Como Tú No Hay Otra
img img Como Tú No Hay Otra img Capítulo 3 ¿Cuál es tu relación con el señor Liang
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Capítulo 16 ¿No estás cansado img
Capítulo 17 ¿Estás contenta de que me vaya img
Capítulo 18 Te compensaré img
Capítulo 19 Una cita img
Capítulo 20 El secuestro img
Capítulo 21 Golpear o ser golpeado img
Capítulo 22 Algo salió mal img
Capítulo 23 Mala suerte img
Capítulo 24 Aturdida img
Capítulo 25 Tenemos comunicación telepática img
Capítulo 26 Sana y salva img
Capítulo 27 Las ex novias pueden ser terribles img
Capítulo 28 Interrogatorio img
Capítulo 29 Engañado img
Capítulo 30 Siempre coqueteas conmigo img
Capítulo 31 Arreglada img
Capítulo 32 La primera aparición pública img
Capítulo 33 Mantenerse al día con la mentira img
Capítulo 34 Té caliente img
Capítulo 35 Diarrea img
Capítulo 36 La cita a ciegas img
Capítulo 37 ¡Qué mundo tan pequeño! img
Capítulo 38 Una mujer casada img
Capítulo 39 Amigos falsos img
Capítulo 40 Hombre tacaño img
Capítulo 41 La invitación a la boda img
Capítulo 42 Por poco traficada img
Capítulo 43 Maltrato mutuo img
Capítulo 44 Pensando en el futuro img
Capítulo 45 El vestido img
Capítulo 46 Listos para la boda img
Capítulo 47 Una mujer loca img
Capítulo 48 La boda de mi ex img
Capítulo 49 El chisme img
Capítulo 50 Un gran revuelo img
Capítulo 51 Elegir una madrastra img
Capítulo 52 No pienses demasiado img
Capítulo 53 La rendición de George img
Capítulo 54 Arréglalo por mí img
Capítulo 55 ¡Qué coincidencia! img
Capítulo 56 Otro encuentro con Thomas img
Capítulo 57 Te extraño img
Capítulo 58 La inversión inicial img
Capítulo 59 Los premios misteriosos img
Capítulo 60 Evitando a Thomas img
Capítulo 61 Fotos secretas img
Capítulo 62 Sorpresa img
Capítulo 63 Inspección img
Capítulo 64 Nuevos rumores img
Capítulo 65 Identidad en internet img
Capítulo 66 Una elección difícil img
Capítulo 67 La decisión img
Capítulo 68 Lo inesperado img
Capítulo 69 Tratando de escapar img
Capítulo 70 George vino a rescatarla img
Capítulo 71 El estacionamiento img
Capítulo 72 El costo de mentir img
Capítulo 73 Jacob engañó a Joy img
Capítulo 74 Sintiéndose usada img
Capítulo 75 Esperando despierta img
Capítulo 76 Esto no es un centro de reciclaje img
Capítulo 77 Una invitada no invitada img
Capítulo 78 Asuntos familiares de otras personas img
Capítulo 79 Chismes ineludibles img
Capítulo 80 El último deseo de Mae img
Capítulo 81 La mentira img
Capítulo 82 El dilema de Hans img
Capítulo 83 Política de oficina img
Capítulo 84 Comida gratis img
Capítulo 85 Algo anda mal con la comida img
Capítulo 86 La solución de Anne img
Capítulo 87 Bocadillos img
Capítulo 88 Rompiendo el compromiso img
Capítulo 89 Chupetones img
Capítulo 90 Enfrentándose a Joy img
Capítulo 91 La verdad img
Capítulo 92 Primer amor img
Capítulo 93 Volteando la situación img
Capítulo 94 Defendiendo a Anne img
Capítulo 95 El espectáculo comenzó img
Capítulo 96 Atrapándolo con su viejo amor img
Capítulo 97 Ahogando las penas img
Capítulo 98 Precio a pagar por la resaca img
Capítulo 99 Solicitud de un permiso img
Capítulo 100 Enfrentamiento entre dos hombres img
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Capítulo 3 ¿Cuál es tu relación con el señor Liang

"Te pedí que trajeras el borrador del discurso del señor Liang. ¿Por qué tardaste tanto? ¿Eres un caracol o algo así?". Una voz aguda se escuchó en la entrada del hotel, en medio de la gente que iba y venía.

