Amelia, se tomó su tiempo para recorrer la casa, observó las múltiples habitaciones, baños y el jardín, descubrió que incluso había una pequeña piscina no era muy amplia pero tampoco muy pequeña, una vez Amelia, había visto la mayor parte de la casa optó por instalarse en una de las habitaciones principales, tenía unas lindas sábanas blancas, baño propio e incluso un balcón, el armario era amplio e incluso le sobraría espacio.
Aquella noche no hubo rastro de Liam, en ningún lugar de la casa, Amelia, lo agradeció pues ya se imaginaba qué clase de persona era el castaño y aquello lograba asustarla un poco, pero no podía negar que se sentía intrigada por aquel chico, le resultaba atractivo pero sólo físicamente nada más allá probablemente si lo hubiera conocido en otras circunstancias se hubiera dado un acostón de una noche y no hubiera vuelto a saber de él, pero no tenía tiempo para aquellas cosa y tampoco debía estar pensando en ese tipo de cosas pero Liam, tenía algo que simplemente hacía que la pelirroja se sintiera atraída por él, no sabía que era ni porque lo sentía y le frustraba el no poder controlarlo.
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La mañana siguiente Amelia, se despertó con un fuerte dolor de cabeza tal cual como si le hubieran propinado un golpe en la nuca y aquel dolor se hubiera extendido hasta su cabeza, una vez tomó un poco de consciencia lo primero que hizo fue mirar su móvil, tenía múltiples mensajes de Jhon, aquel chico le había escrito durante semanas, habían salido e incluso se habían besado un par de veces, no era nada serio, pudo haberlo sido pero Liam lo arruinó todo.
"Hola preciosa ¿qué tal dormiste?"
Preguntaba Jhon, en su mensaje matutino dirigido a la pelirroja, Amelia, se pensó unos cuantos segundos si responder dicha pregunta, pues se le había removido el estómago y una sonrisa se había instalado en su rostro al leer él preciosa que le había enviado, pero ella era una mujer casada por más que lo detestara, sin embargo estaba segura que Liam, iría por allí enrollándose con cualquiera que se le atravesara así que no le debía respeto y mucho menos tenía porque serle fiel a aquel violento y desagradable hombre.
"Hola guapo, hubiera dormido mejor si estuvieras conmigo"
Respondió Amelia, haciendo click en enviar el mensaje, colocó su móvil boca abajo y se levantó de la cama para dirigirse al baño a lavar sus dientes, no se cambiaría la pijama no aún, su pijama era un conjunto de seda que le había regalado su madre hacía años era negro y de encaje, era simplemente precioso y delicado tal como le gustaba a Amelia.
Una vez terminó en el baño bajo a la cocina su sorpresa fue encontrarse con Liam, sentado en el comedor principal mientras comía un par de tostadas con mermelada y mantequilla, pasó por su lado ignorándolo totalmente y sintió como la mirada del castaño se instalaba en su trasero mientras la pelirroja caminaba, rodeó los ojos y abrió la nevera pues el equipo de mudanza mandado por sus padres y él padre de Liam, se había encargado de abastecerlos con la comida suficiente para un mes, sacó fruta, yogurt y un par de tostadas, se hizo un jugo verde y se sentó en la isla de la cocina para poder comer en paz o eso creía hasta que Liam, se acercó y se sentó a su lado.
-¿Que quieres? -Preguntó Amelia, mientras se llevaba el vaso con el jugo verde a los labios.
-Solo quiero hablar contigo. -Exclamó Liam.
-Por si no lo has notado yo no tengo interés en hablar contigo. -Añadió la pelirroja moviéndose un poco y dejando a la vista su cuello.
Liam, se percató de aquello y de la marca que tenía, de sus manos al parecer se había excedido con la fuerza que había usado, asumió que la pelirroja no sabía que se encontraría allí y por eso no se había cubierto, sintió dolor y remordimiento por dentro pues no solía ser una persona violenta pero no comprendía que le había sucedido ayer, Amelia, tenía la capacidad de hacerlo enojar muy fácilmente y cada vez que Liam, se enojaba algo salía mal.
-Amelia...-Dijo Liam, mientras colocaba su mano en el brazo de la pelirroja.
Amelia, inmediatamente se puso en alerta y retiró su brazo pensó en si podría apuñalar a Liam, con la cuchara con la que comía el yogurt de ser necesario y buscó con la mirada cualquier cosa con la que pudiera defenderse de ser necesario.
-No me toques. -Añadió la pelirroja.
-De acuerdo como quieras, solo quiero disculparme contigo. -Respondió el castaño.
