Humana
img img Humana img Capítulo 7 7
7
Capítulo 11 11. img
Capítulo 12 12. img
Capítulo 13 13. img
Capítulo 14 14. img
Capítulo 15 15 img
Capítulo 16 16 img
Capítulo 17 17 img
Capítulo 18 18 img
Capítulo 19 19 img
Capítulo 20 20 img
Capítulo 21 21. img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23. img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 Capitulo 26. img
Capítulo 27 27. img
Capítulo 28 28. img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32. img
Capítulo 33 33. img
Capítulo 34 34. img
Capítulo 35 35 img
Capítulo 36 36 img
Capítulo 37 ¿Navidad pasada o futura img
Capítulo 38 37 img
Capítulo 39 38 img
Capítulo 40 39 img
Capítulo 41 40. img
Capítulo 42 41. img
Capítulo 43 42. img
Capítulo 44 43 img
Capítulo 45 44 img
Capítulo 46 45 img
Capítulo 47 46. img
Capítulo 48 47. img
Capítulo 49 48 img
Capítulo 50 49 img
Capítulo 51 50 img
Capítulo 52 51 img
Capítulo 53 52 img
Capítulo 54 53 img
Capítulo 55 54 img
Capítulo 56 55 img
Capítulo 57 56 img
Capítulo 58 57 img
Capítulo 59 58. img
Capítulo 60 59 img
Capítulo 61 Extra-2. Pasados llenos de dolor. img
Capítulo 62 60 img
Capítulo 63 61 img
Capítulo 64 62 img
Capítulo 65 63 img
Capítulo 66 64 img
Capítulo 67 65 img
Capítulo 68 66 img
Capítulo 69 67. img
Capítulo 70 68. img
Capítulo 71 69 img
Capítulo 72 70 img
Capítulo 73 71 img
Capítulo 74 72 img
Capítulo 75 73 img
Capítulo 76 74 img
Capítulo 77 75 img
Capítulo 78 76 img
Capítulo 79 77 img
Capítulo 80 78 img
Capítulo 81 79 img
Capítulo 82 80 img
Capítulo 83 81 img
Capítulo 84 82 img
Capítulo 85 Epílogo. img
img
  /  1
img

Capítulo 7 7

Capítulo 7.

Muchas decir adiós nos aterra más que otras cosas, pero decirle adiós a la persona que una vez amaste es más aterrador, porque eso significa que lo que una vez te hizo feliz ahora ya no está.

Duele tanto decirle adiós a alguien que marco tu vida de formas inexplicables, pero que ahora tienes que decirle adiós.

Es más complicado de hacer que decirlo, pero al tomar la decisión aterra ceder el siguiente paso porque la incertidumbre de lo que pasara después es complicada y el miedo de lo que puede pasar te hace no querer enfrentar el futuro.

Zaria nunca pensó que su vida cambiar tanto.

―Él pronto estará aquí. ― se dijo a sí misma en un intento de consolarse o de darse seguridad.

Dos días habían pasado y el dolor no para desde que se fue. No podía dormir, ya que el dolor la mantenía despierta, pero luego este la deja inconsciente, no descansa porque al despertar su cuerpo está muy adolorido, aun a si le da la mejor sonrisa a la manada mientras cumple con sus labores de luna.

El dolor a veces están insoportable que busca estar sola para que nadie se dé cuenta de que sufre.

―Luna, la escuela quiere que esté en la finalización de la remodelación. ― le dijo una mujer a Zaria.

Pero esta poco le prestaba atención, ya que el dolor se le hizo más fuerte en ese momento, lo que le dificulta hablar, busca la manera de mantener su sonrisa a la mujer frente a ella para que no se dé cuenta.

―Con gusto estaré ahí. ― le dijo para luego alejarse de todos.

El bosque es muy extenso, pero hay un claro que a ella le da mucha paz y lo mejor es que nadie lo conoce, así que es perfecto para cuando quiere un poco de soledad.

Una semana después.

