Capítulo 7 De tal palo, tal astilla

Mirando a la mujer con las manos puestas sobre sus caderas, Edison dejó el cuenco y los palillos y trepó a la mesa. De pie sobre ella, la observó desde arriba. "Mami, ¿quieres competir conmigo en cuanto a altura o a inteligencia? Yo sería el ganador de cualquier manera".

El niño expresó eso sin ningún temor. Era incluso más arrogante que ella.

Tasha quizá fuera mandona, pero su hijo lo era aún más.

¡Ese mocoso! Ella se quedó sin habla. Sin encontrar palabras para responderle, se volvió a sentar en su silla con frustración.

Su hijo era muy lindo cuando se portaba con dulzura, pero cuando actuaba con arrogancia, sin duda enfadaría a cualquiera.

Al ver que la había derrotado, Edison rio triunfalmente. Después se bajó de la mesa y volvió a sentarse balanceando sus pequeños pies en el aire.

Después de tomar una cucharada de avena, comenzó a hablar con la boca llena. "Mami, mi coeficiente intelectual es de doscientos puntos. ¿De verdad piensas desafiarme? ¡Estás acabada!".

Su tono condescendiente sonaba terriblemente similar al de su padre.

Antes de que su madre pudiera responder, el timbre sonó.

El niño rápidamente se escabulló para ver por el intercomunicador de vídeo y saber quién estaba llamando a la puerta. Era Felix. "¡Mamá!", gritó el chico: "Es el asistente de papá".

"Ya me di cuenta", respondió enfadada la chica mientras su expresión cambiaba abruptamente. Su rostro se tornó frío e inexpresivo en un abrir y cerrar de ojos, preparándose para aceptar el desafío.

Al ver el repentino cambio de humor de su mamá, Edison hizo un puchero. "Mami, ¿por qué la gente que te rodea es tan estúpida?".

"¿Qué?". Ella no entendía por qué le hacía una pregunta tan extraña.

Su hijo se llevó la palma de la mano a la frente y suspiró con impotencia. "Tu expresión es sumamente falsa. Sin embargo, nadie parece darse cuenta de que estás fingiendo. ¿Son realmente tan estúpidos?".

Tasha palmeó con suavidad la cabeza del pequeño. "Eso significa que tu mami es muy buena actuando".

"¡Venga! Dios los cría y ellos se juntan", el chico puso los ojos en blanco y agregó: "Son todos igual de idiotas".

¡Ah, este mocoso! La mujer volvió a quedarse sin habla. Se sentía algo avergonzada de la manera de la que actuaba su hijo superdotado.

Ignorándolo, fue directamente hacia la puerta y la abrió.

Felix se sorprendió un poco al ver su extraño atuendo. No obstante, había estado en esa industria durante años, y John lo había entrenado para mantener la calma bajo cualquier circunstancia.

"Señorita Su, nuestro director ejecutivo quiere verla", declaró sin expresión. Posteriormente señaló el auto de lujo estacionado frente a la puerta. "Por favor".

Con la ventanilla del auto abierta, Tasha podía ver claramente la silueta del hombre al que tanto odiaba. Después de ponerse un par de zapatos, cerró la puerta detrás de ella y se acercó al automóvil.

Posteriormente se detuvo frente a él, pero no abrió la puerta.

"¡Sube!", espetó John.

La muchacha frunció los labios con renuencia, pero terminó haciendo lo que él le pidió. Antes de que pudiera recuperar la compostura, el hombre se abalanzó sobre ella como una pantera, presionándola contra el asiento del automóvil.

"Usted... ¿Qué está haciendo?". Asombrada y tomada por sorpresa, Tasha miró el rostro del apuesto hombre con los ojos muy abiertos.

El auto era bastante espacioso, pero él era demasiado alto y demasiado fuerte. Al estar presionada bajo el peso de su cuerpo, le costaba trabajo respirar. Defendiéndose, trató de patear y de retorcerse para salir de debajo de él, pero todo fue en vano.

El hombre ignoró sus inútiles intentos y la sujetó firmemente. Sujetándola por la barbilla, examinó cuidadosamente los rasgos de su delicado rostro.

Ella destacaba entre las demás modelos, por lo que se podría decir que era la más guapa y sexy de todas.

A pesar de eso, cuanto más la miraba, más dura se volvía su expresión.

"¿Qué diablos quiere?", le preguntó ella con voz temblorosa.

Hacía cinco años él había hecho algo más íntimo que eso con ella. Por esa razón, sentía una sensación extraña pero familiar bajo tal contacto físico. No obstante, cuando ella lo vio contemplándola con sus ojos misteriosos, de repente sintió un escalofrío recorrerle la espalda...