Coloco a Matt en su silla y procedo a preparar el biberón, saco la pequeña olla, la lata de leche para bebes recién nacidos y comienzo a prepararlo con los ojos cerrados, el llanto de Matt ni siquiera me termina de despertar estoy tan agotada y solo llevo cuatro días.
- ¡Ya! ¡Ya! Tranquilo bebé estoy preparándolo en un minuto te lo doy
Decidí preparar café para mí, para estar un poco más despierta para darle a Matt el alimento, todo lo hacía con los ojos cerrados y no me di cuenta que agregué en mi taza el alimento de Matt y el café en el biberón cuando lo eché en el dorso de mi brazo para tomar la temperatura abrí los ojos de inmediato, rodé los ojos y comencé de nuevo.
- ¿Por qué no me dijiste que necesitabas ayuda hija?
- Peque de inocente, sabía que no era fácil pero nunca en mi vida había estado tan agotada, siento que en cualquier momento me quedaré dormida y causaré alguna tragedia, además estoy sensible, lloro a cada momento y ni hablemos de mi cuerpo está todo cambiado – Y así sin más comienzo nuevamente a llorar-
- Hija tranquila eso es la maternidad los primeros meses son los más difíciles poco a poco irás recuperándote y es mucho más complicado sin ayuda ¿Qué buscas con tanto apuro?
- Mi bolsa no tengo ni idea de donde la coloque, segura que la llevabas cuando salí del hospital
- ¡Uhm!, recuerdo haber tomado todo lo del bebe pero nunca vi tu bolsa
- ¡Genial! Ahí estaban todos mis documentos mamá, mis tarjetas –Me tiré en el sofá y hundí mi rostro sobre mis manos-
- Debes calmarte Sarah, los bebes sienten todo lo que sienten las madres, respira
Luego de que mi mama se fue, pude tomar algo de respiro, me pude dar una ducha de veinte minutos y comer con tranquilidad, mi mamá tiene razón hacer esto sola es... muy difícil.
Me miro en el espejo y veo todo mi cuerpo mis bubis están enormes y eso que Matthew come a cada rato, el tamaño es desproporcionado a mi cuerpo no tenía un cuerpo esbelto pero estaba muy conforme con él
- ¡Extraño mis viejas estructuras! –Suena el timbre- ¿Quién será?- Cargo al bebe y voy hasta la sala de estar y pongo a Matt en su sillita, me acerco a la puerta y observo por la mirilla, abro la boca.- ¿Qué hace él aquí? ¡No, no, no! Estoy hecha un desastre ¡Un momento! –Grito y corro rápidamente a mi habitación y me coloco mi bata y trato de arreglarme el cabello un poco ¡Ay dios! –Abro la puerta-
- ¡Hola!
- ¡Uhm! Hola ¿Cómo supiste? –Me muestra mi bolsa y doy un bufido- ¡Oh dios! Creí que la había perdido lloré como una hora por eso –Me arrepentí de haberle dicho eso-
- ¡Eeeey amigo! ¿Cómo vas? –Se acerca a Matthew y lo saluda con cariño- estaba en la parte baja de mi asiento no lo traje antes porque no lo había visto, lo descubrí limpiando el taxi
- No sé tu nombre y no creo que quieras que te siga llamando idiota –Le sonrió y él me mira fijo-
- Evans me llamo Evans Miller
- Me llamo Sarah
- Lo sé lo vi en tus documentos
- ¿Revisaste mi bolsa? –Replico indignada-
- ¿Y cómo querías que supiera a quien le pertenece y donde entregarla? No soy adivino, agradece que no tome mi pago, aun me debes el viaje
- ¡Bien! ¿Cuánto es?
