Unos minutos después se puso uno de sus cómodos vestido, este era de color verde musgo, optó por una trenza de peinado y pudo ver que parte de su cicatriz quedaba a la vista, no le molestaba que muchos la vieran, ya había pasado el tiempo de avergonzarse de sus heridas. Cuando estuvo lista salió de la habitación encontrándose con su mejor amigo.
-Buenos días, Creed.
-Al parecer has dormido bien - dijo Creed sonriendo.
-¿Y tú, como has terminado la noche? - preguntó Maisie y vio cómo su amigo sonreía aún más -. Al parecer terminaste mejor que yo.
-Puede.
-Cuéntamelo todo - exigió ella sonriendo.
-Claro, pero será después que desayunes, abajo en el gran salón te esperan - Maisie abrió los ojos como platos.
-¡¿Por qué no me lo dijiste?! Si antes me miraban raro, ahora lo harán aún más por llegar tarde a todo.
-No eres rara - dijo Creed caminando tras ella.
-Lo sé, pero los demás si lo piensan y no puedo hacer nada contra eso - sonrió y caminó despacio sin importarle lo que pensaba la gente de ella.
Al llegar al salón vio que ya todos estaban sentados y desayunando.
Al parecer mi presencia no era tan necesaria - Pensó Maisie.
-Buenos días - saludó educadamente y sin esperar respuestas se sentó en el primer asiento vacío que vio, Creed lo hizo a su lado.
Su tía Moira la miró queriendo matarla, pero ella le sonrió en respuesta importándole bien poco lo que su tía opinara.
-Es ella - le susurró Creed y ella lo miró sin entender -, la dama que conocí anoche.
Maisie miró, y efectivamente era ella, la hermana de Duncan y la mujer que le gustaba a su amigo. Tenía que hablar con él y decirle que no podía seguir viéndola, ella estaba comprometida y eso solo podría traer problemas.
-Siento decírtelo yo, pero no puedes enamorarte de ella, Creed - susurró Maisie.
-Lo sé, pero fue algo inevitable.
-Es la hija del laird y hermana de Duncan, además está comprometida con un...
-Lo sé, anoche, estuvimos hablando por un largo rato. Lo que me consuela, es que ella no está de acuerdo con ese compromiso.
-Vaya, vaya. Pero eso me preocupa, si alguien los ve, podrían exiliarte o aún peor, te podrían matar - dijo Maisie con cierto tono de preocupación.
-Descuida - respondió Creed despreocupadamente.
Luego del desayuno cada uno empezó con sus labores, Maisie todo el tiempo ignoró a Duncan, lo que le molestó bastaste, nunca había sido ignorado por una mujer, y que ella lo hiciera lo ponía histérico.
Valoree, por supuesto, estuvo ahí para recordarle su promesa de enseñarle todo el clan, por lo que no pudo retractarse, no le quedaba de otra que cumplir con ella. Antes de salir pudo ver como Maisie se dirigía junto a su escolta hacia los establos, recordó que por esa razón había declinado su oferta de acompañarlos.
Maisie llegó a los establos junto a Creed, moría por ver los caballos que tenían los Blair, quería ver si eran tan buenos como los suyos, luego daría un paseo con su yegua Lara, una pura sangre blanca con manchas negras, realmente hermosa. Había muchos caballos y algunos hombres estaban ahí cuidándolos y alimentándolos. Los que ellos habían traído durante el viaje estaban al otro extremo del establo.
-Mira que hermosos son, Creed.
-Creo que Lara es más hermosa - indicó él.
-Claro que sí.
-Tú debes de ser Maisie - al escuchar su nombre se giró y vio que era la hermana de Duncan, Kala.
-Sí, lo soy - respondió ella con una sonrisa -, y tú debes ser Kala, la hermana de Duncan.
-La misma, ayer no te vi en la fiesta.
-Estaba algo alejada, no soy de participar mucho en fiestas - respondió Maisie.
-Entiendo - expuso Kala, a Maisie no se le pasaban las miradas que se daban Kala y Creed.
-Saben que no pueden, ¿verdad? - dijo Maisie y Kala la miró sin entender -. Sé que estás comprometida, y no quiero que se metan en problemas, lo mejor es que mantengan las distancias.
-Maisie...
-No, Creed, eres mi mejor amigo desde que éramos niños, eres como un hermano para mí, y tú, Kala, sabes que es peligroso, para ambos.
-Lo sé, pero no quiero casarme con alguien que no amo, ¿suena estúpido, verdad?
-No, porque yo también odiaría casarme así, por eso te entiendo, como también entiendo todo lo que está en juego si llegan a descubrirlos.
-Claro - dijo Kala y Creed gruñó enojado alejándose de ellas.
-Creed, espera...
Pero su amigo no hizo caso y siguió caminando.
-Realmente no quería, pero me gusta. Anoche traté de alejarlo todo lo que pude pensando en el riesgo, pero fue algo que pasó, bailamos, conversamos, bebimos un poco de whisky... y no sé por qué te estoy contando esto.
-¿Por qué soy la mejor amiga de Creed? Además, puedes confiar en mí, soy la primera interesada en que nada de esto se descubra.
Kala sonrió al igual que Maisie, siguieron hablando mientras hacían el recorrido por el establo hasta llegar a donde estaba la yegua de Maisie.
-No puedo creer que le hayas dicho eso a Duncan, eso debió joderlo - Kala no paraba de reír desde que Maisie le confesó que no quería casarse con Duncan.