El J Grand Hotel era el mejor hotel de A City, y la gala benéfica que el alcalde había organizado estaba en pleno apogeo.

"Lo siento, Liza, me quedé atrapada en el tráfico", se disculpó Anne mientras se secaba el sudor de la frente.

"¿Un embotellamiento? Esa no es una excusa suficiente para tu pobre desempeño", se burló Liza. Resopló y miró a Anne con desdén. 'No sirve para nada', pensó.

"Lo siento mucho, Liza, prometo que no volverá a suceder". Anne se veía tan tranquila, no parecían importarle las miradas de los transeúntes.

Liza quería regañarla más, pero un auto de lujo se detuvo frente a ellas; se abrió la puerta y del interior salió un hombre guapo y de aspecto frío, sus piernas eran largas y rectas y sus rasgos delicados.

Miró a Anne, que estaba parada con la cabeza gacha, y preguntó con frialdad: "¿Qué pasa?".

La expresión de Liza se suavizó de inmediato y dijo en voz baja: "No es nada, señor Liang; es solo que Anne fue tan negligente que se olvidó de darme antes el borrador del discurso que usted va a dar luego, y ahora casi llega tarde".

Anne permaneció en silencio pero en su interior se mofó: '¡Ja!, es su culpa, él fue quien no me despertó esta tarde.

Después de un rato, dijo: "Lo lamento, señor Liang". Aunque no quería, tuvo que tragarse su orgullo y disculparse con George, bajo la mirada severa de Liza.

"El señor Liang no tiene tiempo para preocuparse por personas como tú, simplemente haz tu trabajo y sé más inteligente la próxima vez", intervino Liza; luego de hacerle una advertencia con la mirada, miró su reloj y agregó: "La ceremonia de apertura comenzará en cinco minutos, entremos, señor Liang".

Sin embargo, George no se movió;

sus ojos estaban fijos en el rostro frío de Anne y le preguntó en voz baja: "¿Qué pasa? ¿Nuestra empresa no te trata bien?".

El fuego de su mirada incomodó a la joven, que levantó la cabeza y respondió: "No, no".

Los ojos de George se oscurecieron y con un toque de impaciencia en la voz, dijo en un tono más fuerte: "Entonces, ¿por qué te vistes así?, hasta yo me siento avergonzado".

Anne miró su vestido floreado y se preguntó cuál era el problema; ella era solo una asistente con un salario de seis mil dólares. ¿Qué tipo de ropa quería que usara? Quería refutarle: 'No es asunto tuyo', sin embargo, no quería provocar problemas, así que, mientras no la presionara demasiado, no reaccionaría. Lo miró y dijo: "Entendido, señor Liang".

Pero George aún no había terminado; dio un paso y se acercó a ella; con su aura de frialdad y nobleza la obligó a retroceder involuntariamente.

"Ya que lo sabes, ¿por qué no vas y te cambias?", demandó.

"¿Qué? ¿Dónde me voy a cambiar?", Anne levantó la cabeza y lo miró aturdida.

"Liza, llévala a una tienda cercana para que se cambie de ropa", ordenó con frialdad.

"Pero, señor Liang, la fiesta está por comenzar"; Liza miró a Anne con recelo y luego a él con cautela.

George bajó la cabeza y miró la hora. "Entraré primero". Después de decir esto, se dio la vuelta y caminó solo hacia el corredor.

"¿Por qué te quedas parada ahí? ¡Ve a cambiarte!", gritó Liza mientras se acomodaba los anteojos en el puente de la nariz de su rostro gordo. Se veía feroz.

