- Lo estoy, las cosas están saliendo mejor de las que creímos, hoy fueron las primeras enfermeras de nuestro centro a impartir taller en el hospital y logré asistir a dos embarazadas.
- Eso supe, además de que le disté las recomendaciones pediátricas, una vez pediatra siempre lo eres.
- Me encanta ser pediatra y ayudar a quien lo necesite. Gracias por apoyarme y por estar pendiente de mi hija.
- Está princesa, es un amor, como no hacerla feliz. - mi bebé y el doctor Giuseppe, se llevan de maravilla, normalmente no suele ser tan confiada, pero con él tiene una afinidad increíble.
Cuando estamos en pleno juego veo a Fabio llegar y me hace señas para ir a su oficina - ¿te quedas con ella y mi mamá mientras converso sobre algo con Fabio?
- Por supuesto, ve tranquila. - le hago señas a mi madre para que esté pendiente de nuestro terremoto.
- Hija, te dejo con la abuela y el tío Giuseppe, pórtate bien. - apenas hizo un gesto.
Entró a su oficina, hace mucho que dejé estar nerviosa por las cosas que son importante para mí, pero cuando se trata de Gabriel es difícil no estarlo.
- Dime que tienes buenas noticias. - le digo disimulando todos los nervios.
- Eso depende de cómo lo veas.
- Ya dime lo que sea de una vez.
- Gabriel ya metió la demanda de divorcio en el juzgado. -eso me dolió, aunque no lo quiera admitir.
- ¿Puede hacerlo, aunque no haya firmado y no esté de acuerdo con esas cláusulas?
- Lo más seguro es que meta la demanda por abandono de hogar. - idiota, ahora tengo rabia, es que aun estando a metros de distancia sabe sacarme el mal genio. - Lucia...
- Estos son los momentos en que me provoca demandar por infiel, ve que abandono ¿qué pretendía que me quedara ahí viendo, aceptando sus mentiras y lastima? idiota.
- Podemos demandarlos si quieres, pero necesitamos pruebas.
- No, no quiero eso. Solo quiero tenerlo lo más lejos posible de mí, de nosotras - veo a mi pequeña por la ventana.
- Algún día va a crecer y va a hacer preguntas sobre su padre, ¿le dirás que su padre nunca supo que ella existía?
- Él nunca quiso hijos conmigo y sé que no era porque no lo deseara, sino por el riesgo que eso conlleva, pero no le daba derecho actuar así, ni las cosas que me dijo además... es complicado. No quiero ese acuerdo de divorcio.
- Lo sé, por eso hice lo que me pediste; redacté otro documento donde rechazas todos los acuerdos, no quieres nada de él hasta la mayoría de edad de la niña y él le de lo que le corresponde por ser su hija.
- ¡No!, Fabio, no quiero nada de él cerca de mi hija. quiero que esté divorcio termine de una vez, pero sin acuerdo alguno de dinero o reclamos, no quiero nada de él, cuando digo nada es nada. No manutención, ni propiedades nada que me une a ese hombre y viceversa.
- Eso es difícil cuando ya comparten una hija.
- Que él no sabe que existe y debe seguir así, no se puede hacer un acuerdo donde yo renuncio a todo lo que tiene que ver con la familia Ziegermman y el igual, algo dónde renuncie a sus derechos como padre sin saber que renuncia a ellos.
- Se puede hacer, usando las palabras correctas, pero me llamara la atención.
- A Gabriel le urge tanto divorciarse que no creo que lea nada.
- Lucia, no te moleste, pero es ser egoísta con tu hija independiente de lo que haya pasado entre ustedes es su hija.
- Lo sé, pero no me quiero arriesgar a perderla por esa familia, no la conoces, su madre es... y lucrecia, ahora sí noviecita con la que no tenía nada - es imposible no decirlo con todo de burla, cada vez que me acuerdo de que me hacía sentir como una loca paranoica por ella y cuando lo vi ...
- Voy a ver qué puedo hacer.
- ¿Hay alguna manera de retrasar esa demanda? conociendo al personaje y su novia siendo su abogada no dudo que quiera agilizar eso, pero después puede venir a reclamar algo sobre mi hija.
- ¿Qué quieres hacer con la cláusula donde pide pagar lo de tu operación?
- Pagarla, siempre quise hacerlo de alguna manera, pero él nunca me dejó, pero ahí esta tarde o temprano siempre reclaman su dinero, ahora hay que sacar el monto de los tratamientos, sé que también los quiere.
