Capítulo 5 Embarazada

Por lo que terminó abofeteándome agarrándome de los brazos con fuerza me samaqueo todo mi cuerpo.

-Cálmate: ¿Qué pasó porque gritas? Acaso te has vuelto loco hijo.

-Esos hombres quieren matarme todo este tiempo me han estado torturando día y noche esto es un infierno, por favor ayúdeme ya no puedo más mi cuerpo no resiste tanta opresión, suspirando y tragando grueso dijo.

-No estoy enterado de esto cómo es posible nunca a sucedido este atropello en mi barco. Un hombre que venia tras de mi fué interrogado por el capitán

-¿Porqué ustedes se han tomado atribuciones que no les corresponden por poco habéis matado a este joven.

Al fin volvía haber las estrellas.

-Esta persona tenía secuestrada a una chica aquí en su buque capitán, la había dopado por lo que le dimos un castigo leve.

-Yo no fui yo. Cuántas veces se los dije y ustedes no quisieron creerme hilipollas.

-¿Y dónde está la chica? Preguntáosle el Capitán.

-Ella está en la cocina señor, afirmase el encargado.

YAZ: he aquí en cuanto nos vimos ambos a dos terminamos abrazados llenos del temor sin saber que nos acontecía el destino en esos momentos pedíamos a gritos que nos dejará ir.

-Mi nombre es Boris acaso estáis ciegos o locos miren a su alrededor a dónde podrían ir a esta hora de la noche y en medio de la mar, vamos necesito saber lo que te a sucedido.

-El hombre que me atacó es una persona desagradable, trae barba y bigotes, estatura de 1.70 ni gordo ni flaco, lleva un tatuaje en su pecho de un cóndor trae su ropa sucia, rasgada su aroma corporal es desagradable.

-Mis hombres no tienen tal físico, vallan a buscarlo gritáosle el capitán a sus empleados, siendo encontrado lo metieron a una celda para entregarlo a la policía en cuanto desembarcáramos en LIBIA, por haber querido abusar de mi y estar en una embarcación privada y sobre todo sin documentos.

Habiendo pasado varios meses no pasé un solo día que no extrañase a la hora de las comidas a mis padres, en el fondo sabía que ellos también me echaban de menos.

Mientras llegamos a LIBIA he aquí el capitán mandó entregar al vagabundo a la cárcel, aquel hombre que había querido forzarme en el barco. Siendo el capitán nativo de Libia por su trabajo le tocaba seguir navegando, nos propuso una oferta de trabajo con unos multimillonarios.

Durante el naufragio seguimos trabajando para el antes mencionado hasta llegar a SIRIA y conocer a nuestros Jefes. Las reglas fueron muy claras, se nos había permitido vernos una hora cada semana, cuando nos encontrábamos éramos completamente felices, escogimos el horario en los atardeceres así veíamos caer la noche una vez a la semana juntos, nunca había pasado por mi mente viajar a Siria menos subir a un barco y navegar por mucho tiempo.

JETH: siempre terminaba preguntándome que será de nuestros padres me invadía la tristeza, decía en mi interior si tan solo hubieran aceptado nuestra relación estuviéramos juntos en la misma ciudad. Nuestro jefes se veían buenas personas Mística de 29 años El señor Dorian tenía 35 años de edad; Yo tomaría el cargo de chófer Yaz de doméstica aunque sus sueños eran otros.

Ambos estábamos nerviosos siendo vírgenes y por primera vez íbamos a estar juntos en la intimidad, los días pasaban y cada vez se sentía sin ánimos, acudió al médico dónde recibimos la noticia que estaba embarazada, Ambos nos sentimos felices íbamos hacer padres muy jóvenes.

Decidimos que fuera sorpresa el sexo del bebé. Habiéndonos propuesto ahorrar para culminar nuestros estudios y legalizar en algún momento lo documentos, ya que estábamos ilegalmente en aquel país. El embarazo se empezaba a complicar la panza se ensanchaba más y más, sus piernas se hinchaban con facilidad tanto que no podía dar largos pasos abecés le faltaba el aire.

Mística se había puesto un vestido rojo con escote sumamente atrevido, por no decir que mostraba sus grandes pechos -Me preguntaba si me gustaba o que tal se le veía su atuendo.

Eso lo asía seguido desde que entré a trabajar en su casa me acosaba a cada momento y en cualquier oportunidad que pudiera. Siendo Yo un joven de 18 años no quería fallarle por nada del mundo a mi amada Yaz siempre le terminaba diciendo.

-Señora no me parece adecuado ni nada bien que yo opine en su forma de vestir.

-Soy una mujer directa que no anda con rodeos, sabes eres muy guapo y me gustas mucho, QUIERO TENERTE EN MI REGAZO AUNQUE FUESE POR UNA NOCHE, me traes loquita y te prometo a cualquier costa que vas hacer mío.

-Deslizando y acariciándome con sus suaves manos mi pecho hasta llegar al pupo, voltee para ignorarla y seguir trabajando cuando sentí que apretó mis nalga haciendo que me sonrojara.

Cuando el señor Dorian se iba de viaje ella pasaba en la calle la mayor parte del tiempo, estando tan obsesionada conmigo poco a poco hizo qué fuese cayendo en sus redes. Pasaban los meses estando en los últimos días de que mi bebé pronto naciera. Cómo en otras muchas ocasiones teniendo decido acabar ese día con esa relación absurda de la que me había dejado embaucar por la tóxica de Mística.

Le dije a Yaz, vete a la casa trata de descansar querida y nunca olvides que te Amo con todo mi corazón y terminé por besarla.

De repente escuchamos la voz de Mística que dijo sean más cultos mi casa no es para estas escenitas a ella le chocaba verme junto a Yaz, siempre trataba de mantenernos separados en el trabajo.

-Discúlpenos señora no volverá a pasar con su voz adorable y sonriente se marchó a casa mi prometida.

Fue entonces cuando Mística dijo que dejara de regar las plantas, que fuera a su habitación que tenía problemas en el baño. Yo sabía que esa era una de las tantas escusa baratas que tenía esa mujer, Pensé está es la oportunidad perfecta para acabar de una vez por toda con esa mujer y su asfixiante obsesión por mí.