– No sé qué sucedió – toco mi frente – fue como si me sintiera muy atraído por ella – suspiro – como una polilla a la luz – susurro.
– ¿Y por qué no me avisaste? – frunzo el ceño – si era tan hermosa como dices yo también quería verla.
Lo miro enojado, ¿por qué el quiere verla?, no quiero que nadie la vea y no sé porque me siento así, este sentimiento de posesividad es tan extraño, pero a la vez tan llenador, porque sí, la quiero solo para mi.
– Es Mía – suelto tan rápido que no puedo ni pensar en lo que dije.
Me mira con los ojos abiertos llenos con asombro y mis mejillas comienzan a arder.
– Pero si ni siquiera la conoces – se ríe – como va a ser tuya.
– No se porque dije eso – miro hacia otro lado para ocultar el enojo y asombro de mí mismo por decir esas palabras que a la vez quisiera que fueran ciertas.
Nos quedamos por una hora mas mientras terminamos de comer y conversamos cosas al azar, nos retiramos y nos despedimos en la puerta del local para cada uno partir a su hogar.
Camino hacia el paradero con las manos dentro de mis bolsillos pensando en esos hermosos ojos verdes, creo que nunca había visto unos tan cautivantes como los de ella. Tomo el bus y en media hora me encuentro frente al edificio donde arriendo, si bien no es uno de los mas lujosos o se encuentra en un área muy llamativa, es suficiente para mí ya que vivo solo por venirme a estudiar a Londres.
Entro en el edificio saludando al conserje – porque al menos eso tiene – camino hacia las escaleras, ya que mi apartamento esta en la segunda planta, sería muy holgazán de mi parte subir eso en ascensor. La puerta de mi departamento aparece frente a mí e ingreso la llave para poder adentrarme en él, voy hacia mi cuarto a dejar mis cosas. Saco los cuadernos y hojas de mi mochila revisando superficialmente los deberes de la próxima semana, me acomodo en mi escritorio y termino con un repaso de la materia para la prueba que tendré mañana.
Reviso la hora en mi celular y ya son las 8 de la noche ¿en qué momento paso tan rápido la hora? suelto un gran suspiro mientras paso las manos por mi cara debido al agotamiento, me levanto para dirigirme a la cocina y poder preparar algo liviano para comer, demoro alrededor de una hora en terminar y ordeno todo para volver a mi cuarto para ducharme.
Entro al baño, enciendo la regadera mientras me quito la ropa y me meto en la lluvia artificial. Tomo el shampoo con olor a chocolate, porque sí, me gusta este shampoo y lavo bien mi pelo formando una buena cantidad de espuma.
Tomo el jabón liquido y comienzo a lavar mi cuerpo, mi abdomen, brazos y mi miembro. Salgo de la ducha una vez que me enjuago bien, me seco, coloco un bóxer y entro en la cama para dormir pensando en la hermosa chica de pelo negro y ojos verdes que me robo el aliento hoy.
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Me tuve que levantar temprano ya que mi prueba era a primera hora, no estuvo tan difícil y espero que me haya ido bien ya que era la última del semestre. Mis notas siempre han sido buenas, creería que estoy dentro de los mejores de mi carrera y espero que eso al menos me ayude a conseguir trabajo cuando salga, poder ahorrar dinero e irme a vivir a algún lugar con áreas verdes y ser guardabosque, siempre me ha gustado la naturaleza.
Sentirme rodeado de esos aromas que desprende el bosque, sentir los pájaros cantar, la brisa despejada de los olores a ciudad, incluso la humedad de esos lugares me agrada.
Salimos del salón con Luca una vez terminado el examen y nos juntamos en la entrada de nuestra sede de arquitectura para conversar y comparar respuestas, la verdad lo peor que se puede hacer es eso porque después uno duda de lo que coloco y entra en crisis existencial.
Cuando íbamos comparando la mitad de la prueba siento que alguien carraspea tras mío para llamar nuestra atención, me volteo lentamente y era ella.