- De por sí, ya con la operación es un precio alto ¿quieres asociar los tratamientos?
- No le quiero deber nada a esa familia, nos va muy bien económicamente, pero creo que nos llevaría a la ruina si me toca pagarle de una vez todo. Podemos empezar con la operación y luego hacemos una suma de los tratamientos.
- Podemos, sabes que hay una gran posibilidad de que tengas que verlo.
- ¿Es necesario?
- Es una gran posibilidad, si él no acepta el acuerdo o el juez quiere verificar que no habrá reconciliación.
- Eso es absurdo, él se quiere divorciar, yo también, pero bajo otro acuerdo nada que ver con el que él hizo, ¿por qué tenemos que vernos? él saldrá beneficiado, no tiene que darme ni una moneda, no se tiene que hacer responsable de nada y no me tiene que ver, es como si nunca hubiera estado en su vida.
- Yo solo te informo, una vez tenga los requisitos se los mando a su abogado para que le llegue.
- ¡No! - correr el riesgo que la bruja de su madre o su novia o su exnovia cambien las cosas - una vez tengas el documento me lo das para revisarlo y buscamos la manera que le llegue a él directamente.
- Tú decides, voy a ponerme en ese tema.
- Gracias, Fabio, por todo esto.
- Por algo soy tu abogado en este lado de la ciudad.
Voy a mi oficina, estoy entre furiosa y dolida, tantas ganas tiene de separarme de mí, las mismas ganas con las que se quería casar.
- ¡Mami! ¡mami! – Si supiera la preciosa hija que tenemos, con sus ojos, su temperamento hasta su manera de dormir.
- ¿Qué te dijo Fabio que tienes esa cara de velorio?
- Siempre tan directa, madre, hablamos del divorcio.
- ¿Qué solución vas a ponerle a esto?
- Gabriel quiere que nos divorciemos rápido, ni esperó que llegaran los papeles del divorcio cuando ya los había solicitado en el juzgado y en demanda de abandono.
- No esperabas que quisiera estar casado después de un año y que lo abandonaste.
- Sabes porque lo abandoné mamá, él fue quien cambió sus prioridades sin ni siquiera tomarme en cuenta y, aun así, si no me hubiera ido capaz no tendrías nieta ahora.
- Pero nació, pudiste regresar, enfrentarlo, exigirle respuestas y después cada uno por su lado.
- Tal vez tienes razón, pero en ese momento no me sentía capaz, además recuerda mi estado después de su nacimiento.
- Claro que recuerdo, estaba ahí y no fue nada bonita, pero después que pasó el peligro pudiste enfrentarlo, no crie una hija miedosa. - se acerca a mí y me quita a mi hija - mejor piensa que vas a hacer y luego me avisas. Vámonos pequeña mamá tiene que pensar que está mal.
Sé la llevo, dejándome con mis pensamientos.
Flashback
"Te amo, sirena, no hay nada que no haría por ti".
"Yo amo que me traigas aquí, dónde nadie nos molesta, tu teléfono no suena y solo existimos tú y yo"
"Quiero darte el mundo y la vida, prométeme que nunca me va a dejar".
"¿Por qué te dejaría? no me has engañado con ninguna mujer u hombre..."
"¿A estas alturas dudas de mi hombría o es que quieres que te lo demuestre una vez más?" - me reí en ese momento y lo hago ahora, solo recordar sus bromas y la manera que nos gustaba tentarnos.
- "¿Cree tener la fuerza para seguirme el paso señor Ziegermman? según mi esposo, soy insaciable."
"Según mi esposa soy un dios en el sexo ¿quiere comprobarlo?"
"No me gustan los hombres casados, aunque usted es muy guapo".
"Y yo no cambiaría a mi esposa por nadie, pero usted puede hacer una excepción ¿quiere ser mi amante? solo lo sabríamos usted, yo y las estrellas."
"Usted, yo, las estrellas, el mar, los peces, el jacuzzi, el barco..."
"No veo que ninguno de ellos vaya a decir algo, aunque si mi esposa se entera puede ahogarla en este mar, ¿va a correr el riesgo?".
"Debo decirle que mi esposo es extremadamente celoso y lo puede cortar en pedacitos después de hacerlo sufrir mucho y tirar sus pedazos en el mar ¿quiere enfrentarse a él?
"Mm, creo que valdrá la pena".
"Yo también lo creo"
"¿Entonces no me dejara nunca?".
