Capítulo 9 9.

Capítulo 9.

-Si das las gracias no estaría mal. - dijo una voz llamando la atención de todos.

En el umbral de la habitación está Esteban con su típica expresión fría, sus ojos rojos brillan con mucha intensidad mientras ve a su destinada y aunque se mantiene al margen, lucha contra su deseo de acercarse a ella, mimarla, cuidar de todo aquel que la lastime.

Pero a pesar de todo, él hace a un lado sus sentimientos porque piensa que eso lo hacen ver débil y él no es débil.

Demonios gemelos y el lobo ven mal a Esteban por cómo le ha hablado a Zaria, pero este los ignora porque está concentrado en su media alma.

Zaria lo ve y solo se topa con una mirada dura, justo como las que le dedicaba Kerry cuando ella lo interrumpía al el estar en su despacho.

Ella desvió la mirada del porqué no quería recordar nada que tuviera que ver con el alfa que le destruyó su vida.

Esteban al ver el dolor en la mirada de su destinada se arrepiente y aunque no muestra emoción en su mirada, desvía su cara para que los demás no ven que también le afecto a él.

-¿No te ibas a tu reino? - le pregunto Elián con molestia en su voz.

Esteban apretó con fuerza su puño y con la mirada más fría los afrento.

-Esto también me compete a mí, así que no me iré. - les dijo a los tres en la sala y de manera indirecta a su luna, pero esta no lo veía, solo tenía la mirada perdida.

Los lobos lo ignoraron para prestarle atención a su alma, la cual era como estar tratando con una pared porque ella no los veía, no les habla, no hace nada.

-¿Bonita necesitas algo? - le pregunto Darren a Zaria.

Aunque está, solo lo vio por un momento para luego solamente negar con la cabeza y desviar la mirada.

El suspiro un poco triste por como ella se comporta, pero sabe que tiene que tener paciencia y darle su tiempo, todo ahí lo saben.

Elián está por hablar, ya en la entrada el médico obtuvo la atención de todos, menos la de Zaria que solo mira en un ponto con la expresión vacía.

-Vengo a revisar a la paciente. - dijo él avanzando en la habitación y tratando de ignorar las posturas tensas de los líderes.

Al llegar a Zaria este toma su brazo, pero el alejado por la misma Zaria que lo ve con el ceño fruncido ante su actuar, por lo cual el médico se tenía que explicar.

-No haré nada malo, señorita. - le dijo este tratando de darle confianza -Es solo un proceso de rutina y para ver cómo van las heridas en tu brazo. - le dijo este.

Fue en ese momento que Zaria fue consciente de la venda en su brazo y su muñeca. Aun con un poco desconfianza dejo que el médico siguiera con su trabajo.

Desvendo las heridas, una que poco a poco se iban sanando, ya que al ser humana el proceso es más lento, pero si ella se dejara sanar por los líderes, esas heridas ya no estuviera.

Un tema muy difícil de tratar más para ella porque al tener un lazo roto sería más difícil decirle que no es destinada solo de uno, sino que de siete, lo mejor es posponer esa información para cuando ella esté mejor.

La revisión iba bien hasta que el médico trato de levantar la bata y ver las piernas de Zaria porque no solamente ella se tensó, sino que los tres hombres detrás del médico lo hicieron.

-Llamaré a una colega para ver esa zona. - le dijo este para que los hombres tras de él no se lanzaran a querer quitarle la cabeza por ver más de lo permitido.

Zaria se relajó al escucharlo tanto o más que los cuatro seres detrás del doctor.

-Ahora quisiera hablar sobre las marcas de infidelidad en su piel. - hablo el médico y ni termino de hablar cuando todos en el cuarto se tensaron más que nunca, parece que ese lugar se volvió más pequeño y asfixiante.

-¿Es necesario? - pregunto Black entre dientes por lo tensa que tenía la mandíbula.

El médico trago grueso para girarse a los líderes y así poder responder a sus preguntas.

-Es necesario por el estado en que ella estaba y más porque algunas heridas eran más recientes que otras. - les hizo saber a ellos.

Y no es que estos no lo supieran, pero el que un destinado traicione a su alma era algo que se repudia entre ellos y el ver la forma en que ella llegó lo que le espera a su destinado sería la muerte, porque gracias al vínculo roto ella no sentiría solo tendrá el vacío.

-Haga las preguntas necesarias. - dijo el vampiro obteniendo la atención de todos y la mirada molesta de los demonios y el lobo que para nada están contentos por tomar una decisión que solamente a ella le corresponde.

El médico asintió y se giró.

-Señorita, haré una seria de preguntas. -le dijo este, pero Zaria no lo mira, es como si ni siquiera le está prestando atención.

-¿Es consciente del daño que le fue infligida por su destinado?- lanzo la primera pregunta, aunque no obtuvo respuesta.

-¿Sabe de qué especie es su destinada, así como el rengo que este posee? - lanzo otra pregunta, pero igualmente no obtuvo respuesta, soltó un suspira porque era claro que no respondería.

-¿Es consciente de que debido al daño que sufrió perdió a su hijo? -Y ante esa pregunta, Zaria simplemente asintió dejando sorprendido al doctor y a los demás y además de escuchar como el aparato que mide su pulsación se incrementara.

Ya que esperaban de que Zaria no contestaran.

Los demonios, el lobo y el vampiro tensaron más la mandíbula por el dolor les provoca el saber que su alama había y está sufriendo por alguien que sin confianza le arrebato a su hijo y más porque ellos no pudieron protegerla.

Pero eso no se quedaría así, porque en silencio juran vengarse de ese ser que destrozo la vida de ella y este suplicara por morir, negándole de ese privilegio.