-no le interesa ahora con su permiso – trato de pasar por un lado pero toma mi brazo con fuerza
-debes aprender a dirigirte a mi de manera respetuosa – su agarre es muy fuerte - ¿crees que puedes faltarle al respeto a la casa de tu abuela de esa manera? Irte a revolcar con un hombre sabiendo que le perteneces a otro – trato de separarme de ella pero es imposible
Mi brazo duele demasiado, juro que puede estar rompiéndolo, su agarre se identifica haciendo que suelte un fuerte grito de dolor
-suéltame por favor – pido en pequeñas suplicas de dolor
-dame su nombre en este momento – ordena
Jamás se lo diré prefiero morir a verlo muerto a él, no dejaré que nadie lastime a Daniel
-lo amas tanto – asegura
-Ya déjame me estás lastimando – indicó con mucho dolor
La fuerza que aplica en mi brazo no es una fuerza normal es mucho más fuerte inclusive de algunos hombres o de la mayoría
-Luna déjala – pide mi abuelo
La mujer me suelta y enseguida me quejo del dolor, es realmente insoportable
-me duele – me quejo al toque de mi abuelo – duele mucho
-tranquila princesa todo estará bien – niego sollozando
-alejarla de mi – le suplico
Esta mujer no es normal, después de todo es una supuesta diosa pero esto solo me hace ver lo cruel que puede llegar a ser
(...)
Narra Milo (abuelo de Alexis)
La arropó muy bien para evitar que pesque un resfriado, no se como su propia madre fue capaz de hacerle esto, tal vez no estuvo consiente de la fuerza que ejercía sobre ella pero de todos modos sabe que debe aprender a controlarse y más cuando trata con su hija
-quédate con ella – pido a unas de las esclavas antes de salir de la habitación de Alex
-¿cómo está ella? – pregunta el rey de los hombres lobos
A pesar que sabe ya del odio que Alex le tiene a su especie ha sido muy paciente con ella y ha estado al pendiente en los últimos veinte años
Miro a la diosa luna la cual solo espera mi respuesta con cierta preocupación
-esta bien solo fue una fractura no llego a romperse su brazo – aviso – se supone que le tendrías paciencia – recuerdo
-lo se solo que realmente pensé que solo sostenía su brazo sabes que jamás la lastimaría conscientemente
-solo es una semi-diosa debes tener cuidado y más con la fuerza
-ya lo se no debes recordármelo
(...)
Narra Alexis
Despierto sintiéndome como nueva, suelo sanar muy rápido por lo tanto solo es el dolor de ayer lo que me hizo desmayar, me levanto de mi cama y tomo una rápido ducha
Los demás deben estar preocupados ya que no suelo faltar a las reuniones nocturnas, debo ir o al menos mandar un rápido mensaje para que sepan que estoy bien
Envuelvo mi cuerpo en la toalla y amarró mi cabello en una cola alta, todavía el sol no ha salido por lo tanto creo que será más fácil salir sin que la supuesta diosa me lo pueda impedir, tomo unos pantalones largos, botas, camisa y la chaqueta de Daniel todo del mismo color oscuro sin duda este no sería el vestuario de una señorita privilegiada como lo soy yo
Abro la puerta el mayor cuidado que puedo y la cierro detrás de mi, miro a ambos lados notando los guardias que la caravana trajo consigo
No podré salir con ellos custodiando la puerta principal, necesito ayuda, bajo a la cocina y es donde encuentro mi salida ¿quién en su sano juicio vigilaría a los esclavos de un castillo?
(...)
Siento sus cálidos brazos rodearme con mucha fuerza
-pensé que te había pasado algo al no ver que llegabas – niego
-estoy bien solo que ocurrió un pequeño inconveniente cuando regresaba a casa – sonrió para tratar de calmarlo
-¿qué inconveniente? – se separa un poco de mi - ¿qué es esto? – sostiene mi brazo – hay marcas de manos ahí, ¿quién te lastimó? – sonrió tratando de tranquilizarlo
-Tranquilo sabes que sano rápido así que no te preocupes por mi – pido
-¿qué no me preocupe? Solo dime si ese rey tirano te puso una mano encima y te juro que voy y le clavó mi espada en el pecho – coloco mi mano en su hombro
-estoy bien y no fue él solo un inconveniente con algunos de los invitados de mi abuelo – lo miro – debemos tener más cuidado con estas reuniones – aviso – el castillo está siendo custodiado por los guardias del rey de los hombres lobos y tal vez se les ocurra seguirme y pueden encontrar la Aldea además su Diosa sospecha de esto y se puso como loca ayer por tener tu chaqueta – explico
-Ella fue la que se atrevió a tocarte – afirma
-Según lo que mi abuelo me explicó ella solo trato de sostener mi brazo pero no midió su fuerza y casi lo rompe así que no lo hizo a propósito
-¿realmente crees eso? – pregunta – es la diosa de esas bestias así que ella debe ser igual o peor que ellos
-se que estas enojado por lo que me paso pero yo ya lo olvidé así que has lo mismo – niega
-Lastimaron a mi princesa ¿cómo puedo dejarlo pasar? La verdadera pregunta es ¿es posible que lo olvide solo por que dices que lo olvidaste? – sus muecas son muy adorables
-deja de hacer eso – pido – ya no eres un niño el cual puede convencerme de sus locuras solo por hacer berrinche – Daniel sonríe
-pensé que te podría convencer pero ya veo que debo mejorar mis técnicas – asiento
-a decir verdad demasiado – miro mi reloj – debo regresar al castillo y tu debes ir a trabajar
-bien – besa mi mejilla – nos vemos más tarde, debes llegar temprano si quieres lleva algo que te recuerde a tu abuelo
Hoy es el ataque a la manda del lago y también es el día en que le diré adiós a todo lo que conozco y donde he crecido todos estos años
-no te preocupes yo realmente aprovecharé este último día alado de mi abuelo
-Nos vemos pronto princesa
-adiós
Regreso por el mismo camino en dirección al gran castillo que ha sido mi hogar por los últimos veinte años, ahí tengo todos mis recuerdos desde que era una pequeña niña, las horas en el patio al igual que las largas horas en la biblioteca junto al abuelo, seguro no las olvidaré y serán recuerdos preciados para mi que guardaré toda la vida sin importar cuántos años pueda llegar a tener
Llego al gran castillo y entro por la puerta principal llamando la atención de muchas personas incluyendo tal rey y la Diosa, abuelo es el primero en pararse y abrazarme
-¿Dónde has estado? – pregunta – ¿cuál es esa clase de vestimenta?
-Quiero jugar con usted – confieso agarrándolo por sorpresa
-¿Qué?
-me he vestido así por que quiero jugar con usted como cuando era una niña – su cara de confusión es muy graciosa – se que debo comportarme como una dama pero como lo dijiste en dos meses me casare y tendré que poner en práctica todo lo que me has enseñado y no podré hacer estas cosas con libertad así que por que no me concedes este último día lleno de locuras y fuera de las reglas – pido
-¿Te sientes bien?
-mejor que nunca – su sonrisa me dice que ya ha aceptado
-¿qué tienes planeado para hoy? – pregunta
-Primero te cambiarás esa ropa tan formal – jalo su brazo – y luego desayunaremos helado y pastel