"Lo amo mucho para eso, señor Ziegermman"
Flashback
- Lo bese sin miedo, como solo él me enseñó a besar y amar, ¿cómo puedo desear sus besos y caricias después de casi dos años? debería ser como tú, divirtiéndome, salir, darme una oportunidad en vez de estar llorando por ti, debería conseguirme un hombre que me quiera de verdad, que sea más guapo que tú, que tenga unos ojos más hermosos, un mejor cuerpo, y que me haga el amor mejor que tú a ver si te gusta la idea mientras te quedas con tu morena desabrida.
Llegó a casa después de un par de horas más de trabajo, hago la cena a las tres, jamás pensé que aprendería a cocinar, pero me tocó por qué era eso o mí bebé moriría de hambre.
- Que rico es llegar a casa y que huela tan bien. - escucho a mi madre mientras entra a la casa.
- Qué raro es llegar a casa y no encontrar a mis amores, dijiste que venías a casa.
- No, dije que nos íbamos, en ningún momento dije que veníamos a la casa. Me robas a mi hija madre y me la consiente mucho después dices que es malcriada.
- Mi deber de abuela es consentirla, ya te eduqué a ti, ahora déjame en paz. - se va a su habitación y me deja a la princesa dando vueltas por la casa, mientras termino de ver la cena.
Cuando estoy sirviendo veo a mi princesa en el televisor concentrada en un programa de farándulas en vez de comiquitas, de repente me mira y mis defensas bajan.
- Estás muy concentrada, hora de comer.
- Papá ... - me quedo asombrada porque nunca lo había dicho o por lo menos no en mi presencia. - pa...pá...- me señala el televisor.
Está Gabriel en el televisor, es que ni así puede dejarnos en paz.
- Espera... ¿cómo sabe? - veo a mi mamá parada detrás de mí.
- A mí no me mires, yo no le he dicho nada y aunque le dijera es una niña que apenas y dice una palabra, pero se ve que es inteligente sabe quién es su papá.
Miró a mi bebé se ve feliz al verlo, jamás había visto su carita tan resplandeciente o tal vez sean ideas mías.
- ¿Ya decidiste qué vas a hacer?
- No entiendo por qué ves tanto ese programa, además pasan más información de afuera que de aquí, es incomprensible.
- Estás irritada porque estás viendo a ese hombre, aunque no me caiga bien ahora mismo debes admitir que está muy guapo.
- La novia tiene buena mano - le digo con burla.
Le subo volumen al televisor para escuchar que le preguntan - ya no lleva su anillo de boda y se le ha visto muy cariñoso con la abogada Emilia Gómez ¿hay romance en puerta?
- Ahí está la sonrisa de picaflor, engreído.
- Esa sonrisa te enamoró hija recuérdalo.
- No me enamore por su sonrisa de engreído picaflor si no por qué era un hombre muy decidido e inteligente; déjame escuchar.
- Emilia es una mujer que cualquier hombre se sentiría feliz de tener a su lado. - no dice más nada.
- ¡¿Quiere que lo mate?! esa no es la respuesta idiota.
La periodista le hace otra pregunta - ¿entonces vemos a un Ziegermman soltero y disponible nuevamente? - cuidado con tu respuesta, se ríe.
- No veo a nadie a mi lado.
- ¡No! está casado, por supuesto que no está disponible. - Agarro el control y lo apago - imbécil.
- Papá...se fue. - dice mi bebé, mamá se ríe.
- Mira, decide decir más de dos palabras y es por él. - observo a mi madre y se ríe.
- Decían que los hijos son ingratos, ya empiezo a ver por qué. - digo molesta. - no sé dónde está la gracia.
- Las niñas son muy pegadas a su papá, además dicen que las primeras hijas siempre y salen al padre.
- Pobre de mí, si esta princesa se convierte en un monstruo.
- No me respondiste, aunque con esa actitud ya lo dices todos, estás que explota de los celos.
- Sí el asunto fuera al revés ya quiero ver a ese idiota si lo va a tomar tan pasivamente cómo lo tomo yo.
- Claro, pasivamente.
- Es un imbécil - miró a mi bebé - tu padre es un imbécil, mejor cenamos.
- Mejor, pero no lo tomes con la niña que culpa tiene que sus padres se comporten de forma tan infantil, si te molesta ve a reclamar lo que crees que es tuyo.