Mi hermosa chica de ojos verdes, quedo embobado viéndola, creería que hoy incluso amaneció más hermosa que ayer. Si es que eso es posible.
Siento que habla y pregunta algo sobre el casino, pero yo solo puedo observar como sus labios rosados se mueven tan sensualmente mientras pronuncia cada palabra y pienso como será besarlos. Morderlos. Succionarlos hasta robarle un gemido.
Pero ese sentimiento desaparece cuando mi mente juega en mi contra pensando en que quizás cuando labios han podido besarla y un sentimiento que nunca espere sentir comienza a hacerse presente en mi pecho, celos.
Celos y rabia de aquellos hombres que alguna vez la tocaron de esa forma, que la hayan besado, que hayan gozado de su sabor y no haber sido yo.
Luca me golpea el hombro logrando que voltee a verlo mientras frunzo el ceño, por distraerme de observarla, pero a la ves agradecido de distraerme de aquellos pensamientos que se estaban formando con fuerza en mi mente, iba a maldecirlo por la distracción de su belleza hasta que veo que me hace señas con los ojos para que la mire y responda. Vuelvo a mirarla, observando como me sonríe y joder, nunca vi sonrisa mas linda que la suya e inmediatamente le devuelvo la sonrisa.
– Eh sí – intento que mi voz no flaquee en estos momentos – debes pasar por la sede de medicina y luego unos cuantos metros ahí está.
- Mhh ¿Si no es mucha molestia me podrían acompañar? – la miro emocionado mientras mi corazones palpita más rápido ¿acaso quiere estar conmigo? – es que no soy de aquí entonces no conozco las sedes.
– Yo no puedo, debo partir – dice Luca mientras me empuja en dirección a mi chica – pero estoy seguro de que Caleb puede.
Se que no tiene nada que hacer y lo dice solo porque entendió que ella era la chica de la que hablamos ayer y no puedo agradecerle en estos momentos por la felicidad que me da poder pasar aunque sea un rato a solas con ella.
– Claro, yo te guío – le digo mientras le sonrió y me acerco a ella para que me siga.
Mientras caminamos me hace preguntas sobre cosas tan triviales que estoy seguro de que lo hace para romper el silencio que se formo al inicio y se lo agradezco ya que mi mente no puede procesar nada más que la cercanía en la que estamos. Llegamos al casino y puedo ver a lo lejos un chico que le hace señas para que se acerque ¿acaso tiene novio? Frunzo mi ceño ante los celos que ese pensamiento me provoca.
Se despide y me agradece casi sin mirarme, pero yo no quiero que se vaya, quiero estar con ella unos momentos más, agarro su mano casi por instinto cuando comienza a alejarse y le pregunto su nombre para pasar desapercibido.
– Soy Emma – me dice mientras me sonríe y creo que nunca sentí que un nombre fuera tan lindo hasta que escuché el de ella.
Se acerca tanto a mi mientras pronuncia mi nombre que debo inclinar un poco mi cabeza para conectar con sus bellos ojos, mi corazón late a mil por hora por su cercanía y siento como deposita un beso en el borde de mis labios mandando una descarga por todo mi cuerpo.
¿Qué es lo que me sucede?
Veo como se aleja en dirección al chico dejando nuevamente esa sensación de abandono en mi pecho, deseando que se quedara conmigo, que me mire solo a mí, que solo quiera mi compañía. Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos los cuales no sé de donde provienen. Jamás me he sentido así con ninguna chica, pero llega ella y mi cuerpo reacciona inmediatamente a ella.
Me volteo una vez desaparece de mi campo de visión y emprendí camino hacia el paradero para ir a tomar el bus y volver a mi departamento, mis dedos por voluntad propia se acercan a la comisura de mis labios y una sonrisa se instala en mi rostro.
Subo en el bus una vez llega, pensando en ella y sintiendo aun sus labios contra mi piel.