Secuestrado por la mafia
img img Secuestrado por la mafia img Capítulo 2 Descubriendo la verdad
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Capítulo 6 Experiencias con otros hombres img
Capítulo 7 Una vida desafortunada con mi esposo img
Capítulo 8 Perseguida por los mafiosos img
Capítulo 9 Una decisión que marcaría mi destino img
Capítulo 10 Huyendo de la mafia. img
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Capítulo 2 Descubriendo la verdad

-No llore... esto no es intencional- dijo el hombre intentando hablar en voz baja, no comprendía el por qué intentaba hablar de esa manera y por qué intentaba darme explicación de lo que sucedía cuando unos momentos atrás ni siquiera había dicho la verdad ante las enfermeras, ¿Intencional? ¿A qué se refería?

-¿Que no es intencional? - dije con un tono burlesco y ya envuelta en la desesperación por sentirme una completa loca y que nadie creyera en mis palabras, era como si estuviera en una realidad distópica en la que nada era cierto.

-No miento por qué le quiera hacer daño a usted... no debería de hacer esto, probablemente me matarán si se lo cuento, pero tiene razón, yo no soy su novio. - dijo el hombre con sus ojos grandes mirándome directamente, al parecer solo en esta ocasión estaba siendo en realidad sincero conmigo y por lo tanto por fin había dicho la verdad después de todas las mentiras que ya le había dicho a las enfermeras. Quise llamarlas, para que él mismo les dijera que era lo que sucedía y rápidamente comencé a gritar para llamar la atención de estás mujeres, sin embargo, aquel hombre que se supone había tenido un accidente de levanto de la cama de hospital en la que estaba y se acercó a mí para taparme la boca e impedir que siguiera gritando. Entre en pánico y me revolque entre sus brazos sin escuchar nada de lo que decía, hasta que en un momento no tuve mas opción que atender a sus palabras.

-¡No grites! Van a matarme si saben que te dije, nunca debí de habertelo dicho y si sigues así no te diré nada más y nunca sabrás dónde está James. - dijo el hombre aún con sus manos en mi boca, de repente supe que tenía que calmqrme, era evidente que este hombre sabía algo que yo no sabía y si no hacía silencio no me diría nada, al final sería yo quien saliera perjudicada. El hombre insistió en que me soltaría pero que no podía gritar más y a pesar de que mis impulsos e instintos eran diferentes supe que tenía que obedecer le si es que acaso quería conocer un poco del paradero de James, por qué nadie más me había ayudado hasta ahora y pensaba que quizá este hombre si podría hacerlo. Contra mi voluntad guarde silencio y esto hizo que el hombre me soltará, él volvió a acostarse en su cama y me pidió que lo escuchará atentamente puesto que lo que iba a decirme solo me lo diría una sola vez.

-Su esposo no está aquí, Jonás... Jonás se lo llevó. - dijo el hombre con un temblor revolviéndole todo el cuerpo, era evidente que él solo hecho de pronunciar aquel nombre parecía hacerlo temblar.

-¿Quien es Jonás? - dije intentando imitar su voz baja. Para hacer que siguiera hablando y me dijera más cosas acerca de dónde podría estar James, este hombre delante de mí, aunque muy similar a mi novio no podía ser él y solo temblaba mientras intentaba nuevamente volver a hablar conmigo.

-Yo... no puedo decirlo, no puedo. ¡Van a matarme!- dijo el hombre

-Por favor... es mi futuro esposo. Estoy embarazada de él, necesito saber si está bien y dónde está, ten piedad y dime por favor - dije casi rogándole al hombre de la silla, me subí la camiseta y le señale mi vientre, aunque aún no se notaba mucho mi embarazo esperaba que él pudiera notar que en realidad por ese motivo y muchos más necesitaba saber de James. Pude ver cómo su rostro se compadeció de mí y luego de unos minutos de mirarme al parecer ya habían motivos suficientes para arriesgarse y decirme la verdad... pero ¿a qué le temía tanto este hombre como para creer que en realidad lo iban a matar si decía el paradero de mi esposo? Todo era demasiado extraño y aún no lograba comprender muy bien el por qué de lo que estaba sucediendo. Sin embargo no iba a descansar hasta saber que James se encontraba bien o hasta por lo menos saber cómo estaba y dónde era que estaba, mi novio no podía desaparecer de un día para el otro y menos ser reemplazado por alguien que ni siquiera yo conocía. Además, ¿Cómo era que este hombre podía tener las huellas de mi esposo si ni siquiera era él y ya lo había admitido? Tenia muchas dudas en mi cabeza que no habían Sido despejadas.

-Bien... le diré pero no puede decirle a nadie. Que esto no salga de esta habitación. Alguien me contrato para reemplazar a su esposo... me contrato Jonás, él es... es el líder de la mafia de New York. - dijo el hombre titubeando mientras miraba frenéticamente hacía la salida de la habitación en la que estábamos - tiene que irse de aquí, si no vendrán a llevarsela también, no puede quedarse.

-¿Qué? ¿Cómo? - dije completamente confundida. ¿Por qué la mafia se llevaría a mi prometido, él no había hecho nada malo, estaba segura de ello, no podía creer lo que estaba sucediendo y por la rapidez del momento ni siquiera sabía bien que preguntarle a este hombre, su insistencia en que me fuera era rápida y me decía una y otra vez que no podía decirme nada más, que por favor me fuera puesto que su familia y él estaban amenazados. Sin embargo, yo seguía insistiendo en un poco más de información.

-Si necesitas saber más información tendrás que buscarla tu misma. Si yo digo algo más me van a matar y ya me arriesgue mucho diciéndote todo esto, busca a Jonás, salva a tu novio, ¡no sabes en qué está metido!- dijo el hombre y entonces, escuché un gran estruendo fuera de la habitación.

Salí rápidamente y Vi todo en llamas, la puerta del piso principal había Sido explotada con una bomba o eso pensaba yo, no había duda en que venían a por mi. Los nervios por sobrevivir y el miedo que se combinaba con los gritos del hombre me hicieron pensar en la única salida posible a los hombres con armas que ahora entraban por la puerta principal del hospital, me acerque a la ventana y con una cuerda improvisada de sábanas salí del lugar con más preguntas que respuestas y con mi corazón latiendo fuertemente. ¿Mi esposo había Sido secuestrado por la mafia?

Nuestra vida juntos apenas había comenzado hace casi dos años cuando nos habíamos conocido por circunstancias del destino que ni siquiera yo en mis mejores sueños habría podido descifrar, James no parecía un hombre que estuviera metido en problemas legales o con la mafia y de hecho, parecía el hombre más amable y hermoso en la faz de la tierra.

En esos primeros meses ni siquiera imaginaba que podría enamorarme de nuevo, hacia poco había terminado con mi último novio que solía ser un hombre muy violento y por lo tanto mis estándares en cuanto al amor habían desaparecido por completo, no estaba buscando a nadie y nadie me buscaba a mí.

            
            

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