Capítulo 5 .

Las clases habían terminado, pero la profesora pidió que mi compañera y yo nos quedáramos. Cuando todas se fueron ella se quito la ropa.

-Al parecer a ustedes les gusta calentar, no crean que no me fije como tu le chupaste el pezón y te chupaste el dedo después de meterlo en su vagina, no se irán hasta hacerme gozar.

Se acostó boca abajo, mi compañera tomo la iniciativa y empezó a darle masaje de la espalda para arriba y yo me dedique de las nalgas para abajo, cuando sentimos que ella estuvo bien relajada empezó lo erótico, mi compañera empezó a besarle el cuello y yo le acariciaba su sexo haciendo un recorrido por sus labios hasta llegar a su ano, lo estimulaba y luego repetía lo mismo con otro dedo, ella comenzó a soltar leve gemidos, le dimos la vuelta pero mi compañera seguía sobre ella, no tardo mucho para que empezara a comérsela a besos y llegar a sus pechos, los agarraba con delicadeza, los recorría con la lengua, en cambio yo me había dedicado a estimular su clítoris, nunca había tenido sexo con alguna chica, tampoco a tocarla, pero sabia que tenia que complacer a la maestra así que empece a hacerle sexo oral, mientras le comía su coño también le metía dos dedos, los cuales se deslizaban fácilmente, empece a cogerla hasta que ella soltó un gran gemido y se vino.

-Es suficiente chicas, me han hecho gozar de una manera increíble, tomen su ropa y regresen a su habitación.

Nosotras nos vestimos rápido, al abrir la puerta había un hombre tal vez de 20 años, nosotras salimos y el entro, la curiosidad nos gano, nos quedamos unos instante, hasta que empezamos a oír gemidos dentro de la habitación, nos apresuramos a regresar a la habitación antes que nos encontraran.

-Que tipo con suerte, nosotras le preparamos el terreno y él solo llego a meterla - dije.

-Pues si, uno nunca sabe para quien trabaja, no llegue a pensar que fueras lesbiana.

-No lo soy, aunque un hombre fue el que me lastimo, no quiero limitarme a un solo sexo, hoy me di cuenta que estar con una mujer es mas dulce que estar con un hombre, pero sentir aquella carne dentro de mi boca de ese negro me gusto demasiado.

-Fácil chica, eres bisexual, tu eres de mentalidad abierta, disfrutaras mas del sexo que las que son lesbianas o heterosexual.

Llegamos a la habitación y empezó un interrogatorio.

- ¿Por que la profesora las llamo?

-Aquí hicimos una apuesta, si o no que ella quería un masaje con final feliz.

-Nos quedamos viendo mi compañera y yo, solo movimos la cabeza en forma de afirmación.

-Se los dije, si ustedes fueron la que mejor lo hicieron y se miraba que ella quería su masaje.

-Pero al final llego un afortunado y termino el trabajo que comenzamos.

- ¿Que fue lo que apostaron?

-Nosotras dos dijimos que ella quería un masaje feliz y ellas dijeron que no, entonces la que perdiera le comería el coño a las ganadoras, a cada una.

-Y nosotras ¿Que ganamos en todo eso?

-Creo que también merecen recibir.

- ¿Cómo haremos con la cámara? No sabemos si será se agrado para ellos.

-Ya escucharon nuestros planes, ya no han visto desnuda, nos tratan como perras, entonces hay que comportarnos como tal.

Cada una se acomodó en sus camas, abrimos las piernas y esperamos nuestro turno, las que perdieron se arrodillaron y comenzaron las comidas de coño, yo estaba en la tercera cama por lo que fui de las primeras en recibir, fue una sensación increíble sentir esa lengua ahí, me hacían retorcerme del placer, cada chica tendrían 5 minutos con cada una, hasta que casi todas recibimos una rica chupada de las tres chicas.

Faltando poco, mi compañera de masaje busca entre su armario, saca algo y lo oculta.

-Déjame probarte, alla me contuve pero aquí ya no puedo.

Solo me puse a reír y abrí mis piernas, empezó pasando su lengua suavemente por todo mi sexo, luego se concentro en mi clítoris, me estaba haciendo humedecer, metió un dedo en mi coño, empezó un saca y mete, minutos después lo saco pero no dejo de chupar, hasta que sentí algo en mi coño, no la detuve, la sensación era muy agradable, mi cuerpo me pedía más de lo que ella me estaba haciendo, no me importaba que hacían las demás chicas o si nos estaban viendo, solo quería disfrutar. Empecé a gemir, pero al parecer no era la única, porque empecé a escuchar otros gemidos, al parecer lo que comenzó como una apuesta, esta terminando en una orgía lésbica. Hasta que fuimos interrumpidas por una supervisora.

- Ustedes si que no desaprovecharon un tiempo libre, pero lastimosamente tendré que interrumpir, hoy nos visitará un cliente importante, sus gustos siempre es con las nuevas, nunca repite chica, así que se me bañan, se lavan bien sus coños, que no huela a sexo y se ponen está ropa.

Nos pone unos trajes en la cama de cada una.

-Tienen una hora para alistarse, eso sí, la persona que escoja tiene que ser muy sumisa, no queremos ninguna queja de ese cliente, cada vez que el se queja de una chica nos hace perder dinero por mala recomendación, así que bien portadas.

