Capítulo 6 Eres el padre

Marcus estaba en pleno preparativo con Ethan, checando que todo estuviera de acuerdo a lo requerido para la firma del nuevo contrato, esto era una oportunidad que no podía perderse, había luchado durante mucho tiempo para poder conseguir este contrato, batallo fuertemente contra la competencia para poder quedarse con este inversionista..

Había mandado a realizar un contrato a la altura y estaba terminando de revisar cuando fue interrumpido por su asistente, cosa que no le cayó en gracias, ella sabía perfecto que nada podía requerir su atención amenos que fuera algo del cliente, le dió una mirada severa y le hizo señas de que hablara, sin embargo Ana no sabía cómo decirle aquello, cómo podría decir que una chica estaba amenazando con dañar el trato sino la recibia, si que tenía agallas pensó.

Marcus estaba impaciente ante el silencio de Ana, no soporto más y la encaró en voz demasiado alta, no acostumbraba a esto pero su paciencia hoy no era la mejor

-Ana o me dices porque me interrumpes o vete, tengo mucho que hacer.

-Señor James - logró formular Ana luego de la reprendida de sus jefe, tal vez se lo merece, por andar de cama en cama pensó ella- Afuera hay una chica que exige verlo....

-Me interrumpes por eso ¿Cuántos años llevas trabajando a mi lado? Sabes perfecto que hacer.

-Sí señor lo se, pero está chica dice que si no la recibe le hará un escándalo, sabe del cliente que usted espera y amenazó con hacerle saber la clase de hombre que es usted.

-La clase de hombre que soy -repitió con algo de gracias- y ¿qué clase de hombre soy según ella?

-Bueno, dice que uno que se aprovecha de las mujeres, las usa y luego las bota.... Esa joven lleva preguntando por usted una semana, según dice la chica de recepción viene y lo espera abajo todo el día, pero usted nunca sale por allí y yo tampoco la dejo subir, parece que escucho del trato de hoy y amenaza con hacerlo perder ese trato si no la recibe.

-Carajos, quien se crees que es para amenazarme... Bien déjala subir yo mismo me libraré de ella, pero antes que tomen sus datos y averigua de qué familia proviene.

Ana salió hacer lo que se le pidió, pero en el fondo estaba encantada, su jefe merecía un escarmiento, ella ya estaba cansada de tener que lidiar con cada mujer que iba allí a buscarlo, siempre tenía que andar inventando excusas y en muchas ocasiones recibía los insultos de las mujeres furiosas por no ser recibidas, tanto ella como las de recepción estaban cansadas de la situación, pero ahora está chica lo puso en una mala posición -ojala y le de un buen escarmiento, por promiscuo- pensó-.

Llamo a recepción y les indico que la dejarán subir, al recibir los datos de la chica no pudo encontrar ninguna familia de la clase alta o media alta con ese apellido Alice Jiménez, al parecer no era igual que las otras mujeres con las que se metía, está si lo hará pagar - rio con burla, se lo merece - Ana admiraba a Marcus era un excelente jefe pero su comportamiento con la mujeres dejaba mucho que desear, para ella no era justo que hiciera pagar a todas solo porque una no lo quiso, sabía que muchas de esas mujeres no lo querían para nada serio, pero había otras que llegaban con la esperanza de verlo, estaban enamoradas y el sin tocarse él corazón las echaba, le tocó ver a muchas salir llorando de allí, se preguntó si está tendría el mismo destino.

Mientras pensaba el elevador abrió sus puertas y vio salir aquella mujer, era muy joven, debía estar en la universidad, con ese vestido y su cabellos se veía tan pura, tan inocente, le dolió el corazón solo de verla, Marcus no dejaría nada de ella, era un hombre con mucha experiencia sabría cómo manejarla, se acercó a la chica y le dedicó una sonrisa

-¿Eres Alice?

-Sí, mucho gusto.

-Bien sígueme, estás segura de lo que haces - Ana no pudo evitar preguntar, sintió pena por ella- el señor James no es fácil de tratar.

-Ya me di cuenta, pero estaré bien, tampoco soy fácil de tratar.

Ana solo escuchó en silencio, mientras tocaba la puerta de la oficina y anunciaba la llegada de Alice.

Marcus estaba de pie mirando hacia fuera a través de la ventana, Alice al verlo allí empezó a sentirse nerviosa, las manos empezaron a sudarle frío, sintió ganas de darse la vuelta y salir de ese lugar lo más rápido posible, pero recordó su situación no podía solamente irse, sus padres la echarian de casa y que haría ella, sola y con un bebé, respiró profundo y trato de calmarse lo más posible, pero fue imposible al escuchar la voz grave de aquel hombre, sentía que estaba temblando, la asistente salió dejándola sola, quedó estática en el mismo lugar, sin saber qué hacer.