- Es un idiota... - mejor me calmo y recuerdo las palabras que me dijo Sebastián - él hace mucho dejó de ser mío aun cuando vivíamos juntos. Mejor olvidemos el tema.
- Si tú lo dices, pero si quieres terminar con esto, resuelvo de una vez, vas le dices lo que llevas casi dos años atragantado y te divorcias porque peleando sola no vas a lograr nada.
- Es fácil decirlo mamá, pero si se entera de la niña es capaz de quitársela tiene con qué hacerlo, puede usar su dinero y mi enfermedad.
- ¿Acaso él sabe de los porcentajes de estadística de sobrevivencia que tienes? - la miró y sé que recordarlo le duele. - también debes pensar en eso cuando decidas que hacer, porque la que va a sufrir es esa pequeña.
- Odió que te metas en mi cabeza, mamá...- cuando va a hablar la interrumpo - sí sé que tienes razón.
- Siempre la tengo. Le voy a dar de comer a la niña y tú ve a dar un paseo para despejar esa mente.
Eso hice, salí a correr un rato hacer la rutina de ejercicio que me mandó el cardiólogo, pero con moderación me sigo cansando igual, mientras lo hago recuerdo las cosas que me ha dicho mi madre, lo que me dijo Fabio, la cara de mi bebé, Gabriel y nuestra vida, todo se repite constantemente.
- ¡Ah! - grito de tanto pensar.
- ¿Estás bien? - escuchó a Giuseppe de la nada.
- Me asustaste, ¿qué haces aquí?
- Es una ciudad pequeña y es el único parque que hay, vengo a correr a esta hora. - es cierto, no lo recordaba. - ¿a ti si es raro verte a esta hora aquí? normalmente vienen en las mañanas. Te veo cuando voy de camino al hospital.
- Necesitaba despejar mi mente, así que vine a hacer ejercicios.
- ¿Lo llevas bien? - me mira preocupado y niego. - ¿Te puedo ayudar?
- ¿A matar a un imbécil?
- Dime el nombre del imbécil y yo lo hago. - me río. - por lo menos te saque una sonrisa
- Si, gracias. ¿te interrumpí el entrenamiento?
- No, descuida, ya me faltaba una vuelta, tomó esto como un descanso.
- Te acompaño en la última vuelta y me despejó.
Corrimos una vuelta más y debo admitir que me hizo correr más rápido y me agote.
- ¿Estás bien?
- Si, solo que no puedo correr tanto, falta de práctica.
- Haces más ejercicio en el gimnasio que correr, pero esto te cansa.
- Mi corazón no es tan resistente como crees. Es impredecible.
- Vamos y te invito a comer algo.
- Que no sea helado.
- No, después de quemar estás calorías imposibles.
- Después de tener una cena agradable y crear los nuevos talleres, me mira extraño.
- No me mires así, se siente raro.
- ¿Raro, agradable o desagradable?
- Raro, solo es eso.
- ¿Me vas a contar porque estabas en otro mundo cuando te encontré?
- Es mi esposo o mi exesposo.
- ¿Te hizo algo, apareció?
- No está desaparecido, es lo contrario.
- No entiendo.
- El punto es que me llegaron los papeles del divorcio y no me agradan los términos, y es complicado.
- ¿Exige derecho sobre la princesa? porque desde que te conozco nunca he visto que haya un padre alrededor de la niña, no te pregunto porque sé que el tema te incomoda.
- Está bien, tal vez necesito un consejo desde otra perspectiva. Mi esposo no sabe que tiene una hija - se sorprende - tuvimos un desacuerdo y sus prioridades con respecto a mí y a nuestra vida cambiaron.
- No es que quiera ser entrometido, sabes que tú y la pequeña me importan mucho, pero no conozco el contexto para dar mi opinión.
- ¿Serás objetivo?
- Sabes que sí, aunque no será fácil.
Así le conté más o menos la situación de Gabriel y yo, de lo distanciados que estábamos, de la discusión de un embarazo, que tiene un hijo con otra y el día que me fui. Omití muchos detalles obviamente.
- Lucía no entiendo porque no quería tener hijos contigo, y luego tiene uno con su exnovia.
- No lo culpo por no querer tener hijos conmigo y sé que no es porque no los quisiera es que yo no podía tener hijos sin correr el riesgo de morir y él no quería eso.
- ¿Morir?