Zaria no sabía qué le pasa a su cuerpo, no por el dolor que cada noche le daba, sino porque desde unos días atrás se le han presentado mareos y vómitos.

No puede comer nada, ya que lo devuelve al momento eso, contando el que sus sentidos se han vuelto muy sensibles, lo que provoca muchas más gana de vomitar.

Y no fue hasta ese día en que se desmayó mientras estaba en el parque y unas mujeres la vieron e hicieron que la llevaran al hospital.

La notician que le darían cambiaria su vida para siempre, dándole felicidad, una que no le duraría para siempre.

―Qué bueno que ya despertó luna. ― Zaria a penas y estaba abriendo los ojos cuando vio al doctor a la par de ella con una tabla en sus manos.

―¿Qué me pasa? ― le pregunto ella a él.

El médico la vio por un momento, pero no quería que ella leyera su mente, así que rápidamente desvió la vista.

Este medido la había revisado y había visto las múltiples marcar de infidelidad en su cuerpo, lo que provocó repudio a su alfa por el daño que le está provocando a la luna.

Y más por lo que le está provocando al próximo alfa de la manada.

―Se había desmayado y la trajeron. ― le dijo el mientras veía en la tabla en sus manos ―Le hicimos un análisis de sangre dando positivo a embarazo. ― le dijo con una sonrisa.

Zaria se quedó un momento estupefacta por la noticia, pero la alegría la invadió por completo llevando las manos al vientre.

―¿No es su sueño? ― le pregunto al doctor con los ojos llorosos, este con una sonrisa le aseguro que era muy real.

―Necesita hablar sobre las marcas en su cuerpo. ― le dijo el médico y la sonrisa de Zaria se borró, desvió la mirada.

―No hay nada de que hablar. ― le dijo ella un poco molesta. ―Si no hay nada más me gustaría irme. ― le dijo tratando de salir de esa situación incómoda.

El médico por más que le insistió no podo convérsela, así que no la pudo detener y Zaria se fue del hospital prometiendo que estará en control con una especialista por el embarazo.

Después de dolorosos días, ella ve una luz que ahora lleva en su vientre y que será su motor para seguir adelante.

Con esa actitud, no más llegar a la mansión, decide llamar a su alfa para poder darle la noticia.

Un tono.

Dos tonos.

―Diga. ―una voz femenina contesta el celular.

Zaria confundida verifica si no se ha equivocado de número por no es así.

―¿Kerry? ― pregunto Zaria un poco insegura.

Escucho a la otra persona resoplar del otro lado.

―En este momento él se encuentra ocupado. ― le contesto de forma cortante.

―Es muy importante que hable con él. ― dijo Zaria, pero entonces se escuchó la voz de su lobo.

―¿Preciosa que haces? ― y era más que claro que no era a Zaria que le preguntaba.

―Tu celular sonó, no es nada relevante. ― le contesto la voz femenina.

Los ojos de Zaria se empañaron, ella sabía lo que pasaba, pero no lo quería aceptar y justo cuando está por colgar los gemidos y jadeos se comienzan a escuchar por el celular y en ese momento su cuerpo comienza a doler.

Ella no quería seguir escuchando, así que tira el celular volviéndolo pedazos, no le importa porque su cuerpo comienza a sentir dolor y a eso aumentándole el dolor en su vientre.

Dos meses y medio después.

Kerry no volvió después del mes y el vientre de Zaria estaba un poco más pronunciado, pero un ella no lo mostraba a la manda que aunque no dijeran nada por la esencia de su luna sabían que está embarazada.

―El crecimiento del bebe va muy acelerado para tener solo dos meses, lo que me preocupa, ya que podría nacer antes de los cinco meses y representaría un peligro tanto para el cómo para usted luna. ― le dijo la ginecóloga a Zaria, pero esta está concentrada en el sonido que hace el corazón de su bebe.

―¿El bebé está bien? ― le pregunto ella.

La ginecóloga la vio por un momento mientras ve el vientre de su luna que tiene múltiples hematomas de infidelidad.

