En cuanto abrí los ojos, la realidad del mundo me golpeo con fuerza, como una ola de fuego. Con pocos recuerdos y vagas memorias, entre ellas escenarios caóticos con templos e iglesias en llamas, gente confundida corriendo por las calles, militares intentando contenerlos, criaturas que solo había visto en mis pesadillas. Es curioso todo lo que un ser humano puede vivir antes de perder la fe en todo aquello en lo que creyó desde infante, y una vez despojado de su fe... lo fácil que es convertirnos en un animal despiadado y salvaje. Lo inverosímil de esta historia no es la manera en la que he descubierto todo, si no lo que he hecho con cada pieza que figuro en el mapa de esta verdad y los secretos que desenterré del pasado. Todo lo que estoy dispuesta a sacrificar para resarcir el daño que mis ancestros han hecho al mundo.
Sin darme cuenta entregué mi vida a lo que creí una causa poderosa, me convertí en el arma más letal para aquellos que tejían la resistencia desde las sombras, me llamaron de muchas formas, mercenaria, espía, asesina. Tal vez no necesiten ser salvados, tal vez no hay salvación para mí. Sin tan solo pudiera regresar a aquel oscuro dia en que el corazón de mi madre se rompió. Porque fue ese dia en que ella libero este mal sobre nosotros y dejo que el mundo ardiera. Sin imaginar que este mundo me consumiría con él.
Mika.
-Un frio estremecedor se desliza desde mis rodillas a mi nuca; un dolor punzante nace en el fondo de mi cabeza y mis oídos pican con el retumbe de todos los gritos que chocan contra mis tímpanos. El frio suelo debajo de mis pies me distrae del momento; parpadeo a mil por hora tratando de recuperar mi vista, escucho las pisadas amenazadoras de aquellos que me gritan. Vienen por mí, estoy empapada y mi cuerpo duele con cualquier movimiento.
Un apretón en mis brazos me devuelve a la realidad.
Capítulo 1
El rechinido de sus pies hace eco por el corredor, mientras es arrastrada hasta la luz al final del túnel - todo estará bien, -le dice un hombre que al mismo tiempo la sujeta del brazo con fuerza.
¡Está despertando!- dice una mujer de bata blanca.
Hola, bienvenida Mika, dice una señora de aspecto amable mientras revisa sus signos vitales. -Así es, tu nombre es Mika, eso decía la placa con la que hallamos en ese espantoso lugar.
Mika se incorpora y trata de mantener la calma, hace un par de horas estaba siendo arrastrada en un túnel húmedo, oscuro y apestoso, ahora estaba siendo atendida por un grupo de mujeres que parecían interesarse en ella, antes de poder articular una oración una mujer desconocida entra a la habitación, -¡Muy bien!, soy la doctora Brenda, debo hacerte algunas preguntas, ahora que has despertado, ¿recuerdas algo antes de que te encontráramos?-, pregunta entusiasta, Mika permanece en silencio, Brenda la mira fijamente y suspira, -bueno, todos llegan desorientados aquí y no recuerdan ni su nombre, tienes suerte de saber el tuyo, iremos lento te daremos algo de ropa y te unieras a los otros en el complejo-, una de las enfermeras toma ropa de un instante y se acerca lentamente a Mika, Brenda señala la cortina a unos pasos de la cama y Mika trata de levantarse, sus piernas parecen dos trozos de fideos, y su cabeza punza con fuerza, Brenda la toma del brazo y gentilmente la conduce tras la cortina, mientras Mika se desnuda mira detrás suyo el espejo, Brenda hace una pausa y la mira, las marcas en su espalda no pueden ignorarse, -a veces es mejor no recordar algunos episodios de nuestra vida-, le dice mientras cubre las marcas de Mika con una manta, Mika continua vistiéndose, -si, tal vez tienes razón.
Mientras Mika recoge su cabello y termina de alistarse Brenda abre un cajón de un escritorio de la habitación, -ten, esto es tuyo, es lo único que tenías cuando te hallamos, tal vez te ayude a recordar, - una pequeña placa de metal con la palabra "Mika T." que Mika sostiene en sus manos y lleva a su cuello, dejándola colgar sobre su pecho.