Amelia, no se esperaba tal declaración sin embargo no mostró ningún tipo de interés y su expresión facial no cambió como si aquello no pudiera sorprenderla del todo.
-¿Disculparte por qué? ¡Déjame adivinar! Por casi estrangularme o por hacer esta marca en mi cuello. -Habló la pelirroja dándole más acceso a su cuello para que observara lo que le había hecho.
-Si, precisamente por eso, no se que sucedió conmigo estaba tan enojado. -Habló Liam con voz calmada mientras observaba a la pelirroja comer.
-No eres la primera basura violenta con la que me topo y se que no serás el ultimo. -Añadió la pelirroja.
-¿A que te refieres? -Preguntó Liam con curiosidad.
-No eres la primera persona que es agresiva conmigo Liam. -Respondió Amelia.
Aquello le hizo pensar en la vida que la pelirroja pudo haber llevado antes, le provocó curiosidad saber más de ella, de quien era y de quien quería ser, pero sabía que no podía dar su brazo a torcer, no podía permitirse ser vulnerable con aquella linda pelirroja de ojos verdes y lindas pecas o saldría perdiendo.
-Lamentó escuchar eso. -Respondió Liam.
-¿Por que te estás haciendo el amable conmigo? -Preguntó la pelirroja quien sabía que aquello era más una trampa que unas disculpas sinceras.
-No me hago el amable contigo Amelia, enserio estoy pidiendo disculpas. -Respondió Liam.
-¿Por que? -Preguntó la pelirroja quien había terminado de comer, se levantó de la silla para llevar los platos al lavavajillas.
Amelia, tenía su móvil en la isla de la cocina pues no vio necesario dejarlo en su habitación y como si el universo quisiera conspirar contra la pelirroja se encendió indicándole que había recibido una notificación y Liam, no podía ser más entrometido inmediatamente dirigió su mirada al móvil.
"Muero por verte Amelia"
El mensaje era de Jhon, en otras circunstancias le hubiera encantado recibir aquel mensaje pues adoraba sentirse deseada y Jhon, solía hacerla sentir así todo el tiempo, realmente le hubiera gustado tener algo oficial con él de no ser por Liam, podría hacerlo.
-¿Quien es Jhon? -Preguntó Liam.
-Eso no es de tu incumbencia. -Respondió la pelirroja.
-Claro que lo es. -Respondió Liam.
-¿Por que? -Preguntó Amelia.
-Eres mi esposa Amelia, me debes respeto y fidelidad. -Añadió Liam.
La pelirroja soltó una risa por lo bajo la cual inundó la habitación, se estaba burlando de Liam y de sus estupidas palabras en su cara, sin temor a que aquel hombre pudiera hacerle algo.
-¿Acaso estás celoso? -Preguntó Amelia.
-No lo estoy. -Añadió Liam.
-¿Estás seguro? Porque esa es la impresión que me das. -Respondió Amelia.
-¿Por que estaría celoso? -Preguntó Liam.
-No lo sé tú dime. -Respondió la pelirroja mientras se acercaba peligrosamente a el castaño.
-¡No estoy celoso! -Exclamó Liam.
-Pues espero que sea cierto Liam, porque no te debo nada, solo estamos casados por un contrato, no te elegí y tú tampoco a mi y ten por seguro que no dejaré pasar la oportunidad de divorciarme de ti. -Respondió la pelirroja mientras levantaba las cejas y seguía caminando en dirección al castaño.
Liam, retrocedió hasta chocar con la isla de la cocina no entendía que estaba sucediendo y porque de repente estaba sintiendo tantas cosas, quería tomar a la pelirroja del cabello y estamparla contra le mesa pero al mismo tiempo quería estampar sus labios contra los suyos, Liam, se sentía amenazado e intimidado por la pelirroja.
-Lo tengo muy claro Amelia, créeme tampoco perdería la oportunidad de divórciarme de ti. -Respondió Liam, mientras tragaba saliva por la cercanía de la pelirroja.
-Quiero dejarte algo claro. -Añadió Amelia.
-¿De que hablas? -Preguntó Liam confundido.
-No aceptaré tus disculpas. -Musitó Amelia.
-¿Por que? Lo hago con buena intención. -Respondió Liam.
-Porque ya no soy débil y no lo seré nunca más Liam. -Murmuró la pelirroja en los labios del castaño, seguido de eso le propinó una fuerte bofetada la cual hizo voltear el rostro del castaño. -Es ojo por ojo Liam, ten por seguro que lo que me hagas te lo haré tres veces peor ¿lo entendiste? -Preguntó la pelirroja.
Liam la observó fascinado e intrigado, su mejilla dolía y se encontraba roja y no le quedó más que asentir sin musitar ni una palabra.