Capítulo 8 Capitulo 8

– Tienes unas tetas más grandes de lo que me imaginaba profe...

– ¿Pensabas acaso que yo era una tabla?

– Y... más o menos –le contestó con un poco de timidez.

– Bueno. Ahora ya sabes que tengo buenas lolas...

–Erika se le acercó–

¿Vamos con la siguiente pregunta?

– Sí... le dijo Erick, sin sacar sus ojos de la pechera. La profesora retomó la hoja y continuó con el cuestionario...

– ¿Qué le ofrecieron los chilenos a San Martín una vez liberada Chile?

Esta pregunta no era fácil... Erick trataba de hacer memoria. El torso semidesnudo de la profesora no le ayudaba mucho a su concentración. Después de pensar durante un tiempo respondió que le ofrecieron dinero...

¡INCORRECTO! Erick había fallado. Era verdad que le ofrecieron dinero, pero además le ofrecieron la presidencia de Chile –que el general, desde luego, no aceptó– Erika se volvió a poner la camisa que se había sacado. Erick la contemplaba frustrado, había perdido su chance de ganar un punto y bajarle la pollera. Las dos tetas "acorpiñadas" de Erika desaparecieron de repente de su vista. Y el niño lloró por ello... ¡Qué buenas que estaban esas tetas! Ahora sabía que su profesora no se la iba a hacer para nada fácil... "Si quieres ver mucho más vas a tener que haber ESTUDIADO". Esa era la consigna que ella le había propuesto...

La situación de Erick no iba lo suficientemente bien. Después de haber metido cuatro respuestas correctas al hilo, había fallado en tres y acertado en tres más. Ya sumaba siete puntos sobre un total de diez y necesitaba sólo un punto para aprobar la materia. Erika, al principio, se lo había hecho bastante fácil. Las primeras cinco preguntas trataban sobre temas aprendidos en la primaria. Pero las otras siete versaban sobre la reforma de Roca y el primer gobierno radical. Respecto a la parte del juego de desvestir a su profesora, Erick no había logrado el éxito esperado... Sólo había logrado hacerle sacar la camisa. Pero eso ya no le importaba pues su prioridad ahora era aprobar. Comprendió que su profesora había sido más hábil que él, y que armó el cuestionario inteligentemente para que él no pudiera desnudarla. Como mucho podría haberle sacado la pollera. Y allí terminaba el juego. GAME OVER y a partir... ¡Ponte contento que aprobaste Historia! Erika sostenía en su mano el cuestionario con las doce preguntas. Tildaba con su birome aquellas que ya habían sido formuladas. A un costado marcaba con una cruz los aciertos... Miró a Erick y le habló...

– ¿Estás listo para seguir?

– Sí profesora... Dele no más...

– Si respondes bien ésta ya estás aprobado.

– Y se saca la pollera...

– Sí... Pero no te va a resultar tan FÁCIL. Acuérdate que si no apruebas te vas directo a MARZO. Ese era el acuerdo.

– Lo sé. Me pone un tres... La profesora asintió con la cabeza. Luego formuló las dos preguntas, "¿Por qué cayó el segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen? y ¿Cuáles fueron las razones del golpe de estado encabezado por el general Uriburu?". Erika se acomodó el corpiño mientras esperaba la respuesta de su alumno...

Habían pasado tres minutos y Erick seguía sin responder. Recordaba haber leído sobre eso en alguna parte en el libro, pero se le confundían las ideas y tenía miedo de errar. Trató de hacer memoria, pero no podía encontrar la respuesta. Al final se dio por vencido y le dijo a su profe que no se acordaba... Ella, sin embargo, intentó darle una ayuda.

– ¿Qué ocurría en Europa en el año 1930? ¿Te acuerdas?

–le preguntó

. – Europa venía de la guerra...

– ¿Y entonces?

– La Argentina estaba mal...

– ¿Y cómo relacionas eso con la caída del gobierno radical?

Erick pudo recordar que la crisis económica mundial de entreguerras afectó negativamente la economía de la nación, y que todos los ciudadanos se vieron afectados por la incapacidad de Yrigoyen de manejar la crisis. A eso se le sumó que Yrigoyen decidió regular los precios del petróleo –manejado por las corporaciones angloamericanas– y eso el imperialismo no se lo perdonó. Esa fue la razón principal de por qué lo habían derrocado: el negocio del petróleo. Una vez removido Yrigoyen, Uriburu le dio luz verde a las políticas liberales inglesas. Cuando Erick, a duras penas, logró dar con la respuesta, Erika le dijo que el examen no había estado del todo mal, pero que, dada la ayuda recibida, no se sentía del todo satisfecha...

– El examen estuvo bastante bien pero, para aprobar, te faltó un poquitito...

– ¿Y entonces, apruebo o no apruebo?

–El chico la miró desconcertado.

– Tengo que hacerte más preguntas...

– ¿¡Más preguntas profe!? ¿Pero por qué no me APRUEBA ya? ¡Me estudié toda la carpeta!

– Me temo que tu esfuerzo no fue total... Debes demostrarme más...

Erika le propuso a su alumno, como condición para aprobar el final, seguir con una serie de preguntas que ella elegiría al azar. Si sorteaba la mayoría de las preguntas aprobaba el examen pero si no... Erick aceptó. Desde luego no tenía otra chance. Además de eso, si todo salía bien, podía ver a su profe en pelotas. O al menos bien ligera de ropas. Al final no era tan mala idea. Se acomodó en su silla y esperó. Rezaba para que las preguntas fueran fáciles. Erika lo miró y le preguntó a cerca de la Ley Sáenz Peña... Erick pensó y la respondió. No estaba seguro de que su respuesta fuera válida. Pero la profesora le sonrió y le dijo "bien". Ahora era el turno de bajarse la pollera...

Primero la profesora se empezó a bajar el cierre. No podía ver la expresión de su alumno porque estaba de espaldas a él. Lo hizo de una manera lenta. Sin apresurarse. Como si fuera una profesional. Una vez bajado el cierre tomó la falda por los costados y la empezó a jalar hacia abajo. Muy despacio y moviendo las caderas. De izquierda a derecha y de derecha a izquierda, mientras la tanga hacía su aparición...

            
            

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