- Doce dólares –Dice mientras sigue haciéndoles muecas a mi hijo-
- ¿Doce dólares? ¿No te parece algo costoso? –Centra su atención en mi-
- Todavía tengo dolor en mis dedos y nunca podré borrar de mi mente lo que vi ese día saliste barata
- -Siento mis mejillas sonrojarse, él vio... vio... no quiero ni pensar lo que vio allá abajo- ¡Esta bien! –Saco de mi bolsa los billetes- ¡Quédate con el cambio!
- ¡Gracias!, oye te fui buscar el día siguiente al hospital pero ya te habías ido, ¿tú esposo fue a buscarte?
- -Fruncí el ceño- ¡Uhm! No, fueron mis padres, yo... no estoy casada –Me miro confundido-
- ¿Y el padre? –Señala con su dedo a Matt-
- No tiene, quiero decir... si tiene obvio que si... es solo que no lo sé –Me mira sorprendido- Inseminación artificial
- ¡Oh! ¡Oh! Ya ok, entiendo ¿Querías tener un bebé?
- -Asentí y le di media sonrisa, me giré hacia la estufa para preparar café- Sí, decidí hacerlo así, tengo un buen trabajo tengo un lindo hogar –Me giro para tenderle el café y observo el desastre que hay en todo el lugar- No siempre se ve así ordenado es lindo –Ambos nos reímos-
- Por cierto... no pude evitar que pareces a Jessica Rabbit –Suprime la risa-
- -Ruedo los ojos- muy gracioso, esto lo causa el tener un bebe ¡idiota! –Se carcajea-
- No digo que te veas mal, es solo que en cuatro días ¿aumentaron tanto?
- Sabes que... creo que mejor te vas
- ¡Jajajajaja! Lo siento, lo siento, pero si debo irme necesito trabajar
- ¡Oye! Mañana ¿Podrías venir a buscarnos? Debo llevar a Matt a colocarle una de las vacunas ¡Por favor! –Me sonríe, tiene una linda sonrisa... ¿Por qué pensé eso?
- Seguro ¿a qué hora?
- A las ocho está bien –Desvío la mirada, para que no note que me volví a sonrojar-
- Perfecto, estaré aquí a las ocho
(Dos meses después)
- Ya te dije yo puedo cuidarlo, Matt y yo nos llevamos muy bien ¿Cierto amiguito? –Le tiende la mano a Matt y él se la toma-
- Estás loco, no sabes nada de cuidar bebés, no es tan... -Me salió un bostezo- fácil, perdón no he dormido mucho
- Ves, si yo lo cuida podrías descansar
- No... creo... que sea... buena idea –Me quede dormida sobre la mesa-
(***)
- ¡Mamá se quedó dormida! ¡Shh! No hagamos ruido
Se ve linda así dormida, no ha pasado mucho tiempo pero Sarah y yo nos hemos hecho... podríamos decir amigos, nos llevamos bien y eso sumado a que la conozco más de lo que debería, recuerdo cuando la acompañé en el parto, trato de quitarme esa imagen de su endometrio de mi cabeza
- Ooook, llevaré a mamá a la cama y tú me esperas aquí, -Matthew me sonríe y eso me derrite el corazón, cargué a Sarah y la llevé hasta su cama, le coloqué una cobija encima- Se ve linda dormida –Me sorprendí- ¿Por qué dije eso?
