/0/6127/coverbig.jpg?v=adf507028e4f3f79b0285199008acca1)
1 Semana después. - Mama quédate conmigo por favor- Las lágrimas bajan por mis mejillas, pero ella ni siquiera me mira. La veo maquillarse y colocarse un vestido corto que apenas le tapaba las nalgas. - Mama a donde vas tan tarde de la noche?- Pregunto sin obtener respuesta. La veo salir. Miro por la ventana y se sube a un vehículo negro. Las lágrimas no paran en salir. Las chicas de la escuela tenían razón. Mama siempre se ve con hombres diferentes y se pone ropa que no le tapan casi nada. - Porque lloras cariño- Mi hermano entra a la habitación.
- Mama es una puta?- Pregunto - no importa que lo que sea mamá- Dice y me limpia las lágrimas- Tengo una buena noticia. Celebraremos tus 13 años y vendrán nuestras primas. Eso me puso feliz, muy feliz. Me acoste a dormir y desperté con el ruido de la puerta. Me levante de la cama y vi a mama con un hombre. - Búscame agua mujer- dijo el hombre de pelo largo que no conocía. Mama se fue a la cocina y mi mirada se cruzó con la de ese señor. Sentí sus pasos hacia mi y luego sus manos sobre mi. Quiero gritar pero me tapa la boca. - Shhhh mocosa- Dice mientras toca mi cuerpo- Si no obedeces mato a tu madre- Las lágrimas bajan por mis mejillas. Su mano se adentra por mi pantalón, quiero gritar pero mi madre no puede morir. - Qué haces- Vuelve mi madre - Tranquila, te daré mucho dinero. Mi madre le pasa el vaso con agua y no hace nada. Ella no quiere que la maten y por eso deja que me toquen, ella no es mala. El señor sigue tocándome pero ya no aguanto más. Las lágrimas cada vez son más y siento pasos. - Que estás haciendo cerdo asqueroso?- Mi hermano le pega con un bate en la cabeza. La sangre sale inmediatamente y no se que hacer- Maldito asqueroso. Y tu- Se dirige a mi madre- Eres una maldita puta, que no nos merece como hijos- Sigue dándole con el bate al señor. Este deja de moverse y mi madre llora- No mereces a Melody como hija, no me mereces a mi y resígnate a que no te queremos ver. Mi hermano sale y vuelve unos minutos después. Mi madre no reacciona solo está hay mirando. Se escuchan sirenas de policías. Mi hermano me lleva a la habitación- Me quieres? - Pregunta - Mucho- digo con lágrimas en los ojos. - Si me quieres, le vas a decir a la policía que mamá mato a ese hombre porque estaba abusando de ti. - Pero siempre has dicho que no es bueno mentir. Yo no quiero tener la nariz como Pinocho. - A veces la vida nos obliga hacer cosas que no queremos- Me dice y limpia mis lágrimas- Aveces tenemos que mentir por las personas que queremos. Los policías entran y ven el cuerpo. Tienen armas. Mi hermano le susurra algo a mi madre y está asiente. - Yo lo mate porque estaba abusando de mi hija- Le dice a los policías. Me hacen preguntas y digo que si. Se llevan a mi madre esposada y jamás vuelvo a verla... - Mamaaaaa- La luz entra por la ventana. - Estás bien Melody?- La voz de mi hermano hace eco- Solo fue una pesadilla- Más que una pesadilla fue un recuerdo. - Estoy bien. Gracias- Las pesadillas están volviendo. Mi respiración es agitada - Estoy aquí contigo cariño. - Lo se. Lo supe desde que me salvaste esa noche- Digo con total sinceridad- Si no hubieras salido de tu habitación- Empiezo a llorar- No se que hubiera pasado, o quizás no quiero imaginarlo. - Tranquila- Lo abrazo- Sabes que haría lo que sea por ti, y te diste cuenta cuando mate a ese asqueroso. - Como crees que esta mama? - Sabes, no te voy a obligar a olvidarla o a qué no la llames mamá, pero ella ya no es mi madre, dejo de serlo en el momento que permitió que te tocaran. Asiento y me paro de la cama. Voy al baño tomo una ducha y cepillo mis dientes. Me coloco un unos jeans blancos y una blusa negra con sandalias negras. Fuimos a la plaza para amueblar la casa y conseguimos muebles lindos, y otras decoraciones. 