Marcus al escuchar la puerta cerrarse se dió la vuelta y también quedó estático al ver a la chica frente a él, era ella la recordó, es la chica a la cual le quitó la virginidad, él había seguido con su vida pero en ocasiones la recordaba, no pensó que volvería a verla, ya había pasado algo de tiempo, se veía tan hermosa, más joven de lo que se veía esa noche, un calor dentro de él lo invadió, no sabía el motivo, pero por alguna razón ella le estaba haciendo sentir cosas, estaba nervioso.

Aclaro su garganta, desechando aquellos pensamientos, tenía que sacarla de aquí, antes de que llegara el nuevo inversionista.

-¿Qué es lo quieres?, dime rápido tengo asuntos que atender

-Yo....-Alice al verlo de frente, recordó cada cosa de esa noche, todo lo que sintió, sus ojos y sus labios, de verdad que es guapo -pensó- siguió allí solo viéndole sin decir palabra alguna.

-Bien, si no tienes nada que decir entonces vete, no tengo tiempo para ésto.

Alice recobró el sentido y recordó el motivo de estar allí, aspiro mucho aire y luego de soltarlo se acercó al escritorio donde Marcus se había sentado, tomó asiento y empezó con su relato.

-Marcus, soy Alice hace un más de un mes tuvimos un encuentro en el bar Wolf, luego fuimos al hotel y mantuvimos relaciones sexuales, yo era virgen, creo que debes recordarlo.

-Si lo recuerdo y ya se que haces aquí, demoraste mucho en aparecer, pense que lo harías antes - dijo mientras sacaba una chequera de un cajón de su escritorio y tomaba un bolígrafo- terminemos con esto ya, dime la suma.

-Disculpa- Alice no entendía qué estaba pasando-

-Si la cantidad de dinero que va a costar haberte convertido en mujer, solo dime la cantidad que quieres, te hago el cheque y sales de aquí, tengo cosas importantes que hacer.

Alice sintió ganas de darle una bofetada cómo se atrevía a decir eso, acaso parecía ella una prostituta.

-Se equivoca yo no vine aquí a eso....

-Entonces a qué viniste, es obvio que mujeres como tú solo buscan dinero, y conseguirse un marido rico, pero la segunda conmigo no va, puedo darte dinero y tú desapareces para siempre.

-A qué te refieres cuando dices mujeres como yo, no sé con qué tipo de mujer estás acostumbrado a lidiar, pero yo soy una chica decente.

-Decente - dijo él mientras reía con burla- una chica decente, no se va y se mete en la cama con un hombre que apenas conoce, y mucho menos le entrega su virginidad, tu comportamiento dice todo menos que seas decente.

-Pensé que un hombre tan refinado como tú, sería al menos un caballero -Alice estaba indignada, en el fondo sabía que él tenía razón ella se comportó como una cualquiera, pero no espero que el se lo echara en la cara- no voy a justificarme, esa noche estaba en un momento vulnerable, acababa de pasar por una ruptura y bueno pasó lo que pasó....

No viene a cobrarte por mi virginidad, solo viene a decir que estoy embarazada eres el padre y tienes que hacerte responsable.

Marcus empezó a reír, pero está vez como un demonio, Alice sintió un escalofrío que le tocó hasta los huesos, a los segundos él dejó de reír se inclinó hacia el frente del escritorio quedando más cerca de Alice, tenía una mirada perversa, mezclada con furia.

-Estas embarazada y dices que es mío, mírate así como te acostaste conmigo pudiste hacerlo con otros pero ahora esperas que yo me haga responsable

-No me acosté con nadie más, eres el padre- dijo mientras sacaba la prueba de embarazo de la cartera y se la entregaba- si te fijas allí dice exacto el tiempo que tengo de embarazo, eres el padre no hay duda, tiene que hacerse responsable de nosotros.

-No es posible usé condón- dijo Marcus mientras veía la prueba y si era cierto las fecha concordaban, pero el se cuido, la única respuesta era que ella se hubiera acostado con otro ese mismo día que él la dejó en el hotel.- Di la verdad mujer te acostaste con otro ese mismo día

-Ya te dije que no me he estado con nadie más, eres el padre, tanta experiencia que tienes y no sabes que los condones pueden fallar, no sé cómo pero me embarazaste y no puedes dejarnos así....