Capítulo 7 ¿Tú

Después de expresar su agradecimiento, Edwin no se fue inmediatamente, sino que miró a Caroline.

'¿Qué miras? ¡Sí, la mujer que fue tu esposa en tu vida anterior está delante de ti! ¡Aunque no te guste, sigo siendo tu esposa!', pensó Caroline para sí misma.

Inesperadamente, él dijo: "En teoría, el hecho de que una mujer dé varias patadas a otra mujer no provoca infertilidad, pero aún no se ha demostrado si una hembra de dinosaurio puede patear a una mujer hasta dejarla estéril o no".

¡Edwin, que siempre se mostraba serio, estaba bromeando! Este extraño evento dejó sin palabras a todas las personas que estaban en la habitación, excepto a Caroline, que había sido el blanco de gran parte de las bromas y el sarcasmo de Edwin en su vida anterior.

Ella levantó la cabeza y dijo: "No es asunto tuyo".

"Bueno, en realidad el médico de Mae es mi superior, pero parece que no quieres saber si ella podrá tener hijos o no, así que... Supongo que no tendré que molestar a mi superior". Tras decir esto, él se encogió de hombros con indiferencia.

Caroline se quedó atónita, porque parecía que Edwin tenía intención de ayudarla.

Antes de que pudiera responder, él se dio la vuelta y salió. Sin pensárselo dos veces, ella se levantó de un salto y corrió hacia él. No sabía por qué estaba tan enfadada, pero empezó a intentar darle puñetazos y patadas a Edwin. Aunque ella era solo una chica, era muy fuerte, por lo que era perfectamente capaz de hacerle daño. Afortunadamente, gracias a sus rápidos reflejos, él consiguió agarrarle las manos y detenerla.

Cuando se dio cuenta de que no podía golpearlo, Caroline se enfureció aún más. "¡Te odio! ¡Te odio muchísimo! Si quieres ayudar, hazlo, de lo contrario, ¡deja de decir tonterías!".

Todos los demás que estaban en la oficina se acercaron apresuradamente para llevarse a Caroline. En particular, la maestra encargada de la residencia hizo grandes esfuerzos para volver a sentarla en el sofá. Mientras tanto, el subdirector y Daryl volvieron a pedir disculpas a Edwin. Después de eso, Daryl y el jefe de estudios de Caroline acompañaron a Edwin fuera de la oficina.

Daryl habló primero. "Siento lo que ha sucedido. Caroline está loca, pero no es mala persona, solo es un poco impulsiva, así que, por favor, no la odies. Y si hay algo que puedas hacer para ayudarla, por favor, ¡hazlo! Te lo agradeceré en su nombre".

Edwin escuchó en silencio, pero la expresión de su rostro se fue tornando más fría a medida que oía sus palabras.

"Si tanto te preocupa tu dinosaurio, deberías ponerle una correa. Si la dejas que se mueva libremente, espantará a todo el mundo", respondió.

Al oír estas palabras, Daryl sintió una cierta irritación. Aunque solían llamar "dinosaurio" a Caroline, el apodo sonaba ofensivo y desagradable cuando era utilizado por otra persona.

Sin embargo, ocultó su malestar y dijo: "No te preocupes. Yo cuidaré de ella".

Edwin lo miró de pies a cabeza con una expresión de desprecio en sus ojos. "¿Tú?". Luego, se burló fríamente y se fue, dejando perplejos a Daryl y al jefe de estudios. Durante un momento, los dos se preguntaron qué había querido decir Edwin, pero al darse cuenta de que lo había insultado, Daryl se enfadó aún más. En la oficina, Caroline por fin se había calmado, probablemente porque había dado rienda suelta a toda su ira reprimida al golpear y patear a Edwin. Ahora que toda su frustración había desaparecido, se sentía aliviada. Además, estaba segura de que Edwin la ayudaría a pesar de lo que acababa de ocurrir y no había ningún problema que él no pudiera resolver.

Sin embargo, justo después de pensar eso, se sintió disgustada consigo misma. En su vida anterior, cuando estaba con Edwin había sufrido mucho. ¿Por qué seguía confiando tanto en él ahora? No podía entender la razón.

Ted esperaba a Edwin en la escalera. En cuanto Kristi le contó los problemas en los que se había metido Caroline, fue al hospital a toda prisa para disculparse con Mae en nombre de esta. Pero al encontrarse fuera de la habitación de Mae, él dudó, porque sabía que si Caroline se enteraba de que había pedido disculpas, también lo patearía.

Mientras estaba sopesando este dilema, encontró el perfil del médico de Mae. ¡Descubrió que este médico se había graduado en la Universidad de Medicina de Ciudad A! Por este motivo, Ted se había ido del hospital para buscar a Edwin.