La supervisora salió.

-Al parecer no es prohibido que hagamos estás fiesta, podemos repetirlo en ocasiones, al final no creo que tengamos hombre ahorita.

Todas se rieron en carcajada.

-A mi me gustó esto, por mi lo repetiría.

-Yo también lo haría, me ha hecho gozar y casi me lleva al cielo, sino es porque nos interrumpieron - dije.

-Gracias, ahora hay que alistarnos, no quiero ser castigada, pero tampoco quiero que me elijan, mis gustos no son los hombres realmente, pero eso no me impide tener relaciones con alguno de vez en cuando.

-Creo que ya he confirmado eso, como acariciaba a las maestra, la forma en que lograste humedecerme y luego follarme con ese dildo, uff ya me estoy calentando con solo pensarlo, mejor me iré a duchar todas las chicas empezamos a alistarse, a pesar que no queríamos estar con el cliente, teníamos que obedecer, sino seriamos severamente castigadas, Al revisar los trajes prácticamente era mas bikini y sostén que ropa, mi traje era un sostén que con costo cubría mis pechos y el bikini ya ni se diga solo tapaba mi sexo, pero dejaba al descubierto mis nalgas.

Al rato llega nuevamente la supervisoras.

- Haber chicas, ya el cliente no tarda, veo que ya están casi todas listas, pónganse en fila para hacer una inspección.

La profesora empezó a revisarnos, todo le pareció correcto.

- En sus armarios hay una caja, ábranla y encontraran un par de tacones, quiero que se los pongan.

Todas fuimos a buscar el calzado que nos dijo, y esos tacones eran hermoso.

- Le explicare algo, por cada cliente que ustedes atiendan, ganaran cierto crédito, la cantidad de crédito dependerá de cuanto vayan generando, esto lo pueden ocupar para comprar cosas en nuestra tienda, obviamente entre mas ganen, mas cosas podrán comprar.

- ¿Que cosas podremos comprar en la tienda? - pregunta una de las chicas

-Encontraran ropa, calzado juguetes, pagar una habitación mas privada, un día de relax, entre otras cosas.

- Si una de nosotras fuera escogida por este cliente ¿Cuanto crédito ganaría?

- Comúnmente este cliente genera 50 créditos a una chica, el cual puede cambiarlo por un par de calzado o vestuario, pero le aconsejo que reúnan lo suficiente para pagar una habitación privada, de esa manera nadie tocara sus cosas, hemos tenido casos que las chicas reportan que otras les tocan sus objetos personales, al final terminan discutiendo y castigadas las 2.

- ¿Cuantos créditos requiere una habitación privada?

- 300 créditos, pero tendrán su propia habitación con baño de tina, vale la pena, eso si de no llegara a pagar el costo, regresaran a habitaciones compartida y si no generan nada por 6 meses seguidos, serán vendidas a otro negocio, donde prácticamente van a las calles y es de lo peor, ahí pueden estar hasta con 6 hombres en un día y no ganarán mucho.

Todas las chicas estábamos lista.

- Siganme, ante que lo olvide ustedes son el Bloque 2B4, no lo olviden.

Empezamos a recorrer los enormes pasillos, llegamos a un ascensor y ella presiono el ultimo piso, luego introdujo una llave, el ascensor comenzó a subir, llegamos a una especie de auditorio, aquí se encontraban las demás chicas que habíamos visto al comienzo, pero estábamos separado en dos grupos, nadie se atrevía a decir nada, en eso una puerta se abre, que al parecer daba al exterior por la gran cantidad de luz que entraba.

- Este es nuestra nueva mercancía, usted sabe que siempre separamos a las que son vírgenes, verificado por nosotros mismos y a las que no lo son.

El hombre empezó a recorrer por los pasillos de las vírgenes, escogió a una rellenita, pero con buen pecho y a una delgada con poco pecho, pero bastante nalga, pensé que con esas dos estaría conforme, pero luego se dirigió a los pasillos de la no vírgenes, a todas nos revisaba de pie a cabeza, recorrió todo el pasillo, pero no se veía muy convencido, lo recorrió nuevamente hasta que sentí una mano por mi espalda.

- Eres mía - me dijo al oído.

Seguido escogió a otra compañera de habitación, justamente a la que me había dado el sexo oral.

- Eso es todo, dijo el hombre.

A las chicas que el escogió, nos separaron de las filas y caminamos hacia la puerta donde el había entrado recientemente, pero antes de salir nos pusieron unas capuchas en la cabeza, al parecer no querían que nos percatáramos donde estábamos, subimos unas escaleras y en eso escucho un ruido de helicóptero.

- No quiero que vomiten - dijo el hombre - hace unos años escogí a otra de ustedes y en medio vuelo comenzó a vomitar, fue muy desagradable eso, inmediatamente la devolví y a la corporación le toco pagar la limpieza del helicóptero, creo que ustedes saben que pasa cuando le generan perdida a la empresa.

Yo asentí con la cabeza, cuando llevábamos recorrido cierto tiempo, el hombre nos autorizo quitarnos el pasamontañas, estábamos en medio de un desierto.