-Hola... ¿qué dices?- trato de no levantar mucho la voz para no perder la suya entre las demás.
-Hibrida ella será, todas las especies tendrá, hija de la Diosa. Sola estará, a su mitad debe encontrar y así su poder despertará. Su obligación es, salvar todo lo que puede ver y morir por todo lo que dice querer. La más fuerte de todos es, y por eso salvar vidas es su deber- Lo último lo escucho tan cerca que puedo asegurar que alguien esta susurrando detrás de mí, en mi oído. Me doy vuelta y lo que veo me deja muda; es mi madre.
-¿Mamá?- digo en un susurro, siento un nudo en el pecho y no aguanto las ganas de llorar. Ella me da una mirada dulce, cargada de amor y dolor al mismo tiempo. Verla así, cuando solo la he visto en fotografías, es un golpe en la cara, duele, quiero abrazarla pero tengo miedo de fallar y que solo sea un espejismo, mi imaginación.
-Mi hermosa Nimue- su voz se escucha lejana, pero a la vez se escucha cerca- mi preciosa hija- ella se acerca y toma mis manos, me tenso ante su toque, es cálido, amable, no quiero que me suelte jamás.
No aguanto las ganas y me lanzo a ella para abrazarla por unos largos segundos. Cuando nos soltamos ya no estamos en casa, estamos en un bosque, rodeadas de arboles muy grandes y flores
- Escúchame hija, debo decirte algo muy importante- por un momento noto que le cuesta hablar, es como si no quisiera decirme algo pero estuviese obligada- Diosa, lo siento tanto, yo no quería esto para ti, quería que fueras feliz, que tengas una vida normal, amigos, familia, que te cases y poder pasar contigo muchos años- mi madre está llorando, al parecer esto que me quiere decir es importante y le afecta en gran manera, pero no se de que habla, solo me importa estar con ella, no la conocí, pero mi abuela se ha encargado de que sepa que clase de persona era- Bien, cariño, lo que escuchaste antes de la hibrida, ¿lo habías escuchado antes?- pregunta esperando atenta a mi respuesta.
-Yo... no, no sé nada sobre una hibrida- le respondo con simpleza- Mamá- ella me mira esperando que siga- ¿esto es un sueño?
Mi madre me sonríe y me atrae hacia ella -Si, Nimue, es un sueño, pero prometo que siempre que pueda, te visitare en tus sueños, por lo menos así estaremos juntas- escucharla decir eso me llena de felicidad, podre conocer a mi madre más a fondo y no solo por lo que me cuenta mi abuela- Bien, debo decirte algo importante, es un mensaje para tu abuela.
-Dime mamá.
-Debes decirle que es hora de hablar, y que le diga a tu tía Sira que vuelva, no hay nada que Sira pueda encontrar que ayude a parar lo que viene y diles a las dos que las amo y que siempre estaré con ellas- toma mis manos cuando dice lo último, espera, dijo tía?
-Tengo una tía?- Pregunto un tanto sorprendida.
Ella ríe- Si mi amor, tienes una tía, es mi melliza. Se fue hace 15 años, cuando llegaron al mundo humano, pero ya es tiempo de que vuelva- pone su mano en mi cara como un gesto de cariño.
-Está bien, yo le diré a la abuela- siento que esto está a punto de acabar, así que la abrazo lo más fuerte que puedo.
-Te amo hija
-Te amo madre.
Poco a poco la silueta de mi madre desaparece.
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Despierto de manera calmada, miro el techo y me quedo pensando un poco hasta que escucho la puerta abrirse. Es Margot, apurada como siempre.
Miro hacia el reloj y veo que es media noche, vaya, si que dormí. Me pongo de pie y voy en busca de mi abuela.
-¡Abuela!- la llamo.
-Si?- escucho que su voz viene de el balcón. Al llegar la veo recostada del barandal, mirando el cielo.
-Abuela, tenemos que hablar- hablo de manera seria, ella se tensa por completo al escuchar mi tono y luego de al parecer procesar algo, me mira con mucha seriedad- hablé con mi madre- abre los ojos por la sorpresa y se lleva una mano a la boca.
-¿Q...qué? ¿Hablaste con Mair?- sus ojos se empañan y el dolor se puede ver en sus ojos, yo asiento y ella cae de rodillas al piso- Mi querida hija, preciosa, valiente, fuerte- susurra para si misma- ella... ¿ella qué te dijo?
