Capítulo 8 Su poder era innato

Ace pronunció lentamente cada palabra, las venas sobresalían en sus sienes: "No te amo, ni quiero casarme contigo, pero nunca le daría algo mío a Alex, incluso si eso significa que tendré que destruirlo. Lo odio con todo mi corazón por pelear por el derecho a la herencia de la familia Tang".

"Quieres decir que me odias porque no estás tan seguro de tu capacidad para conseguir la herencia de la familia Tang, ¿verdad? Eres débil y estás usando palabras crueles solo para envalentonarte", intervino con calma una voz profunda antes de que Wendy pudiera decir algo.

La joven desvió la mirada hacia el hombre alto y poderoso que había hablado; aunque no se veía enojado, su mera presencia resultaba abrumadora.

Al verlo, Ace soltó: "Alex, ¿qué quieres? ¿Por qué volviste ahora con la familia Tang?".

Alex tenía su propio negocio en el extranjero, sin embargo, había decidido regresar y hacerse cargo de los negocios familiares; Ace siempre sospechó que había alguna intención oculta detrás de esto.

Por eso, quería conocer los motivos de Alex, sospechaba que estaba conspirando contra él. Aunque había aceptado volver, no cambió su apellido a Tang, todavía era Alex Mu para los demás, y era razonable que Ace asumiera que estaba conspirando contra la familia Tang.

Las comisuras de los labios de Alex se curvaron al notar la falta de seguridad en el tono de voz de Ace, y preguntó con arrogancia: "¿Acaso tienes miedo?".

"¡Tú!". Ace se sintió tan avergonzado que no pudo pensar en una respuesta; en cambio, trató de calmarse y miró a Wendy y después de una breve pausa, le advirtió a Alex: "¡Será mejor que te mantengas alejado de todo lo que me pertenece!".

Wendy frunció el ceño; Ace claramente se refería a ella. ¿Por qué siempre peleaban por ella?

Alex contestó con dureza: "Ni siquiera me interesa algo sucio que ya has usado".

El corazón de Wendy se hundió, ella entendía bien lo que Ace quería decir con esas palabras, ¿cómo no lo iba a entender Alex?

Todo esto era ridículo. Ella levantó la cabeza y finalmente habló: "Hoy en día las cosas materiales son cada vez más caras, y los hombres cada vez más sinvergüenzas".

Después de decir eso, se marchó a su habitación y cerró la puerta de un golpe.

Wendy se frotó el entrecejo y se pellizcó el puente de la nariz, nunca se imaginó que Alex pudiera decir algo así; se sentía inexplicablemente de mal humor.

¿Cómo pudo decir algo así?

¿Acaso se piensa que ya tuvo relaciones con Ace y por eso no es digna para él?

Todavía sentía un cosquilleo en los labios; apretó los puños y dijo, "¡Maldición!". Si pensaba que estaba sucia, ¿por qué la volvió a besar? Le había robado su primer beso, y luego la había besado una y otra vez.

Al día siguiente.

Wendy se levantó temprano en la mañana cuando sonó su alarma; tenía que llegar a tiempo a la oficina de la revista ya que era su primer día de trabajo.

No quería que los acontecimientos del día anterior afectaran su ánimo; era un nuevo día y quería empezar de nuevo.

Cuando bajó las escaleras, se le acercó Jack, el mayordomo, y le dijo: "Señorita Wendy, el desayuno está listo, por favor coma algo antes de irse".

Wendy miró el reloj y asintió, "Está bien".

Durante el desayuno, recibió la llamada de su amiga. "Wendy, es tu primer día de trabajo, te deseo la mejor de las suertes".

"Gracias", dijo Wendy con una sonrisa.

"Ahora que tu carrera profesional por fin ha comenzado, te llevaré a cenar esta noche para celebrar".

"Bueno, eso es genial".

Wendy terminó la llamada y puso el teléfono sobre la mesa, mientras desayunaba, oyó unos pasos que parecían de alguien que bajaba las escaleras. Por el sonido de pasos firmes, pensó que eran Ace o Alex y ahora mismo, no quería ver a ninguno de ellos.

Entonces, rápidamente se secó los labios y se apresuró a salir.

Alex vio que Wendy se iba a toda prisa; era evidente que lo estaba evitando.

Se acomodó las mangas de su traje negro a medida que marcaba perfectamente su cuerpo alto y atlético.

En ese momento, Jack vio el teléfono de Wendy en la mesa; frunció el ceño y murmuró: "La señorita se fue con tanta prisa que se olvidó su teléfono".

Tomó el teléfono y estaba a punto de salir tras ella, cuando Alex dijo: "Jack, yo también salgo, dame el teléfono y se lo alcanzaré".

Jack asintió y se lo entregó.

Alex se subió a su auto, bajó la ventanilla del coche y condujo rápido para alcanzar a Wendy. Unos minutos después, la vio y le hizo señas por la ventana. "Entra en el coche", Wendy lo miró, pero lo ignoró y continuó caminando.

Alex no tenía prisa, tomó el teléfono y se lo mostró. "¿No quieres tu teléfono?".

Wendy se sorprendió al ver su teléfono en la mano de Alex; instintivamente buscó en su bolso, pero no lo encontró. Entonces, recordó que lo había dejado sobre la mesa después de hablar con su amiga y se olvidó de guardarlo. Apretó los puños y gritó: "¡Dámelo!".

