Brincó de la cama como si tuviera fuego y salió corriendo al baño, claro no podía olvidar a su madre, quién se encontraba enferma, se dio una ducha y al terminar salió del baño afeitado y peinado, se colocó su uniforme y salió de su habitación a la cocina para poder desayunar, pero, al llegar a la cocina si hermana, Clara, la chica que lo había ido a despertar,le dijo que no había nada en la despensa.
Frustrado, salió de su pequeña casa, y se fue caminando a su trabajo, le tomaría hora y media caminar hasta el complejo de departamentos donde empezaría como portero y valet parking, si se daba prisa y salía de una vez, llegaría a tiempo.
Mientras caminaba al trabajo, saco su teléfono y le escribió a su mejor amigo, para que le prestará un poco de dinero, ya le pagaría cuando cobrará su primer pago, su amigo le respondió que si, y le hizo la transferencia, habían crecido juntos,solían ser vecinos en su infancia ambos se llevaban bien y se conocían perfectamente, mientras Sam prefería estudiar para tener un buen trabajo en el futuro, su amigo gustaba de divertirse todo el tiempo, siendo hijo de una familia adinerada que no hacía mucho había encontrado la buena fortuna, pasar su tiempo vagando por allí era algo normal para él.
Llegó a su nuevo trabajo a tiempo, este era su primer empleo formal, cursaba el último año de la universidad, la cual combinaba con trabajos de medio tiempo, pero debido a la mala salud de su madre, tuvo que dejarlo todo y conseguir un empleo a tiempo completo.
Samuel Muss Scott, cabello negro y ojos grises, tenía una belleza singular, con sus facciones varoniles muy bien marcadas, cejas gruesas y espesas, labios delgados un poco rosas y nariz afilada, a sus 15 años su padre había muerto, dejandolos a su madre, hermana y a él solos, y con muchas deudas, deudas que su madre pagó llevando 2 trabajos para también poder sacarlos adelante, había pagado poco a poco cada deuda dejada por su difunto es esposo, ahora que su madre se encontraba enferma lo menos que podía hacer era cuidarla.
Mientras el gerente del edificio le indicaba en que se basaba su trabajo, el escribía lo más importante en una pequeña libreta, claro está que el gerente le hablo de la gente importante que llegaba a ese edificio y con quiénes no debía tener ningún tipo de problema si quería conservar si trabajo.
El chico, después de la introducción, acudió al que sería su puesto, se colocó a un lado de la puerta del edificio cuando vio llegar a un chico de cabello rubio y ojos cafés, al entrar al edificio, el chico rubio tomaba de la mano a una bella chica de senos grandes, cabello rubio y lentes oscuros tapando la parte superior de su rostro, cuando pasaron cerca de el, el chico rubio se detuvo, lo miro de arriba hacia abajo...
- Agacha la cabeza, tu lugar está por debajo de mi, ¿entiendes empleado?-
, solo asintió mientras bajaba la mirada el suelo, vaya engreído, pero no podía meterse con el, pues si su memoria no le falla, el es la pareja de la dueña del edificio, Laura Sotomayor, así que pensó que lo mejor sería mantenerse lejos de ambos y no mencionar nada de lo que allí sucedía.
Alrededor de dos horas después, la chica bajó, Samuel le sostuvo la puerta para que saliera y listo, el no vio, ni escucho nada.
20 minutos después una chica hermosa de cabellera negra llegó, el recepcionista que se encontraba platicando con Samuel le dijo que la dejara pasar y la tratara con respeto, por su puesto que la conocía, era la novia del joven de hace un rato, pero no diría nada, ya que lo despedirán si lo escuchaban hablar de los que allí vivían.
Samuel así lo hizo, la chica paso regalando a ambos una bella sonrisa y subió a su piso, 40 minutos después un auto de lujo fue directo al estacionamiento subterráneo, el recepcionista le dijo a Samuel de quién se trataba y este solo se quedó callado.
Ellos continuaron con su plática sobre sus vidas, hasta que el ascensor sonó, dando aviso que alguien bajaría al lobby, cuando la puerta se abrió , Samuel divisó aquella cabellera rojiza de la que le habían hablado, la chica era ciertamente muy hermosa, bajo la mirada y sostuvo la puerta para ella, la chica no le dio ni una mirada y salió, con ese porte altanero y elegante que la caracterizaba.
El que la chica pasará por el lobby, se le hizo extraño al compañero de Samuel ya que nunca solía hacerlo, a menos que saliera con su muñeco de turno, Said, el recepcionista miró extrañado la puerta del edificio pero guardó sus pensamientos para sí mismo, ya después de sabría que había pasado.
Cuando el día llegó a su fin al igual que el turno de Samuel, ambos chicos salieron juntos del complejo y caminaron hacia la parada del autobús, aunque Samuel se despidió y se fue caminando hacia un supermercado, ya había pasado todo el día y aunque le había transferido a su hermana para que hiciera algo de comer, aún tenía que comprar alimentos para el resto de la semana, lo bueno era que su amigo le había prestado el triple de lo que le había pedido, y aunque seguramente se negaría a aceptar el dinero de vuelta, ya vería la manera de devolverle los favores.
Samuel compró lo necesario y guardo un poco de lo que su amigo le había prestado, gracias a la situación en la que habían quedado tras la muerte de su padre, el había aprendido a ser ahorrativo y organizado, por lo que no le era nuevo o difícil hacer este tipo de cosas.
Cuando llegó a su casa, su madre se encontraba durmiendo y su hermana estudiando, el se las arreglaría para que ella tuviera una carrera y su madre se recuperara, de eso estaba seguro.