Salí de la habitación y llegué a donde estaba él bebe, tome la pañalera la revise metí unos pañales extra y prepare un biberón
- Tú y yo vamos a dar un paseo y dejaremos a mamá descansar
Maneje hasta el parque y luego fui al aeropuerto privado, una de las cosas que más me gusta es volar, pero debido a mi situación he tenido que hacerlo discretamente y tengo que hacerme pasar por un aficionado y fui a ver mis horarios para las clases de vuelo en helicóptero. Al llegar la recepcionista me ofrece una gran sonrisa
- Hola Evans, no sabía que tenías un hijo
- Si no te lo había dicho –Me río, la chica es linda y sexi y tiene un cuerpo exquisito- No, no es mío es de una amiga, que me lo dejo mientras ella descansa un poco, mis horarios
- Bien aquí los tienes y... -Dice arremolinando un mechón de su cabello rubio en su dedo- dime cuando puedo volar contigo
- -Sonrío- Nena, sabes que me gusta volar solo –Ladea sus labios-
- Bueno pero yo puedo hacer de la clase algo más... placentero –Dice con picardía-
- Me tientas nena en serio, pero sabes que si aquí se enteran me dejaran por fuera, además me gustaría trabajar en esto y una falla no me ayudaría, debo irme, este pequeño debe ir a dormir
La verdad es que Chelsea, es una tentación muy grande he querido cogérmela desde la primera vez que la vi, pero la verdad no estoy en condiciones de buscarme más problemas de los que ya tengo, así que prefiero pasar, aunque me hace falta una buena dosis de sexo, es una de las cosas que he extraño de mi vida anterior.
Observo a Matthew por el retrovisor y sonrío, ¿Quién lo diría? Yo Erick Fancini de niñera, siempre pensé que no me gustaban los niños, no tenía a nadie alrededor que tuviera uno y a los actos de beneficencia que hacia mi empresa la que siempre acudía era Mariana, pero al ver a este pequeño no puedo evitar quererlo, tal vez porque yo ayudé en cierta manera a que viniera al mundo.
Debo acostumbrarme a que esta será mi vida, siempre y cuando la policía no me atrape claro está, debo olvidarme de mi vida anterior para siempre nunca volveré a ella y a decir verdad no lo quiero...
(...)
- ¡Hola, hola!, llegamos –De inmediato sentí un golpe en mi cabeza-
- ¡ERES UN IDIOTA! ¿Cómo te atreves a llevarte a mi hijo?, hijito mío de mi corazón ¿estás bien?
- ¡Ouch! Oye espera solo intentaba ayudarte, quería que descansaras
- Sabes el susto que pase cuando me desperté y no lo vi, casi me muero, llamé a la policía
- ¿QUÉ? ¿Cómo que llamaste a la policía? –El miedo se apoderó de todo mi cuerpo y comencé a temblar-
- Sí la llame, pero al verte llegar por la ventana colgué
- ¿Le diste mis datos o algo? –Ella me mira confundida y con cautela- Perdón, es solo que a nadie le gusta tener problemas con la policía, lamento haberte asustado
- Está bien –Dice apenada- y no, no di ningún dato, no alcancé a decir nada, pero no vuelvas a hacer algo así, debiste dejar una nota o algo
- Tienes razón, lo lamento, es solo que pensé que necesitabas descansar y que te ayudaba –Bajé la mirada-
- Lo sé, entiendo y gracias
- -Asentí serio- De nada, ¡Uhm! Debo irme ¡Adiós, campeón!
(***)
- ¡Eeeey! Amiga, lamento no haber venido antes pero hemos estado full, ya sabes pagos de impuestos
- Tranquila, lo entiendo
- ¿Y cómo ha estado este príncipe hermoso? ¡Muack! ¡Muack!
- Dejando agotada a mamá –Digo apoyando mi cabeza sobre mi brazo-
- ¿Uy amiga tan difícil es?
- Es más difícil de lo que imaginábamos, estoy pensando en contratar a una niñera sé que ha pasado solo un mes pero de verdad estoy muy agotada y debo planificarme también en tres meses se me acaba el post parto y debo trabajar, no tienes idea de lo costoso que sale un bebé
- -Se encoje de hombros- Es buena idea, así Mathew se va acostumbrando a la persona que lo vaya a cuidar, ¿Por qué no le dices a tu mamá?