Me siento en el piso frente a ella y tomo sus manos- Dijo que te dijera que te ama y que siempre está con ustedes, contigo y con mi tía Sira- al decir ese nombre ella me mira incrédula- si abuela, ya sé que tengo una tía en algún lugar del mundo buscando no se que para prevenir algo- repentinamente mi abuela me abraza y yo me dejo hacer, se que necesita esto, acabo de decirle que vi a su hija, la cual murió hace 15 anos.
Después de otro rato mas de llanto, mi abuela me dice que llamará a mi tía por cámara y así poder conocerla, ella está del otro lado del mundo y lo que deben hablar es algo importante, así que no puedo esperar para conocerla por más tiempo.
-Bien, aquí vamos, lista?- asiento, ella presiona ''llamar'' y al tercer timbrazo una mujer muy parecida a mi madre, con la diferencia de que su cabello es negro, aparece en la pantalla. Nadie dice nada, y la mujer llamada Sira tiene los ojos abiertos como platos.
-Nimue?- Su voz, es suave, igual a la de mama, se escucha asustada y sorprendida.
-Hola tía- respondo explotando de felicidad pero se controlarme, así que solo sonrío, pero es una sonrisa muy grande, mi felicidad se nota a leguas, tengo una tía, cuando siempre pensé que éramos solo mi abuela y yo, y además es melliza de mi madre, no puede ser mejor.
-Mamá, qué está pasando?- ella sigue sin poder creérselo.
-Hija, es tiempo, debes venir a casa- dice mi abuela con tranquilidad.
-Hay algo que debo decir- interrumpo- debía decirles a las dos juntas, tía, mi madre te mando a decir que no hay nada que pueda ayudar, que debes volver a casa.
-Qué? Mair? como...?- mi tía no puede creer nada de esto, creo que se va a desmayar.
-Fue en sueños, la vi en un sueño, y te mando a decir que te ama, que siempre estará contigo- finalizo.
Al ver a mi tía, puedo notar que esta sonriendo, pero es una sonrisa melancólica, ella desea que su hermana vuelva, es lo que todas deseamos. Ella sacude su cabeza y se limpia las lagrimas.
-Okey, salgo mañana en un vuelo a primera hora, me mantendré en contacto mientras llego- dice Sira.
Nos despedimos y esa noche me quede a dormir con mi abuela, estaba triste, no quise dejarla sola. . . .
Al día siguiente desperté sola en la cama, supuse que mi abuela estaría en alguna lugar de la casa así que puse marcha a mi habitación, al llegar entre a mi baño y me mire al espejo, mi cabello negro parecía una escoba de esas que se hacen con paja y mi cara parecía la de un muerto viviente, pero algo en mi reflejo llamo mi atención, en mi frente, tenia lo que al parecer era una gema de color blanco, casi transparente.
-Pero qué demonios...?- la toque y no sentía nada, no dolía, así que intente tomarla y quitarla pero la reacción de la piedra fue mandarme a volar y termine estrellándome contra el cristal de la ducha, lo siguiente fue ver a mi abuela entrar como loca al baño y al verme su cara se transformo en una de horror, todo el cristal estaba roto, y yo estaba muy lastimada en los brazos y espalda, ella me ayudo a poner en pie pero yo casi no podía con mi cuerpo, al mirar hacia donde estaba antes tirada, vi un charco de sangre.
°oh, me estoy desangrando°
Para luego perder la conciencia. . . .
Desperté, otra vez, pero en esta ocasión la cabeza me dolía horrores, vi el reloj en la pared y eran las 8:34 pm
°Mi tía debe haber llegado ya°
Intente ponerme de pie pero un dolor insoportable en mis brazos y espalda me lo impidieron y caí de rodillas al suelo, escuche pisadas rápidas dirigirse hacia mi habitación y la puerta se abrió de golpe dejando ver a una mujer hermosa, con muchos razgos familiares, muy preocupada. Ella me tomo por los brazos y me ayudo a subir a la cama, yo me sente y ella hizo lo mismo a mi lado, estaba segura de que era mi tia, hice el intento de acercarme a ella pero el cuerpo me dolia a mucho y y ella lo noto.
-No debes moverte demasiado, me sorprende que estes viva despues del desastre que sucedio hoy, perdiste mucha sangre y estas debil, recuestate.-ella hablaba muy calmada, su voz en persona era identica a la de mi madre, pensar en ella me hacia querer dormir para asi poder verla, pero tengo preguntas, como por ejemplo la piedra rara en mi frente- bien preciosa, soy tu tia, es un gusto conocerte por fin, aunque no sea en las mejores condiciones, pero debemos hablar de un tema un tanto delicado y es urgente- al terminar de hablar me tense, algo malo estaba pasando, lo podia sentir.