De hecho, no tenía una relación estrecha con Edwin, solo se habían visto una vez, pero para su sorpresa, Edwin accedió a ayudarlo. Sin embargo, en vez de ir a hablar con su superior, primero Edwin fue a ver a Caroline.

Ted no entendía cuál era su plan. Sabía cómo se comportaba Caroline cuando tenía un ataque de ira. Ni el personal de la oficina era capaz de persuadirla o calmarla. ¿Por qué Edwin quería verla? ¿Creía que podía calmar a Caroline? Mientras Ted se planteaba estas cuestiones, Edwin se acercó.

"¡Edwin!", dijo Ted corriendo ansiosamente hacia él. "¿Qué ha pasado?".

Mirando a Ted, Edwin respondió: "No creo que nos conozcamos tan bien".

Ted sonrió tímidamente y preguntó: "¿Caroline te ha hecho caso?".

En lugar de responder a la pregunta, Edwin añadió: "¿Está el director del departamento de seguridad en su oficina ahora?".

Ted asintió con la cabeza. "Sí, está allí, le pedí a un compañero de clase que lo comprobara por mí".

"Muy bien. Si tienes algún problema en el futuro, puedes acudir a mí. Haré todo lo que esté en mi mano para ayudarte", dijo Edwin con una expresión seria.

Al oír esto, Ted esbozó una amplia sonrisa de oreja a oreja. Estaba tan contento que se olvidó de todas las preguntas que se había planteado poco antes.

Cuando Edwin entró en la oficina del director del departamento de seguridad, lo encontró presumiendo ante un recién llegado de lo excelente que había sido cuando estaba en el ejército. 'Vaya, se te da muy bien fanfarronear. Recuerdo que en esa época no eras más que un porquero', pensó Edwin.

Cuando el director del departamento de seguridad vio a Edwin, inmediatamente pidió al nuevo guardia de seguridad que saliera de su oficina.

Edwin era el estudiante más destacado de la universidad de medicina y estudiaba bajo el mando del director del hospital afiliado a la universidad. Además, los rectores de todas las universidades lo conocían. Aunque al director del departamento de seguridad no le importaran los buenos contactos de Edwin, estaba impresionado por sus excepcionales habilidades médicas. Se rumoreaba que el rector de la universidad de medicina le había pedido a Edwin que practicara cuando trataba a sus pacientes.

'Es realmente difícil encontrar un buen médico estos días. Si puedo establecer una buena relación con un médico tan capacitado como Edwin, sería muy beneficioso para mí', pensó el director.

Edwin saludó amablemente al director del departamento de seguridad antes de ir al grano. Quería que el director le presentara al director de la comisaría local, que era su compañero de armas. El director del departamento de seguridad estuvo de acuerdo sin dudarlo, ya que se trataba de algo fácil. En su opinión, sería bueno ayudar a Edwin para que este le debiera un favor a cambio.

Esa noche Edwin invitó a los dos hombres a un elegante restaurante cerca de la universidad. Durante la cena, dijo todo lo que quería decir.

Dale Li, el director de la comisaría, también estaba muy contento de comer con Edwin, puesto que este era el único hijo del teniente de alcalde. Se rumoreaba que a finales de año el teniente de alcalde se convertiría en alcalde. Además, la ayuda que le pedía Edwin no implicaba nada ilegal. ¿Así que cómo podía perder esta oportunidad de entablar una relación con el hijo del teniente de alcalde?

Durante la cena, Edwin sacó una carpeta de plástico transparente y se la dio a Dale Li, que se quedó atónito mirándola.

"Señor Li, esta persona creció en la región que tú supervisabas antes. Por eso, creo que sabrás más sobre él que otras personas, pero necesito pruebas", explicó Edwin.

Dale Li tomó el archivo con indecisión y frunció el ceño.

"Parece que ya sabes de quién estoy hablando", prosiguió Edwin, enarcando una ceja.

"Bien... ¿Es esto idea de tu padre?", preguntó Dale Li.

"Siempre es mejor tener un arma de más en la mano, ¿no crees?", respondió Edwin.

Entonces, Dale Li sacó los documentos de tamaño A4 de la carpeta y les echó un vistazo. "Es verdad que esta persona vivía en la región que supervisé en el pasado. Creció allí, pero...".

"Sé que es pariente lejano del subdirector general del departamento de seguridad pública, pero eso no significa que tengan una relación cercana, ¿verdad?", preguntó Edwin.

En lugar de responder, Dale Li tomó un sorbo de vino en silencio, pero no percibió ningún sabor.