5 días después. Finalizamos la decoración de la casa y volvimos a la plaza, pero esta vez a los puestos de comida. Compramos comida rápida y nos sentamos a comer. - Deberíamos se hacer esto más seguido- Comentó mientras me como un helado. - Estoy de acuerdo- Se para de la mesa- Iré por mi helado- Se va al puesto de helado y mi mirada se encuentra con un chico alto de ojos verdes. Lo admiro sin importarme lo demás, es muy guapo y no baja la mirada, sino que disfruta que lo observe. Pasan unos minutos y siento que me tocan el hombro- Acaso interrumpo tu momento de debilidad. Al menos disimula que te estás comiendo a ese pobre chico. - Solo estaba mirando- Respondo restándole importancia- Amo el helado de chocolate- Le tiro una indirecta logrando que me de un poco de su helado. - Ese chico al que observabas, también es pelirrojo como nosotras- Me susurra al odio - No lo había notado- Digo con sarcasmo Mi mirada se vuelve a encontrar con la de ese chico dos veces más hasta que decidimos irnos a casa. Alan- Aidan La veo dormir y me da paz. Creo que mi hermana vino a la vida a ser increíble, a brillar porque cuando la veo eso es lo que veo. Veo luz, ella tiene la capacidad de hacerte sonreír aunque no quieras. Siempre he tratado de mantener su inocencia intacta, aunque perdí la mía en el proceso. Cuando mate la primera vez para salvarla, digamos que me sentí aliviado. Acababa de matar a un violador. Seguí con mis estudios y conocí a David. El me enseño de las peleas clandestinas. Me contó que allá se ganaba mucho dinero y no dude en apuntarme. El primer día vencí a mi oponente y gana mucho dinero, pero luego necesitaba más, entonces entre a esas peleas donde solo sobrevive uno. Todo el dinero que ganaba lo guardaba para algo importante y eso ya llegó. Escapar con mi hermana para salvarla de su padre. No solo de su padre sino de los enemigos de su padre que quieren matarla para afectarlo a él. Cuando trabajaba para su padre también conseguí mucho dinero. La veo dormir y me vuelvo a repetir que no me equivoque en querer mantener su inocencia. Tiene 19 pero sigue siendo como una niña para mi. Le doy un beso en la frente y me dirijo a mi habitación. Logró dormirme hasta el otro día. Salgo de la casa y dejo a Melody dormida. Me dirijo al centro a buscar algún trabajo. Tenemos muchísimo dinero pero no es bueno gastar sin una fuente de ingreso, el dinero se acaba y rápido. Voy a varios lugares buscando trabajo pero siempre es lo mismo. "Lo llamaré si se presenta algo" "No tenemos cupos vacíos" "Lo llamaremos mañana" Y la llamada nunca llega, sería mejor que me digan un rotundo no y no me pongan a joder. Salgo rápido de la plaza y choco con alguien. Es una chica alta y de figura esbelta. Tiene ojos claros y pelo rojo. Si definitivamente aquí el pelo rojo es algo normal. - Lo siento mucho- Tiene voz suave- Señor?- Me saca de mis pensamientos. - Oh, lo siento mucho, no me fije por donde iba- Su ojos conectan con los míos y oh Dios mío, cuanta belleza en una chica. - Su camisa está manchada- Ahora me doy cuenta que me callo café en la camisa- Lo ayudo a limpiarla- Si me deja quitarle esa blusa no habría problema. - No hay problema, solo es una mancha- Tengo que irme pronto porque no me controlo- Un placer... - Marina- Dice sin apartar la mirada, nunca me fue difícil mantener la mirada, que me está pasando. - Aidan- Me pasa su mano y la toco en forma de saludo. Es tan bella que hipnotiza. Su pelo rojo le cae por los hombros, sus ojos y su labios carnosos... -Le puedo invitar un café- No se que hacer- Si no acepta me sentiré culpable por mancharle su camisa. Asiento y nos dirigimos a la plaza a un puesto de café. Pido un café negro fuerte y sin azúcar. Ella pide café con leche. No paro de detallarla, la imagino arriba de mi gimiendo mi nombre y... - Te preguntaba a qué te dedicas- Me saca de mis pensamientos pecadores. - Soy psicólogo y abogado- Digo sin dejar de mirarla- Ahora mismo no estoy ejerciendo. - Yo apenas empezaré mi segundo año de universidad- Me doy una paliza mentalmente, si tiene como la edad de mi hermana- También estoy estudiando medicina. - Que bien, mi hermana también estudiará medicina- Bebo un poco de café- Le gusta mucho esa profesión. - Yo voy a la universidad de Westport- La misma que mi hermana. Enserio estoy pecando con el pensamiento, es una niña para mi que tengo 28, seguro tiene 19 o 20 años. - Me tengo que ir, fue un placer conocerte Marina- Pago la cuenta aunque ella se opuso y volví a casa. Me acoste en la cama hasta el otro día.