En ese tiempo aún vivía con mis padres y frecuentemente vivía muchos problemas con ellos puesto que teníamos demasiados altercados en la casa, aquello hacía que prácticamente la vida en casa se volviera un completo infierno y por lo tanto ni siquiera aunque en mi trabajo me trataban terriblemente ansiaba volver a casa después de trabajar, aún así no tenía un lugar específico a dónde ir así que a pesar de todo lo que vivía, siempre iba hasta mi hogar intentando buscar ese refugio que jamás se encontraba.
Justamente ese día era aún peor que los demás, estaba estresada y realmente cansada por un día agotador y extenso en mi jornada de trabajo y por lo tanto simplemente quería llegar a casa, es en ese entretiempo cuando en medio de una calle inundada por las fuertes lluvias simplemente me caí, creí que nadie había visto ese vergonzoso y aparatoso accidente que yo había tenido en la calle sin embargo rápidamente un hombre alto y de ojos grandes y azules se acercó rápidamente a mí para tenderme su mano.
En un inicio no quería tomar su mano, he de admitir que incluso ni siquiera levanté mi rostro para mirar de quien se trataba, quizá era una forma de no dejar ir mi orgullo por las mismas alcantarillas en las que por ese momento se iba el agua torrencial de las lluvias, pero luego de un momento, por simple instinto, mis ojos marrones levantaron la mirada y allí estaba él.
Sus manos eran fuertes y llenas de múltiples venas protuberantes que resaltaban en la blanquitud de su piel, inevitablemente mis pupilas se inundaron al mirarlo, y es que era tan hermoso que no pude resistirme ni un segundo más a tomar su mano, se veía como un hombre de dinero y parecía extraño encontrarlo en un lugar tan peligroso como esos. Él me jaló y con una enorme fuerza que no logré reconocer me puso a salvó en un sitio en el cuál la lluvia ya no era el peor enemigo.
Ya allí en silencio, con la lluvia de fondo y aún con un poco de vergüenza por lo ocurrido marcada en mi rostro no sabía que decirle, un tímido "gracias'' se salió de mis manos a medida que una de mis rodillas sangraba. No pude darme cuenta de aquel pequeño detalle sino hasta cuando él me resaltó el hecho de que mi rodilla estaba sangrando entonces rápidamente mis ojos se dirigieron hacia aquel sitio específico, y tal cual como si me conociera James comenzó a hacerme Miles de preguntas, insistentemente me hablaba preguntándome si acaso me encontraba bien o si en realidad tenía dolor o algo similar, sin embargo en ese momento ni siquiera podía pensar puesto que toda mi atención estaba completamente direccionada al hecho de solamente mirarle, era demasiado guapo y yo no podía quitarle los ojos de encima.
Ese día James completamente preocupado por mi supuesto mal estado de salud luego de aquella vergonzosa caída, insistió en acompañarme hasta mi casa y también en estar pendiente de mí estado de salud hasta durante los últimos tres días siguientes a aquel pequeño accidente, tenía mi número de teléfono que ese día le había dado como forma de contactarse conmigo y aprovechaba cada segundo para escribirme, sin embargo las cosas de las que me hablaba nunca iban más allá de preguntarme cómo me sentía luego del accidente y ese tipo de cosas, para mis adentros lo único que deseaba era que me preguntara algo más, algo más profundo que demostrará cierto nivel de atracción hacia mí pero James jamás pasaba ese límite, era el típico hombre con dinero que jamás me prestaría atención, hasta el punto en el que inevitablemente llegué a pensar que en realidad no tenía ningún tipo de interés en mí y por lo tanto simplemente luego de unas semanas insistiendo decidí que quizá debería de olvidarme de aquel chico hermoso que había conocido entre tantas cosas, sin embargo, unos días después de que yo misma había dejado de hablarle él volvió a mi con unos cuantos mensajes algo extraños.
Luego de casi dos semanas sin hablar, James volvía a preguntar una y otra vez acerca de cómo estaba, y como era normal simplemente decidí reírme de sus dudas y decirle que ya no tenía que preguntarme puesto que ya había mejorado mucho. A través de la pantalla del teléfono no podía ver su rostro, pero por el silencio entre respuesta y respuesta pude notar que había algo más entre los dos, James terminó por responder que no quería molestarme y que se sentía apenado por si me había molestado de alguna forma con sus preguntas. Ni siquiera iba a responder su mensaje cuando una verdadera respuesta respondió las preguntas que me había hecho durante semanas a mí misma acerca de si si le atraía o no. En ese mismo momento donde mis esperanzas están casi rotas y donde verdaderamente pensaba que la atracción que pensaba que quizá podría sentir James por mi podría existir dentro de su corazón ocurrió casi un milagro, no sé si fue el el que tomó las fuerzas dentro de su corazón y decidió que quizá sí sería bueno confesar lo que sentía en ese momento hacia mi puesto que le había demostrado que ya me parecían extrañas nuestras conversaciones hablando del mismo tema, y solamente hizo falta un pequeño momento para que el finalmente me aclarara todo lo que llevaba sintiendo las últimas semanas y la razón verdadera por la cual aún después de tantos días de ocurrido ese pequeño accidente seguía escribiéndome.
"La verdad es que, desde que te Vi ese día me pareciste muy interesante, quizá te preguntarás por qué digo eso sí ni siquiera te conozco y menos te conocía ese día, pero, sentí algo extraño al verte, la necesidad de ayudarte, fue inmensa en mi corazón y luego de un momento me di cuenta que quería estar en contacto contigo para poder conocerte un poco mejor, aunque, no he tenido el valor suficiente para poder hablar contigo de esa espinita que siento en mi corazón se muy bien que es algo que necesito solucionar, comprendo si te molesta que te hable de esto cuando ni siquiera nos conocemos y ese tipo de cosas pero la verdad es que si me pareces interesante y quisiera saber si si podríamos hablar... de cualquier cosa, no importa que, solo me gustaría conocerte".