- Bueno. - Daisy es la cocinera de la casa, me encanta su comida.
Tuve un sueño extraño, Julieta estaba en él. Estábamos en un bosque, parecíamos felices, hasta el momento en que me la quitaron. Estaba enojado, desesperado. No supe qué más pasó, porque Sídney me despertó.
Ni siquiera conozco a la chica y he soñado con ella. - Me río de eso. ¿De verdad es que ella es la chica ideal para mí? No sé, solo sé que la veré más a menudo. Ni que, casi todos los días, tengo que tomar café en ese lugar.
Me levanto de la cama y voy a lavarme la cara, bajo a almorzar, encuentro a mi padre un poco hosco.
- ¿Qué pasó papá? Qué mal humor es este
- debe ser porque te estaba esperando hoy en la plaza, para hablar de negocios. Y en su lugar pasas el rato con tus amigos. - Paso mis manos por mi cabello, porque me había olvidado por completo de esta cita.
- Lo siento, padre, le juro que no me acordaba.
-Claro que no se acordaba de Miguel, siempre te olvidas de tus obligaciones.
- Eso no es cierto, papá. Cada vez que lo escribo, lo hago. Solo que esta vez me olvidé de escribirlo.
- así que trata de recordar sin necesitarlo. No siempre tendrá un cuaderno en sus manos para recordarle lo que debe hacer.
- relájate, papá, esto es solo una fase. Prometo mejorar en este tema.
- Espero que sea pronto Miguel, porque dentro de poco eres el anfitrión de la mafia.
- Lo sé, papá, ya hablamos de esto.
- en cuanto a los que dices que son tus amigos, ten mucho cuidado a quién llamas amigo. Quien crees que eres, nunca lo eres. - mi padre tiene razón, una de las primeras personas que me vino a la mente fue Tadeo, no parece ser una buena influencia para mí, a pesar de que es mi amigo desde hace unos años, se comporta de manera irresponsable.
- pero son superbuenos, papá, no creo que sea una amenaza para mí.- Miento, si le hablo de Tadeo a mi padre, seguro que no querrá que salga más con él, y yo no, No quiero que parezca que estoy excluyendo a alguien de mi círculo de amigos, sin antes tener una explicación para ello.
- no será una amenaza, si no te influencian en lo que no debes. No quiero que mi hijo se meta en problemas.
- No importa, eso no sucederá. Sobre el trato que ibas a cerrar, ¿funcionó?
- sí, esta mañana fui a ver la propiedad y todo estaba bien. La ubicación y la casa son geniales. El precio también es genial.
- ¿Estaría esta casa aquí por un tiempo?
- en mi caso, sí, hijo. Ya en la tuya, sabes cuál será tu destino.
- ¿Por qué insistes tanto en que me vuelva a Italia, si puedo dirigir la mafia desde aquí? ¿Siendo que tendré su apoyo también? ¿No sería eso obvio?
- sabes que Italia es nuestro país de origen y allí está el cuartel general de la mafia.
- pero Bartolomé ya está allí. Entonces, ¿por qué no puedo quedarme aquí?
- Precisamente por lo que acabas de decir, no confío al 100% en Bartolomé. A diferencia de él, sé que puedo confiar en ti. - Bajo la cabeza y estoy de acuerdo, no puedo decepcionar a mi padre, ya que dice que confía en mí. Esto es muy importante, escuchar esto de él. Mi padre no es un hombre que confíe en todo el mundo.
¿- y la madre? ¿Vendrá con la mírela?
- Claro que sí, hijo. Tu madre y yo, no podemos estar separados por mucho tiempo, necesito que ella me ayude con los negocios. Ahora dime, como no fuiste conmigo, soluciona esto, ¿qué hiciste en la mañana? - Tengo miedo de decirle a mi padre que solo iba a la cafetería, jugaba baloncesto con mis amigos y cuando llegaba, jugaba videojuegos. Se enfurecerá al saber que solo hice cosas de entretenimiento en la mañana.
- bueno, padre, yo hice algunas cosas allí. Me mira enojado.
- "Estas cosas tienen nombres, ¿no?"
- Fui a una cafetería a comer algo, luego fui a jugar baloncesto y cuando llegué a ducharme y acostarme en la cama, la cual terminé durmiendo.
- ¿Hablas en serio, Miguel?
- ¿estás viendo? Por eso no quería hablar.
- No te voy a quejar, porque tu conciencia sabe muy bien lo que hiciste mal.
- ¿Y qué hice mal, padre? ¿Divertirse está mal? - No entendí muy bien a qué se refería.
- cuando dejas tus responsabilidades por diversión. Sí, se convierte en algo malo. ¿Por casualidad escribiste estas cosas en tu cuaderno para recordarlas? -aquí viene, con su ironía.
- Ya lo había arreglado con ellos incluso antes de que me llamaras, por eso me acordé.
- ¿ellos, tus amigos? Asiento con la cabeza. - es de este tipo de amistad de lo que te hablo. Si no te hacen responsable y ni siquiera agregan algo a tu vida. Entonces no son buenos amigos.
- no exageres papá, ni siquiera lo conoces bien.
- estás hablando de Tadeo y Fred, sí, los conozco. No solo a ellos sino a sus familiares. Lo miro asustada.
- ¿Qué quieres decir, sabes? ¿Ya que apenas hablaste con ellos?
- miguel hace menos de tres años que conoces a estos dos, y nada menos que por internet ya veces en persona. ¿De verdad crees que dejaría que mi hijo se juntara con gente que, al menos, no sé quiénes son ni de dónde vienen? - Me maravilló mi viejo, no le falta nada.
- ¿Me has estado observando? Digo un poco irritado.
- si te estuviera observando, no tendría que hacerte la pregunta de lo que hiciste en la mañana, ya sabría la respuesta. Como te dije, confío en el hijo que tengo. Pero te pido que no destruyas esta confianza que todavía tengo en ti. Asiento con la cabeza.
- déjalo en paz, papá, no te defraudaré.
- Espero que no, eres el único hijo que tengo. Así que haz honor a tu apellido.
- Sí, señor Christian. - sonríe de lado. "¿Hay algo que quieras que haga esta tarde?"
-sí, tenemos otro compromiso, esta vez con una mafia con la que pretendo aliarme. Será tu futuro aliado.
- ¿Hem eso es bueno? Frunció el ceño.
- Claro que sí. Cuantos más aliados tengas, más poder dentro de la mafia tendrás. ¡No lo olvides!
- Está bien, papá. - terminamos nuestro almuerzo y después de lavarnos las manos, nos alistamos para encontrarnos con nuestros futuros aliados. Al menos, algo junto con mi padre lo resolveré hoy.