-¿Por qué debió joderlo? - preguntó Maisie.
-A mi hermano, ninguna mujer lo había rechazado, nunca. Y que vengas y le digas que no quieres casarte con él... como quisiera haberle visto la cara - Kala no paraba de reír.
-Pues lo tomó muy normal, en parte porque seguro él tampoco quiere casarse conmigo - dijo Maisie acariciando a Lara -. Además, él escogerá a mi hermana.
-Te digo algo, prefiero que se case contigo que con Valoree, o sea, sé que es tu hermana, pero no me cae bien.
Maisie sonrió.
-Por fin alguien que ve realmente a Valoree como lo que es.
-Anoche, durante la fiesta, Duncan nos presentó, al mirarme lo hizo como si ya fuera la esposa de Duncan y ahí supe que no nos llevaríamos bien. Luego escuché hablar de ti y pensé "tengo que conocerla, somos iguales".
-¿En serio? - Kala asintió.
-Mi padre vive regañándome diciendo que una dama escocesa hija de un Laird no tiene que estar presente en el entrenamiento de los guerreros, y menos rodeada de tantos hombres. Pero al final vivo haciendo lo que se me viene en gana.
-Sí que nos parecemos - ambas rieron y siguieron su conversación.
Rato después salieron del establo y se encaminaron hacia la zona de entrenamiento, casi todos los hombres estaban ahí, muchos luchando entre ellos, otros dándole filo a sus espadas o practicando tiro con el arco. Maisie vio como Drostan se acercaba a ellas.
-Maisie, me alegra verte por aquí, Kala - saludó Drostan.
-Dije que vendría, ¿no? - respondió Maisie.
-Claro. Ven te mostraré que tan bueno soy con el arco - dijo Drostan, Maisie y Kala sonrieron con complicidad.
-Estoy ansiosa por verlo - dijo Maisie sonriendo de medio lado.
-En realidad no es tan bueno - susurró Kala haciendo reír a Maisie.
-¿Qué es tan gracioso? - preguntó Drostan entrecerrando los ojos y ambas negaron con la cabeza.
Pasaron por entre los hombres que luchaban entre sí practicando con sus espadas y a Maisie le dieron ganas de probar.
-¡Drostan! ¿Por qué no empezamos con un combate? - preguntó Maisie señalando las espadas con una sonrisa torcida.
Muchos guerreros detuvieron su entrenamiento solo para ver el «show» que darían.
-¿Por quién apuestas, Kala? - preguntó Drostan mirando su espada con una sonrisa de superioridad.
-Te deseo suerte, Drostan, la necesitarás - dijo Kala respondiendo a su pregunta y él hizo una mueca.
-¡¿Preparada, linda?! - preguntó Drostan haciendo reír a los hombres a su alrededor.
-¿Lo estás tú? - en cuanto las últimas palabras fueron pronunciadas, Maisie levantó su espada atacando a Drostan sin darle tiempo a defenderse, por lo que fácilmente cayó al suelo.
-Esto será divertido - dijo Kala mirándolos con los brazos cruzados.
-¡Eso es trampa! - gritó Drostan desde el suelo mirando a Maisie, quien sonreía.
-No lo es, pregunté si estabas listo - y volvió a atacarlo sin darle tiempo a que se estabilizara una vez levantado, y otra vez casi vuelve a caer al suelo.
Los guerreros miraban sorprendidos la batalla entre ellos, no podían creer que Maisie supiera defenderse tan bien, además de cansar tan rápido a un buen guerrero como Drostan.
Duncan llegó al entrenamiento junto a Valoree, era el último lugar que visitarían del clan, y con eso acabarían su paseo. Estaba deseoso de terminar ya, no es que no le agradara pasar tiempo con Valoree, pero realmente le aburría un poco escucharla hablar de lo perfecta que era y de todo lo que era capaz de hacer si se convertía en su esposa.
-¿Qué pasa ahí? - preguntó Valoree al ver a todos los guerreros reunidos en medio del campo de entrenamiento.
-No lo sé - Duncan frunció el ceño.
Al acercarse y ver lo que estaba pasando, se quedó sin habla, Maisie luchando contra Drostan en un combate frente a frente con la espada, era... increíble lo bien que manejaba una espada, con la facilidad que la movía de un lado a otro para su defensa y atacar a su oponente, pero verdaderamente sorprendido se quedó cuando vio a su amigo en el suelo con la espada de Maisie en su cuello, Drostan debía sentirse humillado de que una mujer lograra tumbarlo, pero su rostro decía lo contrario, estaba sonriendo satisfactoriamente, su respiración era agitada al igual que la de Maisie.
Sus ojos la siguieron hasta que llegó a las dianas, había tres y tenía algunas flechas que los guerreros habían lanzado, ninguna estaba en el centro, Maisie tomó un arco cualquiera y una flecha, fue directo a la primera diana, apuntó y luego lanzó la flecha dando justo en el centro, todos jadearon al ver lo que pasó, luego continuó con la segunda y tercera diana y también dio el centro.
Los guerreros no pudieron evitar aplaudir y elogiar a Maisie.
Duncan no podía dejar de verla, sus ojos no querían apartarse de ella, estaba algo sudada y su cabello trenzado estaba algo alborotados por el ejercicio, pero aun así parecía una diosa con esos cabellos rojo fuego, sus ojos azules eléctricos.
No supo lo que sintió, pero sabía que era algo que no le gustaba sentir.