―Por el momento está estable pero sus marcar... ― le quiso decir, pero Zaria la corto poniéndose de pie.

―Si todo está bien, es momento de que me vaya. ― dijo está tomando la receta para las pastillas prenatales.

Zaria sabía, aunque no lo aceptaba, no quería que la manada le tuviera lástimas, así que siempre les daba esa sonrisa de alegría contagiando a los demás.

En ese tiempo ella ha estado más feliz y no es porque el dolor ha cesado, sino porque el saber que será madre le da esa esperanza de que cuando su alfa venga todo será como antes y él no sé ira de su lado.

Porque si desde que le llamo y la mujer contesto ella ya no le volvió a marcar, pero el alfa tampoco lo hizo.

―¿Luna tiene hambre? ―quiso saber una sé las cocineras.

Zaria lo pensó por un momento, aceptando.

―Si por favor. ― le dijo ―Quiero un pastel de chocolate con crema batida y crema de maní. ― le dijo.

La cocinera la vio por un momento, pero no dijo nada, sabía que los antojos se pueden poner muy raros algunas veces.

Así que sin más se fue a preparar lo que su luna había pedido.

Zaria mientras tanto salió al jardín de la mansión y viendo al cielo se da cuenta de que mañana habrá luna creciente, eso significa que el reino de los vampiros dará la celebración, pero como el alfa no está esa es la perderán porque ella en ese estado no puede viajar.

Al día siguiente.

Eran las nueve de la mañana y Zaria no había bajado a desayunar como de costumbre, los empleados de la casa se estaban comenzando preocupar y no fue hasta que un grito proveniente de la habitación de su luna que estos fueron corriendo para ver que sucedía.

Al llegar e ingresar, ellos vieron horrorizados a su luna en su cama.

Sus mantas están llenas de sangre, así como sus piernas y ella grita de dolor mientras se sostiene el vientre.

―¡Rápido hay que llevarla al hospital! ― un guardia que había escuchado el grito de su lana la tomo en brazos y de forma rápida la lleva al hospital.

Todos los que la habían visto rogaban para que tanto ella como él bebe estuvieran bien.

―Llamen al alfa. ― dijo el doctor al guardia mientras Zaria era llevada a la sala de emergencias para poder atenderla.

El guardia no esperó y se puso en contacto con el alfa.

Este al escuchar que su luna está en el hospital no lo piensa dos veces para dejar a su amante y salir hacia la manada.

+++

―¡Por favor salven a mi bebe! ― ruega Zaria con lágrimas en los ojos.

Los médicos y enfermeras la tratan de calmar.

Pero ellos sabían claramente lo que le está pasando.

Así que deciden dormirla para poder proceder.

―¿Qué hacemos doctor? ― le pregunto a una enfermera ya cuando Zaria se había dormido.

Este la vio por un momento para luego responder.

―Hay que mantenerla sedad hasta que el alfa esté cerca. ― le dijo.

Ella asintió.

Horas después.

Zaria despertó justo cuando la luna está en su punto más alto, por un momento está confundida, pero al pasar los segundos ella recuerda todo.

Con lágrimas en los ojos lleva sus manos a su vientre, lo que la destroza más porque no puede sentir a su bebe.

El doctor entra justo en ese momento.

―¿Mi bebe? ― le pregunta ella teniendo la esperanza que él aún está en ella.

Pero el medido niega con la cabeza.

―Tubo un aborto espontáneo y no se pudo hacer nada. ― le dijo.

Zaria no grito, solo dejó que las lágrimas cayeran en silencio.

―Quiero estar sola. ― le dijo el medio inseguro deja la habitación.

Zaria sigue llorando en silencio sabiendo que todo lo que paso es su culpa por no poner un alto todo lo que estaba pasando y hoy se ha quedado sin su razón de vivir.

Zaria lloro tanto hasta que se quedó sin lágrimas, en ese momento su alfa entre a la habitación, pero en la mirada de Zaria no hay nada.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022