Roy Roberts, nació una madrugada del mes de Abril, su padre era Antillano y su madre Surinamesa. Hablaba el inglés con fluidez, siendo su primera lengua, sin embargo su español no era menos entendible, además siempre se las arreglaba para hacerse entender. A la muerte de su padre por causas naturales, cuando recién cumplía ocho años, su madre lo envió con una tía paterna que le apreciaba desde que nació y que vivía cómodamente en Belmopan.
Allí estudió su primaria completa y la mitad de la educación media luego por razones personales su tia y el resto de la familia deben mudarse a la ciudad de Miami, donde permanecieron diez años ininterrumpidamente. Este tiempo fue aprovechado por el joven Roy para iteractuar con diferentes culturas y diferentes ideologías lo que le proporcionó un panorama más o menos amplio de la actualidad internacional para ese momento.
Luego de terminar su preparatoria inicia estudios en la Universidad de Oxford, donde
donde destaca por sus habilidades en diplomacia internacional y consigue una beca que le permite licenciarse en estudios internacionales. Sin embargo su mayor logro fue los contactos que mantuvo durante toda su carrera con varios elementos encubiertos en su papel de estudiantes pero que hacían vida en todo el Caribe, asesorando y llevando información a sus empleadores, los que solicitaron sus servicios y los que ellos mismos eligieron servir. Es de esta manera que logra el precitado aprendiz de diplomático ubicarse en la esfera del debate político y beligerante de la isla de Nueva Atlántis, casi sin proponérselo o quizá con todo el propósito y la clara intención de sacar provecho de la lucha armada entre ambos lados de la disputada isla.
El primer contacto lo consiguió gracias a su compañero de cátedra en Derecho Armamentista Internacional, quien era un elemento encubierto de El Líder Primero y quien debía presentarle prospectos con capacidades diplomáticas y de frágil moral para reclutarlo en sus filas. Fue una breve reunión pero eso le bastó para ganarse la aprobación de Don Santigo quien lo puso a prueba durante un año seguido. Debía probar su valía e infiltrarse en la filas de El Patriarca, ganarse su confianza y robar toda la información posible acerca de los movimientos planificados desde el norte de Nueva Atlántis y así preparar a la armada Pablista para una defensa y contrataque, o mejor aún adelantarse en dichos movimientos y pegar primero.
Apenas de entrada, se antojaba una misión suicida , dada las tensiones obvias entre ambas naciones, pero para eso fue contratado y alistado.
En otras circunstancias habría tomado un sin fin de preparativos y un estudio minucioso del terreno para programar una incursión al norte, pero este no era el caso ya que el agente encubierto tenía la misma libertad de movimiento en ambos extremos de la isla. La verdad es que no era sólo un proyecto unipersonal, había toda una red de espionaje contraespionaje y doblespionaje tan intrincado y casi tan complejo que bien podría decirse que era un " tercer estado en disputa" sobre aquel territorio bendecido con inimaginables riquezas minerales pero mediocremente poblado y con gobiernos aún más patéticos.
Asi que de pronto los informes las conversaciones, los reportes y a veces hasta los rostros se convirtieron en una suerte de déjà bu, bastante delicado a la hora de mantener una doble personalidad sin despertar suspicacias de un lado o del otro.
La misión fue cumplida com éxito, el aparente y el real, ya que al mismo tiempo que Mr. Roberts familiarizaba con la dirigencia norteña y sobre todo con " EL Patrirca", también conseguía importante información sobre las estrategias y los pasos a seguir en los meses venideros.
Fué una coartada creíble y verificable con falsos positivos y con puestas en escena que de verdad hacían pensar en la legitimidad de la información, sin embargo la realidad es que el pacto con el " Lider Primero" , en nada difería del suscrito con su contraparte del Norte. A fin de cuentas la premisa de Roy Roberts era venderle la misma información a ambos lados sin ser descubierto por ninguno, y hasta el momento lo había conseguido. Sin embargo no se debía abusar de la buena suerte y los acontecimientos estaban dando un giro determinante.