Conmigo puedes ser todo.
img img Conmigo puedes ser todo. img Capítulo 3 El chico de los ojos azules
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Capítulo 9 Corree!! img
Capítulo 10 Quería pedirte algo img
Capítulo 11 Solo fue un mal sueño img
Capítulo 12 ¿Barbie img
Capítulo 13 La vida y sus cosas.. img
Capítulo 14 Testosterona img
Capítulo 15 Todos cometemos errores img
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Capítulo 3 El chico de los ojos azules

Joderr esto está llenísimo, el lugar es grande y espacioso. Está decorado con luces led de varios colores, algunas velas en las mesas, hay un sofá negro justo al lado de la barra pegada a una pared que tiene una gran ventana y el suelo es de grey negro. Todos están sudados, bailando, gritando, borrachos, vomitando y casi teniendo sexo. No puedo creerlo, tan temprano y haciendo papelazo.

-As, ¿ dónde cojones me metiste?- interrogo mirándola seria.

-En un lugar donde la pasarás de puta madre y nunca lo olvidarás- me hace un puchero y continúa- Vamos Sasch cambia esa carita, ¿ si?, hoy tendremos mucha diversión y quien dice "mucha", dice demasiada.

No le hago caso ya que no quiero amargarle la noche y me abro paso entre la gente sintiendo su irritante voz llámandome. Llego hasta una mesa que tiene algunas bebidas, cojo un vaso con vodka y lo bajo completo en cuestión de segundos, siento como mi garganta se calienta y arde al igual que mi estómago, es una sensación algo desagradable pero me gusta un poco. Cuando voy a coger otro vaso, siento la intensa mirada de alguien en mi espalda y cuando volteo veo a un chico vestido completamente de negro. Lleva una camisa negra arremangada y un pantalón entubado que me hace segregar saliva. Es alto más o menos de 1.80cm, de cuerpo atlético, ojos azules como el cielo, pelo rubio y sedoso. Ríe y cuando veo que se va a acercar a mí, le doy la espalda y no sé porque camino hasta donde está el Dj para pedirle una canción llamada "The Wall". Me dirijo al centro donde hay una barra de pole dance y comienzo al ritmo de la música con pequeños y sexys paseos alrededor del tubo respiro profundo y veo que todos me están mirando. Sé que no debí comenzar pero ya que estoy que más da. Tengo un poco de miedo, ya que hace mucho que no bailo en una barra, pero confío en mí, sonrío perversamente, doy varios giros cortos y hago un balanceo ocasional de mis caderas. Siento la adrenalina correr por mis venas al caminar alrededor del tubo mientras lo sostengo con el interior de mi brazo, con mi otro brazo libre, me toco por encima de mis senos y voy bajando hasta delinear mis caderas. Me inclino hacia afuera y usando mi impulso, engancho un tobillo alrededor del tubo, completando una serie de giros hacia abajo. Me quedo sentada en el piso con la espalda recta pegada a la barra y todos aplauden, pero solo me fijo en el chico de ojos azules que solo me mira con ganas e interés.

Me levanto y trato de controlar mi respiración para luego ir a por un vaso de cerveza, como que ya el vodka lo probé. Cuando doy el primer paso siento que me jalan por el brazo y choco contra el pecho de alguien, levanto la mirada y me topo con esos ojos azules electrizantes que tanto me llamaron la atención cuando estaba bailando, ahora que lo tengo cerca puedo detallarlo mejor, joder es una puta obra de arte y huele tan bien, tiene la mandíbula cuadrada y fuerte, los labios finos y rosaditos, mierdaa! es hermosoo, pero espera...es, es el chico de la universidad oh no.

-Me encantó tu baile, chica grosera- dice con voz sexy y algo ronca. Trago en seco antes de responder.

-Gracias. ¿Me puedes soltar el brazo?- le pregunto con una ceja enarcada.

-De poder- hace como que se lo piensa y luego me mira- puedo, ahora otra cosa es que quiera hacerlo y la verdad no me apetece para nada.

Decido ignorar lo que dijo y el hecho de que es tan irresistible, tan hermoso, tan sexy y que tiene una mirada baja bragas que vaya por dios.

Creo que este hombre me va a volver loca justo ahora y no lo conozco, ay no Sascha no, no empecemos.

-¿Por qué me dices chica grosera?, no me sabes nada.

-Si más no recuerdo, cuando te estaba tirando miraditas en la universidad me mostraste tu hermoso dedo corazón- dice y me mira con los ojos entrecerrados.

-Ahh!!- hago como que me acuerdo- es que te lo merecías.

-¿Y no me merezco un beso tuyo por decirte que me encantó tu baile?- río y me le acerco hasta quedar a centímetros de su hermosa y perfecta boquita.

-Con qué atrevido eh?- él solo asiente y yo rozo mis labios con los suyos y justo cuando él cierra los ojos pensando que lo voy a besar me alejo y comienzo a reír.

-De verdad?- pasa sus manos por su rostro en señal de frustración- Me dejaste con las ganas.

-Pero mira que inteligente me ha salido. Vaya no sabía ese dato curioso- le palmeo el hombro- Amigo no soy una chica fácil.

-Bueno, me puedes decir tu nombre chica no fácil?

-Sascha un placer- extiendo mi mano y él la toma rápidamente.

-El placer es todo mío señorita Sascha.- me besa la mano y río.- Por cierto mi nombre es Zack.

-Bonito nombre chico atrevido.

-Supongo que gracias, aunque todo en mí es bonito- dice y levanta ambas cejas.

-Que ego por Dios.

-Cuando quieras te regalo un poco, me sobra. A veces no sé qué hacer con tanto.

-No gracias, con el mío me basta y me sobra honey.

Nos quedamos mirándonos en un silencio para nada incómodo, hasta que suene mi teléfono.

-Si?

-Sasch, ven urgente para la casa, Ellie está con una fiebre altísima, vamos a tener que irnos directo al hospital porque puede convulsionar, corre ven, ayúdame a recoger algunas cosas- informa mamá con voz agitada y cuelga enseguida.

Me despego del teléfono y estoy en un estado de shock, hasta que Zack me toca y reacciono desesperada.

-Me tengo que ir, lo siento mi ricitos de oro me necesita.- me dispongo a irme cuando me sujeta por el hombro y me dice:

-Espera, te puedo llevar en mi auto y así llegarás más rápido.

Le regalo una leve sonrisa tensa y caminamos en dirección a su auto.

            
            

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