- No preguntes, el punto es que me enteré de que estaba embarazada y sé que ese tema era uno de discusión entre nosotros le pregunté qué pasaría si estaba embarazada y él me dijo "no quiero hijos contigo entiéndelo, y si por algún error llegas estar embarazada nos deshacemos de eso, basta ya...".
- No es fácil asimilar eso.
- Me dolió, no por mi si no por mi bebé, pensé que era porque no me quería perder y luego vivíamos bien, cuando lo conocí no era un hombre de relaciones serias, no pensaba en matrimonio e hijos, me dije a mi misma que tal vez esa era una de las razones además de su miedo a perderme, pero no era así.
- ¿Por qué lo dices? ¿por su hijo con la otra mujer? - niego.
- Unos días después de esa discusión me enteré de que, si quería tener hijos, pero no conmigo. El día que discutimos, me había enterado de que tenía un hijo con su exnovia, que me lo había ocultado por casi un mes o eso fue lo que él me dijo, resultó que era mentira él lo sabía desde mucho antes que ese bebé naciera, me mintió. Y cuando quise que me explicara, simplemente me dijo...
Recordar esa conversación me duele mucho.
Flashback
Estaba sentada en la piscina cuando él llegó y se acercó.
- Te vas a enfermar ahí, entra.
- ¿Te importa?
- Lucia, no quiero discutir.
- No quieres discutir, no quieres hablar, no quieres nada Gabriel ¿y lo que yo quiero no cuenta? ¡Tienes un hijo!
- No te alteres.
- Ya estoy alterada, quiero saber porque me tuve que enterar por otro lado en vez de que mi esposo el hombre que dice amarme no me dijo que tenía un hijo con esa desgraciada.
- Porque no puedes recibir impresiones fuertes, eres delicada.
- No lo soy, Gabriel teníamos discusiones peores que las que tenemos ahora, salíamos más, compartías tus cosas conmigo hasta en el sexo eras más apasionado.
- ¿Dices que no te complazco?
- ¡No! Te digo que conozco el hombre del que me enamoré, con quién me casé y sé que te cohíbes cuando estamos juntos, te has vuelto muy delicado y no está mal pero no eres tú. Además de eso siempre estás callado, tu hermana, Petter incluso Alessio me dice de tus problemas como si yo supiera cuando no se nada.
- Son unos imprudentes.
- Gabriel, entiendo que te preocupes por mí, que tengas miedo, pero ocultarme que tienes un hijo, es la gota que derramo el agua y que me entere por terceros mucho más, me tratas como un adorno que no se puede tocar en esta casa. ahora me dices que no quieres hablar de que tienes un hijo, pensé que no los querías, ¡dime qué te ahoga, no hables con tu amiguita la abogada, a tu socio o sino conmigo!
- ¿Quieres hablar? - afirmó- ¡estoy agotado Lucia, cuando te conocí no sabía que eras una bomba de tiempo que podía explotar mientras dormías, cuando te operaron pensé que terminaría ahí!
- Te dije que no era todo.
- Lo sé, y he estado contigo, pero me asfixió. ¡Este matrimonio me asfixia, quiero mi vida Lucia, quiero salir a bailar con mi mujer, discutir, incluso quiero poderle hacer el amor como me da la gana sin el riesgo de terminar en el hospital, y tú no eres esa mujer! ¿estás contenta? ahí está lo dije. - esas palabras me rompieron en pedazos - cuando regresó Lucrecia, volví a hacer el hombre que era, si tenemos un hijo, es un niño maravilloso, un hijo que lleva mi sangre algo que tampoco puedes darme.
- No es por qué yo no quiera.
- ¡No puedes!, dime si te mueres ¿vas a hacer que me haga cargo de un bebé que te habrá matado? y si mueren los dos yo seré el culpable por poner eso en ti.
- Gabo...
- ¡No Lucia, tener un hijo contigo no es una bendición es un desastre, es una maldición y una culpa que yo no quiero correr ¿y si ese bebé viene defectuoso como tú? tendré que vivir en médicos para ver morir a mi propio hijo.
- El problema no es que quieras tener hijos, es que no los quieres conmigo.
- Por supuesto que no los quiero, ¿quién quiere eso?
- ¿Por eso me mientes? ¿por eso me engañas con...
- ¡Si! por eso porque ni siquiera puedo ponerle un fin a esto sin saber que quizás mueras por eso, y es agotador, me enferma Lucía.
- ¿Quieres terminar con esto?
- Si, quiero terminar con todo esto, Lucía tengo un hijo, es mi prioridad ahora y esto me asfixia, tú me asfixias - en eso suena su teléfono y era Lucrecia.