- No, estás loca, además no quiero abusar ya mi mama superó esa etapa y está en otras ondas, ¿Puedes creer que hace poco intento hablarme de sexo? ¡Aaaaws! De solo recordarlo
- ¡Jajajajajajaja! ¡oh! Por dios
- Oye... has sabido algo de... -Me clava la mirada como si me fuera a matar-
- ¿Stan?, por supuesto, no se ha divorciado si eso quieres saber, según porque su esposa está deprimida y ahora toma medicamentos, ese hombre jamás cambiará amiga, fíjate no te ha buscado si quiera para saber de su hijo
- Tienes razón, lo mejor que puedo hacer es olvidarme de él y ya, cualquiera que me pregunte diré que Matt fue concebido artificialmente y punto
- ¡Uhm, bueno! No deberías exagerar con eso
- Eso es preferible a que sepa quién es su padre y que no lo ha querido si quiera ver... Pero... ¿Sabes qué?, mi madre tiene razón en algo mi bebé necesita un padre, uno que lo cuide y lo mime, debo buscar al mejor candidato...
(***)
- Martin debes decirme ¿Dónde puede estar Erick?, ¿no se supone que eres su mejor amigo?
- Mariana ya te dije que no lo sé tú también lo conoces muy bien, además después de lo que hice...de lo que hicimos, ya no deberíamos llamarnos sus "amigos"
- -Pone los ojos en blanco- Sacaste un muy buen dinero de todo esto, tu futuro, el de tus hijos y hasta el de tus nietos está más que asegurado y ya saliste librado de todo
- ¿A costa de qué Mariana? ¿De traicionar a un buen amigo?, Erick lo único que quiso es abrirme las puertas de su casa, de su vida, me dio una familia
- ¡Ay ya, ya, ya! No te pongas sentimental a estas alturas, porque hasta ahora no has rechazado ni un solo centavo del que se te ha dado, a mí no me engañas tú siempre quisiste tener todo lo que Erick tuvo muy en el fondo le tenías envidia
- Pero no era de la mala, si quería tener lo mismo que él pero... pero... no sacrificándolo de esta manera –Se acerca y lo mira fijamente-
- Escúchame bien Martin, lo hecho, hecho está no me vengas con remordimientos ahorita, puedes tener todo lo que siempre has querido, vivir como siempre has querido, pues ya lo conseguiste no había otra manera, ni se te ocurra abrir la boca y decir de Erick es inocente porque te juro que al jefe no le va a gustar nada si lo haces enojar, puede quitarte la vida de manera muy lenta y dolorosa así que déjate de lamentos y solo disfruta de toda esa fortuna que te ganaste –Alza la ceja-
- Por cierto nunca me has dicho quién es el jefe ¿Por qué?
- No necesitas saberlo –Toma un sorbo de licor- el jefe cumplió con lo que te prometió, ahora tu cumple y mantén esa boquita cerrada
- ¿Para qué quieres saber dónde está Erick?, ¿No dices que es mejor que este perdido?
- -Asiente y se sienta en el sofá rojo cruzando sus piernas de manera seductora- Así es, pero quiero mantenerlo vigilado, para que no se le ocurra aparecer y entregarse, si lo hace habrá una investigación y aunque hay pruebas contundentes en su contra, no se han dado cuenta que Erick nunca ha ido a México
- ¿Entonces el jefe si está involucrado con el cartel? ¿Droga? ¿en serio Mariana?
- ¡Ay! Mira ya me obstinaste, lárgate ya de mi oficina
- ¿Tu oficina?
- Sí es mi oficina yo estoy dando la cara por este negocio y soy yo la que lo está sacando adelante, además los padres de Erick me pusieron al frente de la empresa ¿Tienes problema con eso?
- Siempre quisiste quedarte con esta empresa, ¿No es así?
- Martin te recomiendo que no sé te vayas de viaje a una isla paradisiaca a tomar sol, te tomes unos buenos cocteles y me dejes en paz y recuerda calladito, ya sabes lo que te espera, si hablas –Se da media vuelta y sale de la oficina- ¡Imbécil! –Suena el teléfono-
- ¡Jefe! Sí ya hablé con él pero dice no saber dónde puede estar, por supuesto ya tengo a alguien para lo vigilen día y noche, como usted diga jefe nos vemos esta noche...