Como Anne no quería hablar con la anciana malhumorada, la siguió en silencio.

La actitud de Liza era desagradable y grosera, pero tenía un buen sentido de la moda; escogió al azar tres vestidos para que se los probara, y Anne pareció transformarse en una persona totalmente diferente en un instante; era una mujer muy bella.

"Llevaremos este, no te lo quites. Señorita, por favor quite la etiqueta", le ordenó muy seria a la vendedora.

"Muy bien; cuesta siete mil seiscientos dólares con el descuento", dijo la vendedora con una sonrisa.

Liza se volvió para mirar a Anne, que ahora llevaba un vestido azul, y dijo con frialdad: "¿Por qué sigues ahí parada?, paga la cuenta".

Anne estaba totalmente consternada. '¡Dios mío! ¿Siete mil seiscientos dólares?', gritó mentalmente. Ni siquiera su salario completo más el bono le alcanzaban para pagarlo.

"Es demasiado costoso. ¿Podemos buscar algo más barato?", dijo Anne con tristeza; le dolía el bolsillo.

"Ya lo tienes puesto y le sacaron la etiqueta; ¿Cómo podrías no comprarlo? ¡Date prisa!, el señor Liang nos está esperando", espetó con impaciencia; en seguida se dio la vuelta y salió de la tienda.

Dejó a Anne, que se sentía agraviada, sola con la vendedora. '¡Maldición!', protestó para sí, pero no tuvo otra opción que pagar con tristeza la cuenta y salir detrás de Liza.

Cuando entraron en el salón, el alcalde ya estaba dando su discurso en el escenario; la audiencia aplaudía ruidosamente y nadie las notó.

Anne siguió a Liza hasta el asiento junto a George; él la miró y sus ojos se detuvieron en su escote, luego le dijo en voz baja: "Siéntate a mi lado".

Liza, que estaba a punto de sentarse junto a George, se sintió avergonzada y fulminó a la joven con la mirada.

Anne se sintió muy incómoda y se sentó, con expresión rígida; sentía como si estuviera sentada sobre alfileres y agujas; ni siquiera podía oír lo que decía el alcalde.

George era el representante de los empresarios, así que después de que el alcalde terminó, subió al escenario para dar su discurso. Anne exhaló un suspiro de alivio mientras lo miraba.

"¿Cuándo te enrollaste con el señor Liang?", preguntó Liza en voz baja, con tono de sospecha.

Anne se puso rígida por un momento y su rostro se puso pálido, hasta que logró balbucear: "¿Qué? ¿Qué acabas de decir?".

La mirada de Liza reflejaba su disgusto. "Te pregunto cuál es tu relación con el señor Liang".

Anne negó con la cabeza y respondió con franqueza: "Nada, no tengo ninguna relación con él".

Liza estaba a punto de decir algo más, pero al ver que George estaba a punto de bajar del escenario, la miró con incredulidad y no dijo nada.

Anne realmente no quería sentarse junto a George; la asustaba tanto sentirse observada por él que agarró su bolso antes de que volviera a su asiento, y le dijo a Liza: "Iré al baño, llámeme si necesita algo".

De alguna manera, se sintió aliviada cuando entró al baño; luego, mientras se estaba lavando la cara, escuchó una voz suave y gentil detrás de sí.

"¡Hola! ¿Usted es del C Grupo?".

Anne se secó la cara con papel que sacó del aparato que estaba en la pared, y cuando se dio la vuelta, vio a una mujer hermosa y muy bien maquillada parada detrás de ella, que la miraba con una sonrisa suave en el rostro.

"Sí. ¿Qué sucede?". Anne adoptó una actitud distante, y su tono de voz era frío.

"Bueno, el asunto es el siguiente. ¿Conoce a George Liang, el CEO de su empresa?", preguntó Queenie Liu con timidez.

            
            

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