas con amabilidad?

En vez de ayudar sólo les puso más tensos de lo que ya estaban.

-Aquí hay fantasmas?. -preguntó Rai, agarrándose a la camisa de Leo.

Para la desgracia de Rai él no toleraba los fantasmas, y el idiota de André le había asustado mencionándolo.

-Shh, no hay fantasmas aquí, no existen.

Leo intentaba tranquilizar a Rai, acariciando su cabeza, o al menos intentándolo, porque con su altura le era casi imposible.

Pese a que Leo le decía que no existían los fantasmas Rai no conseguía tranquilizarse, en muchas tribus africanas todavía se creía en los espíritus.

Algunos llegaban a pensar que si uno le faltaba al respeto a uno de los espíritus, les maldecirían. Por lo que era comprensible que a Rai no le agradara el simple hecho de mencionar a los fantasmas.

-No digas esa tontería André.

Lucas también se quejó, esta vez no estaba sonriendo como de costumbre. Siempre André conseguía sacarle de quicio.

-Ya entendí, sigamos.

Como André no quería seguir discutiendo por tonterías prefirió seguir sin tocar el tema.

Al menos Lucas le había parado los pies.

-Yo prefiero... no seguir.

El lugar había asustado a Rai, pero André le dió el golpe de gracia diciendo todo eso. Era normal que tuviera miedo y no quisiera seguir.

-De qué estás hablando, Rai?

Esto era lo que faltaba para que André se molestara de verdad, quería golpear a Rai por querer arruinar sus planes.

La cara de André asustó a Rai, provocando que se escondiera aún más detrás de Lucas, al lado de Leo.

-Yo...

Ni siquiera Rai pudo pronunciar palabra, por la intensa mirada que le echaba André.

-Yo qué, explícate. -gritó André.

Él estaba que echaba humo por las orejas con los ojos lleno de furia.

Cuando Leo vió la actitud de André hacia Rai no pudo evitar pensar

Mierda, acaso es estúpido o se hace. Cómo va a explicarte si no le dejas con tus gritos?.

Rai se encogió de hombros, ni se atrevió a mirar directamente a los ojos a André, menos pronunciar palabra.

-Qué te has creído?

            
            

COPYRIGHT(©) 2022