- Si, está bien, bien, ya voy para allá. - cuelga.
- Estamos hablando, no puedes irte, Gabriel.
- Me voy Lucía, mi familia me necesita, no estoy para escuchar estupideces o cambiar cosas que no se pueden.
- Tú familia, ellos son tu familia, ¿ella y ese bebé? nosotros no...
- Entiende que mis prioridades cambiaron Lucia, ellos lo son ahora, no voy a decidir entre tú o mi bebé porque es obvio que escogeré a mi hijo, me voy.
- ¿Gabriel, y yo qué? no te pido escoger entre tu bebé y yo, es lo importante que es un bebé.
- No lo sabes, no eres madre y eso es algo que no lo sabrás, dejemos las cosas así.
- ¡¿Qué hago entonces?!
- ¡Lo que se te dé la gana Lucia! yo ahora solo quiero recuperar mi vida y aquí me enfermo. Voy a ver a mi bebé y mañana me voy del país, cuando venga hablamos.
Y se fue, sin decir más nada, el día siguiente lo llame, espere que las cosas se calmarán, pero cuando me contestó solo me dijo:
- Estoy ocupado, Emilia me espera.
- ¿Te vas con Emilia? no puedes pasar por aquí y terminar de hablar.
- No tengo tiempo, Lucia. Mejor tomemos este viaje como un descanso, pensamos las cosas y cuando regresé hablamos.
- ¿Viaje de placer o de negocios?
- ¿Para eso llamas? para descansar, Lucía, quiero pensar.
- ¿Cuándo vuelves?
- Cuando me dé la gana Lucía, no sé, en dos semanas, un mes o un año que se yo.
- Con respecto a lo de ayer...
- No hay nada que hablar sobre eso, Lewin es mi hijo, mi heredero, de ahora en adelante es mi prioridad, sé que te gustan los niños, pero no es lo mismo que ser padre, es algo que no entiendes.
- ¿Pero si tuviéramos uno preferiría que no nazca?
- Ya te dije lo que pienso sobre eso, me voy. Adiós.
- Tenes razón un hijo es primero, es la prioridad de un padre, dan la vida por ellos y todo pasa a segundo plano, somos capaces de hacer lo que sea para que estén bien incluso si no han nacido.
- Lo dices bien, pero se siente mucho más, el avión va a salir, adiós, Lucía...
- ¿Por qué te vas con Emilia en vez de venir a arreglar las cosas conmigo? pudiste habérmelo dicho, en vez de engañarme yo hubiera entendido y no te sentirías asfixiado.
- ¿Para qué te mueras y sea el responsable?
- Me enteré y no estoy muerta.
- Si, por ahora, pero ¿cuánto va a durar eso? sigues siendo una bomba y me canse de dormir con una bomba a mi lado, necesito paz.
- Gabriel si te vas, no voy a quedarme aquí.
- No te quedes, nadie te lo impide siempre has hecho lo que has querido. Vete si quieres irte me da igual.
- Adiós Gabriel.
Flashback
- Lucia no llores - escucho la voz de Giuseppe - si no me quieres contar está bien.
- No es eso, es que los recuerdos duelen. El caso es que me dijo que su hijo y su exnovia eran su familia, su prioridad, yo solo lo asfixiaba; que no quería estar conmigo y que un hijo conmigo no sería una bendición sino todo lo contrario. y se fue con su amante de viaje, me quedé como estúpida esperando a ver si cambiaba de opinión hasta que el tercer día decidí agarrar mis cosas e irme y aquí estoy.
- No sé qué decir.
- Yo quiero el divorcio tampoco quiero estar con alguien que ya no me ama, pero no quiero sus términos, de hecho, no quiero nada de él, ya tengo lo más importante, pero mi hija no tiene la culpa y necesita un padre.
- A mí no me molesta ser su padre - lo miro y está riéndose - hablo enserio, no me molesta ser su padre, pero si quieres mi opinión, enfrentarlo, a veces se necesita cerrar ciclos para avanzar y tu huiste, ahora llegó la hora de enfrentarlo y ves que es mejor para la bebé. Toma la decisión, pero pensando en ella no ustedes, y si ves que lo mejor es que no se entere que tiene una hija aquí estoy yo.
- Tan bello, debo enamorarme de alguien como tú.
- No me digas eso.
- Es verdad, gracias por esta charla.
- Cuando quieras.