"Te lo daré en cuanto subas al auto", dijo Alex.

Ella no se movió.

Alex entrecerró los ojos ante su terquedad y la amenazó lentamente: "Estoy perdiendo la paciencia".

Wendy no tuvo más remedio que subir al coche; una vez dentro, se volvió para mirar al malvado hombre a su lado. "¿Me lo puedes devolver ahora?".

Pero antes de que ella pudiera reaccionar, él se inclinó y le dio un beso suave en la frente; luego, preguntó en un tono cariñoso, "¿Estás enojada conmigo por lo que dije anoche?".

El corazón de Wendy se detuvo un instante.

Aún sentía en la frente el cálido beso, pero continuaba enojada. "Alex, no lo sé; tú dime, ¿qué quisiste decir cuando me llamaste sucia anoche? ¿Y por qué me besarías de nuevo si crees que estoy sucia?".

"¿Por qué te preocupa tanto lo que dije? ¿Acaso te has enamorado de mí?", su sonrisa se ensanchó.

Wendy aún estaba molesta pero no supo qué decir, después de una breve pausa, respondió: "¡Me preguntaba si todos los miembros de la familia Tang son tan confiados, narcisistas y vanidosos!".

Alex se acercó para tocarla, pero Wendy rápidamente esquivó su avance.

Alex suspiró y retiró la mano. "Wendy, sé lo que dije ayer; no me gusta tener una cosa que Ace ya haya usado". La miró afectuosamente y dijo: "Pero tú no eres una cosa, eres una mujer. ¡Encima del tipo que me gustan!".

Wendy abrió la boca totalmente desconcertada.

Se quedó helada en el asiento mientras extrañas emociones recorrían su cuerpo durante un largo rato.

No pudo pensar con claridad hasta llegar a la entrada del edificio de la empresa FS.

Cuando entró en la oficina, Nyla la presentó a todos. "Ella es Wendy Gu, será la editora jefe del Grupo A a partir de ahora, por favor, denle la bienvenida".

Todos en la oficina aplaudieron y le dieron la bienvenida.

Wendy sonrió y miró a su alrededor; había mucha gente en el Grupo A; algunos eran fáciles de tratar y otros no. Sin embargo, les dijo a todos: "Es mi primer día aquí, estoy encantada de conocerlos a todos".

"¡De nada, señorita Wendy!".

Un joven se acercó y le dijo emocionado: "Hemos estado esperando que nos lleve a un futuro brillante;

aunque acaba de graduarse, escuché que ganó muchos títulos durante su pasantía; usted es muy talentosa".

Nyla regresó a su oficina al ver que Wendy estaba a gusto con sus nuevos compañeros.

Había algunos jóvenes en el Grupo A, por lo que Wendy se integró con facilidad. Estaba feliz, porque había adquirido experiencia como pasante, así que rápidamente comenzó su trabajo sin problemas.

Pocos días después, ya le iba muy bien en su trabajo.

Después de lidiar con el accidente en la ciudad A, Barry regresó; Wendy no quería posponer más la cancelación del compromiso, entonces, le informó a Barry, "Mira, Ace y yo no nos amamos, no seremos felices si tenemos que casarnos por obligación. Por lo tanto, después de pensarlo mucho, quiero cancelar este compromiso; es la mejor decisión tanto para Ace como para mí, ambos estamos de acuerdo".

Barry frunció el ceño y preguntó: "Wendy, ¿por qué de pronto quieres cancelar el compromiso?".

"Porque no siento nada por Ace". Lo que quería decir Wendy era muy claro; no sería feliz en un matrimonio sin amor.

Barry se frotó las sienes durante unos segundos, luego la miró y dijo muy serio: "¿Ace hizo algo para molestarte?".

Barry era muy amable con ella y Wendy estaba muy agradecida; pensó por un momento y luego respondió: "Señor Barry, gracias por criarme durante todos estos años, lo tendré en cuenta y te lo compensaré; sé que quieres que estemos juntos, pero no puedo casarme con Ace por obligación hacia ti; espero que comprendas mis sentimientos y aceptes romper el compromiso".

"Tu padre me confió tu crianza antes de morir y siempre te cuidaré bien; Wendy, no eres una carga para mí, no tienes nada que compensarme", suspiró Barry. "Espero que vuelvas a pensarlo, solo quiero que vivas una buena vida".

Wendy guardó silencio, no supo qué decir.

Después de un momento, Barry volvió a decir: "Entonces, no quieres estar con Ace; bueno, lo pensaré y te responderé más tarde".

Wendy tenía que darle a Barry algo de tiempo para digerir la noticia, asintió y dijo: "Seguro, señor Barry, por favor, ve a descansar temprano, ahora me retiraré".

"Está bien".

La expresión de Barry se ensombreció al ver a Wendy alejarse.

En seguida, marcó un número. Después del tercer timbre, la voz de un hombre mayor llegó desde el otro extremo del teléfono. "¿Qué pasa?".

"Tenemos que encontrarnos", dijo Barry directamente.

"Dímelo por teléfono, conoces mi situación actual...".

Barry lo interrumpió, "¡Se trata de Wendy!".

El hombre hizo una pausa breve. "Está bien, podemos encontrarnos en el mismo lugar de siempre".